Consumo
Consumo restringirá la “publicidad del miedo” y sus mensajes manipuladores

Los anuncios en los que dos propietarios se quejan del miedo que tienen a que le okupen la casa y lo tranquilos que están ahora con la alarma de cierta marca tienen los días contados. Así como todos los comerciales que utilicen, e incentiven, un miedo social para vender un producto.

Así lo ha anunciado el Ministerio de Consumo, encabezado por Pablo Bustinduy. Consumo regulará la denominada “publicidad del miedo” a través de la Ley de Consumo Sostenible, que pretende aprobarse próximamente. De este modo se busca limitar la publicidad basada en mensajes manipuladores o falsos que “explotan emociones como la ansiedad y el temor” con el objetivo “de proteger a los consumidores”.

Estos anuncios, según la institución, generan en el consumidor “una percepción errónea sobre el peligro o riesgo al que puede estar sometido si no adquiere un determinado producto”. Unos mensajes que abundan en anuncios de marcas reconocidas de alarmas para los hogares y otros servicios de seguridad, por ejemplo, en las denominadas ‘alarmas antiokupas’ que abanderan empresas como Securitas Direct. Una realidad que también aparece en empresas de seguros de vida o de propiedad.

Seguros antiokupación: “Lo que te están asegurando no existe, te están estafando”

Yago Álvarez Barba

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Aseguradoras

Okupación Seguros antiokupación: “Lo que te están asegurando no existe, te están estafando”

Yago Álvarez Barba

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Línea Directa o Mutua Madrileña están comercializando estas pólizas para primeras y segundas viviendas, que nunca pueden sufrir usurpaciones —delito con el que se asocia la okupación—, algo que podría constituir una mala praxis.

El ministerio de Bustinduy insiste en que este tipo de publicidad “fomenta la cultura del miedo que afecta negativamente a la sociedad en su conjunto” y puede llevar a los consumidores “a tomar decisiones precipitadas, afectando a su libertad de elección y a su bienestar psicológico”. Estos anuncios fomentan que la ciudadanía crea que “los entornos cotidianos son inherentemente peligrosos”, lo que puede “alterar la calidad de vida de las personas”.

La Ley de Competencia Desleal prohíbe la publicidad que informe de modo falsario sobre un riesgo. El Ministerio pretende blindar este derecho de los consumidores a través de una modificación en dicha ley, en su artículo 27.2, en el que hace referencia a “otras prácticas engañosas”, utilizando la Ley de Consumo Sostenible.