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Crisis climática
La pérdida de hielo global, en el peor escenario y acelerándose
Coordinador de Clima y Medio Ambiente en El Salto. @PabloRCebo pablo.rivas@elsaltodiario.com
Por si el aumento de fenómenos climáticos extremos y el récord de CO2 en la atmósfera fueran poco, una nueva alarma se suma a la emergencia climática global. Un estudio, firmado por una decena de científicos británicos y dirigido por la Universidad de Leeds, indica que la Tierra ha perdido 28 billones de toneladas de hielo entre 1994 y 2017. La tasa de pérdida de hielo, además, se está acelerando y, comparada con la registrada en la década de los 90, ha aumentado un 57%, concretamente de 0,8 a 1,3 billones de toneladas al año, un incremento del ritmo debido especialmente a la pérdida de masa helada de los glaciares de montaña, la Antártida y Groenlandia.
Las preocupantes conclusiones se exponen en el estudio, publicado en la revista The Cryosphere, para el que se han combinado observaciones satelitales y modelos numéricos, que incluyen la observación de 215.000 glaciares, unas masas de hielo que han contribuido en un 21% al aumento del nivel del mar registrado en el periodo estudiado, de 24 años. Se trata de la primera vez que se utilizan este tipo de datos para cuantificar la disminución global de la pérdida de hielo.
Thomas Slater, del Centro de Observación y Modelado Polar de Leeds, señala que “las capas de hielo están ahora en los peores escenarios planteados por IPCC”Para ilustrar el tamaño total del hielo perdido, desde la Agencia Espacial Europea añaden que el total de masa helada equivaldría a “un cubo de hielo de 10x10x10 kilómetros, más alto que el monte Everest”, o a una capa helada de 100 metros que cubriese el Reino Unido
Ártico en llamas y peores escenarios
La zona planetaria donde más acusada ha sido la pérdida ha sido en el Ártico, donde el hielo marino ha disminuido en 7,6 billones de toneladas. Le siguen las plataformas de hielo de la Antártida, con 6,5 billones; los glaciares de montaña, con 6,1 billones; Groenlandia, con 3,8 billones; la capa de hielo de la Antártida, con 2,5 billones; y el hielo marino del Océano Austral, con 0,9 billones. Respecto a hemisferios, es en el norte donde la disminución ha sido más acusada, con un 58% del total.
El autor principal del estudio, Thomas Slater, del Centro de Observación y Modelado Polar de Leeds, señala que “las capas de hielo están ahora en los peores escenarios planteados por el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC)”. Dichos escenarios contemplan aumentos de temperatura de entre 3,4ºC y 4ºC para final de siglo, con aumentos del nivel mar de hasta 42 centímetros.
El estudio no incluye elementos de la criosfera que no sean hielo, matizan los investigadores, lo que deja fuera de estas cifras la pérdida de nieve en la tierra y el permafrost
Slater destaca de que “aunque todas las regiones estudiadas perdieron hielo, las pérdidas de las capas de la Antártida y Groenlandia son las que más se han acelerado”. Asimismo, alerta de que “el aumento del nivel del mar en esta escala tendrá impactos muy graves en las comunidades costeras este siglo”.
La investigación cifra el aumento global del nivel del mar debido a estos hechos en en 34,6 mm.
Patrones climáticos alterados
Las capas de hielo polar almacenan más del 99% —30 millones de km3— del hielo de agua dulce del planeta hoy depositado sobre tierra firme y, como señalan los investigadores, “incluso pérdidas modestas elevan el nivel del mar global, aumentan las inundaciones costeras y perturban las corrientes oceánicas”. En concreto, las pérdidas de hielo marino podrían influir en la circulación oceánica y atmosférica y afectar los patrones climáticos incluso de latitudes medias.
Asimismo, destacan que las plataformas de hielo que bordean la costa norte de la isla de Ellesmere, en Canadá, y las islas del Ártico ruso “se han derrumbado en las últimas décadas”.
El estudio no incluye elementos de la criosfera que no sean hielo, matizan los investigadores, lo que deja fuera de estas cifras la pérdida de nieve en la tierra y el permafrost, el suelo perennemente congelado, hoy en retroceso. Se estima que la cantidad de nieve ha disminuido en 49.000 millones de toneladas por década en el hemisferio norte desde 1980 y que el permafrost se ha calentado, de media, 0,29ºC solo en la última década.