Brasil
Los errores de la izquierda brasileña que auparon a Bolsonaro

El relato victimista del PT, la división de las izquierdas, la ausencia histórica de autocrítica y apostar por la polarización ayudaron a la ultra derecha a tomar el poder en Brasil.

Lula antes de entrar a la cárcel
El expresidente Lula y entonces candidato favorito a las elecciones de 2018, antes de entrar en prisión.

@bernardosampa

1 nov 2018 13:43

Ha existido una oleada de fake news pro Bolsonaro. Una red de empresarios financió una presunta campaña ilegal, bautizada como WhatsApp gate. El juez justiciero Sérgio Moro descabezó la candidatura del imbatible Lula. Los medios de comunicación abonaron el terreno a la ultra derecha. El centro derecha coqueteó con Bolsonaro, legitimándole. Y mercados, élites, militares y líderes evengelistas operaron para evitar el retorno al poder del Partido de los Trabajadores (PT). Sin embargo, los errores del PT y de las izquierdas brasileñas también han aupado a Bolsonaro. ¿Cuáles han sido los principales errores?

Giro al centro

La llegada de Dilma Rousseff a la presidencia en 2011 acentuó el giro al centro del gobierno petista. El nombramiento de Ana Buarque de Hollanda como ministra de Cultura, que se alejó de la cultura libre y la cultura viva comunitaria de la era Gilberto Gil, fue un primer gesto. La agenda verde fue prácticamente inexistente. Dilma construyó decenas de presas en la Amazonia, como la polémica Belo Monte.

La gestión de Dilma abrió una brecha con movimientos sociales y activistas que no han vuelto a votar al PT, ni siquiera contra Jair Bolsonaro

Al mismo tiempo, Dilma abrazó la neoliberal Agenda Brasil que pretendía introducir el copago en la sanidad pública o transformar reservas indígenas en tierras productivas. El nombramiento del pastor evangélico Marcos Feliciano como presidente de la Comissão de Direitos Humanos e Minorias marcó el retroceso del Gobierno Dilma en cuestiones morales. Antes del Mundial de Fútbol, Dilma aprobó la Ley Antiterrorista que llevó a cientos de manifestantes a la cárcel. La gestión de Dilma abrió una brecha con movimientos sociales y activistas que no han vuelto a votar al PT, ni siquiera contra Jair Bolsonaro. El voto nulo fue el mayor desde 1989, un 7,3%.

Abandono de territorios

Algunos de los proyectos territoriales estrellas del Gobierno Lula, como los Pontos de Cultura, se estancaron con Dilma. El Estado apenas consiguió tener presencia en los territorios más coflictivos con proyectos como las Unidades de Pacificação Policial (UPP) de Río de Janeiro, asociados a la represión. El ecosistema de organizaciones y de iglesias progresistas cedió espacio a las iglesias evangélicas. En el interior de Brasil, el eterno retraso a la reforma agraria alejó a la Comissão Pastoral da Terra (CPT) del PT.

En las ciudades, las iglesias evangélicas construyeron una verdadera red comunitaria de apoyo mutuo. Los partidos de izquierda han estigmatizado al mundo evangélico, a pesar de que hay organizaciones progresistas como la Teologia da Missão Integral. El ascenso de Bolsonaro en las favelas, en la clase C (clase media baja) y en ciudades castigadas por la violencia ha crecido en el hueco dejado por la izquierda. Talíria Petrone, elegida diputada federal por el PSOL, afirma que “la izquierda tiene que volver a los territorios”, pero “no para llevar una verdad, si no para escuchar”.

Hegemonía de las izquierdas

Hasta el pasado mes de junio, muchos barones del PT habían aceptado sumarse a la candidatura de Ciro Gomes, del Partido Democrático Trabalhista (PDT). Jaques Wagner, peso pesado petista en el ultrapetista nordeste, avalaba un pacto que abría el camino a un frente de izquierdas junto al Partido Socialista Brasileiro (PSB), el segundo en importancia en la izquierda, el Partico Comunista do Brasil (PcdoB) y, posiblemente, el Partido Socialismo e Liberdade (PSOL). Lula y Gleisi Hoffman, presidenta nacional del PT, boicotearon el acuerdo. Hoffman llegó a decir que Ciro no adelanta al PT ni con una reza brava (“con un rezo potente”). El propio Lula consiguió desde su celda que el PSB se alejara de Ciro, a cambio de acuerdos regionales.

Mantener la hegemonía de la izquierda fue siempre la prioridad del PT. Por eso sus gobiernos buscaron alianzas con la derecha, no con la izquierda. Por eso no ha existido frente amplio en 2018
El analista político Marcos Nobre sostiene que Lula ha machacado a los dos candidatos que han intentado disputar su legado: Marina Silva y Ciro Gomes, ambos ex ministros de Lula. En 2014, el PT lanzó una dura campaña contra Marina Silva para alejarla del segundo turno. En 2018, Ciro Gomes recibió los golpes del PT. Ciro, visiblemente resentido y pensando más en su propio futuro, no apoyó a Fernando Haddad en el segundo turno. Mantener la hegemonía de la izquierda fue siempre la prioridad del PT. Por eso sus gobiernos buscaron alianzas con la derecha, no con la izquierda. Por eso no ha existido frente amplio en 2018.

La campaña del PT de 2018 ha sido kamikaze. Mantener la candidatura de Lula fue efectiva para viabilizar al desconocido Fernando Haddad y para salvar al PT. Fracasó ante el descomunal antipetismo, capitalizado por el oportunista Jair Bolsonaro. Lula ha cometido el gran error táctico y estratégico de su carrera.

Ausencia de frente democrático

En el segundo turno, no hubo una “alianza a la francesa” contra la ultraderecha. Fernando Henrique Cardoso, expresidente de Brasil por el conservador Partido da Social Democracia Brasileira (PSDB), se desmarcó. Ciro Gomes, el otro gran nombre de la izquierda, se fue de vacaciones y se mantuvo neutral. Marina Silva declaró un tímido apoyo crítico a Fernando Haddad. A pesar del alud de peticiones para una Concentración Democrática Yá, Haddad no convocó reunión de urgencia. El PT pensó más en el partido que en el Estado. Tanto Ciro como Marina evitaron subirse a la campaña del PT, pensando ya en la carrera electoral de 2022. Ni izquierdas ni derechas estuvieron a la altura del momento.

El PT pensó más en el partido que en el Estado. Tanto Ciro como Marina evitaron subirse a la campaña del PT, pensando ya en la carrera electoral de 2022. Ni izquierdas ni derechas estuvieron a la altura del momento

Entrega de símbolos

Tras el susto del primer turno, la campaña del PT cambio radicalmente. La figura de Lula desapareció. La bandera brasileña sustituyó al color rojo. Desde las revueltas de junio de 2013, la izquierda se alejó de los símbolos patrios. En un país en el que las clases populares abrazaron casi siempre la bandera, renegar a ella no fue una buena idea. Cuando empezaron a surgir los cacerolazos contra el Gobierno de Dilma Rousseff, la izquierda rechazó también este ritual asociado a los movimientos sociales.


Durante 2013 y 2014, cuando el flanco izquierda de las protestas tenía la hegemonía de las calles, las banderas brasileñas eran puntuales. A partir de 2015, la marea verde amarela creció, transformando la bandera y las camisetas de la CBF (Confederação Brasileira de Futebol) en sus iconos. En 2015, el PT colocó la etiqueta de “derechistas” a las manifestaciones contra la corrupción y la clase política. Sin embargo, un profundo estudio académico reveló que la mayoría de los manifestantes defendían la educación pública (98%) o la salud universal (97%), contrariando a los conservadores grupos convocantes. Los políticos, incluso Jair Bolsonaro, eran mal recibidos en dichas manifestaciones.

“Ellos o nosotros”

El 18 de marzo de 2016 Lula dió un discurso en la Avenida Paulista de São Paulo en el que acabó de redondear el “ellos o nosotros”. Ellos “compran ropas” en Miami, dijo, y nosotros “compramos en la 25 de março”, una calle populachera. El PT aceptaba la polarización como terreno de juego. Este binarismo huía del espíritu de las jornadas de junio de 2013, unas revueltas multifacéticas y transversales. Previamente, el Gobierno de Dilma ya había criminalizado a los movimientos críticos con el Mundial de Fútbol, definiéndoles como “antipatriotas”.

En 2018, la candidatura de Lula incitó a la polarización. Y alimentó el movimiento “anti Lula”

Durante las elecciones de 2014, el PT apostó por la vieja polarización con su enemigo tradicional, el PSDB, para traer de vuelta a los críticos por la izquierda. En 2016, Lula completó su alejamiento con los nuevos movimientos, arrastrando la versión oficial del PT. El mismo Fernando Haddad publicó un artículo en la Revista Piauí en junio de 2017 culpando a junio de 2013 de todos los problemas. En 2018, la candidatura de Lula incitó a la polarización. Y alimentó el movimiento “anti Lula”. Inicialmente, el sistema intentó que el anti Lula fuera el millonario João Dória.

Finalmente, la guerra de tronos del PSDB relegó a Dória a ser candidato a gobernador de São Paulo. El fracaso del plan “Dória presidente” dejó vía libre a Bolsonaro. El PT evaluó que el segundo turno ideal era contra Bolsonaro. Numerosos petistas, como Breno Altman, manifestaron esa predilección por Bolsonaro.

Víctima de su propio relato

En la campaña electoral de 2014, algunas corrientes del PT intentaron renovar las narrativas y las estéticas. Surgieron iniciativas como Podemos Mais, imitando los tonos del partido español Podemos, así como eventos y acciones para conectar con las revueltas de 2013. Desde el golpe parlamentario a Dilma de 2016, el relato del “candidato Lula”, más similar al PT de 1989 que al de 2002, adoptó un ángulo ultra izquierdista. La paradoja es que estas elecciones no polarizaron los extremos, Jair Bolsonaro y Guilherme Boulos, del PSOL. Fernando Haddad ocupó un extremo que no le correspondería por su programa. Tener a la comunista Manuela D’Ávila como candidata a vicepresidenta redondeó este relato rojo del PT, tan distante de las prácticas centristas de Dilma. El PT, víctima de su propio relato, le puso en bandeja a Bolsonaro sus discursos anticomunistas. El giro de Haddad en el segundo turno huyendo de los símbolos petistas llegó tarde.

Culturas estigmatizadas

Bolsonaro ha encontrado una fórmula interclasista que conecta el sur y el norte del país por el interior, evitando el izquierdista nordeste. El incipiente bolsonarismo, todavía precario y contradictorio, no había ganado apenas con los votos del sur y del sudeste. Por eso, Bolsonaro apostó por un Brasil olvidado, especialmente el Centro Oeste y la Amazonia. El pasado 4 de octubre, en entrevista a la evangelista TV Record, Bolsonaro criticó a los artistas de la Lei Rouanet (ley de mecenazgo) y defendió la música sertaneja, típica del centro oeste, considerada brega (cutre) por la superioridad moral de la izquierda. En la etiqueta Música Popular Brasileña (MPB) no caben los estilos que Bolsonaro considera populares, como la sertaneja o la caipira, típica del interior de São Paulo.
Bolsonaro también ha arrasado en las periferias urbanas. En las favelas de Río de Janeiro, donde reina el funk carioca despreciado por los artistas de culto, Bolsonaro es el nuevo mesías 
Bolsonaro también ha arrasado en las periferias urbanas. En las favelas de Río de Janeiro, donde reina el funk carioca despreciado por los artistas de culto, Bolsonaro es el nuevo mesías. El desprecio cultural a los evangelistas, que producen un gigante mercado musical y cinematográfico, revela la incapacidad de la izquierda de escuchar nuevos lenguajes, sensibilidades, asuntos (como la familia o la seguridad) y cosmovisiones. “Si la izquierda hegemónica continúa comportándose como en los últimos años, fundamentalmente antipopular y autocentrada, el autoritarismo encontrará un suelo cada vez más fértil”, afirma Rosana Pinheiro-Machado.

El sentimiento anticorrupción

Tras el escándalo del Mensalão, que reveló en 2005 un esquema de pagos mensuales ilegales a la base parlamentaria aliada, no hubo autocrítica. Cuando estalló el Petrolão, un monumental escándalo de corrupción de la empresa pública Petrobrás, el PT adoptó la postura de víctima. La narrativa petista impugnó la totalidad de operación anticorrupción Lava Jato empujada por el juez Sérgio Moro. Defender la pauta anticorrupción ha sido un tabú para la izquierda brasileña. Cuando Luciana Genro, que ya fue candidata a presidenta por el PSOL, elogió en la operación Lava Jato, fue masacrada. No haber disputado la pauta anticorrupción, principal indignación de los brasileños, ha sido un error garrafal. Fernando Haddad, en la campaña del segundo turno, defendió por primera vez la lucha anticorrupción. Un primer paso, que también llega tarde.

“Si la izquierda hegemónica continúa comportándose como en los últimos años, fundamentalmente antipopular y autocentrada, el autoritarismo encontrará un suelo cada vez más fértil”, afirma Rosana Pinheiro-Machado

Campaña en red

No todo han habido fake news. La campaña de Bolsonaro ha sido una verdadera revolución tecnopolítica. Una campaña en red, descentralizada, con mensajes construidos de abajo arriba. No todo ha sido miedo. La campaña fue construida por millones de fans de Bolsonaro, con narrativas múltiples, fragmentadas, al servicio de la alegría y la ilusión por el cambio.

Del otro lado, el PT se ha apoyado en los grandes ideales de la izquierda, en mensajes de arriba a bajo, en centralizados lemas unitarios. Desde el año 2015, como apunta el investigador Bruno Cava, las derechas se mezclaron con una movilización real. En mayo de 2018, los camioneros pararon Brasil y articularon una revuelta en red a través de WhatsApp. La izquierda caricaturizó ese movimiento y no tardó en estigmatizarlo como derechista. La derecha capturó ese malestar. “El verdadero drama es que la victoria aplastante de Bolsonaro está siendo vivida como renovación de la esperanza y despertar democrático, como ariete antisistémico y movilización de los pobres y castigados por la crisis”, apunta Bruno Cava.

Mientras la campaña de Bolsonaro adoptaba ropajes antisistema, la del PT sabía a Estado y la del ultra izquierdista PSOL parecía incluso institucional.

Ausencia de autocrítica

El PT todavía no ha entonado ningún mea culpa frente a la gestión de sus gobiernos, la crisis económica o la corrupción. Al contrario, el PT ha buscado chivos expiatorios. Culpó a los críticos por la izquierda de hacer juego a la derecha, a los isentões (los omisos) por no denunciar el “golpe” y a la ultraderecha internacional de Steve Bannon por ayudar a Bolsonaro. La narrativa del golpe, según el sociólogo Pablo Ortellado, sirvió como “estrategia discursiva para asustar a la militancia de izquierda y cooptarla en la defensa del legado lulista”. También para esconder los errores. El rapero Mano Brown, en un acto de campaña de Fernando Haddad, lanzó una dura crítica: “Si (el PT) no consigue hablar la lengua del pueblo va a perder. El partido del pueblo tiene que entender lo que el pueblo quiere. Si no lo sabe, que vuelva a la base e intente saberlo”. Fernando Haddad le dio la razón. Por primera vez, un líder petista parece dispuesto a hacer autocrítica, aunque llegue tarde.

El autor
Bernardo Gutiérrez, periodista y escritor hispano brasileño, escribe sobre política de Brasil desde 2001. Desde Brasil, ha cubierto todo el lulismo para medios como La Vanguardia, El Mundo, El País, Público, Eldiario.es, Interviú, Milenio (Ciudad de México), La Repubbica (Roma), Visão (Lisboa), entre otros. Autor de libros como Calle Amazonas (Altaïr, 2010), co-autor de Amanhã vai ser maior (Anna Blume, 2014) y co-editor deJunho: potência das redes e das ruas(Friedrich Ebert Stiftung, 2014).
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Globalización
Cumbre G20 en Brasil Los movimientos sociales brasileños abren nuevo ciclo de lucha contra el capitalismo financiero global
Más de 700 personas se reúnen en la Cumbre de los Pueblos Contra el G20 de Río de Janeiro y más de 10.000 recorren las calles de la ciudad en la antesala de la IXX reunión del G20 que se celebra en Brasil.
Análisis
Análisis Un atentado que deja muchas interrogantes
El fallido atentado del pasado 13 de noviembre en Brasilia se puede leer muy claramente a partir del sentimiento de triunfo global de la extrema derecha que ha provocado en Brasil –y en el resto del planeta— la reciente victoria de Trump.
Millonarios
Fiscalidad Los impuestos de patrimonio a los más ricos vuelven a estar de moda: el G20 y Europa los debaten
Una mayoría en la Eurocámara se ha posicionado a favor del nuevo impuesto a los súper ricos que se debatirá en la próxima reunión del Grupo de los Veinte en Brasil.
Pbisca
22/11/2018 16:18

Equivocado referirse al Nordeste como izquierdista. No lo es. Son regiones donde se depende más del Estado. En el Centro-oeste y en el Sur se piensa que el Estado es enemigo y perjudica a quien trabaja. Esa la division.

0
0
Itaia Muxaic de Ricart
18/11/2018 3:27

El PT ha perdido sobre todo debido a la falte de seguridad para el publico del centro politico, porque hasta en las Favelas la mitad no ha votado para el PT debido a la falte de seguridad. Tambien ha perdido el PT debido a la corrupcion de algunos de sus politicos y debido a la caida de precios de las exportaciones. El PT no ha perdido debido a la falta de radicalismo izquieridista: America Latina toda (toda!) es centrista y Lula y Dilma habian entendido de que solamente negociando con los empresarios podian lograr colaboracion para algunos beneficios sociales. Obviamente, los USA y sus aliados de la OTAN controlaron mucho en la politica de Brasil. La "izquierda falsa" de la CIA, lluego inmediatamente al Brasil en 2003 con la "Fundacion Rosa Luxemburg" y la "Fundacion Heinrich Boell" para preparar desde Maio 2011 protestos contra los gobiernos de Lula y Dilma: Como en 2013 y 2014. La CPdoB desconfia de los "izquierdistas alemanes" desde el inicio y pedia a los comunistas de abstener de los protestos. En 28.10.2013 en Berlin en la "Fundacion Rosa Luxemburg, GERHARD DILGER anunciaba la ofensiva contra Dilma en la primavera 2014 con el lema: NAO TERA COPA, TERA REVOLTA ! .

0
0
Jos Schurink
4/11/2018 5:06

O anti-petismo sempre va existir , tanto de dereita como.... de izquerda.

1
0
#25425
3/11/2018 4:39

Vaya él que hace el artículo, indica: visualizar un desconocido Haddad...perdon? Desconocido será para el ignorante que escribe, un ministro de educación más importante de siempre en los gobiernos de Lula da Silva y después Alcalde de São Paulo, la 3 ciudad más grande del mundo es un desconocido? Me meo sin echar gota por las bobadas que escriben periodistas incultos

7
2
#25419
2/11/2018 22:19

Me recuerda a España pero con la otra extrema. Qué malos son los extremos

0
0
#25379
1/11/2018 16:56

Brillante análisis, como nos cuesta a la izquierda hacer autocrítica

11
0
#25375
1/11/2018 15:11

Es la primera vez que leo un articulo reconociendo los errorres de la izquierda en Brasil, creo que la autocritica es el mejor camino

17
2
Genocidio
Genocidio El TPI emite la orden de detención contra Netanyahu y Gallant por crímenes de guerra
La Sala de Cuestiones Preliminares del TPI rechaza las impugnaciones de competencia formuladas por el Estado de Israel y emite órdenes de arresto contra Benjamin Netanyahu y Yoav Gallant.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Los sindicatos denuncian a la Comunidad de Madrid por exponer a sus sanitarios a “gravísimos” riesgos
Solicitan la mayor indemnización económica pedida contra una administración por no contar con un verdadero plan de prevención de riesgos laborales para atención primaria.
COP29
Cumbre del clima La COP29 encara su última jornada con un final agónico sin acuerdo en los temas clave
Los borradores de los textos de negociación sobre la mesa quedan muy lejos de un acuerdo sobre financiación climática en línea con las necesidades para que el planeta no rebase los 1,5ºC de calentamiento medio.
Ocupación israelí
Ocupación israelí El Congreso de EE UU vota la “ley más peligrosa para las libertades” desde la Patriot Act
En Gaza, Cisjordania y Líbano, nuevos ataques israelíes dejan más de un centenar de muertos. En Washington, el Congreso vota una ley que permite quitar fondos a ONG, universidades y colectivos sin pruebas ni un proceso transparente.
Barcelona
Derecho a la vivienda El hartazgo por la vivienda impagable se da cita este 23 de noviembre en Barcelona
El amplio movimiento por la vivienda catalán, sindicatos y organizaciones vecinales, sociales y soberanistas demandan soluciones urgentes ante una crisis de vivienda sin solución a la vista

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Opinión
Opinión Non sempre ter moitas luces é sinónimo de intelixencia
Que impacto ecolóxico e social produce a iluminación do Nadal de Vigo? A cidade sofre máis aló da masificación, o caos de tráfico, as molestias á veciñanza, o malgasto ou os recortes en orzamentos de emerxencia social.
Más noticias
Crisis climática
Informe de Unicef El cambio climático multiplicará por tres la exposición de los niños y niñas a las inundaciones para 2050
Es la proyección que hace Unicef en su informe 'El Estado Mundial de la Infancia 2024'. La exposición a olas de calor extremas será ocho veces mayor para 2050 respecto a la década del 2000. “El futuro de todos los niños y las niñas está en peligro”, advierte la agencia de la ONU.
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.
Unión Europea
Unión Europea La ultraderecha europea, ante la victoria de Trump
El triunfo de Donald Trump da alas a todas las formaciones ultraderechistas de Europa y del resto del mundo, que han visto cómo el millonario republicano ha conseguido volver a ganar las elecciones sin moderar un ápice su discurso.
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.

Recomendadas

Galego
Dereitos lingüísticos Miles de persoas desbordan a praza da Quintana para mudar o rumbo da lingua galega
A Plataforma Queremos Galego, que convocou esta mobilización, sinala unha nova data para outro acto protesta: o vindeiro 23 de febreiro na praza do Obradoiro, en Santiago de Compostela.
València
Exclusiva El Gobierno de València contrata 12,9 millones en obras de la dana a una constructora investigada por pagos al cuñado de Barberá
La Generalitat Valenciana ha hecho el encargo a Ocide, una empresa cuya matriz está siendo investigada en el caso Azud por pagos “de naturaleza ilícita” al abogado José María Corbín a cambio de contratos adjudicados por el Ayuntamiento de València.