Coronavirus
Reconstruir la ciencia para construir el futuro

La emergencia sanitaria está aflorando la incertidumbre a niveles que hacen tambalear los cimientos de la civilización moderna. Se buscan respuestas rápidas a cuestiones complejas o hasta ahora inexploradas. La sociedad se abraza a la ciencia como en otro tiempo lo hacía a la fe. Pero, ¿realmente está la ciencia preparada para soportar tal desafío?

Ciencia e investigación
Laboratorio en la Universidad Complutense. Álvaro Minguito

Tras una respuesta dubitativa y la generación de una alarma de consecuencias impredecibles, asistimos a una carrera científica frenética. Las crónicas hacen cábalas acerca de qué laboratorio lleva la delantera sobre la vacuna o qué tratamiento será más efectivo en una enfermedad de certezas exiguas. Ante la amalgama de pronósticos, no se contempla un único plan de choque. Las advertencias de los epidemiólogos, atenuadas antes por la arrogancia, señalan la posibilidad de nuevos rebrotes y confinamientos. Sin embargo, estas consideraciones no tienen cabida en las predicciones económicas e incluso algunos expertos se decantan por atizar a los científicos. Ante tal cantidad de información, el ciudadano no sabe a qué atenerse mientras los defensores de las teorías de la conspiración se frotan las manos.

¿Hay que desconfiar de la ciencia en estos momentos críticos? Más que desconfiar, cabría agarrarse a ella para comprender posibles paradojas en su interpretación y convertirlas en certezas. A pesar de que la emergencia apremia, el espíritu crítico, la prudencia y el rigor fortalecen el análisis. Por el momento la realidad apunta a una tesis: los valores de la sociedad moderna han corrompido una parte del sistema encargado de hacer ciencia. Por suerte, así como el covid-19 está desnudando sus carencias, también está generando multitud de motivos para atisbar un futuro de esperanza.

UNA CIENCIA DESHUMANIZADA

Durante los últimos tiempos, hemos asumido un sistema científico que replica valores nocivos. Aunque la ciencia sea un ente perfecto en su concepción abstracta, los científicos no dejan de ser seres humanos con sus consabidas imperfecciones. Algunos invierten en casas para especular, otros tienen familias a las que apenas conocen o compran objetos que no se han parado a pensar si necesitan. No es de extrañar que el individualismo, la falta de solidaridad, la acumulación de bienes y capital, la inmediatez y la superficialidad a la hora de dar respuestas a problemas complejos tengan su análogo en la ciencia.

Aunque ha sido cuestionado y criticado, hemos asumido que si uno pretende prosperar en el mundo de la academia ha de pasar por el filtro de la publicología. Los artículos son instrumentos que permiten constatar y compartir un avance científico. Sin embargo, el sistema ha invertido el proceso y el descubrimiento científico se ha convertido en un intermediario para otro fin: mejorar el estatus. Entre otras, las consecuencias son la publicación de cantidades ingentes de artículos, el descenso de la calidad y relevancia y la proliferación de prácticas deshonestas.

De los dos millones y medio de artículos académicos publicados cada año, se estima que cerca de la mitad no ha sido citado tras cinco años. Entre un 10-20% de los citados lo han sido únicamente por los mismos autores en otros artículos

En una entrevista reciente, Ha-Joon Chang, rostro visible de la economía del desarrollo, bromeaba diciendo que “la forma más segura de destruir el conocimiento es publicarlo en revistas científicas”. Para hacernos una idea, de los dos millones y medio de artículos publicados cada año, se estima que cerca de la mitad no ha sido citado tras cinco años. Entre un 10-20% de los citados, lo han sido únicamente por los mismos autores en otros artículos. Además de publicaciones, la acumulación se extiende a citas, congresos, estancias o proyectos reflejados en currículum vitaes de varias decenas de páginas. En algún momento los investigadores dejamos de ser personas para convertirnos en números que comparar.

Otro de los males de la ciencia moderna es la competición sin límites. Aunque la competición pueda ser un estímulo para la consecución de descubrimientos relevantes —y así pueda ser entendida mediante algunas rivalidades clásicas o frente a emergencias—, la ansiedad por dejar huella puede resultar contraproducente. Tal y como sostiene un estudio de los microbiólogos Fang y Casadevall, la competición científica —entre otras consecuencias— tiene efectos negativos en la creatividad, la salud mental, duplica esfuerzos, reduce la tendencia de los investigadores a compartir información. Además, la hipercompetitividad agranda la brecha existente entre hombres y mujeres. En contraposición, logros como la detección de ondas gravitatorias o la vacuna del ébola apuntan a un modelo cooperativo.

La competición y el afán por publicar están íntimamente ligadas con la precarización de las condiciones laborales, sujetas a las deficiencias en materia de inversión. Sin grandes atisbos de estabilización para los jóvenes, se ha interiorizado la supervivencia mediante sueldos escasos, contratos que más allá de realizar una tesis doctoral no pasan de los dos o tres años. Entendiendo que objetivos y esfuerzos han de ser maleables, se ha normalizado la omnipresencia como método de trabajo, propiciando un estilo de vida diseñado para producir. Sería discutible si esta es una estrategia óptima para atraer talento, teniendo en cuenta que la precariedad se ha estandarizado más allá de las fronteras de la investigación.

La competición y el afán por publicar están íntimamente ligadas con la precarización de las condiciones laborales, sujetas a las deficiencias en materia de inversión

Otra de las características que azotan a la ciencia es el cortoplacismo, avivado por la breve duración de los proyectos. La consecución de resultados rápidos ha mermado su rigor, profundidad y originalidad, abonando el terreno para la superficialidad, el inmovilismo y la falta de perspectiva. Precisamente, el aumento de la carga de conocimiento se relaciona con la proliferación de la especialización. Del pensamiento del filósofo Karl Popper subyace la idea de que la especialización implica una desconexión de la realidad, provocando una pérdida de contacto con la gente y su gradual irrelevancia cultural. En estos momentos, donde los conocimientos parecen conectarse con un fin común, las tesis de Popper cobran especial relevancia.

Ante una sociedad que clamaba transparencia, una de las respuestas fue la implementación de una burocratización asfixiante. A pesar de los tímidos avances, nos hemos acostumbrado a que todo el peso burocrático recaiga sobre los investigadores; entregar centenares de documentos para evaluaciones y solicitudes de trabajo o financiación. Mientras tanto, en otros países la tarea se descarga agilizando trámites o mediante secretarías.

La presencia y la valoración de la ciencia en una sociedad hiperestimulada siguen siendo minoritarias. Por fortuna, parte de la comunidad ha entendido la necesidad de manifestarse y comunicarse de forma clara. A pesar de loables esfuerzos en materia de divulgación y la entrada de científicos en las redacciones de medios de comunicación, sigue existiendo una fisura a la hora de explicar el papel de la ciencia. Titulares como “Las matemáticas ayudan a operar el cáncer con éxito” ilustran la desconexión. Ante la falta de liderazgo e influencia social, dicha disociación se acentúa en el ámbito político. Una pequeña intuición: en la Comisión de Ciencia, Innovación y Universidades del Congreso de los Diputados, los científicos son minoría en detrimento de los formados en derecho.

Todos estos factores, junto a la arrogancia y la falta de honestidad para asumir errores, han establecido un caldo de cultivo peligroso para afrontar con garantías los efectos de la epidemia. A modo de estéril consuelo, desde otros países también entonan  discursos de autocrítica, sugiriendo que las miserias del sistema científico puedan ser globales. Varios de los factores mencionados anteriormente tienen su análogo en el sistema económico, tal y como señalaba Noelia Sánchez en un brillante artículo. La transversalidad de los diferentes análisis apuntan a la misma raíz del problema: un sistema que ha devorado al ser humano.

EL COVID19 DESNUDA LA REALIDAD DE LA CIENCIA

La aparición del virus ha removido los cimientos de la ciencia, así como su impacto. Mientras algunos investigadores han preferido instalarse en la posición del “yo ya dije” o seguir con sus rutinas de trabajo con la única novedad de hacerlo desde casa, otros han orientado o intensificado sus esfuerzos hacia los diferentes retos que supone la crisis. En esta última tesitura los compañeros de La Paradoja de Jevons señalaban recientemente el aumento de la presión hacia los investigadores, además de la proliferación de la necesidad de dejar huella en forma de publicología o fotografías.

Esa necesidad se acentuó durante los primeros días de cuarentena. Los medios y los expertos se lanzaban a arrojar luz, induciendo mayor confusión en algunos casos. Entre las informaciones que se hicieron viral, sorprendió una: “Un estudio de matemáticos valencianos sitúa el pico de la pandemia a finales de mayo con 800.000 infectados”, contradiciendo la lógica de haber endurecido el aislamiento. La estimación, basada en un modelo teórico, contaba con una dificultad insuperable: predecir el comportamiento humano. Los titulares y su difusión fueron objeto de amplio consumo, comprometiendo la posterior confianza en el trabajo científico. También quedarán para el recuerdo las directrices del Colegio Oficial de Biólogos de Canarias del 9 de marzo, que apuntaban a que la emergencia eran frutos de la “alarma desmedida y el miedo injustificado”.

El programa CaixaImpulse ha recibido, para financiar quince proyectos, 349 solicitudes, diez veces más que en otras convocatorias

La competición tampoco ha faltado a su cita con el covid-19. Distintas administraciones públicas y fundaciones privadas destinaron varios fondos para investigación. Dicha oportunidad no pasó desapercibida, suscitando la atención de propios y extraños. Solo en la Región de Murcia, solicitaron proyecto más de 40 grupos; mientras que el programa CaixaImpulse ha recibido 349 solicitudes para un total de quince proyectos disponibles, diez veces más que en otras convocatorias. La decisión de escoger las mejores propuestas no se antoja sencilla, levantando recelos entre los expertos.

Mientras tanto, la población se muestra expectante ante la llegada de un milagro que convierta a la emergencia en una pesadilla pasada. Hace poco, el escritor Juanjo Millás y el periodista Javier Del Pino se lamentaban por el pesimismo de las novedades científicas, en referencia a la influencia de las condiciones climatológicas sobre el virus. Esta insignificante anécdota ilustra el salto entre esperanza y realidad, acrecentado por un fenómeno tan complejo. Los ciudadanos están en su derecho de desesperar por desconocer los tiempos o frustrarse al constatar que el conocimiento humano puede ser insuficiente para ofrecer respuestas. De nuevo, emerge la necesidad de colaboración entre medios y ciencia con el objeto de llegar a todos los rincones de la sociedad. 

Otra de las carencias desnudadas es la falta de sintonía entre científicos y políticos, debido en parte a los insuficientes mecanismos de asesoramiento. En este sentido, la viróloga Margarita del Val se quejaba de la actitud de los asesores designados por el Gobierno: “Se ha formado un comité de expertos, pero en España hay especialistas de todo tipo y la ciencia puede aportar mucho más de lo que puedan decir un grupo concreto de personas”. Si tenemos en cuenta que según el sector científico las prioridades varían y las respuestas divergen, parece complicado que los gobernantes puedan tomar decisiones consensuadas y, mucho menos, que estas cuenten con el suficiente respaldo.

MOTIVOS PARA LA ESPERANZA

A pesar de la incertidumbre y de la complejidad de la crisis, cada día hay más razones para albergar esperanza. No en vano, Albert Einstein sostenía que “la crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos”.

En pocos días hemos constatado como los resultados de los laboratorios se aplican en centros sanitarios o en las medidas de prevención. De entre los cientos de avances, se han establecido protocolos que optimizan tiempo y recursos en la detección; un árbol genealógico de la propagación del virus a través de la plataforma colaborativa Nextstrain; o los proyectos internacionales Covid Human Genetic Effort (COVIDHGE) y The Covid-19 Host Genetics Initiative, que tratan de identificar variantes genéticas influyentes en el desarrollo de la enfermedad.

La ciencia se ha convertido en la fuente principal de noticias y se encuentra en un momento histórico para recuperar su prestigio y trascendencia social

Desde el CSIC se ha lanzado una apuesta por la colaboración y la trasmisión de conocimiento bajo la plataforma Salud Global, que engloba a más de 150 grupos. Por su parte, la OMS ha encabezado el ensayo clínico Solidaridad, el cual aglutina equipos de setenta países con el fin de lograr un tratamiento. Ana María Henao, responsable de Solidaridad, destacaba en una entrevista que “la colaboración está siendo clave. Se están intercambiando información de los progresos, de los errores y de las estrategias más efectivas”. También el covid-19 ha intensificado la cooperación entre el sector público y el privado, aunque falta saber en qué se traducirá. “Desde la vacuna de la viruela nunca ha habido tanta colaboración”, declaraba Luis Jodar, director del área de vacunas de Pfizer.

Además de Margarita del Val o Ana María Henao, cada vez son más familiares los nombres de científicos como Luis Enjuanes, Salvador Macip, Oriol Mitjà, Antoni Trilla, en detrimento de la popularidad de futbolistas, famosos de realities o instagramers. La ciencia se ha convertido en la fuente principal de noticias y se encuentra en un momento histórico para recuperar su prestigio y trascendencia social.

EL FUTURO PASA POR UNA CIENCIA MEJOR

Además de terapias y vacunas, a corto plazo gran parte de los esfuerzos se destinarán a temas relacionados con el covid-19: estudios genéticos, mejora de equipamientos sanitarios, desarrollo de sistemas de prevención y detección, predicción de propagaciones y consecuencias, inclusión de sistemas tecnológicos…

Sin embargo, los retos que se atisban en el horizonte van más allá. La ciencia no sólo ha de centrarse en problemas puntuales, sino que en su discusión deberá afrontar retos más globales y transversales. Uno de ellos es el equilibrio entre el humano y su entorno natural, dejar de hablar de salud humana para hacerlo de salud planetaria. En este sentido, contener el cambio climático y ofrecer vías para un desarrollo sostenible que encauce el sistema económico se antoja el mayor de los desafíos. Ninguna disciplina quedará al margen, desde las ciencias más básicas hasta las sociales, incluyendo en la ecuación a la digitalización. La concienciación y valoración de una ciencia solidaria y amplia será imprescindible, situando al conocimiento como verdadero motor de cambio.

El lector que haya llegado hasta aquí habrá advertido que este artículo apenas habla de ciencia, centrándose en los humanos que la rigen. Por supuesto, el autor no está exento de los males que aquí señala, pudiendo incurrir en generalidades, vaguedades o contradicciones. Ningún ser humano puede ofrecer toda la perspectiva, pero sí ayudar a construir perspectivas comunes. Sería recomendable ser escéptico con las conclusiones sin un riguroso y cauto debate. Es así como se han levantado las teorías más sólidas.

Se repite el mantra de que la cuarentena es idónea para parar y replantearse todo, empezando por nosotros y siguiendo por nuestro entorno. Quizá sea momento de asumir errores y renfocar carreras, ampliar las miras para reconectarnos con la realidad. Volver a la senda del debate colectivo y la solidaridad, de ser honestos con nuestros esfuerzos y resultados, de pensar en grande en lugar de aislarnos en nuestras burbujas. Sólo así volveremos a orientar la ciencia hacia su fin: comprender el mundo para dar respuestas.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Presentan la primera demanda por mayores muertos en domicilios sin traslado hospitalario durante el covid
Los padres de Francisco murieron sin recibir traslado hospitalario ni asistencia médica a tiempo cuando enfermaron por covid-19 en su domicilio de Madrid, entre mediados de marzo y principios de abril de 2020.
Sanidad
Investigación La exclusión hospitalaria de mayores durante el covid en Madrid precedió a la existencia de protocolos
El primer protocolo de la Consejería de Sanidad sobre derivación a hospitales de pacientes de covid residentes en centros de mayores es del 18 de marzo, pero la disminución de residentes derivados empezó el 7 de marzo, según una investigación.
Justicia
Transparencia Un fallo judicial aporta más intriga a la reelección de Von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea
El TJUE determina que la alta instancia comunitaria no veló por los derechos ciudadanos a la transparencia al ocultar demasiada información sobre los contratos con las farmacéuticas para obtener vacunas contra el covid-19.
#58971
30/4/2020 10:44

Investigación y Educación, por ese orden, debieran ser prioritarias en la asignación de recursos. Son las únicas vías de progreso, en el sentido estricto del concepto. La Educación además podría aportar la consciencia que tanto falta a la Ciencia de que siempre son los que más saben pero no siempre están en lo cierto. Como oportuno ejemplo: la Medicina; la convencional siempre ha sido la más rigurosa pero llevan siglos equivocándose en multitud de lo que para ella eran dogmas, con una suficiencia y altanería insoportables. No solo la Medicina; toda la ciencia adolece de incapacidad para asumir su grado de ignorancia.
Aún así, habría que dar hasta la última gota de nuestros recursos y jugárnosla a que solo la investigación nos hará progresar.

2
0
Brasil
Brasil Bolsonaro es acusado por la policía del intento de asesinato de Lula da Silva para dar un golpe de Estado
El expresidente tenía “pleno conocimiento”, según la policía brasileña, de un plan para asesinar a los elegidos por el pueblo para ser presidente y vicepresidente después de las elecciones de 2022.
Estados Unidos
Hari Kunzru “En EE UU hay dos tipos de nazis: los que llevan botas y los que llevan corbata”
El escritor británico reflexiona sobre la victoria de Donald Trump y cómo los conservadores han movilizado teorías como la psicología evolutiva para renovar sus posiciones y plantear una batalla cultural en foros online o redes sociales.
Cine
Cine Nicolás Pereda, el Hong Sang-soo mexicano que habla de clases y desigualdad con humor (extraño)
El realizador presenta su último largometraje, ‘Lázaro de noche’, una comedia contenidísima sobre los deseos y sobre el trabajo cultural, en el marco de L’Alternativa, Festival Internacional de Cinema Independent de Barcelona.
Opinión
Opinión El TPI finalmente emitió las órdenes de arresto contra Netanyahu y Gallant. La lucha está lejos de terminar
La corte ha emitido órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el ex ministro de Defensa, Yoav Gallant, por crímenes de guerra cometidos en Gaza. Como resultado, ambos no podrán viajar a al menos 124 países.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Los sindicatos denuncian a la Comunidad de Madrid por exponer a sus sanitarios a “gravísimos” riesgos
Solicitan la mayor indemnización económica pedida contra una administración por no contar con un verdadero plan de prevención de riesgos laborales para atención primaria.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
República Dominicana
América Latina República Dominicana en disputa: Trujillo contra Bosch
El trujillismo, pilar del pequeño estado caribeño en su configuración contemporánea, es también fundamental para entender el origen de las políticas intervencionistas estadounidenses en América Latina.
Violencia machista
Convenio de Estambul GREVIO alerta de los sesgos machistas contra las mujeres en los juzgados pese a los intentos de erradicarlos
El Grupo de Expertos en la Lucha contra la Violencia contra la Mujer y la Violencia Doméstica (GREVIO) alerta del “uso persistente” del llamado Síndrome de Alienación Parental y urge a regular la figura del coordinador parental.
Más noticias
Análisis
Análisis Europa no puede blindarse contra Trump
Tras las elecciones estadounidenses los expertos europeos en política exterior están reviviendo las ideas de autonomía estratégica de 2016, sin entender todo lo que ha cambiado en los últimos ocho años.
El Salto Radio
El Salto Radio Desenmascar la violencia
Almudena Carracedo, la directora de “No estás sola. La lucha contra la Manada” nos habla, en su última película, de cómo el “yo sí te creo” consiguió desenmascarar tantas agresiones sexuales hasta entonces silenciadas.
Cádiz
Derecho a la vivienda Así prepara la asamblea de Jerez por la Vivienda su primera gran movilización contra gobiernos y rentistas
Cuatro meses después de haberse constituido, el colectivo convoca una manifestación el sábado 23 de noviembre gracias al trabajo de activistas como Inma, Jaime, Olga o Alberto: “En la última década el alquiler en la ciudad ha subido un 65%”
Medios de comunicación
Financiación a medios ultras María Guardiola justifica financiar medios ultraconservadores condenados alegando “independencia periodística”
La líder de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, ha preguntado a la presidenta de la Junta de Extremadura por su financiación a Ok Diario, Libertad Digital y The Objective, pidiendo que cese de “financiar a pseudomedios de extrema derecha”.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Estados Unidos aprueba la “ley más peligrosa para las libertades” desde la Patriot Act
En Gaza, Cisjordania y Líbano, nuevos ataques israelíes dejan más de un centenar de muertos. En Washington, el Congreso aprueba una ley que permite quitar fondos a ONG, universidades y colectivos sin pruebas ni un proceso transparente.

Recomendadas

València
Exclusiva El Gobierno de València contrata 12,9 millones en obras de la dana a una constructora investigada por pagos al cuñado de Barberá
La Generalitat Valenciana ha hecho el encargo a Ocide, una empresa cuya matriz está siendo investigada en el caso Azud por pagos “de naturaleza ilícita” al abogado José María Corbín a cambio de contratos adjudicados por el Ayuntamiento de València.
Galego
Dereitos lingüísticos Miles de persoas desbordan a praza da Quintana para mudar o rumbo da lingua galega
A Plataforma Queremos Galego, que convocou esta mobilización, sinala unha nova data para outro acto protesta: o vindeiro 23 de febreiro na praza do Obradoiro, en Santiago de Compostela.