Brasil
Jair Messias Bolsonaro y el crecimiento de la extrema derecha en Brasil

El candidato a presidente de la ultraderecha sigue creciendo en las encuestas para las elecciones de este domingo. ¿Cuáles son las causas que podrían dejarlo como el favorito? ¿Por qué lo eligen?

SÃO PAULO
5 oct 2018 06:21

Larissa camina por la avenida Paulista con un ele sim (él sí) escrito en la frente y una camiseta con la cara del ultraderechista Jair Bolsonaro. Está decidida. En pocos días, elegirá presidente por primera vez y nada parece hacerla cambiar de opinión. Ni siquiera la imponente concentración de mujeres que la tarde anterior llenó las calles del país en oposición a su candidato.

En contra de toda lógica, los electores de Bolsonaro se muestran en la calle, se sienten orgullosos de su decisión, no forman parte de un voto silencioso, ni simbolizan un voto vergüenza. Llevan camisetas con su cara, consignas como Dios, Patria y Familia, se toman selfies con un inflable gigante de su candidato a vicepresidente, el general Hamilton Mourão, vestido de militar, les estampan a las banderas de Brasil el nombre de Bolsonaro por todas partes.

Bolsonaro consiguió convertirse en el símbolo pop de la extrema derecha en Brasil. Para Esther Solano, profesora de la Universidad Federal de São Paulo, este candidato representa un “mensaje de odio pero hecho meme”

Brasil
La ultraderecha militarista, favorita para las presidenciales en Brasil

El encarcelamiento de Lula deja como favorito para las presidenciales a un exmilitar misógino y homófobo, el diputado ultraderechista Jair Bolsonaro, admirador de Trump.

Según los últimos sondeos de Datafolha, el 84% de ellos dice que no cambiaría su voto mientras que, en el caso de otros candidatos como, por ejemplo, Marina Silva, el 62% está dispuesto a cambiar de opción el día de la elección.

Larissa no fue sola sino que decidió participar del acto de campaña junto a un grupo de compañeros de colegio, todos ellos menores de veinte años, que también votarán por el diputado. Según las últimas encuestas, el 32% de los jóvenes de entre 16 y 24 años votaría por él. También, es en esta franja de edad donde está el nivel más alto de rechazo.

Bolsonaro consiguió convertirse en el símbolo pop de la extrema derecha en Brasil. Para Esther Solano, profesora de la Universidad Federal de São Paulo, este candidato representa un “mensaje de odio pero hecho meme”.

“Si en la década 1970 ser rebelde significaba ser de izquierda ahora, para muchos jóvenes, es votar a esta nueva derecha que se presenta de una forma cool, disfrazando su discurso de odio en memes y vídeos graciosos. Los jóvenes de identifican con Bolsonaro porque lo ven como una opción política que se comunica con ellos y se opone al sistema. Lo ven como una propuesta diferente”, analiza Solano en conversación con El Salto.

Al estilo Trump, Bolsonaro es el candidato que mejor sabe administrar sus redes sociales. Escribe en su propia cuenta de Twitter, se comunica por Facebook Live y supo hacer un espectáculo de su estancia hospitalaria tras el apuñalamiento que sufrió el 6 de septiembre en campaña electoral.

Ana Flavia, estudiante de Medicina de 20 años, cuenta que lo conoció mirando vídeos por YouTube. “Me llamaron la atención sus discursos. Empecé a darme cuenta que los medios manipulan sus palabras, que toman partes de sus discursos en momentos de rabia. Pero no creo que sea lo que él realmente piensa”.

Si bien no es el preferido entre las mujeres, existe al menos 27% de las encuestadas que lo prefiere, mientras entre los varones el apoyo crece hasta el 38%.

Para Daniela, estudiante de Derecho de 20 años, Bolsonaro no está en contra de las mujeres “sino todo lo contrario, quiere implementar la castración química como castigo para los violadores, algo que a mi me haría sentir mucho más segura”, sostiene.

Aunque este candidato lleva casi tres décadas haciendo política, su figura empezó conseguir protagonismo después del discurso que dio ante el Congreso durante el juicio político contra Dilma Rousseff

Entre sus electores, cada quién toma lo que quiere escuchar del candidato y niega la parte de aquello que no le interesa. Entre las estrategias de campaña del Partido Social Liberal, con el objetivo de llegar con su mensaje a las mujeres jóvenes, fue convocar a la exfeminista y youtuber de 26 años Sara Winter prometiéndole una banca en Diputados. Sara pasó de ser una activista a favor de la legalización del aborto, conocida por sus desnudos como forma de protesta, a definirse como católica devota que lucha contra lo que ahora considera “ideología de género”.

“Entre las mujeres que apoyan a Bolsonaro existe un fuerte rechazo al feminismo por verlo como un movimiento radical. Por otro lado, son mujeres que dicen que el camino para la construcción de la igualdad entre hombres y mujeres debe ser a través de la meritocracia. En definitiva, es el rechazo al feminismo y una salida individualista como opción”, analiza Solano.

Sus seguidores comparten la creencia de que el Estado, en las últimas décadas, ha beneficiado a los sectores históricamente relegados —como los negros, las mujeres, los indígenas, los más pobres— dejando de lado a las clases medias blancas en Brasil. Ven con mala cara a las políticas sociales como el Bolsa Familia o las cuotas para las universidades federales que reserva la mitad de las plazas para estudiantes que se autoperciben como negros, mestizos o indígenas.

Aunque este candidato lleva casi tres décadas haciendo política —desde 1990 cuando fue electo diputado federal por el Partido Demócrata Cristiano— su figura empezó conseguir protagonismo después del discurso que dio ante el Congreso durante el proceso de juicio político contra Dilma Rousseff llamando a la violencia.

La emergencia de Bolsonaro se entiende dentro del contexto global vigente del surgimiento de una nueva ola neoconservadora o alt right que comenzó a aparecer como una reacción nacionalista y autoritaria a la profunda crisis de confianza en la política que desató el derrumbe económico y financiero que estalló en 2008.

La sombra del pasado reciente

Brasil, que no se quedó afuera, le sumó el barniz propio del caso Lava Jato. El mega escándalo de corrupción que terminó por golpear a las principales figuras de los tradicionales partidos políticos brasileños fomentó su discurso del odio. La política volvió a ser aquella cosa mala y entre los ciudadanos comenzaron a asociar la idea del orden y el respeto por los valores morales con los sectores militares.

“Mira. Este es mi sobrino”, dice João de 53 años, mientras me muestra una foto en su celular de un joven vestido de militar junto a Bolsonaro. Le pregunto si él viene de familia militar, se enoja. Me aclara que él no tiene nada que ver con la dictadura y que su candidato a presidente tampoco. “Dicen que Bolsonaro quiere volver a la dictadura y eso no es cierto. Para qué se presentaría a elecciones si quisiera una dictadura”. Tal vez porque no tiene la fuerza militar para hacerlo de otro modo, le contesto. “No, eso no es cierto”. Punto final al tema.

Si bien la mayoría de ellos no defienden la intervención militar comienza a aparecer discursos públicos que justifican los crímenes de la dictadura en figuras públicas influyentes en la política brasileña. Estos días, el presidente de la Corte Suprema de Brasil, Dias Toffoli, ha llegado a decir públicamente que prefiere llamar al último golpe militar “movimiento de 1964”.

Mariana, una empresaria de 44 años, fue a escuchar al también diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del candidato a presidente, que habla desde un escenario al descubierto instalado en plena avenida. Cuenta a El Salto que votó a Bolsonaro porque no quiere que vuelva la “marioneta de Lula con más corrupción para el país”. En 2014 Mariana había votado a Dilma, hoy se siente decepcionada.

Corrupción y orden

A los electores de Bolsonaro podemos dividirlos en tres. En su ala más extremista existe una ultraderecha fanática representados por el partido Movimiento Brasil Libre (MBL) un partido que nació para pedir la destitución de Dilma en 2014, con figuras mediáticas, responsables de instalar los discursos de odio más rabiosos sobre todo en los medios y en las redes sociales.

Otro sector lo integran exsimpatizantes de la socialdemocracia (PSDB), el partido del candidato y dos veces gobernador de Sao Paulo, Gerlado Alckmin y el expresidente Fernando Henrique Cardoso. Por lo general, son de clase media alta a alta, más silenciosos, que se acercaron al discurso del los ultra durante la campaña presidencial de José Serra en 2010 y que hoy tienen un fuerte descontento con su partido y sus dirigentes quienes también, muchos de ellos, fueron encontrados culpables en importantes casos de corrupción. Por último, un porcentaje de electores que votó por el PT pero que ahora lo único que quiere es que no vuelvan al gobierno. En general, este es un voto de clase media y media baja, que sintió los efectos de la crisis económica y se sintió interpelada por el discurso anticorrupción.

Hoy en día, la primera preocupación de los brasileños es la corrupción. Unos años antes, apenas ocupaba un espacio en la cabeza de las mayoría de los brasileños. Para Ibope, el 9% de las personas que pensaba que su principal preocupación era la corrupción, creció cinco veces en 2017, ubicándolo detrás de temas como la seguridad o la salud.

Este domingo, la casa de Larissa no será la excepción. En las últimas elecciones presidenciales, todos votaron al PT pero en estas elecciones elegirán a Bolsonaro porque creen que es el único capaz de “limpiar el país de tanta corrupción”.

En pleno acto de campaña, comienzan a caer las primeras gotas de un cielo que se puso negro en cuestión de horas. Los menos valientes corren a protegerse bajo algún techo. Quedan otros al descubierto. Comienza a llover cada vez más fuerte, hasta que estalla un diluvio mesiánico que termina por exaltar a los más fanáticos que, en masa, comienzan a cantar a los gritos, empapados, el himno nacional de Brasil mientras un hombre corre completamente extasiado, con la bandera de su país en la mano, por la mitad de la avenida Paulista.

Es difícil pensar a Bolsonaro como un simple mito o un personaje marginal de la política brasileña cuando el fenómeno se pone tan de manifiesto en las calles de São Paulo.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Brasil
Brasil Bolsonaro es acusado por la policía del intento de asesinato de Lula da Silva para dar un golpe de Estado
El expresidente tenía “pleno conocimiento”, según la policía brasileña, de un plan para asesinar a los elegidos por el pueblo para ser presidente y vicepresidente después de las elecciones de 2022.
Globalización
Cumbre G20 en Brasil Los movimientos sociales brasileños abren nuevo ciclo de lucha contra el capitalismo financiero global
Más de 700 personas se reúnen en la Cumbre de los Pueblos Contra el G20 de Río de Janeiro y más de 10.000 recorren las calles de la ciudad en la antesala de la IXX reunión del G20 que se celebra en Brasil.
Análisis
Análisis Un atentado que deja muchas interrogantes
El fallido atentado del pasado 13 de noviembre en Brasilia se puede leer muy claramente a partir del sentimiento de triunfo global de la extrema derecha que ha provocado en Brasil –y en el resto del planeta— la reciente victoria de Trump.
#72517
23/10/2020 22:39

A Bolsonaro lo han puesto los ricos y ya se están harrepintiendo.

0
0
#72516
23/10/2020 22:36

BOLSONARO ES UN GANGSTER DE PRIMERA Y UN ESTADISTA DE TERCERA.

0
0
#72515
23/10/2020 22:35

El Jair Bolsonaro si fuese español sería de Vox.

0
0
Reinaldo
11/10/2018 23:07

Sou brasileiro, tenho 58 anos, moro no Brasil e pela minha idade sei muito bem o que foi o regime militar e mais ainda o que foi a redemocratização, ou devemos chamar de transição para o socialismo comunista. Nunca conheci um homem como Bolsonaro, corajoso, íntegro, honesto, persistente, determinado e patriota. Bolsonaro não é um extremista da direita. Tem posições liberais quanto a economia, é cristão, tem amigos negros, a esposa é mulata e o sogro é negro. Tem uma filha "mestiça", tem amigos LGBTs e ao contrário do que prega a imprensa comprada pela esquerda, não é homofóbico.

Bolsonaro está na política como deputado federal a mais de 20 anos, tempo suficiente para se tornar corrupto, mas não há um processo sequer contra ele. Lutou pelas mulheres quando defendeu a castração química para estupradores como forma de redução de pena.

Bolsonaro abriu mão de dinheiro público (verba de eleição) e preferiu fazer sua propaganda política gastando cerca de menos de 1 milhão de reais, dinheiro do seu partido e dele próprio, enquanto que um candidato da esquerda gastou quase 60 milhões. Bolsonaro passou sua campanha inteira neste primeiro turno, apenas se defendendo de acusações inverídicas e fakenews, entretanto nunca acusou ou atacou seus adversários. Bolsonaro foi esfaqueado em campanha por um militante da esquerda (PT) e mesmo assim sobreviveu e não acusou ninguém para não tomar vantagem. Todos nós brasileiros sabemos que a Policia Federal está segurando o inquérito para não atrapalhar as eleições e dar vantagem para Bolsonaro.

É por essas e outras que eu acredito muito no homem que ele é. Isso explica porque ele quase ganhou as eleições no primeiro turno, classe pobre, média e rica juntos, trabalhadores, estudantes universitários, pequenos, médios e grandes empresários, mães, esposas, maridos, todos entendem Bolsonaro, não pelo discurso que ele pouco sabe fazer. Mas pelo que ele já fez e faz. O que ele fez e faz diz por si só o que ele é.

1
0
#72514
23/10/2020 22:33

Bolsonaro es la versión Bananera de Donald Trump igual de machista y de bocazas y de payaso y de tramposo.

0
0
#24049
5/10/2018 20:10

Yo vivo en Brasil, y es impresionante ver como están tan ciegos, los seguidores de este impresentable. Solo piensan en votar a Bolsonaro, porque piensan que les va a sacar a todos los corruptos. Mientras él es un corrupto más. Pueden buscarlo.

6
2
Dana
València Mazón se atrinchera detrás de un militar y cierra su crisis de gobierno
El president valenciano ha remodelado el Consell de la Generalitat dando salida a dos conselleras y fichando un general en la reserva para la vicepresidencia.
COP29
Cumbre del clima La propuesta de los países ricos para cerrar la COP29 enfurece a las naciones en desarrollo
El Norte global, causante histórico del cambio climático, propone 250.000 millones de dólares anuales para la adaptación y mitigación climática del Sur, cuando el propio borrador del acuerdo establece que al menos serían necesarios cinco billones.
Argentina
Argentina El Bonaparte: la historia del hospital de salud mental que le torció el brazo a Milei
Es el centro referente en Argentina para tratamientos de salud mental y adicciones. Javier Milei intentó acabar con él, pero los profesionales sanitarios y los pacientes del hospital no lo permitieron. Esta es su historia.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Italia
Italia Milán, cuando la ciudad de las oportunidades se hace inaccesible
Ya quedan pocos talleres, farmacias, peluquerías o papelerías de barrio en Milán, y el precio de la vivienda aniquila su población originaria.
Brasil
Brasil Bolsonaro es acusado por la policía del intento de asesinato de Lula da Silva para dar un golpe de Estado
El expresidente tenía “pleno conocimiento”, según la policía brasileña, de un plan para asesinar a los elegidos por el pueblo para ser presidente y vicepresidente después de las elecciones de 2022.
Opinión
Opinión Yo he venido aquí a licitar
El capitalismo de licitación, o capitalismo licitador, es el modelo económico que mejor define las prácticas que los diferentes gobiernos del PP valenciano han llevado a cabo a lo largo de la historia.
Más noticias
Cine
Cine Nicolás Pereda, el Hong Sang-soo mexicano que habla de clases y desigualdad con humor (extraño)
El realizador presenta su último largometraje, ‘Lázaro de noche’, una comedia contenidísima sobre los deseos y sobre el trabajo cultural, en el marco de L’Alternativa, Festival Internacional de Cinema Independent de Barcelona.
Opinión
Opinión El TPI finalmente emitió las órdenes de arresto contra Netanyahu y Gallant. La lucha está lejos de terminar
La corte ha emitido órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el ex ministro de Defensa, Yoav Gallant, por crímenes de guerra cometidos en Gaza. Como resultado, ambos no podrán viajar a al menos 124 países.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Los sindicatos denuncian a la Comunidad de Madrid por exponer a sus sanitarios a “gravísimos” riesgos
Solicitan la mayor indemnización económica pedida contra una administración por no contar con un verdadero plan de prevención de riesgos laborales para atención primaria.

Recomendadas

Estados Unidos
Hari Kunzru “En EE UU hay dos tipos de nazis: los que llevan botas y los que llevan corbata”
El escritor británico reflexiona sobre la victoria de Donald Trump y cómo los conservadores han movilizado teorías como la psicología evolutiva para renovar sus posiciones y plantear una batalla cultural en foros online o redes sociales.
València
Exclusiva El Gobierno de València contrata 12,9 millones en obras de la dana a una constructora investigada por pagos al cuñado de Barberá
La Generalitat Valenciana ha hecho el encargo a Ocide, una empresa cuya matriz está siendo investigada en el caso Azud por pagos “de naturaleza ilícita” al abogado José María Corbín a cambio de contratos adjudicados por el Ayuntamiento de València.