Coronavirus
Confinamiento: La nostalgia por lo que nunca tuvimos

El aislamiento, la soledad del confinamiento nos lo confirma: No estamos más solos hoy encerrados que ayer en libertad

Vida Cotidiana Coronavirus Centro Madrid - 1
Un balcón soleado en el centro de Madrid. David F. Sabadell
16 abr 2020 10:34

Hoy todos hablamos de la soledad de los hogares. Es triste vivir preso y es normal echar de menos, aunque hay algo curioso en la añoranza de estas últimas semanas y es que echamos en falta aquello que nunca tuvimos, aquello que no hicimos o que desperdiciamos. No éramos felices, pero creíamos serlo. El aislamiento, la soledad del confinamiento nos lo confirma: No estamos más solos hoy encerrados que ayer en libertad.

Hemos vivido asumiendo la lógica de mercado como parte de nuestra vida privada. En una sociedad en la cual el sujeto ha pasado de definirse por su pertenencia a un grupo, es decir desde lo colectivo, a definirse desde lo individual, lo único e irrepetible y por tanto en continua competición con el resto. Y es que estábamos muy ocupados en vivir de puertas para adentro, encerrados en nuestros propios egos. Atrapados por las dinámicas de un ritmo rápido e incierto, el propio de un sistema que ha puesto a la economía por encima de la vida, hemos consumido hasta ser consumidos. Se trata de la otra cara del reemplazo del sujeto ciudadano por el sujeto consumidor, que también es producto.

Esta transformación del “yo” responde a la performatividad del libre mercado, no podemos interpretar un papel indefinidamente sin terminar asumiéndolo como propio. Si nuestra vida carece de la estabilidad suficiente para mantener una relación o tener hijos, nos entregaremos en cuerpo y alma a Tinder. Autodefinidos como seres independientes hemos cuestionado el papel de la familia tradicional sin proponer otra estructura de soporte colectivo, empoderados en la soledad y ausencia de cariño.

Esta situación se puede ver reflejada, incluso, en nuestros animales de compañía. Hoy el gato se encuentra en plena disputa por la hegemonía con el perro como compañero de piso ideal –por lo deleznable del asunto, no hablaré de los animales no domésticos/exóticos usados como complemento diferenciador del individuo─, ya que nos define y nos entendemos con él en perfecta sintonía como ese ser ermitaño que conecta con la sociedad de forma utilitarista, unas cosquillas, un ronroneo y vuelta a la privacidad, el arte de intimar como una necesidad solventable mediante el consumo. Pareciera que hubiéramos encontrado en el gato la materialización del famoso “miedo al compromiso” de los millennials.

Si el mercado laboral nos exige un currículum actualizado asumiremos la formación académica como un nuevo hobby, entregando nuestro derecho a no hacer nada e incorporando la dinámica de la productividad como algo propio. De este modo, nos encontramos a nosotros mismos devorando la última serie de moda para mantener nuestro valor social, impedir la devaluación de nuestro yo-producto como un capital social relevante para el resto puede convertirse en nuestra principal ocupación.

Así, podemos observar como la cuarentena se ha convertido en la oportunidad de oro para especular con nuestro valor de tasación: lee, aprende idiomas, haz deporte, pero no seas improductivo. Por desgracia, no solo se trata de una cuestión de productividad o revalorización del sujeto, también de mercantilización. El producto debe salir a subasta. De este modo, invertimos horas en lograr el ángulo perfecto para lucir guapos en nuestra foto de perfil o añadimos filtros a nuestras ya de por sí opulentas comidas. Incluso nuestras emociones responden a la inercia de la mercantilización, ¿tienen los sentimientos expresados en una red social un valor independiente al número de “likes”? Resulta curioso, competimos por diferenciarnos de los demás mientras somos adictos a su aprobación. La infiltración del mercado en el ocio es tal que en nuestras RRSS interactuamos con nuestras marcas comerciales preferidas, la publicidad convertida en actividad lúdica.

Muestra sintomática de la soledad como consecuencia de dichas dinámicas podrían ser los programas de humor modernos (La Vida Moderna, Buenismo Bien…), aquellos que han roto el encorsetamiento de los protocolos y los tiempos para dar un énfasis especial a la improvisación y la naturalidad, programas en los que prácticamente el espectador puede sentir la amistad de los humoristas que ríen cerveza en mano como propia, como si estuviera sentado con ellos. Fenómeno también observable en el mundo de los youtubers, donde hay hasta canales destinados a simular que comemos juntos. Hablamos de formatos en los que se interactúa en tiempo real con las peticiones de los seguidores o en los que la intimidad y sentimientos del protagonista son expuestos a menudo como si de una confesión entre amigos se tratara. Así nuestro youtuber de referencia nos enseñará su casa, presentará a sus amigos o contará anécdotas provocando una curiosa, y en parte falsa pero relajante, sensación de cercanía y familiaridad. Por otra parte, el hecho de que estos espacios cubran una necesidad social consecuencia de nuestra adaptación al libre mercado no significa que estos sean capaces de evitar reproducir sus dinámicas. Sirvan de ejemplo las preguntas estrella del programa “La resistencia” de David Broncano: ¿Cuánto dinero tienes y cuánto follas? Dinero y sexo nos colocan en un ranking, nuestro estatus social ya no depende de quiénes somos sino de cuanto capital económico y humano acumulamos.

Pero, ¿teníamos opciones? Cuando lo primero que leemos cada mañana es el coaching barato que nos impone nuestra taza de mr.Wonderful durante el desayuno. Cuando la precariedad laboral nos empuja a olvidarnos del tiempo libre, de la posibilidad de socializar, de vivir despacio. Cuando conocemos a una persona realmente especial y sabemos que nuestras apretadas agendas ─sin ser precisamente los directivos de una multinacional sino todo lo contrario─ no nos permitirán volver a verla. Cuando no podemos permitirnos más alojamiento que una pequeña habitación sin ventanas y una dieta a base de grasas saturadas vía franquicia low cost. En definitiva, cuando nuestras vidas son material y emocionalmente una mierda, una frustración continua, no quedan muchas opciones que permitan mantener la cordura.

Tal vez, las contradicciones de la economía de libre mercado frente a la vida solo sean asumibles bajo el autoengaño: elegimos creernos independientes porque no podemos asumir la realidad de nuestra soledad. No podemos permitirnos amar a otros cuando nuestro día a día es una loca prueba de supervivencia en una jungla de asfalto, hormigón y antenas, leds y estéreos, luz y sonido, publicidad, hiperestimulación y vacío.

El confinamiento acabará y será el momento de decidir como colectivo qué sociedad queremos, volver a la “normalidad” y echar de menos lo que nunca hicimos cuando nos encontremos encerrados durante la próxima pandemia o reorganizarnos para acabar con la soledad. Es posible que las próximas navidades disfrutemos cada minuto con nuestras familias, con nuestros abuelos, en lugar de quejarnos de la manía de nuestra tía Pepa o de las gañanadas de nuestro cuñao Jaime.

Tal vez, la próxima vez que nos veamos ante un jefe explotador decidamos llamar al sindicato en lugar de pagar por un título que nos permita cambiar de trabajo, competir y dejar un puesto libre en ese infierno laboral para que se lo coma otro más pobre que nosotros, otro que aún no se ha podido permitir pagar por dicho título. Quizás mañana salgamos a la calle con un perro y una persona especial, no para intercambiar nuestros cuerpos en un consumo puntual sino para conocernos y caminar juntos, hablar de abandonar la ciudad, volver al pueblo y formar una familia. Para abrazarnos y cantar juntos en una verbena.

Arquivado en: Coronavirus
Sobre o blog
El espacio para la libre expresión de los socios y las socias de El Salto. Si quieres participar sigue los pasos que encontrarás en Cómo publicar en el Blog de las Socias. El Salto no se responsabiliza de las opiniones que sus socios/as expongan en este blog.
Ver todas as entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Galicia
Redes clientelares La empresa del cuñado de Feijóo obtuvo 200.000 euros en contratos a dedo de la Xunta mientras era presidente
La sociedad de telemarketing, Universal Support, se ha adjudicado 19,2 millones de euros más en licitaciones con la Consellería de Sanidade dedicadas al rastreo de casos de coronavirus durante la pandemia. Algunos de ellos, siendo la oferta más cara.
Opinión
Residencias No tenían por qué morir igual
El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso permitió a las personas residentes con seguro privado asistir al hospital y negó la asistencia a las personas que carecían del mismo. Ayuso es el ejemplo de la iniquidad, del desprecio absoluto a los derechos humanos.
Sobre o blog
El espacio para la libre expresión de los socios y las socias de El Salto. Si quieres participar sigue los pasos que encontrarás en Cómo publicar en el Blog de las Socias. El Salto no se responsabiliza de las opiniones que sus socios/as expongan en este blog.
Ver todas as entradas
Genocidio
Genocidio La ONU advierte de que un ataque sobre Rafah colapsaría la distribución de ayuda en Gaza
Turquía suspende todo el comercio con Israel. El fiscal del Tribunal Penal Internacional advierte de que no admitirá “amenazas” después de que trascendiera que imputará a Netanyahu y los suyos.
Memoria histórica
Memoria histórica Relatores de la ONU piden a España que actúe contra las leyes antimemoria de tres autonomías
Los relatores internacionales denuncian las posibles vulneraciones de derechos de dos normas en proceso y una aprobada por los Gobiernos de coalición de Partido Popular y Vox en tres comunidades autónomas.
Periodismo
Periodismo Desinforma, que algo queda
En la fecha que se conmemora el Día de la Libertad de Prensa, hay que analizar sus dimensiones, la opacidad en el reparto de la publicidad institucional, la necesidad de la alfabetización mediática y qué medidas concretas pueden llevarse a cabo.
Rap
Rap Viaje a los orígenes del hip hop en España: “Nadie esperaba ganar dinero con el rap”
El historiador Nicolás Buckley y el periodista Jaime Valero, exredactor jefe de HipHop Life, publican Maestro de ceremonias, un libro sobre la historia de la cultura hip hop en España.
Derecho a la vivienda
Elecciones catalanas El futuro de la regulación de los alquileres en Catalunya se juega el 12M
El decreto que regula los alquileres de temporada que lanzó el Govern era la pieza que faltaba para que funcionen los topes de los precios. Pero la norma debe ser revalidada con los votos socialistas y convergentes, que se han opuesto a la medida
Análisis
Análisis No dejemos de hablar de Siria
La situación humanitaria en Siria se endurece en un contexto de inestabilidad regional, mientras que la ayuda internacional que el país recibe es muy inferior a la necesaria.
Francia
1 de mayo La policía carga violentamente contra la manifestación de CGT en París y detiene a 45 personas
Las cargas policiales extremadamente violentas, de la unidad BRV-M, dejaron decenas de heridos. Según CGT en la manifestación participaron más de 50.000 personas.

Últimas

Poesía
Galiza Morre aos 92 anos a poeta, activista e revolucionaria Luz Fandiño
O falecemento foi anunciado publicamente pola súa amiga e alcaldesa de Santiago de Compostela, Goretti Sanmartín.
Obituario
Obituario | Luz Fandiño Ata sempre, comandanta!
Luz Fandiño era unha punky, inamovible nos seus ideais e no seu discurso. Unha muller que, a pesar de ter vivido as peores miserias, chegou ao final da súa vida coa súa enerxía adolescente e co seu espírito de loita intacto.
1 de mayo
1 de mayo La transición ecosocial y frenar el genocidio de Palestina, ejes de la clase trabajadora de Bilbao
En una ciudad acostumbrada a buscar consensos y apartar las siglas abrazando un eslogan común y caminar detrás de una sola pancarta, hoy es el día de sacar pulso, ondear bandera propia y tomar la Gran Vía, el Arenal y la plaza Santiago.
Reducción de jornada
Laboral Los convenios colectivos del País Vasco tienen la jornada anual más baja y los de Canarias, la más alta
La jornada anual varía muy lentamente desde que el Ministerio de Trabajo tiene una serie histórica, apenas 22 horas desde 2001. El País Vasco aventaja en 49 horas a esa media estatal en los convenios colectivos firmados.
Más noticias
Opinión
Opinión El debate europeo… contaminado
Hoy más que nunca necesitamos abrir un debate europeo que supere los lugares comunes y el regate corto porque es mucho lo que nos jugamos.
Educación pública
Educación a la madrileña Huelga de profesorado en Madrid o cómo organizar la protesta desde abajo
El profesorado madrileño convoca los próximos 8 y 21 de mayo dos jornadas de huelga para que se reviertan los recortes de la época Aguirre en una protesta que tuvo su génesis al margen de la mesa sectorial.
Genocidio
Genocidio Las acampadas por Gaza se expanden mientras Netanyahu espera noticias de La Haya
Desde que estudiantes de la Universidad de Columbia levantaran la primera acampada, iniciativas similares se están repitiendo llamando al fin del genocidio. En Gaza, Israel castiga a la población superviviente a una muerte silenciosa, denuncia MSF.
Tribuna
Tribuna Se trata de recuperar nuestra vida
Pese haberse demostrado que la productividad aumenta con la disminución de la jornada, seguimos teniendo la misma jornada laboral.
Represión
Represión La Policía detiene por segunda vez en 2024 al portavoz del SAT, Óscar Reina
La Policía Nacional ha detenido al Portavoz del Sindicato Andaluz de Trabajadores, Óscar Reina, durante la mañana del jueves en Navarra. El líder del SAT es uno de los sindicalistas que más detenciones acumula dentro del Estado español.

Recomendadas

Política
Política Redes clientelares, falta de autogoberno e consensos neoliberais: as claves do novo Goberno galego sen Feijóo
Políticas e analistas debullan a folla de ruta da primeira lexislatura galega da era post-Feijóo: reforzamento dos fíos de poder locais, falta de vocación autonómica, complexo de inferioridade e a axenda marcada polos grandes consensos neoliberais.
En el margen
Francisco Godoy Vega “El ojo del blanco es como el ojo de Dios: es abstracto, es superior y puede verlo todo”
Doctor en Historia del Arte, Francisco Godoy Vega forma parte del colectivo de arte colaborativo Ayllu. Este activista antirracista aborda las consecuencias del supremacismo blanco. En 2023 publicó el libro ‘Usos y costumbres de los blancos’.
Laboral
Laboral Xavier Minguez: “Ni la rabia contra la empresa ni el orgullo de éxito de una huelga son solo tuyos”
Xavier Minguez es profesor de psicología social y análisis de resolución de conflictos en la UPV/EHU y ha realizado para el sindicato ELA la investigación ‘Un acercamiento psicosocial a la huelga’.
Genocidio
Fairouz Qasrawi “En Alemania, si eres pro-palestino, harán todo lo posible por intimidarte”
Aliada incondicional de Israel, Alemania es uno de los países donde más se están persiguiendo las protestas contra el genocidio en Gaza. La palestina Fairouz Qasrawi, aporta una panorámica de cómo se vive la represión y la censura en el país.