Cine
La mentira tras Enric Marco, el falso deportado que llegó a presidir la Amical de Mauthausen

El 8 de noviembre, los directores Aitor Arregi y Jon Garaño estrenan ‘Marco’, una película de ficción basada en las artimañas y falsedades que el protagonista con ese mismo apellido dejó tras de sí.
Eduard Fernández, en la película ‘Marco’
El actor Eduard Fernández interpreta a Enric Marco en la película ‘Marco’. Foto: David Heras / Wallijai.
@Guille8Martinez
6 nov 2024 06:00

“Hijo de puta, ¿por qué nos has hecho esto?”. Primero, tres palabras sumidas en la decepción y el enfado. Después, una pregunta todavía sin respuesta. Esta cita forma parte de uno de los diálogos cruciales de la película Marco, basada en las vicisitudes de Enric Marco Batlle (1921–2022), el que llegara a ser presidente de la Amical de Mauthausen i altres camps i de totes les víctimes del nazisme. La cinta recoge los vericuetos seguidos por una persona anclada en la impostura, que hizo de la mentira un terreno fértil en el que poder ocupar un espacio que nunca le perteneció.

Tardaron años en descubrir la falaz historia de Marco. Mucho antes, algunas sospechas ya se cernían sobre él, sobre todo desde que se convirtió en el secretario general de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), cargo que ocupó desde abril de 1978 hasta diciembre de 1979. La luz iluminó la verdad apenas unos días antes de llevarse a cabo el homenaje en 2005 por los 60 años de la liberación de Mauthausen, acto al que por primera vez acudiría un presidente del Gobierno español. La verdad: Marco jamás había estado en el campo de concentración nazi.

“Él contaba que había estado en el penal de Kiel, y que los nazis le llevaron al campo de Flossenbürg, del que regresó a España cuando el Eje cayó. Era raro encontrar una persona así”, dice Juan Manuel Calvo, presidente de la Amical

Juan Manuel Calvo es el presidente de la Amical desde hace tres años. Incorporado a la asociación catalana en 2004, llegó a conocer a Marco antes de su expulsión: “Él contaba que había estado en el penal de Kiel, y que los nazis le llevaron al campo de Flossenbürg, del que regresó a España cuando el Eje cayó. Era raro encontrar una persona así, deportada española que hubiera vuelto a España, ya que nuestros compatriotas nunca fueron reclamados por la dictadura franquista. Los que había eran más mayores que él y permanecían en el exilio”, comenta este historiador.

Precisamente, fue otro historiador el que indagó lo suficiente como para encontrar la verdad que explicaba ciertas imprecisiones en la inventada biografía que Marco contaba de sí mismo. Benito Bermejo llegó a comprobar que Marco, lejos de ser un deportado y haber sufrido un campo de concentración, se embarcó en una expedición de trabajadores voluntarios enviados por la España franquista a la Alemania nazi.

La sospecha de Bermejo

Bermejo lo conoció en 1999: “No tuve mucho tiempo de hablar con él, solo me dijo que había estado en Flossenbürg. Pasó un año y di con el libro de Eduardo Pons Prades, publicado en 1978, a quien Marco contó su versión por primera vez. Había algunas contradicciones en su relato”, recuerda el historiador. En 2002 volvió a coincidir con él, precisamente en las conmemoraciones por la liberación de Mauthausen. Bermejo quería entrevistarle. Nunca había estado con un deportado de Flossenbürg.

“Su reacción fue muy negativa, hostil. Me dijo que no iba a hablar conmigo y que me buscara otro tema porque él no era objeto de estudio”, cuenta Bermejo. Aquella situación hostil hizo que la llama de la curiosidad se avivara en el historiador. “No di con nadie que me hablara de él y de su paso por el campo de concentración, pero todavía no tenía pruebas para decir que se lo estaba inventando”, prosigue.

Entre tanto, Bermejo sabía que no era la primera persona que tenía dudas sobre Marco. Ya en los años 90, Floreal Samitier, cenetista que había pasado el exilio en Toulouse, pensaba que Marco era un tipo muy sospechoso. “Por aquel momento, cuando Marco fue el secretario general de la CNT, apenas mencionaba lo del campo nazi, pero sí había gente algo mosqueada con él. Samitier llegó a pensar que podía ser un infiltrado”, subraya el historiador.

Cada vez que a Marco le preguntaban por su experiencia en la Alemania nazi, él se escurría entre excusas para no hablar de ello. Así llegó 2005. “Busqué en un archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores, y ahí apareció una ficha a su nombre. Se indicaba que había un exhorto de la capitanía general militar de Catalunya que le llamaba a filas, porque no se había presentado en su llamamiento para la mili”, cuenta Bermejo.

“Franco ayudó a Hitler enviando trabajadores a Alemania para su industria militar. Podemos decir que Marco se alistó voluntariamente en una especie de rama laboral de la División Azul”, explica el historiador Benito Bermejo

Una vez revisado el expediente, la familia de Marco respondió que estaba en Alemania, en una “misión oficial”, a la que había partido en noviembre de 1941. Bermejo lo deja claro: “Franco ayudó a Hitler enviando trabajadores a Alemania para su industria militar. Podemos decir que Marco se alistó voluntariamente en una especie de rama laboral de la División Azul”. 

Por otro lado, Marco sí transitó una situación calamitosa. En los archivos generales de Alemania todavía se guarda la sentencia judicial que le absolvió, también descubierta por este historiador: “Llegó a estar en prisión preventiva, aunque al final quedó libre. Es curiosa la conclusión del juez, incluso vaticina algo del futuro. Vino a decir que Marco no era ningún conspirador contra el régimen nazi, sino alguien que había querido hacerse el importante delante de sus compañeros”. En 1943, Marco retornó a España.

Una narrativa que embriagaba antes del destape

Calvo recuerda que lo que más sorprendía de Marco era su capacidad dialéctica, esa posibilidad de encandilar al auditorio que, con presteza, le escuchaba. “Es cierto que su discurso confería una alta dosis de convencimiento gracias a su oratoria”, recalca el actual presidente de la Amical. Esa fue la primera impresión que Calvo tuvo de él en la primavera de 2004.

Diferente fue la sensación que golpeó su cuerpo apenas un año después. “Ahí ya vi al Marco confabulador, interesado en aparecer en todos los lugares como el protagonista, siempre intentando ser el centro de atención”, añade. Todo sucedió muy rápido, pero no lo suficiente como para que la entidad no salvara el tipo, conscientes de que la prioridad era que una mentira de tamaña envergadura no manchara la honesta y necesaria labor que realizaban.

El vértigo apenas alcanzó algo más de una semana. El 1 de mayo de aquel 2005, la Amical realizó una asamblea en Vilafranca del Penedés, justo en el momento en el que ya tenían conocimiento de que un informe firmado por Bermejo explicaba los verdaderos motivos de la salida de Marco de España. Todavía desconocían que Marco jamás estuvo en Flossenbürg. Al día siguiente celebraron una reunión con la junta directiva, en la que se leyó el documento. Ahí Marco afirmó que “no podía decir que todo lo que recogía el informe fuera mentira”, rememora Calvo. Ese día, relegaron a Marco de sus funciones, asumidas por la vicepresidenta de la Amical, Rosa Toran.

Los actos de conmemoración en Mauthausen se celebrarían el día 5 de mayo. El 3, Marco viajó a Austria, tal y como estaba previsto en un primer momento. Aquel día, acorralado, se vino abajo y, ante la atenta mirada de sus compañeros, reconoció que nunca había estado en un campo de concentración nazi. De ahí ese “hijo de puta, ¿por qué nos has hecho esto?”, parte de la conversación que abre este artículo ficcionada por los directores de la cinta, Aitor Arregi y Jon Garaño. El discurso que Marco preparó para los actos de homenaje terminó siendo leído por boca de otro deportado.

Una vez celebrados los actos de homenaje, la junta de la Amical preparó una declaración pública para explicar lo sucedido que dieron a conocer el 9 de mayo. Solo tres días después, la entidad decidió dar de baja a Marco como socio.

Desde entonces, Marco no dejó de repetir en periódicos y platós de televisión que gracias a él se conocía la historia de los deportados españoles. Que él y solo él había sido capaz de contarla de esa forma tan atractiva. Que él y solo él la había acercado a las aulas, llevado a la opinión pública y puesto en valor. “Esa es la justificación que dio hasta el final de sus días, que daba voz a los que no tenía voz. Yo no lo veo así, porque a veces llegó a hacer callar a los verdaderos deportados, como José Egea, Francisco Aura y Josep Simon i Mill”, sostiene Bermejo.

Los entresijos de la película

Marco, la película, es el fruto de un trabajo que tanto Garaño como Arregi han venido realizando desde hace 18 años. Todo comenzó en 2006, cuando incluso Marco estuvo dispuesto a participar en un documental que contara su trayectoria. “En un momento dado, nos dijo que quería ir a Alemania a que acreditaran su paso por la cárcel de Kiel. Le dijimos que querríamos filmar ese momento, pero se negó. Nos dijo que era algo muy íntimo”, señala el propio Garaño, autor junto a Arregi de filmes como La trinchera infinita o Handia.

Fotograma de la película ‘Marco’, dirigida por Aitor Arregi y Jon Garaño
Fotograma de la película ‘Marco’, dirigida por Aitor Arregi y Jon Garaño. Foto: David Herranz.

Cuando volvió de ese viaje, Marco destapó una nueva mentira. “Nos confesó que había ido con otros documentalistas a Alemania con los que había firmado un contrato de exclusividad. Aquello nos dejó en shock”, cuenta Garaño en referencia al documental Ich Bin Enric Marco. Tras la salida de la presentación de otro proyecto en 2010, Marco esperó a los directores con una butifarra, que les regaló. Quería retomar la idea de hacer un documental sobre él.

Llegaron a tener unas 15 horas de entrevistas con Marco, un material muy jugoso con el que tampoco tenían muy claro qué hacer. Era marzo de 2011. “Le planteamos hacer un híbrido, ficcionar partes de su historia. Le pareció buena idea, pero nos dijo que para entonces ya estaba hablando con Javier Cercas”, prosigue Garaño al citar al autor de la obra El impostor, cuyo protagonista también es Marco.

“En su vida él hizo lo mismo que más o menos hemos hecho nosotros, enmascarar la mentira en medias verdades, por lo que ‘Marco’ es una película de ficción basada en hechos reales”, define Jon Garaño

El Marco de 2011 seguía pareciéndose demasiado al de una década antes. “Marco nos citó con Cercas en Barcelona. Para nuestra sorpresa, el escritor no sabía nada de nuestra existencia. Marco nos la había vuelto a colar”, enfatiza el director. En 2013, finalmente, los dos cineastas decidieron contar la vida de Enric Marco Batlle ficcionada. “En su vida él hizo lo mismo que más o menos hemos hecho nosotros, enmascarar la mentira en medias verdades, por lo que Marco es una película de ficción basada en hechos reales”, define Garaño.

Los cien minutos que dura la película logran aunar tanto la vida personal de Marco para con su familia, que también navegó entre mentiras, con su parte más activista. Por ejemplo, la Amical aparece como la Asociación Española de Deportados, y los personajes aparecen con nombres cambiados. “Cuando íbamos a empezar a rodar, nos comunicamos con sus hijas, pero no querían saber nada de lo que estábamos haciendo”, apunta el director.

Marco consigue sacar a la palestra muchas preguntas que no siempre se formulan ni ocupan el espacio que deberían. ¿Todos hemos sido Marco alguna vez queriendo sacar nuestra mejor versión, hasta impostarla? ¿Quién cuenta la historia? ¿Qué pacto se establece entre quien la cuenta y la recibe? ¿Es más útil un deportado falso con una narrativa perfecta y grandes titulares o un deportado real que no es capaz de hilar la historia? Y, sobre todo: “Hijo de puta, ¿por qué nos has hecho esto?”.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Cine
Cine y Economía Solidaria Cine y Economía Solidaria
El cine ha demostrado a lo largo de los años que es una potente herramienta para impulsar el cambio ¿Puede la Economía Social y Solidaria servir de
Transporte público
El 47 50 años después y el bus sigue sin llegar
La historia de Manolo Vital nos recuerda que cada viaje esconde historias de esfuerzo, y que a veces un autobús puede ser el único puente hacia la dignidad de un barrio olvidado.
Opinión
Opinión Non sempre ter moitas luces é sinónimo de intelixencia
Que impacto ecolóxico e social produce a iluminación do Nadal de Vigo? A cidade sofre máis aló da masificación, o caos de tráfico, as molestias á veciñanza, o malgasto ou os recortes en orzamentos de emerxencia social.
València
Exclusiva El Gobierno de València contrata 12,9 millones en obras de la dana a una constructora investigada por pagos al cuñado de Barberá
La Generalitat Valenciana ha hecho el encargo a Ocide, una empresa cuya matriz está siendo investigada en el caso Azud por pagos “de naturaleza ilícita” al abogado José María Corbín a cambio de contratos adjudicados por el Ayuntamiento de València.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.
Unión Europea
Unión Europea La ultraderecha europea ante la victoria de Trump
El triunfo de Donald Trump da alas a todas las formaciones ultraderechistas de Europa y del resto del mundo, que han visto como el millonario republicano ha conseguido volver a ganar las elecciones sin moderar un ápice su discurso.
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.
Más noticias
Pontevedra
Ecoloxismo Unha investigación revela alta contaminación por nitratos en augas superficiais da comarca do Deza
Os resultados da análise de Ecoloxistas en Acción, con máis de 80 puntos de mostraxe, reflicten concentracións xeneralizadas e moi altas de NO3. Só o 19% das augas superficiais analizadas están “fóra de toda sospeita”.
Racismo
Racismo institucional Diallo Sissoko, una víctima más del sistema de acogida a migrantes
La muerte de este ciudadano maliense durante su encierro en el Centro de Acogida, Emergencia y Derivación (CAED) de Alcalá de Henares ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias del sistema de acogida a migrantes en el estado español.
Comunidad de Madrid
Violencias machistas Huelga en la red de atención a la violencia de género de la Comunidad y Ayuntamiento de Madrid el próximo 25N
Las trabajadoras de ambas redes se unen para reivindicar mejoras laborales y de atención a las mujeres víctimas en un paro de 24 horas. “Te sientes impotentes porque no puedes ayudar como deberías”, explican.
Turismo
Opinión Abolir el turismo
VV.AA.
Lleguemos a donde lleguemos, no puede ser que sea más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del turismo.
Opinión
Opinión La eclosión del autoritarismo reaccionario y otras nueve tesis sobre la victoria de Trump
La victoria del candidato republicano nos ha demostrado que estamos en una nueva era: la del neoliberalismo autoritario, en donde el camino del mal menor propuesto por los Demócratas ha sido la fórmula más rápida para llegar al mal mayor.

Recomendadas

Galego
Dereitos lingüísticos Miles de persoas desbordan a praza da Quintana para mudar o rumbo da lingua galega
A Plataforma Queremos Galego, que convocou esta mobilización, sinala unha nova data para outro acto protesta: o vindeiro 23 de febreiro na praza do Obradoiro, en Santiago de Compostela.
València
Dana y vivienda “La crisis de vivienda multiplicada por mil”: la dana evidencia el fracaso de las políticas del PP en València
La dana ha dejado a miles de familias sin hogar. Ante la inacción de las instituciones, han sido las redes familiares las que han asumido el peso de la ayuda. La Generalitat, tras décadas de mala gestión, solo ha podido ofrecer 314 pisos públicos.
Redes sociales
Redes sociales Bluesky, la red social donde se libra la batalla por el futuro de internet
Ni es descentralizada ni está fuera de la influencia de los ‘criptobros’ que han aupado a Trump a la Casa Blanca, pero ofrece funcionalidades útiles para recuperar el interés por participar en redes sociales.