Rojava
De vuelta a casa II: revolviendo y repensando

Ya no sentíamos estas partes de la realidad como propias, sino que cuanto más finas eran las pantallas de televisión de nuestras casas o más delgados nuestros teléfonos móviles, más se convertían en un grueso vidrio que nos separaba de aquello que emitían, permitiendo cada vez saber más cosas y en cambio sentir menos

Haroud 3
Las ruinas de Qamishlo, en el Kurdistán sirio. Pablo Tosco
26 sep 2020 17:19

- ¿Hace cuánto que pasan tantos aviones por aquí?

- ¿Pasan muchos aviones?

Por mucho que rebuscaba en mi memoria, no recordaba que constantemente los aviones sobrevolasen mi ciudad, pero nadie me sabía aclarar cuánto hacía que pasaban ni por qué. Por mucho tiempo que hubiese pasado fuera, no podía ser que no lo recordase si hubiesen estado siempre ahí, pensaba.

Seguí preguntando, curiosa y decidida a descubrir el motivo del cambio, hasta que me di cuenta de que no era tal, sino que los aviones siempre habían estado ahí, pero yo no los escuchaba. Entendí que sólo después de haber estado en una situación, la de Rojava, en que los aviones acostumbran a ser sinónimo de peligro, de alerta, de tener que salir corriendo de posibles bombardeos, y al sonido de los cuales, por tanto, estábamos siempre bien atentas, sólo ahora, se habían hecho sensibles a mi percepción.

Pero los aviones siempre se habían confundido con el sonido de las campanas, formaban parte de nuestro paisaje, de nuestro contexto, de nuestra realidad. Sólo eran imperceptibles desde los oídos de alguien a quien el hecho de que pasen aviones ni le va ni le viene. Y una vez mi cuerpo había aprendido a vivir la amenaza de un avión, de golpe se había vuelto algo evidente, a pesar de que el resto de compañeras me seguían diciendo: “¿qué aviones?, no los oigo nunca”.

Se me hizo evidente entonces que a veces la realidad en la que vivimos, que nos da forma y que nos rodea, que moldea nuestra historia y nuestro presente, nos es invisible. A menudo, cuando ésta no nos afecta demasiado, como los aviones comerciales que pasan sobre nuestras cabezas, ni siquiera escuchamos algo tan estridente como el ruido de los aeroplanos, ni siquiera vemos algo tan evidente como un saco de toneladas volando sobre nosotras. Y hasta que no lo sientes, hasta que no tienes que estar pendiente de su sonido para salvar tu vida, no te das cuenta de que esta realidad existe y siempre ha estado ahí. Y te das cuenta de que no sólo pasaban sobre aquellas que los escuchaban, sino también sobre el resto de compañeras que aún no los oyen, pero que quizás después de tanta pregunta se empezarían a fijar en ellos.

Acabamos completamente disociadas de los hechos, de las personas que los sufren, y por tanto separadas e incapacitadas políticamente como movimientos políticos nacionales e internacionales, como humanidad en lucha

Me hacía pensar tres cuestiones: la primera, en cómo llegamos a normalizar según qué cosas. El primer día que escuchamos la artillería golpeando en los pueblos de alrededor de donde nos encontrábamos, nos pusimos el calzado a toda prisa, preparamos las mochilas, atentas a los movimientos que tuviésemos que hacer. Pero no había movimientos que hacer. Sólo teníamos que esperar y esperar que los proyectiles no cayesen sobre nuestro. Al cabo de unos cuantos bombardeos, sencillamente continuábamos con el desayuno, bromeando para pasar un nerviosismo que nunca desapareció completamente. Del mismo modo, mirándolo desde lejos, de tantas invasiones, bombardeos y asesinatos que aparecían a diario en la televisión, habíamos llegado sin darnos cuenta a no estremecernos delante de tales horrores. La guerra en Libia, los secuestros masivos de mujeres en Nigeria, o las presas en huelga de hambre muriendo en Turquía pasaban a ser una noticia más del continuo de desgracias que salían en la sección de información internacional o en el continuo deslizar de la red social en cuestión.

La segunda, ligada a esta, era la distancia que se había creado entre nosotras y lo que nos rodea. Ya no sentíamos estas partes de la realidad como propias, sino que cuanto más finas eran las pantallas de televisión de nuestras casas o más delgados nuestros teléfonos móviles, más se convertían en un grueso vidrio que nos separaba de aquello que emitían –fuesen los lejanos bombardeos y golpes de estado o los más cercanos feminicidios, deshaucios e infinitas colas del paro-, permitiendo cada vez saber más cosas y en cambio sentir menos. Porque también, a través de las pantallas, sólo nos muestran la superficie, y no la profundidad, de manera que nuestra reacción cognitiva, emocional y, en consecuencia, política, se ha podido volver igual de estrecha que la imagen que nos ofrecen. Ni vemos, ni analizamos, ni sentimos, así pues, la profundidad de una guerra y sus miles de asesinadas, mutiladas o desplazadas. La profundidad del hambre, la esclavitud y las violaciones. La profundidad de tener que vivir toda una vida pendiente de los aviones y sus bombardeos o de sus cientos de turistas que nos expulsan de nuestras casas. Acabamos completamente disociadas de los hechos, de las personas que los sufren, y por tanto separadas e incapacitadas políticamente como movimientos políticos nacionales e internacionales, como humanidad en lucha.

Por último, me hacía pensar en esa humanidad por la que luchamos, y por cómo construir un proyecto revolucionario que responda a este objetivo global. Pensaba en mi ceguera ante los aviones, y pensaba si cuando hacemos análisis y propuestas, podemos o no escuchar sólo con nuestros oídos, o ver sólo con nuestros ojos. Porque habrá aviones que no veamos, ya que para nuestra vida concreta ni nos va ni nos viene; y habrá gente muy leída y que haya escrito grandes análisis que también tuviese esa ceguera. Quizás descubrir aviones que antes no veíamos nos obliga a replantear, a redefinir, a modificar análisis y estrategias. Porque que no los viésemos cuando hicimos el primer plan, o incluso que no estemos de acuerdo con las estrategias políticas que plantean quienes los sufren, no quiere decir que no estuviesen siempre ahí y que no marquen tanto la realidad como los bombardeos que a veces los aviones lanzan.

Aunque las bombas no caigan sobre “nosotras”, sí que caen sobre el “nosotras” que queremos tejer para escribir las páginas de la historia que nos hagan poder volver a casa de verdad, para algún día no volver a la supervivencia de encontrar un sueldo y un techo en nuestra tierra robada, sino volver a nuestra tierra liberada de la explotación del trabajo asalariado y de la propiedad privada, poniendo fin al exilio de nuestras vidas en que vivimos a causa del capitalismo, haciendo de cada persona nuestra compañera y de cada rincón del mundo nuestro propio espacio de construcción de la libertad.

Arquivado en: Kurdistán Rojava
Sobre o blog
“Buen camino” es el lema que figuraba en las pancartas que el pueblo de Barcelona erigió en octubre de 1938 en las calles de la ciudad, para despedir a los y las brigadistas internacionales venidas a nuestra tierra para sumarse a la lucha contra el fascismo. Bajo este lema, hoy recogemos en este blog voces de internacionalistes que han decidido unirse a la revolución en Rojava, en el Noreste de Síria. Síguenos en Twitter: https://twitter.com/buencaminoblog
Ver todas as entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Rojava
Pueblo kurdo Alina Sánchez o Legerin: huellas para quien busca
El 17 de marzo de 2018, la internacionalista argentina Alina Sánchez perdía la vida en Rojava.
Libertades
Cárceles turcas Öcalan cumple 25 años de prisión en aislamiento total con el aval de España y la Unión Europea
Cuando se cumple un cuarto de siglo de la detención del líder kurdo, una misión de organizaciones de DDHH a Turquía constata la sistemática utilización de la tortura y el aislamiento contra presos políticos.
Kurdistán
Pueblo kurdo El hombre más peligroso de Medio Oriente
Abdullah Öcalan, fundador del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), está encarcelado desde 1999 en una isla de Turquía. Su historia resume la lucha del pueblo kurdo que, hasta estos días, demanda libertad, democracia y autodeterminación.
Sobre o blog
“Buen camino” es el lema que figuraba en las pancartas que el pueblo de Barcelona erigió en octubre de 1938 en las calles de la ciudad, para despedir a los y las brigadistas internacionales venidas a nuestra tierra para sumarse a la lucha contra el fascismo. Bajo este lema, hoy recogemos en este blog voces de internacionalistes que han decidido unirse a la revolución en Rojava, en el Noreste de Síria. Síguenos en Twitter: https://twitter.com/buencaminoblog
Ver todas as entradas
Tribunal Constitucional
Lei do Litoral O Constitucional avala a lei galega coa que a Xunta fixo súas as competencias na costa
O tribunal rexeitou por unanimidade o recurso do Goberno español contra 69 preceptos do texto, pero anula o que permite que os sistemas de vertedura de augas residuais poidan ocupar o dominio público marítimo-terrestre.
Sanidad pública
Ribera Salud Hospital del Vinalopó: el último rehén de la privatización del PP valenciano
La vuelta del PP al gobierno valenciano ha supuesto un balón de oxígeno para la principal beneficiaria de la privatización sanitaria, que mantendrá la concesión de Elx-Crevillent a pesar del malestar social.
Gobierno de coalición
Lawfare Sánchez cancela su agenda y para a “reflexionar” tras los ataques de la derecha y la imputación de Gómez
El presidente del Gobierno denuncia una operación contra él y su pareja, Begoña Gómez, por parte de la derecha y la ultraderecha, así como los medios afines que ha desembocado en la denuncia de Manos Limpias.
Política
Lawfare ¿Qué decisiones puede tomar Pedro Sánchez tras amagar con dimitir?
Tras el anuncio del presidente, se abren varias posibilidades que no se resolverán hasta el lunes: ¿Una moción de confianza? ¿La convocatoria de elecciones? ¿Un cambio de marco? ¿Dimitir y dar el salto a la presidencia del Consejo Europeo?
Medios de comunicación
Opinión ¿Y qué esperabas, Pedro?
Los gobiernos de derechas llevan años alimentando con dinero público a sus medios afines que esparcen bulos y manipulan sin que el Gobierno haya hecho nada para evitarlo.
Portugal
Portugal Cuando los campesinos portugueses tomaron la tierra… y la contrarrevolución se la despojó a tiros
Tras el 25 de abril de 1974 una ola de ocupaciones agrícolas impulsó en Portugal una profunda reforma agraria que los gobiernos socialistas y conservadores tardarían más de una década en desmontar.
Derechos Humanos
Libertades y derechos Amnistía Internacional acusa al Estado de no investigar casos graves de violación de los derechos humanos
El informe anual de esta organización de derechos humanos denuncia “la persistente falta de rendición de cuentas por las violaciones de derechos humanos cometidas por el Estado español”.

Últimas

Palestina
Palestina La Flotilla hacia Gaza anuncia un retraso de la salida de los barcos de ayuda
La organización refiere presiones internacionales para que no se lleve a cabo una misión que pretende entregar 5.500 toneladas de alimentos y productos de primera necesidad a la población atrapada en el territorio palestino.
Tratado de la Carta de la Energía
Tratados El Parlamento Europeo aprueba la salida del Tratado de la Carta de la Energía
Con una inmensa mayoría, la eurocámara vota la salida de un tratado que era incompatible con los objetivos climáticos y que España ya anunció que abandonaría.
Más noticias
Medio ambiente
Minas en Andalucía La sinrazón de los vertidos mineros al Guadalquivir
Se cumplen 26 años del vertido minero desde la Mina de Aznalcollar al Río Guadiamar en abril de 1998. Ahora, los nuevos proyectos de vertidos mineros desde las minas Cobre-Las Cruces y Aznalcóllar-Los Frailes vuelven a poner en peligro la zona al no haber tenido en cuenta las características del lugar.
Derecho a la vivienda
Derechos a la vivienda Catalunya se adelanta al Gobierno central y regula los alquileres de temporada y por habitaciones
El Banco de España recomienda en su informe anual “medidas restrictivas” para controlar los alquileres turísticos, de temporada y por habitaciones, convertidos en la vía predilecta de grandes y pequeños propietarios para eludir las legislaciones.
El Salto Twitch
El Salto TV Los caseros se comen tu sueldo
En el programa en directo de Economía Cabreada del 23 de abril analizamos el mercado del alquiler y las legislaciones de vivienda con Javier Gil del Grupo de Estudios Críticos Urbanos (GECU) y Martín Cúneo de El Salto.
Portugal
Juicio a 11 activistas climáticos La revolución portuguesa está vieja, ¿verdad hijo?
En vísperas del cincuentenario de la Revolución de los Claveles, 11 activistas de Climáximo estarán en los tribunales por haberse levantado para detener la guerra contra la sociedad que es la crisis climática.

Recomendadas

Derechos reproductivos
Luciana Peker y Cristina Fallarás “El aborto se ha apartado del relato feminista porque genera consenso”
Las periodistas Cristina Fallarás y Luciana Peker forman parte del grupo motor de una campaña europea que quiere blindar el derecho al aborto mediante una iniciativa ciudadana que necesita un millón de firmas para llegar a ser debatida.
Pensamiento
Kristen Ghodsee “Necesitamos soluciones que podamos llevar a cabo sin la ayuda del Estado”
Esta escritora y etnógrafa estadounidense explora experiencias utópicas del pasado y del presente en su último libro ‘Utopías cotidianas’ (Capitán Swing, 2024).
Música
Música Aprendiendo filosofía con el punk patatero de La Polla Records
Los cáusticos esputos lanzados por Evaristo en las canciones de La Polla Records contenían materia adecuada para hablar de filosofía política en el instituto. Así lo entiende el profesor Tomás García Azkonobieta, autor de ‘La filosofía es La Polla’.