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Inditex
Lo que esconde la nueva plataforma Zara Pre-Owned
El pasado 12 de diciembre, el grupo Inditex lanzó su plataforma Zara Pre-Owned, que ya funciona desde hace más de un año en el Reino Unido, y que permite la venta entre particulares de prendas compradas en Zara. Además, esta plataforma permite solicitar la recogida a domicilio de prendas usadas para ser donada a entidades sin ánimo de lucro y da acceso a sus clientes a un servicio de reparación de ropa también de la marca, que según la compañía, se realiza «a través de proveedores locales».
La iniciativa ha tenido una amplia difusión, pero para entender qué hay detrás de ella, hay que empezar por el principio.
El grupo Inditex, que incluye diversas marcas de moda, siendo Zara la más representativa de ellas, ha tenido gran incidencia en el cambio de tendencias que ha transformado la industria textil en las últimas décadas, dando lugar al denominado fenómeno de fast fashion o moda rápida. Éste se basa en la oferta de novedades continuas, que han sustituido a las clásicas dos colecciones de temporada, con venta de prendas a precios muy asequibles, gracias a un sistema deslocalizado que establece los principales centros de producción en lugares donde se pueden imponer condiciones laborales precarias, así como salarios muy bajos. Y todo ello, comercializado el producto en medio mundo, a través de grandes cadenas de tiendas, y en los últimos tiempos, también mediante comercio on line.
De acuerdo a este funcionamiento, se han multiplicado los impactos de la industria de la moda, que según se estima, actualmente es responsable de en torno al 10% de emisiones GEI que provocan el cambio climático, que emplea al año unos 79.000 millones de metros cúbicos de agua, suficiente para satisfacer las necesidades de 5 millones de personas en ese mismo periodo, y que genera el 20 % de las aguas residuales que se producen a nivel mundial, aguas que contienen sustancias contaminantes y peligrosas para la salud, como metales pesados de los propios colorantes y disolventes o ciertos biocidas como el pentaclorofenol. Además, la obsolescencia que domina el sistema, así como la fiebre consumista, hacen que se produzcan ingentes cantidades de residuos procedentes de prendas usadas, que generan importantes impactos ambientales.
Según el informe Moda aérea, nacido a partir de una investigación realizada por Public Eye, a la que se ha unido en el Estado español la Campaña Ropa Limpia y Ecologistas en Acción, Inditex y Shein encabezan la lista de empresas que transportan sus prendas vía aérea, con el consiguiente aumento de huella de carbono. El transporte aéreo de mercancías reduce los tiempos de entrega, pero sus emisiones son unas 14 veces más perjudiciales para el clima que las de la ropa transportada vía marítima.
Según el informe, «independientemente de dónde se fabriquen, prácticamente todos los productos de Zara acaban en los grandes centros de distribución que el Grupo opera alrededor del aeropuerto de Zaragoza». Desde dicho aeropuerto, la empresa gestiona cada semana unos 32 vuelos de carga con unas 100 toneladas de ropa a bordo. Esto supone más de 1.600 vuelos al año.
Desde Public Eye, la Campaña Ropa Limpia y Ecologistas en Acción se pide a Zara que elimine gradualmente esta «moda aérea» tan perjudicial para el medio ambiente.
En cuanto a los impactos sociales, empresas como las de Inditex subcontratan la producción a talleres situados en lugares con la legislación laboral más laxa, que compiten entre sí para ofertar los precios más baratos, reduciendo para ello las condiciones de seguridad o los salarios. Todo ello queda ilustrado con la muerte, el 24 de abril de 2013, de 1.129 personas por el derrumbe del edificio Rana Plaza, en Bangladesh. Este edificio albergaba diversos talleres de confección textil, en los que cientos de trabajadoras, en condiciones muy precarias de seguridad e higiene, elaboraban prendas para marcas como Benetton, Mango, Primark o Zara.
Mientras, a Inditex no le va nada mal, presente en la mayor parte de los países del mundo, acaba de anunciar unos beneficios netos récord de 4.102 millones de euros, en los primeros nueve meses del periodo fiscal de 2023. De hecho, su fundador Amancio Ortega es una de las personas más ricas del planeta.
Dicho lo cual, nos planteamos: ¿qué incidencia tiene la iniciativa plataforma Zara Pre-Owned en los impactos generados por la actividad de Inditex?, ¿qué cambia en el modelo de negocio del grupo?
Evidentemente, dentro del modelo de fast fashion antes explicado, que domina el sector textil con gran protagonismo de Inditex, esta iniciativa no va a tener incidencia real o significativa y las repercusiones positivas serán mínimas frente a la magnitud de los impactos.
En primer lugar, cabe indicar que plataformas de venta de segunda mano ya existen, sin que las adquisiciones queden limitadas a marcas concretas. Pero además, hay que señalar el alcance limitado que adquiere el mercado de segunda mano, primero, por no poder absorber las miles y miles de prendas que marcas, como las del grupo Inditex, ponen en el mercado cada día, y segundo por la dificultad para competir con el mercado de las prendas nuevas, dado los bajos precios de venta al consumidor que ofertan las grandes empresas del textil.
En cuanto al servicio de reparación de prendas, éstas siempre se han podido llevar a cabo en casa, o en pequeños negocios de barrio, que por cierto podrían verse perjudicados al tener que competir con el servicio ofrecido por Inditex. Además, las reparaciones de ropa se ven limitadas, tanto por la baja calidad de la misma, como por el coste que conllevan, de nuevo, frente a los precios bajos con los que se ponen en el mercado nuevas prendas.
Y por último, respecto a la posibilidad de donar prendas a través de la plataforma, entidades sin ánimo de lucro que recogen ropa usada ya existen. Además, el sistema de recogida y entrega, a través mensajeros, denominado «de puerta a puerta», en el que se basa la plataforma Zara Pre-Owned, pero también en el comercio on line que tanto está impulsando el grupo, supone un incremento importante en emisiones de gases de efecto invernadero, lo que lo convierte en algo irracional en situación de emergencia climática.
Ahora la pregunta es, ¿qué busca Inditex con esta iniciativa?
Inditex gasta muy poco en campañas de promoción en comparación con otras empresas del sector. De hecho, no hace publicidad en medios como televisión, radio y prensa escrita. Pero eso no quiere decir que el grupo no desarrolle distintas estrategias de marketing para difundir y fortalecer sus marcas.
La plataforma Zara Pre-Owned responde a ello. Al igual que la publicidad, esta iniciativa busca mejorar la percepción de la empresa frente a las críticas que pueda recibir, dando una imagen más verde y socialmente responsable, a la vez que trata de fidelizar a una clientela, que generalmente se identifica con esos valores. Por tanto, es un ejemplo de manual de greenwashing.
De la difusión de la iniciativa se encargan los grandes medios, donde queda recogida como noticia (Tele 5, El País, La Razón, El Español, El Economista, Cinco Días), con lo que es percibida por el consumidor con mayor credibilidad que la publicidad. Y es que dichos medios, al igual que nunca se han detenido a analizar de forma crítica el modelo de negocio de Inditex, tampoco tratan de mostrar que hay detrás de la iniciativa.
Aparte, mencionar la fecha tan bien elegida para el lanzamiento de Zara Pre-Owned, el 12 de diciembre, coincidiendo con los últimos días de la celebración de la COP, fechas en las que parece que tomamos mayor conciencia de la emergencia climática, y justo antes de las navidades, uno de los periodos más consumistas del año.
De la misma forma funcionan las famosas donaciones de la Fundación Amancio Ortega a la sanidad pública que tanta repercusión mediática adquieren (El País, El Mundo, ABC), pero que contrastan con las estrategias de ingeniería fiscal que sigue el grupo Inditex para minimizar el pago de impuestos que le corresponde por su actividad. Menos mal que tenemos medios como El Salto y El Mundo Today para analizar la actualidad de manera rigurosa.
Amancio Ortega dona 20 euros a un restaurante del que se fue sin pagar un menú de 40 https://t.co/rQsUZPtzRC pic.twitter.com/NOv9AGuAp7
— El Mundo Today (@elmundotoday) May 20, 2019
Partiendo de la necesidad de reducir la producción textil, como forma efectiva de reducir sus impactos, el consumidor puede comprar menos ropa, pero más duradera, y usarla durante más tiempo, combatiendo la obsolescencia inducida del modelo. Además, para que las prendas duren más, conviene cuidarlas y darles un trato, por ejemplo en el lavado, de acuerdo a su composición y naturaleza.
Aunque no sea fácil, la nueva ropa que se adquiera puede ser de producción más próxima, elaborada en condiciones laborales justas y con el mayor uso posible de fibras naturales o de otras prendas recicladas, y en definitiva, que haya sido elaborada con criterios reales de sostenibilidad.
En cuanto a la ropa que ya tenemos, se pueden reparar si sufre alguna rotura, se puede modificar o customizar si nos cansamos de ella, se pueden intercambiar con amigos, etc., y si está en mal estado, se pueden reciclar como trapos, rellenos de cojines… Y por supuesto, estas prendas se pueden vender como ropa de segunda mano, lo que para Zara es un gesto insignificante, para nosotros puede ser un acto de coherencia, además de una forma de reducir el impacto que nuestro consumo genera.