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Colombia
Gustavo Petro presenta en España su proyecto para llegar al poder en Colombia
El principal candidato presidencial de Pacto Histórico, Gustavo Petro, inauguró la campaña electoral de la coalición progresista con un primer acto político en Barcelona el pasado 7 de enero. Petro es el candidato mejor situado para ganar la primera vuelta de las elecciones del próximo 29 de mayo, según todos los sondeos realizados durante 2021.
El Pacto Histórico se presenta como la única opción política de cambio en algunas cuestiones cruciales para el futuro de Colombia como el fin de la violencia política, estatal y narcoparamilitar, y la transformación del patrón productivo del país para sustituir el modelo neoliberal extractivista actual por una economía equitativa y sustentable, con énfasis en las políticas sociales y medioambientales.
Petro es el candidato mejor situado para ganar la primera vuelta de las elecciones del próximo 29 de mayo, según todos los sondeos realizados durante 2021
Se trata de una coalición de partidos y movimientos sociales que concurren juntos a las elecciones presidenciales con un denominador común, pese a mantener candidatos independientes en algunas elecciones regionales. Ante las enormes dificultades que encuentra esta mayoría social progresista para difundir sus propuestas en los medios de comunicación colombianos, cooptados en su mayor parte por el uribismo gobernante, los dirigentes del Pacto Histórico iniciaron en España la campaña para las elecciones presidenciales de mayo de 2022, recabando el apoyo de esos millones de colombianos migrantes que habitualmente no votan, pero que tampoco fueron ajenos a los acontecimientos que ocurrieron recientemente en su país, como lo demuestran las multitudinarias marchas convocadas en ciudades europeas contra la represión de la juventud colombiana durante el prolongado Paro Nacional.
Colombia
Natalia Munevar, candidata de Pacto Histórico “El mayor problema con la colombianidad en el exterior es que no participa en las elecciones”
En esta inusual apertura de campaña, Gustavo Petro resaltó las dificultades de quienes han debido marcharse del país “para poder llenar la nevera”, invitándolos a sumarse a su propuesta política. “Nos han asignado un papel en el mundo que nosotros no queremos: el papel de embrutecernos a través del trabajo esclavo en las grandes capitales, el papel de condenar a muchas de las juventudes femeninas a ir al barrio rojo de Holanda, el papel de asignarnos el remoquete de narcotraficantes, con el poder de condenarnos a ser parias de la tierra —como dijera el poeta—; papel que no queremos, contra el cual nos rebelamos. ¡El pueblo de García Márquez no nació para eso! ¡Colombia no es eso! El papel de la sociedad colombiana no es ser retaguardia en el mundo; no es ser invisible, no es humillarse, no es bajar la cabeza, no es arrodillarse”.
El dirigente del Pacto Histórico aseguró que esta campaña electoral es también “una campaña de re-dignificación del pueblo colombiano”.
La diáspora colombiana en el exterior se estima en más de seis millones de personas. España cuenta con más de 270.000 colombianos censados, entre los cuales votan muy pocos. Pero desde las movilizaciones masivas en todas las capitales europeas contra la política represiva del Gobierno de Iván Duque, la conducción política del Pacto Histórico vislumbra un nuevo espacio para articular políticamente a la ‘colombianidad’ en el exterior. La inauguración de la campaña en Barcelona, con primera escala en Madrid el 10 de enero, se debe también a la urgencia de concienciar a los colombianos de que inscribir su cédula en el consulado es un requisito indispensable para el voto, advirtiéndoles que la fecha límite para hacerlo es el jueves 13 de enero.
“Colombia es una potencia de la vida”
Gustavo Petro se extendió en su discurso más allá de los problemas migratorios, incluso más allá de la política colombiana, para adentrarse en el punto nuclear de su proyecto político. Explicó al auditorio su ideario ecológico, articulando sus propuestas contra el cambio climático con las de transformación de la economía: “Nuestro sistema económico está produciendo la muerte de la humanidad”, afirmó. Contrapuso a la codicia de la explotación mercantil ilimitada de la naturaleza, la filosofía de los pueblos indígenas: “La humanidad no puede ser si no hay derechos de la naturaleza, si no se reconcilia con la naturaleza; y eso implica otra manera de producir, de consumir, de pensar, de sentir”.
Recordó, además, que la extracción de energías fósiles también provoca efectos nefastos sobre el territorio, como la muerte de “miles de niños y niñas wayuu” en la Guajira a causa de la contaminación del agua provocada por las minas de carbón.
La lucha contra el cambio climático será una cuestión crucial en la definición de la política de alianzas de su eventual gobierno: “Nuestra política de alianzas en el mundo no tiene que ver con el narcotráfico ni con la marginalidad. Nuestra política de alianzas tiene que ver con la política de la vida. […] Tiene que ver con todas esas fuerzas que en estas naciones, en toda la humanidad, surgen para defender la vida humana. […] Hoy la política ya no pasa por las viejas fronteras que dividían izquierdas y derechas en el siglo XX, sino por las nuevas fronteras que la dividen entre la política de la vida y la política de la muerte. La política de la vida es la política de Colombia, porque Colombia es una potencia de la vida. Ese es el sentido del cambio histórico que queremos realizar”.
“El principal objetivo, si ganamos las elecciones de este año, es que Colombia se convierta en vanguardia de la lucha mundial contra el Cambio Climático”, afirmó Gustavo Petro
Colombia, “la segunda potencia en biodiversidad del mundo” y el cuarto país en el que se habla un mayor número de lenguas, puede desarrollar una estrategia económica basada en esa diversidad extraordinaria: “El principal objetivo, si ganamos las elecciones de este año, es que Colombia se convierta en vanguardia de la lucha mundial contra el Cambio Climático”, afirmó.
A diferencia de muchos políticos colombianos, incluido el actual presidente, que se subieron al carro de la ecología y las energías verdes con la mirada puesta en las elecciones, Gustavo Petro ha desarrollado una visión programática consecuente con el paso del tiempo: siempre se ha opuesto a mantener el actual modelo extractivista, tanto en minería como en energías fósiles. Y a pesar de que los medios de comunicación afines al uribismo siempre intentan colgarle el sambenito de lo que llaman “castro-chavismo”, Petro no ha escatimado críticas al enfoque extractivista del Gobierno venezolano de Maduro con respecto al papel del petróleo en el desarrollo económico.
Acercando la mirada a la política nacional, Petro recordó que Colombia tiene “la mina de carbón más grandes de América” y “yacimientos de carbón que si fuesen utilizados matarían a toda la humanidad”. En toda su exposición conectó didácticamente los fenómenos locales con la economía global: “El problema de la Guajira que he descrito, el que hayan muerto miles de niños y niñas del pueblo wayuu en la Guajira porque el agua con la que tenían que alimentar su sed se desvió para sacar un carbón que llega a esta tierra, para mover las máquinas que producen riqueza en esta tierra, [...] ese mismo carbón es el que va secando las fuentes de agua a través del calentamiento global”.
También forman parte del Pacto Histórico otros dirigentes reconocidos, como es el caso de Iván Cepeda, Francia Márquez o Gustavo Bolívar, que competirán con Petro en las elecciones internas
Estos pasajes de su discurso muestran no solo a un excepcional orador, algo que sin duda pesa en su liderazgo del bloque progresista, sino también a un ideólogo con un vuelo intelectual y conocimiento de la realidad muy superior a la media de sus pares latinoamericanos.
Aunque también forman parte del Pacto Histórico otros dirigentes con reconocidos méritos, como es el caso de Iván Cepeda, Francia Márquez o Gustavo Bolívar, que competirán con Petro en las elecciones internas, Gustavo Petro sobresale como el líder que mejor puede aglutinar el voto de los sectores populares, las juventudes y otros sectores de clase media para conseguir que Colombia despierte de su viejo y trasnochado letargo, dejando atrás la política de la muerte para convertirse en una potencia de la vida.