Brasil
Ediane Maria: “Entramos en una Asamblea Legislativa donde personas como yo solo entraríamos para limpiar”

Ediane Maria fue elegida en las últimas elecciones brasileñas como diputada en el Estado de São Paulo por PSOL. Fue empleada doméstica, es bisexual, afrodescendiente y coordinadora estatal del movimiento de los sintecho. Representa una nueva generación política que ha llegado a las instituciones en Brasil.
Ediane Maria, diputada estadual en São Paulo por el PSOL y coordinadora estatal del MTST.
Ediane Maria, diputada estadual en São Paulo por el PSOL y coordinadora estatal del MTST. Natalia Hare
@pelofuego__
30 dic 2022 06:00

Ediane Maria fue elegida diputada con 175.000 votos en la Cámara Legislativa del Estado de São Paulo por el Partido Socialismo e Liberdade (PSOL). Oriunda de Pernambuco, en el nordeste brasileño, la zona más empobrecida del país, trabajó como empleada doméstica al llegar a São Paulo hace más de 20 años. Madre soltera y bisexual, vivió con sus cuatro hijos en un asentamiento de barracas de São Bernardo do Campo, la ocupación urbana más grande de América Latina, liderada por el Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST), del que hoy es coordinadora estatal.

¿Cómo fue la vida de una nordestina que vino a trabajar como empleada doméstica a la metrópoli?
Soy del Sertão de Pernambuco, de la selva. De una ciudad pequeña, la séptima de ocho hermanos. Llegué a São Paulo para trabajar como empleada doméstica siguiendo el mismo ciclo que mi madre. Ella fue empleada (baba) de mi expatrona en Pernambuco, y cuando sus hijos se mudaron a São Paulo yo seguí su mismo camino haciéndome cargo de ellos, pero en la ciudad. A vivir en la casa de mis patrones.

¿Cómo empezó su militancia en el MTST?
Cuando era niña siempre cuestionaba las cosas, era muy preguntona. Así que cuando llegué aquí a la metrópoli, imagínate. No conseguí imaginarme a mis hijos viviendo hoy lo que yo viví en ese entonces. 

Ya no funciona el vivir en una sociedad donde mujeres como yo, mujeres negras, somos silenciadas. Somos la gran mayoría que está trabajando en Brasil, pero somos la mayoría olvidada en los cerros, en las favelas de la periferia. Que solo vamos al centro para ir a trabajar.

Ya no funciona el vivir en una sociedad donde mujeres como yo, mujeres negras, somos silenciadas. Somos la gran mayoría que está trabajando en Brasil, pero somos la mayoría olvidada en los cerro

Al MTST lo conocí en la cola de la leche del Gobierno del Estado. El Gobierno te da leche gratuita hasta los siete años y mi hijo más pequeño Gustavo los acababa de cumplir, pero yo necesitaba leche ese día. Entonces tenía que esperar de las 7h a las 9h para ver si sobraba un litro de leche para mi hijo. Y me empecé a cuestionar: ¿por qué hay que estar dos horas esperando, con suerte, un litro de leche? 

Y allí una de las voluntarias que repartía leche me dijo “usted siempre llega temprano, habla con la gente, la voy a llevar a un lugar!”.

Y ese día, el 3 de septiembre de 2017, entré en la mayor ocupación de América Latina, la ocupación Povo Sem Medo de São Bernardo do Campo.

Allí me empecé a organizar, a ver el semblante de las personas que llegaban a la ocupación, cabizbajos, en un proceso tan violento de desatención y abandono.. Cuando llegas a una ocupación es que ya lo has intentado todo. 

Entonces me convertí en coordinadora de uno de los 19 barrios del asentamiento, que es grande como una ciudad. Yo estaba a cargo del planeamiento urbano, de organizar las nuevas construcciones y reparaciones. Para que la gente entienda, en cada barrio hay dos o tres líderes que se encargan de organizarlo todo, charlar con la gente, repartir el espacio para que todos tengan al menos cuatro metros cuadrados, el espacio para una cama y algún mueble. 

La ocupación se divide en grupos que a su vez coordinan todo. En este caso, las tres coordinadoras también eran tres mujeres negras. Y estas coordinadoras formaban a otras líderes para que organizaran luchas en otros territorios, y de ahí salí yo, Ediane Maria. 

¿Puede explicarme alguna experiencia que la marcara especialmente durante estos años de organizadora en la ocupación?
Hay tantas... pero hubo una: yo siempre iba y venía de la ocupación en bus, pero un día la gente del barrio que organizaba yo no podía pagarse un pan con salchichas desde hacía días. De ahí dejé de pagar el boleto para comprar ternera, pollo, a cambio de andar una hora a pie hasta la ocupación. Y descubrí lo siguiente: quizás yo pueda pagarme el pasaje en bus pero hay quien ni siquiera puede comer.

En la ocupación volví a ser la niña que todo el mundo conocía en Pernambuco, recuperé el Sertão, la vida en el bosque del pueblo. Tenía una identidad, era alguien. Cuando llegué a São Paulo no era nadie, solo la empleada de alguien. Entonces mi visión de la jungla de piedra, de esta picadora de carne, de sueños, de perspectiva, es que lo primero que hace es invisibilizarte, te deja solo, porque tu solo no vas a conseguir nada. No vas a tener fuerza. En el MTST gané una identidad: allí era Ediane, Pompom, Leonzinho.

Y allí entendí que si no tienes casa no es porque no te levantas temprano, sinó porque te la quitaron. Muchos trabajadores nos empezamos a organizar: paletas, empleadas domésticas, jornaleros, conductores de moto, trabajadores de aplicaciones de reparto… ¿Qué hicieron con esta gente? ¿Por qué estamos aquí debajo de una barraca de lona de plástico? Ahí es donde me empecé a cabrear y a ganar esa fuerza del MTST con las formaciones políticas para los coordinadores.

En la ocupación volví a ser la niña que todo el mundo conocía en Pernambuco, recuperé el Sertão, la vida en el bosque del pueblo. Tenía una identidad, era alguien. Cuando llegué a São Paulo no era nadie, solo la empleada de alguien

Y entonces entraste a militar en el PSOL.
El PSOL llega a nuestras vidas en 2018, cuando Bolsonaro entró con todo su proyecto de destrucción en nuestro país, incluso queriendo exterminar a los movimientos como el MTST o el de los Trabajadores Sin Tierra. Bolsonaro llegó con la propaganda de que no daría ni un centímetro de tierra ni para indígenas ni quilombolas. Entonces el coordinador nacional del MTST, Ghillerme Boulos, se lanzó como candidato, y yo, que ya era afiliada del PSOL junto a otras coordinadoras, hicimos lo mismo, pero construyendo la corriente Revolução Solidária. Organizarse en partidos políticos es fundamental para que la gente ocupe espacios y enraizen las políticas en las que nosotros creemos. 

Los movimientos populares entramos al PSOL para construir un partido popular, democrático y de todas las luchas: de mujeres, LGTBIQ+, juventudes, y cada frente tiene sus postulados prioritarios.

Ediane Maria, diputada estadual en São Paulo por el PSOL y coordinadora estatal del MTST. (2)
Ediane Maria fue empleada doméstica y comenzó a organizarse en el movimiento de trabajadores sin techo. Natalia Hare

¿Y allí se crea el movimiento negro Raiz da Liberdade?
Surge en 2019, vinculado al MTST. Lo creamos junto a otros compañeros porque nos dimos cuenta de todo el racismo que habíamos sufrido. En Brasil el racismo es velado, está en todos los espacios de poder escondido, porque está naturalizado que la mujer negra sea empleada doméstica, y el negro paleta o repartidor. Como la sociedad no entiende el racismo, este se naturaliza. En el 2020, Raiz da Liberdade sale hacia afuera del MTST para confrontar los términos del racismo y yo misma empecé a entender cómo había sufrido toda una vida de racismo, mira cómo es violento que uno se da cuenta de que los lugares donde estaba eran lugares excluyentes, que fueron predeterminados para nosotros. Y se empieza a ver cómo es de violento el Estado, incluso el Estado de São Paulo que fue el último dentro de Brasil en abolir la esclavitud.

¿Qué influencia tiene que una empleada doméstica haya sido elegida para la Cámara Legislativa del Estado de São Paulo?
Se consigue cambiar todo un camino que había sido predeterminado para mí. Hice toda la campaña desde ese lugar, el de la migrante. Hablando desde la gente que no podía ni siquiera soñar en una paga extra, en tener vacaciones o fines de semana de dos días. Yo crié mis cuatro hijos sin tener un año con vacaciones. Nunca viajé con ellos.

Francia Márquez me dijo una cosa en la reunión muy impresionante: “No se trata sólo de ganar. Ganar es simbólico, demuestra que estamos aquí, y que tenemos fuerza. Pero más allá de eso mi mandato es realmente para cambiar la trayectoria de las mujeres negras. Para mostrar que es posible para nosotras llegar hasta donde llegué yo como vicepresidenta”.

Su experiencia personal ha sido la de la batalla en la calle. ¿Cómo se transforma una militante para dejar atrás las herramientas de la disputa en la calle y empuñar las de la disputa parlamentaria?
Ahora hay dos luchas: una en la Asamblea Legislativa, y otra fuera, con el MTST. Yo nunca saldré del MTST. Soy la primera mujer, empleada del hogar, nordestina, y luchadora sintecho, que está en ese espacio con el que habíamos soñado. Antes, para negociar, llamábamos a la puerta y nadie respondía. Hoy, cuando llamemos a la puerta ya estaremos dentro.

¿Cuál es la relación de un movimiento como el MTST con los partidos políticos que operan en la lucha parlamentaria como el Partido de los Trabajadores o el PSOL?
Las luchas de las calles son de todo el mundo. El PT, el PSOL, el Partido Comunista de Brasil siempre han tenido en las calles una trinchera, por lo que no hubo diferencias entre nuestras luchas. Son iguales.

¿Puede contarnos alguna anécdota que la haya marcado durante la campaña electoral a diputada estadual? ¿Cuáles han sido los logros conseguidos?
A un chaval le fui a entregar una octavilla y simplemente el tipo se creyó con el derecho de mostrarme una arma por debajo de la camisa diciendo: “Aquí es Bolsonaro”.

Ahora hay dos luchas: una en la Asamblea Legislativa, y otra fuera, con el MTST. Yo nunca saldré del MTST. Soy la primera mujer, empleada del hogar, nordestina, y luchadora sintecho, que está en ese espacio con el que habíamos soñado

En una charla que hicimos, una madre que tenía una hija adoptiva negra, la llevó ansiosa para verme y me dijo: “Vine porque quiero que mi hija se vea a sí misma en otros espacios”. Vi a empleadas domésticas hablando entre ellas para irme a votar. A patrones diciéndoles a sus empleadas: “Conozcan a Ediane”. Con este trabajo de hormiguita, de “conozcan a la empleada doméstica” llegamos hasta gente de fuera de São Paulo.

Entramos en una Asamblea Legislativa donde personas como yo solo entraríamos para limpiar, como la mayoría de mujeres que me votaron.

¿Qué le dirías al brasileño de clase media que no ha tenido dificultades para comer, estudiar, o que incluso ha tenido una empleada del hogar, que debería hacer si quiere luchar por los derechos de los demás?
La cocinas solidarias del MTST existen porque existe una clase media que hace donativos. Entonces si tu nunca pasaste hambre o frío, muchas veces quizás no lo necesites, pero la persona que limpia tu casa o cuida de tus hijos, tu cocinero, tu chofer, esa persona probablemente sea un sin techo, que limpia tu casa, pero no tiene casa. Esa mujer que va a cuidar de tus hijos casi nunca cuida de los suyos. La comida que le da a tus hijos, no consigue dársela a los suyos. Es mirar a la empleada y preguntarse: “¿habrá dormido bien?”, “¿qué derecho le puedo garantizar? ¿Podrá alimentar a sus hijos? ¿Tendrá vacaciones a fin de año? 

Es esta mirada que quiere humanizar… No existe una lucha, existe un proceso de concientización de clases. No queremos tomar el lugar de la clase media, no es una guerra, sino una lucha por la justicia y la igualdad.

Que nuestra revolución de hecho sea solidaria. Este es el mensaje que doy para que todo el mundo se conciencie sobre la importancia de esa unión de clases, sin guerra pero con mucha solidaridad.

Aunque Bolsonaro fuera derrotado el pasado 30 de octubre, parece que la fuerza política fascista y ultra-conservadora creada a su alrededor pervivirá durante mucho tiempo en Brasil. ¿Qué estrategias tiene que emplear la izquierda para desarmar a este movimiento?
No todo el mundo que votó a Bolsonaro es fascista. En estas elecciones hubo patrones que estaban presionando a sus trabajadores para que voten a Bolsonaro. Pastores evangélicos en sus discursos... ¿usted se imagina ese 50% de personas en las calles? Entonces, hubo personas que votaron porque fueron presionadas, porque vieron vídeos manipulados. Y con el tiempo estas personas van entendiendo, incluso vuelven a votar a la izquierda: cuando les preguntas te dicen que se lo pidió el pastor o el jefe. Hubo mucha tensión y presión. Hay gente mala que no vas a cambiar. Pero para los primeros, ahora que habrá un nuevo Gobierno que acoge, que pregona la fiesta y el amor, esas personas entenderán que existe esperanza para volver.

No habrá avance político considerable donde mujeres como yo, donde empleadas domésticas o trabajadores no ocupen estos espacios y hablen lo que de hecho se necesita cambiar, concretamente, en nuestra sociedad

¿Quiere decir algo a la gente de fuera de Brasil?
En Brasil sufrimos un retroceso de seis años, desde el golpe a Dilma Rouseff en 2016. Vivimos un Gobierno de pérdida de los derechos que tanto nos costó conquistar. Hoy vivimos un momento de reconstrucción de las políticas públicas, de inversión en políticas de vivienda, de salud, de educación. Ahora es el momento de ordenar nuestra casa de nuevo.

Quiero mandar un mensaje: no habrá avance político considerable donde mujeres como yo, donde empleadas domésticas o trabajadores no ocupen estos espacios y hablen lo que de hecho se necesita cambiar, concretamente, en nuestra sociedad. O la población LGTBIQ+. Bolsonaro dijo que quería eliminarla, pero nosotros siempre vamos a existir, somos una base de la sociedad.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Globalización
Cumbre G20 en Brasil Los movimientos sociales brasileños abren nuevo ciclo de lucha contra el capitalismo financiero global
Más de 700 personas se reúnen en la Cumbre de los Pueblos Contra el G20 de Río de Janeiro y más de 10.000 recorren las calles de la ciudad en la antesala de la IXX reunión del G20 que se celebra en Brasil.
Análisis
Análisis Un atentado que deja muchas interrogantes
El fallido atentado del pasado 13 de noviembre en Brasilia se puede leer muy claramente a partir del sentimiento de triunfo global de la extrema derecha que ha provocado en Brasil –y en el resto del planeta— la reciente victoria de Trump.
Millonarios
Fiscalidad Los impuestos de patrimonio a los más ricos vuelven a estar de moda: el G20 y Europa los debaten
Una mayoría en la Eurocámara se ha posicionado a favor del nuevo impuesto a los súper ricos que se debatirá en la próxima reunión del Grupo de los Veinte en Brasil.
Opinión
Opinión Non sempre ter moitas luces é sinónimo de intelixencia
Que impacto ecolóxico e social produce a iluminación do Nadal de Vigo? A cidade sofre máis aló da masificación, o caos de tráfico, as molestias á veciñanza, o malgasto ou os recortes en orzamentos de emerxencia social.
Ocupación israelí
Ocupación israelí El Congreso de EE UU vota la “ley más peligrosa para las libertades” desde la Patriot Act
En Gaza, Cisjordania y Líbano, nuevos ataques israelíes dejan más de un centenar de muertos. En Washington, el Congreso vota una ley que permite quitar fondos a ONG, universidades y colectivos sin pruebas ni un proceso transparente.
Barcelona
Derecho a la vivienda El hartazgo por la vivienda impagable se da cita este 23 de noviembre en Barcelona
El amplio movimiento por la vivienda catalán, sindicatos y organizaciones vecinales, sociales y soberanistas demandan soluciones urgentes ante una crisis de vivienda sin solución a la vista

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Crisis climática
Informe de Unicef El cambio climático multiplicará por tres la exposición de los niños y niñas a las inundaciones para 2050
Es la proyección que hace Unicef en su informe 'El Estado Mundial de la Infancia 2024'. La exposición a olas de calor extremas será ocho veces mayor para 2050 respecto a la década del 2000. “El futuro de todos los niños y las niñas está en peligro”, advierte la agencia de la ONU.
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.
Unión Europea
Unión Europea La ultraderecha europea, ante la victoria de Trump
El triunfo de Donald Trump da alas a todas las formaciones ultraderechistas de Europa y del resto del mundo, que han visto cómo el millonario republicano ha conseguido volver a ganar las elecciones sin moderar un ápice su discurso.
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.
Pontevedra
Ecoloxismo Unha investigación revela alta contaminación por nitratos en augas superficiais da comarca do Deza
Os resultados da análise de Ecoloxistas en Acción, con máis de 80 puntos de mostraxe, reflicten concentracións xeneralizadas e moi altas de NO3. Só o 19% das augas superficiais analizadas están “fóra de toda sospeita”.
Racismo
Racismo institucional Diallo Sissoko, una víctima más del sistema de acogida a migrantes
La muerte de este ciudadano maliense durante su encierro en el Centro de Acogida, Emergencia y Derivación (CAED) de Alcalá de Henares ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias del sistema de acogida a migrantes en el estado español.
Comunidad de Madrid
Violencias machistas Huelga en la red de atención a la violencia de género de la Comunidad y Ayuntamiento de Madrid el próximo 25N
Las trabajadoras de ambas redes se unen para reivindicar mejoras laborales y de atención a las mujeres víctimas en un paro de 24 horas. “Te sientes impotentes porque no puedes ayudar como deberías”, explican.
Turismo
Opinión Abolir el turismo
VV.AA.
Lleguemos a donde lleguemos, no puede ser que sea más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del turismo.

Recomendadas

Galego
Dereitos lingüísticos Miles de persoas desbordan a praza da Quintana para mudar o rumbo da lingua galega
A Plataforma Queremos Galego, que convocou esta mobilización, sinala unha nova data para outro acto protesta: o vindeiro 23 de febreiro na praza do Obradoiro, en Santiago de Compostela.
Uruguay
Uruguay La izquierda parte como favorita en la segunda vuelta de las elecciones en Uruguay
El candidato del Frente Amplio, Yamandú Orsi, parte con ventaja en las encuestas. El alto número de indecisos, y la ausencia de mayorías en parlamento y senado, marcan estos comicios.
València
Dana y vivienda “La crisis de vivienda multiplicada por mil”: la dana evidencia el fracaso de las políticas del PP en València
La dana ha dejado a miles de familias sin hogar. Ante la inacción de las instituciones, han sido las redes familiares las que han asumido el peso de la ayuda. La Generalitat, tras décadas de mala gestión, solo ha podido ofrecer 314 pisos públicos.