We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Cannabis medicinal
¿Será Juan Manuel Rodríguez Gante la primera persona con licencia para cultivar cannabis medicinal?
Fue la primera vez que la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) recibía una solicitud así, al menos de forma púbica. Juan Manuel Rodríguez Gante, gallego de 49 años, tetrapléjico por una lesión de la médula, solicitó una licencia para poder cultivar cannabis medicinal para su propio consumo. Fue el 20 de abril, hoy hace justo un año, con el apoyo del Observatorio Europeo del Consumo y Cultivo del Cannabis (OECCC). La agencia que regula el acceso a productos sanitarios ha rechazado su solicitud, pero desde el OECCC no se dan por vencidos y han recurrido la denegación ante los juzgados. El sí de la AEMPS puede marcar un antes y un después para las alrededor de 250.000 personas consumidoras de cannabis medicinal que el movimiento cannábico calcula que hay en España.
Aunque no hay referencias que permitan saber cómo terminará este proceso, si se echa una ojeada a las últimas sentencias judiciales en cuanto a autocultivo de cannabis medicinal, como la que reconoció el derecho de un vecino de Santander a tener más de mil plantas de marihuana de autocultivo con fines medicinales, es muy posible que Juan Manuel se convierta en la primera persona con licencia otorgada por la AEMPS para el cultivo de cannabis medicinal.
La historia de Rodríguez Gante ha sido retratada en el documental Marihuana para vivir, que se pre-estrena hoy en más de una veintena de clubes de cannabis de todo el Estado y que tendrá su estreno oficial el próximo sábado, 23 de abril, en el Festival Internacional de Cine Cannábico, en Santiago de Chile. Según explica su director, Ricardo Carvajal, es un documental que comenzó ha producirse hace más de un año.
“Han alegado que no son quienes para dar permiso a particulares, pero sí lo son para dárselo a multinacionales”, ha señalado hoy Rodríguez Gante sobre la negativa de la AEMPS en una rueda de prensa celebrada para presentar el documental que retrata su historia. “Recurriremos a la justicia, parece que siempre acaba en manos de los jueces la decisión sorbe las personas enfermas”, añade.
“Han alegado que no son quienes para dar permiso a particulares, pero sí lo son para dárselo a multinacionales”, ha señalado hoy Rodríguez Gante
“Normalmente las personas que son consumidoras de cannabis medicinal pueden cultivar su propio cannabis, aunque no esté reconocido legalmente”, explica, por su parte, Andreu Moreno i Tarin, abogado del Estudio Jurídico Brotsanbert, que ha dado asistencia legal en este proceso. “Juan Manuel, por su condición de salud, no puede hacerlo personalmente, necesita a alguien que lo haga por él, su caso es punta de lanza para una situación que vive mucha gente, por eso entendimos que la mejor manera de gestionar esto era solicitar a la AEMPS una licencia para cultivar”. Moreno i Tarin explica que han recurrido la denegación de la solicitud por parte de la AEMPS ante los juzgados de lo contencioso-administrativo.
Según explica la solicitud realizada a la AEMPS, a la que ha tenido acceso El Salto, “la finalidad del cultivo estará orientada a producir flores con un porcentaje de THC, aprovechándose este de forma natural o en forma de derivados y que será utilizado como medicamento para tratar los dolores crónicos de Juan Manuel”. “Si lo consiguiese supondría un alivio para mí, pero también una puerta abierta para otros enfermos que encuentran en el cannabis un remedio contra el dolor”, explicaba en la rueda de prensa en la que anunció su solicitud a la AEMPS.
Juan Manuel es uno más en la larga lista de personas que han acudido al cannabis para poder soportar los fuertes dolores provocados por graves enfermedades o problemas sanitarios. Con 19 años sufrió un accidente que le dejó tetrapléjico por una lesión de la médula. Pasó por varios hospitales hasta que consiguió una plaza en el Centro de Atención a Personas con Discapacidad Física del Imserso en Ferrol. Por entonces tomaba unas 30 pastillas al día. Hasta que, en el año 2000, comenzó a consumir cannabis. La planta le permitió reducir sus dolores y bajar el consumo de analgésicos. Afirma que también le ha permitido mejorar su estado de ánimo y salir de un proceso depresivo profundo.
La planta le permitió reducir sus dolores y bajar el consumo de analgésicos. Afirma que también le ha permitido mejorar su estado de ánimo y salir de un proceso depresivo profundo
Pero la falta de regulación del cannabis medicinal ha provocado que Juan Manuel, en estos años, tuviera problemas legales, más cuando decidió dejar de conseguir el cannabis que le permitía llevar su día a día en el mercado negro y destinar lo que había podido ahorrar con la pequeña pensión que cobraba a comprar un armario en el que criar quince plantas con las que calculaba que podría proveerse de su medicina durante el año. Su autogestión le valió una denuncia por parte del centro, y la visita de la policía y hasta del mismo juez que instruyó el caso para tomarle declaración, porque su débil estado de salud no le permitía acudir al juzgado. La causa fue archivada, pero la policía volvió a registrar su habitación tiempo después y le requisó los 80 porros que le habían dejado preparados para pasar varios meses. “Los había liado un chaval porque, evidentemente, yo no puedo. Yo no soy un camello, soy un consumidor terapéutico”, explicaba Juan Manuel en la rueda de prensa en la que el pasado año dio a conocer su solicitud ante la AEMPS.
Le han llevado a comisaría, le han amenazado con sanciones, aunque estas nunca han llegado. Y ha terminado agotado de esconderse por recurrir al cannabis. “No quiero tener que recurrir al mercado negro o que la policía me persiga para ponerme una multa. El autocultivo me da la dignidad de cultivar la planta cuya medicina necesito”, señala Juan Manuel como la razón que le ha llevado a solicitar una licencia de autocultivo a la AEMPS.
“No quiero tener que recurrir al mercado negro o que la policía me persiga para ponerme una multa”, señala Juan Manuel
En la solicitud, a la que ha tenido acceso El Salto, se detalla que los tratamientos habituales para el dolor neuropático que Juan Manuel sufre son antidepresivos, antiepilépticos y opioides en altas dosis, medicamentos con efectos secundarios significativos. En su caso tenía recetado Omeprazol, Acetilcisteina, Alprazolam, Lorazepam, Diazepam, Baclofeno, Venlafaxina, Pregabalina, Movicol, Flatoril y Enoxaparina. “El uso histórico del cannabis sugiere que su consumo podría ofrecer una eficacia similar y un perfil de efectos secundarios similar o incluso mejor en comparación con las opciones anteriormente mencionadas”, explica la solicitud enviada a la AEMPS.
Hasta ahora, la agencia ha otorgado 14 licencias para cultivo de cannabis con fines de investigación y otras ocho con fines médicos y científicos, todas a empresas, según informa la propia AEMPS en un informe consultado a 19 de abril de 2022.