Japón convierte el océano en basurero nuclear con el aval de la ONU

El G-7 reunido en Sapporo (Japón) en abril de 2023 acordó apoyar el vertido al Pacífico del agua contaminada acumulada en la planta nuclear de Fukushima.
Tanto el sector pesquero como la sociedad civil japonesa se oponen al vertido de agua radiactiva de Fukushima al océano. Fuente: Beyond Nuclear International
Beyond Nuclear Tanto el sector pesquero como la sociedad civil japonesa se oponen al vertido de agua radiactiva de Fukushima al océano. Fuente: Beyond Nuclear International

Experto en Energías Renovables y Exdirector de IDAE.

N2E
25 sep 2023 02:21

Artículo publicado originalmente en Energias-renovables.com

En enero de 2023 el secretario general de la ONU, António Guterres, exigió responsabilidades a las petroleras por negar el daño que provocan en el planeta a raíz de la ocultación por ExxonMobil de los datos que desde 1977 tenía sobre el cambio climático causado por los combustibles fósiles. Cinco meses después, la ONU presentó una batería de medidas para reducir un 80% la contaminación de 140 millones de toneladas de plástico, un derivado de los combustibles fósiles, en los ecosistemas acuáticos, ríos, mares y océanos. 

El G-7 reunido en Sapporo (Japón) en abril de 2023 se comprometió a eliminar la contaminación de plástico en 2040, pero acordó apoyar el vertido al Pacífico del agua contaminada acumulada en la planta nuclear de Fukushima. El 24 de agosto de 2023, el gobierno de Japón ha iniciado el vertido de 1,34 millones de toneladas de agua radiactiva al océano durante tres décadas con el respaldo del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), dependiente de la ONU, y la oposición de China y la opinión pública nipona por las insuficientes evaluaciones y explicaciones de su gobierno. Eliminar el plástico, pero aumentar la contaminación radiactiva en los océanos merecería una explicación de la ONU por coherencia con el firme discurso de António Guterres en defensa del medio ambiente.

El 24 de agosto de 2023, el gobierno de Japón ha iniciado el vertido de 1,34 millones de toneladas de agua radiactiva al océano durante tres décadas con el respaldo del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), dependiente de la ONU, y la oposición de China y la opinión pública nipona por las insuficientes evaluaciones y explicaciones de su gobierno.
Nada ha cambiado desde el desastre nuclear de Fukushima

El 11 de marzo de 2011, en la planta nuclear de Fukushima Daiichi, como consecuencia de un terremoto y posterior tsunami, se produjo en tres de sus reactores un incidente, con explosiones de hidrógeno e incendios, del mismo nivel de gravedad que el de Chernóbil en 1986. Tanto el gobierno japonés como la empresa propietaria, Tokyo Electric Power (TEPCO), ocultaron información sobre la contaminación radiactiva y fue la Autoridad de Seguridad Nuclear en Francia (ASN) la que alertó al mundo de que las autoridades japonesas estaban dando información falsa sobre la dimensión del accidente.

El informe de la comisión independiente que en 2012 analizó las causas del desastre de Fukushima concluyó que fue provocado por la connivencia del gobierno de Japón, la Autoridad de Regulación Nuclear (NISA) y TEPCO, que con su negligencia y arrogancia “Made in Japan” pusieron los intereses empresariales y políticos por delante de la seguridad de la población y el medio ambiente. En 2015 aún se medía la contaminación radiactiva en las costas de California, confirmando que la central seguía emitiendo contaminación radiactiva. En esa connivencia hubo que incluir a la OIEA, más próxima a los intereses de la industria nuclear que a cumplir su función regulatoria y de control de las centrales nucleares.

Doce años después, la desconfianza en la gestión de la seguridad nuclear de Japón sigue intacta. Van a arrojar agua tratada pero radioactiva al océano durante treinta años con la misma negligencia y arrogancia de 2011, mientras TEPCO y la OIEA repiten el latiguillo de la industria nuclear sobre un “impacto radiológico insignificante en las personas y el medio ambiente”.

El sinsentido de la industria nuclear
Según un sondeo de la agencia Kyodo, al 88% de la población nipona le preocupa el vertido de aguas radioactivas de Fukushima y al 81,9 no le parecen suficientes las explicaciones de su gobierno. La industria nuclear lleva la opacidad en su ADN y, como ExxonMobile, utilizan las medias verdades para ocultar su enorme poder destructivo para las personas y el planeta.

Los protocolos seguidos en Fukushima se parecen tanto a los de Chernóbil que da miedo pensar que la industria nuclear haya madurado tan poco para que sus explicaciones repitan las mismas frases hechas de hace cincuenta años, generando la misma desconfianza por la connivencia entre propietarios de las centrales, reguladores y gobiernos. El riesgo de llenar el planeta de zonas de exclusión radiactiva y cementerios nucleares debería bastar para abandonar la tecnología que mejor representa la falta de solidaridad intergeneracional.

El agua de Fukushima es radiactiva, tratada para que el tritio esté por debajo de los niveles de radiación aprobados internacionalmente. Se verterá tritio durante treinta años y TEPCO dice que el impacto es “insignificante”, aunque ha estimado que solo el 30% del agua almacenada en Fukushima ha sido correctamente tratada. Socializar y globalizar el desastre es la solución más barata y simple para una industria incapaz en más de medio siglo de solucionar su mayor debilidad: la gestión definitiva de los residuos y la seguridad nuclear. Cuando la OCDE ha calificado el vertido como la solución menos mala solo habla para la industria nuclear.

La socialización del riesgo oculta otra debilidad de la energía nuclear como es su inviabilidad económica. A la falta de maduración tecnológica se añade la tendencia de costes crecientes, como demuestra la quiebra de la francesa Areva, su absorción por EDF y la nacionalización de ésta por el gobierno de Francia. O la pesadilla de la central Olkiluoto 3 en Finlandia, que empezó su construcción en 2005 e inició su producción en 2023, cuadruplicando su coste hasta 11.000 millones de euros. La viabilidad de la energía nuclear exige elevadas subvenciones y garantías públicas, largos plazos de construcción y altos precios de la electricidad, es decir, socializar también sus costes.

Aval internacional a una imprudencia
La energía nuclear no resiste la comparación con las renovables en velocidad de maduración, costes, flexibilidad, seguridad, recurso ilimitado, protección del medio ambiente o accesibilidad. Representan dos modelos energéticos distintos, pero el progreso de las renovables ha demostrado su mayor competitividad para liderar la transición energética.

Minusvalorar el riesgo de la contaminación radiactiva es una imprudencia y la ONU debería darle tanta importancia como da a la contaminación del plástico. La OIEA está cometiendo el mismo error de 2011 al situarse al lado de la industria nuclear, como está haciendo en Zaporiyia, la central nuclear ucraniana bombardeada por Rusia. El mismo error han cometido las instituciones europeas al declarar la energía nuclear como renovable por la presión de Francia. La UE y la ONU se alejan del criterio científico al defender la energía nuclear como limpia y segura.

El estudio sobre el cáncer publicado el mes de agosto en la revista British Medical Journal, basado en 310.000 trabajadores de la industria nuclear, concluye que la exposición prolongada a dosis bajas de radiaciones ionizantes está asociada a un mayor riesgo de muerte por cáncer que las dosis altas y puntuales de radiación, por lo que es necesario dar más importancia a la protección radiológica.

De esto deberían hablarnos quienes avalan al gobierno de Japón y no repetir las medias verdades de la industria nuclear en cada accidente. Para eso serían necesarios organismos reguladores independientes de la industria nuclear y de los gobiernos.

Cargando valoraciones...
Comentar
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Cargando relacionadas...

CRTVG - Corporación Radio y Televisión de Galicia
A Xunta do PP remata o seu plan de control sobre a CRTVG tras escoller á súa nova directora en solitario
A xornalista Concepción Pombo substituirá, co único aval do Partido Popular, a Alfonso Sánchez Izquierdo. O Goberno de Alfonso Rueda modificou a lei de medios para que os votos do seu partido fosen suficientes para elixila.
Altri
A Plataforma Ulloa Viva cambia a súa directiva para os vindeiros anos de loita contra Altri
A veciñanza da comarca máis afectada escolleu entre dúas listas logo de non chegar a un consenso. A gañadora tratará de ampliar a súa base de socias e socios por toda Galiza e abrirá máis as portas ás grandes organizacións do país, como a CIG.
El Salto n.79
A celulosa ou a vida: xornalismo situado e loita social para frear un ecocidio
O xoves 17 de xullo esperámosvos no CS 'A Nubeira' de Vigo para presentar o último número da revista El Salto xunto a algunhas das súas principais protagonistas: as que loitan contra o macroproxecto de celulosa liderado por Altri e avalado pola Xunta.
AGANTRO
O desprazamento forzoso en Chiapas: metáfora da vida núa
Conversamos coa investigadora América Navarro sobre o desprazamento forzoso en Chiapas.
Altri
Galiza elixe o rumbo da loita contra Altri nas eleccións á directiva da plataforma Ulloa Viva
A veciñanza da comarca máis afectada presenta dúas listas separadas logo de non chegar a unha proposta de consenso. Por unha banda, concorre unha candidatura continuísta e, pola outra, unha alternativa que se achega máis o nacionalismo institucional.

Últimas

El Salto n.79
Galicia dice 'no' al capitalismo verde y en el último número de la Revista El Salto te lo contamos
Ya está disponible el número 79 de nuestra revista, en el que destacamos la investigación y el rechazo social que encuentra el proyecto de macrocelulosa de la multinacional Altri.
Orgullo
O Orgullo Crítico enche de diversidade e de humanismo Galiza: “Transfeministas con Palestina”
Crónica visual de como unha enorme multitude encheu de diversidade o centro da cidade de Vigo.
O Teleclube
'O Teleclube' alucina no deserto con Óliver Laxe e 'Sirat'
Laxe leva o seu cuarto premio de Cannes, esta vez en competitición, polo seu novo filme que explosiona na gran pantalla.
A Catapulta
O tempo, o espazo e a poesía de Estíbaliz Espinosa
A poeta visita A Catapulta para conversar sobre o seu traballo e a súa traxectoria literaria
O Teleclube
'O Teleclube' pecha a temporada cos supervivintes de '28 anos despois'
Danny Boyle e Alex Garland volven ao mundo dos infectados que inspirou o renacemento dos 'zombis'.

Recomendadas

Medio rural
A esperanza da xestión colectiva fronte ao espolio: os comuneiros de Tameiga contra o Celta
Mentres varios proxectos industriais tentan privatizar e destruír os ecosistemas galegos, algúns grupos de veciños e veciñas organizadas fan oposición social construíndo alternativas comunitarias. Ás veces, tamén gañan ao xigante.
Feminismos
Dous anos sen reparación tras sufrir lesbofobia nun Rexistro Civil de Pontevedra cando ían inscribir a seu fillo
Un funcionario negouse a inscribir ao fillo de Antía e a súa parella. Un erro de redacción na lei trans está detrás dos argumentos que o funcionario esgrime para defender a súa actuación.
Migración
A veciñanza mobilízase para acoller migrantes tras o peche de centros de Rescate Internacional en Galiza
Tras o progresivo desmantelamento de varios dispositivos de acollida, moitos refuxiados foron trasladados a outros puntos do Estado sen aviso previo. Outros son simplemente desaloxados trala denegación da súa solicitude de asilo.
Ourense
Ourense organízase para loitar contra patrullas de extrema dereita nos barrios máis empobrecidos da cidade
A veciñanza e os movementos sociais responden ao discurso do medo promovido por Frente Obrero e sinalan a súa estratexia de criminalizar a pobreza e sementar odio en contextos de exclusión e abandono institucional.
Comentarios

Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.

Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!

Cargando comentarios...