Opinión
La farsa de la caridad

Estos niños han nacido en un lugar del que no lograrán salir si no se pone en marcha con premura una verdadera equidad, a la que a menudo ponen palos en las ruedas los mismos que se visten de reyes magos llevando regalos a hospitales.
Luces de Navidad en Madrid calle Alcala
Luces de Navidad en la Gran Vía madrileña. Álvaro Minguito

He escuchado en la radio esta mañana una campaña que llaman de solidaridad, como muchas otras en estas fechas: consiste en donar juguetes para que ninguna niña o ningún niño se quede sin jugar en estas navidades. Han explicado que bastante gente lleva puzzles a los que les falta alguna pieza, y otros juguetes que tienen roto el mecanismo, o muñecas sin un ojo…Aunque la mayoría usan esta excusa para desocupar los armarios y rellenarlos de nuevo con los objetos que les llegarán por estas fechas. 

Me he quedado pensando, dubitativo, dolorido por esta solidaridad víctima intrínseca del consumismo, que quizá individualmente reconforte al que la realiza, y tal vez alegre a un niño o a una niña momentáneamente cuando le entreguen los regalos, pero que socialmente es terrorífica. La caridad debería reemplazarse por la justicia. La navidad se llena por doquier de estos lavados de imagen en los que se intenta que nadie, ni los más desfavorecidos, se quede al margen de la rueda del mercado, olvidando que estos niños han nacido en un lugar del que no lograrán salir si no se pone en marcha con premura  una verdadera equidad, a la que a menudo ponen palos en las ruedas los mismos que se visten de reyes magos llevando regalos a hospitales. La única solidaridad que se contempla es la del objeto, porque el objeto o cosa es el tótem que mueve el mundo económico en estos momentos. No solemos pedir ni desear la solidaridad completamente entendida como justa. Los encargados de repartir los regalos no traerán en sus zurrones la educación universal, de calidad y gratuita, o el derecho al juego mermado por problemas en el entorno, los niños y las niñas no necesitan nada más que su imaginación, ningún juguete suple la libertad de un niño o una niña para crear sus mundos, los objetos a menudo los llevan hacia los modelos establecidos socialmente, por tanto estabulan sus conductas. Tampoco transportan desde oriente el derecho a no vivir en un estado de violencia, o la  educación para la salud y la asistencia sanitaria, o la apuesta de las sociedades y los gobiernos a cuerpo y alma para acabar con las malditas y machirulas guerras. 

El mercado se abre paso como una apisonadora apelando a sentimientos arraigados. Nos sentirnos mal si no podemos comprar y luego por haber comprado demasiado e innecesariamente. La rueda de toneladas de peso se construyó para que todo se compre y podamos comprarlo o debamos comprarlo, para sumar objetos aunque sean regalos, y que el regalo se articule como trueque emocional vacío. La emoción es como el papel que envuelve un presente, en realidad es lo que nos produce mayor alteración, y esa mezcla entre querer abrirlo o no, sabemos que nos desilusionaremos en ambos casos, comenzando el descorazonador duelo por el deseo saciado.

Nuestra mayor expectativa vital debe consistir en acumular el mayor numero de cosas, en esas estamos

Tras las fechas álgidas del consumismo, enmascaradas en reuniones obligatorias y otras no tanto, las hay incluso placenteras, el caldo de cultivo, las esporas de la levadura del coleccionismo de objetos, del coleccionismo de experiencias, de viajes, del coleccionismo de deseos, se ha sembrado entre los retoños más pequeños y se ha inoculado una dosis de recuerdo entre los demás integrantes de la sociedad. No importa el nivel adquisitivo, el nivel educativo, el nivel de satisfacción con la vida que nos toca vivir, nuestra mayor expectativa vital debe consistir en acumular el mayor numero de cosas, en esas estamos.

Por lo tanto la solidaridad debe cumplir su propósito en esta época del año. No es baladí, ni inocente, que se promuevan este tipo de iniciativas, regalar juguetes a niños o niñas cuyos padres y madres tienen menos poder adquisitivo. La rueda del deseo debe engrasarse, toda persona tiene el derecho, pero más el deber de participar en ella, deben sentir que algún día podrán consumir más cosas o más experiencias, o más viajes. Todo lo adquirible se convierte en un bien de consumo, hasta los sentimientos.

Intentaremos con inconsciencia seguir luchando por lo que creemos, ser felices en la medida de lo posible, aunque nada de lo humano nos sea ajeno

La navidad, con su sumisión a la guerra de luces en la que participan ya la ciudadanías desde sus balcones, costumbre adquirida con toda la demás parafernalia publicitada desde el gran imperio del consumo americano, se pone en marcha tres meses al año, tod@s entramos en ella a saco, un@s menos, otr@s más, la tierra es depredada con mayor velocidad,  los derechos de l@s trabajador@es son más pisoteados. Y la gente, no se convierte por ello en más feliz. Funciona exactamente igual que cualquier drogadicción, no te sientes bien cuando una droga recorre tus arterias, te sientes mal cuando falta en ellas. La solución es muy difícil, primero deberíamos aceptar que tenemos un problema, segundo y muy importante el apoyo de el entorno, y entre los requisitos  más concretos estaría cambiar de hábitos. 

En fin, aquí seguiremos sintiéndonos apisonados por la rueda de las costumbres, muchas son buenas, o al menos las intenciones lo son. Cuando tengamos suerte nos juntaremos con familia a la que queramos y nos haga feliz, no nos regalarán cosas que tarde o temprano formarán parte de la basura, intentaremos con inconsciencia seguir luchando por lo que creemos, ser felices en la medida de lo posible, aunque nada de lo humano nos sea ajeno. Después de todo, cuando el mundo se hunda el individuo tiene la obligación de ahogarse con él.

Arquivado en: Opinión
Sobre o blog
El espacio para la libre expresión de los socios y las socias de El Salto. Si quieres participar sigue los pasos que encontrarás en Cómo publicar en el Blog de las Socias. El Salto no se responsabiliza de las opiniones que sus socios/as expongan en este blog.
Ver todas as entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Opinión
Colonialismo La tragedia del Pueblo Saharaui
Sahara: desazón de todo un pueblo al que se le ha ninguneado la capacidad de decidir su futuro, pasando de una potencia colonial a otra…
La vida y ya
La vida y ya La risa
Una vez me dijo que para ella la risa era una forma de imaginarse de otra manera, que siempre conseguía imaginar una vida mejor en los momentos en los que se reía.
Opinión
Opinión La tragedia de lo privado o el día que se contradijo a Lavoisier
La parábola inglesa de la tragedia de lo común sugiere que cuando un recurso es “de todos” acaba siendo esquilmado, pero el día del apagón se pudo ver que fueron los intereses privados cortoplacistas los que nos llevaron al colapso eléctrico.
gabrielfdpb
17/1/2024 10:50

Lo compro. Es broma, me ha encantado el artículo, gracias.

1
0
Arabí
Arabí
18/1/2024 7:58

Gracias, un saludo

0
0
Sobre o blog
El espacio para la libre expresión de los socios y las socias de El Salto. Si quieres participar sigue los pasos que encontrarás en Cómo publicar en el Blog de las Socias. El Salto no se responsabiliza de las opiniones que sus socios/as expongan en este blog.
Ver todas as entradas
Xunta de Galicia
Política A Xunta recibe ao embaixador de Israel en funcións mentres Gaza agoniza ao bordo da fame
O Goberno de Alfonso Rueda escenifica a súa boa sintonía coa Administración de Benjamín Netanyahu apenas unhas horas despois de que Israel bombardease unha escola que servía de refuxio e ordenase unha evacuación masiva en Gaza.
Palestina
Genocidio La ONG anti-UNRWA lanzada por exespías y marines de EEUU siembra el caos en el reparto de alimentos en Gaza
La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) creada a comienzos de este año y vinculada a agentes del ejército y la inteligencia estadounidense ha sido acusada de desaparecer a una persona y disparar a quienes estaban esperando ayuda.
Alemania
Litigio climático Un tribunal alemán abre la puerta a que grandes emisores puedan ser responsabilizados de daños climáticos
El jurado descarta la demanda del agricultor peruano Saúl Luciano Lliuya por entender que el riesgo a su propiedad es demasiado bajo, pero esta misma argumentación podría llevar a condenas en otros casos.

Últimas

Madrid
Derecho a la vivienda Victoria contra la Sareb: 16 familias consiguen firmar contratos después de años de lucha
Un bloque en lucha de Casarrubuelos (Comunidad de Madrid) consigue formalizar contratos con el banco malo, al que acusan de actuar “como un fondo buitre”. En Catalunya, diez ayuntamientos apoyan los reclamos de 62 hogares en huelga contra La Caixa.
Universidad
Genocidio Las universidades españolas han firmado 44 proyectos con Israel desde septiembre de 2024
Los acuerdos dentro del programa Horizon Europe se han sucedido a pesar de las declaraciones de decenas de universidades de suspensión de relaciones con Israel.

Recomendadas

Culturas
Erika Lust y Sara Torres “El deseo tiene una potencia inagotable para transformar la realidad si lo liberamos de las normas”
Sexo, deseo o ética del placer son algunos de los temas que hilan la escritora Sara Torres y la productora de cine porno Erika Lust en ‘La abundancia del deseo’.