Opinión
Nos hacemos

Quienes están en contra del aborto, la eutanasia o la recientemente aprobada ley trans encajan, consciente o inconscientemente, en las teorías que defienden la primacía de la esencia sobre la existencia.
Exprofesor de filosofía
29 may 2023 06:00

Acerca de la persona se han dado varias visiones a lo largo de la historia del pensamiento, de las que las más importantes son: la esencialista y la existencialista. La primera, la esencialista, defiende que la persona tiene una naturaleza, un modo de ser común, independiente de las circunstancias en las que vive y de sus decisiones. Esta visión es la de prácticamente toda la filosofía (Platón, Aristóteles, Tomás de Aquino, Descartes, Kant…), pero, sobre todo, es la del creacionismo, es decir, la de quienes defienden la existencia de un ser superior (dios, en la mayoría de los casos) que creó el mundo de acuerdo a las ideas que posee. Cada persona concreta, según estas teorías, solo sería la expresión individual de la idea divina de persona. Con la llegada del ateísmo moderno, sin embargo, y como nos recuerda Sartre en su libro El existencialismo es un humanismo, esta idea de la persona como poseedora de una naturaleza común siguió perviviendo en pensadores como Diderot o Voltaire, aunque no así en Hume.

El existencialismo, por el contrario, niega que exista tal naturaleza común a todas las personas, porque no son expresión de ninguna idea previa, como ocurre con los productos que fabricamos, ni, por tanto, resultado de ningún ser inexistente. Las personas no tenemos una naturaleza definida de antemano, sino que la construimos después de llegar a la existencia. Algo similar dice Marx, cuando niega la esencia humana y afirma que la persona está definida por el modo de producción en el que vive, que es histórico, y por su lugar en el proceso productivo. 

Bien, eso que parece una cuestión sin demasiada importancia y que debería restringirse al ámbito filosófico, es la base en la que se sustentan las distintas actitudes hacia el aborto, la eutanasia o la transexualidad, entre otras.

En efecto, quienes están en contra del aborto, la eutanasia o la recientemente aprobada ley trans encajan, consciente o inconscientemente, en las teorías que defienden la primacía de la esencia sobre la existencia o, mejor aún, la realidad de una esencia, de un modo de ser común y natural previo al hecho de existir. Aceptar esto supone negar que seamos dueñas de nuestra existencia y de nuestro cuerpo; es negar, igualmente, la libertad para elegir qué deseamos ser y hacer con nuestra vida. Porque si elegimos algo que contradice aquello que algunas personas consideran “esencial”, es decir, ajeno a nuestra voluntad, y que nos constituye, actuaríamos en contra de dios, según unas, o en contra de la naturaleza, según otras. En cualquier caso, nuestra conducta sería reprochable moralmente, porque, además, si hay una realidad natural, habrá también una moral natural. Tal es el pensamiento de quienes no solo reivindican el respeto a su moral supuestamente natural, sino que, además, se empeñan en imponerla a las demás convirtiendo sus creencias infundadas en leyes de obligado cumplimiento.

La verdad, sin embargo, es muy otra: no existe ninguna esencia común que iguale a nuestras ancestras homínidas con una persona del paleolítico o con otra de la actualidad

La verdad, sin embargo, es muy otra: no existe ninguna esencia común que iguale a nuestras ancestras homínidas con una persona del paleolítico o con otra de la actualidad. Somos cada una de nosotras las que, en función de las circunstancias históricas e individuales, elegimos lo que somos, nunca de un modo definitivo, porque somos también históricas, biografía que se va construyendo con la experiencia de vivir, o sea, con nuestras decisiones y nuestras acciones, que solo terminan al morir.

Nadie que no sea creyente puede, hoy en día, defender que tenemos una naturaleza que no depende de nosotras. Y esto es algo que deberían entender, no solo los machistas ultramontanos, sino muchas feministas que, incluso autodefiniéndose como existencialistas, al estilo de Simone de Beauvoir, niegan que alguien pueda elegir ser mujer u hombre independientemente o no de cuáles sean sus características corporales.

Sobre o blog
El espacio para la libre expresión de los socios y las socias de El Salto. Si quieres participar sigue los pasos que encontrarás en Cómo publicar en el Blog de las Socias. El Salto no se responsabiliza de las opiniones que sus socios/as expongan en este blog.
Ver todas as entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Campo de cuidados
Campo de cuidados Lágrimas de luz
Observaciones tras un concierto apretado acerca de jotas, quereres, adolescencias y diversidades de las que caben en todos los marcos, en todas las plazas y todos los pueblos.
LGTBIAQ+
Juicio el 9 de mayo Lidia Falcón pide cinco años de cárcel a una mujer trans por un tuit de 2021 que no la menciona
La activista antiderechos Lidia Falcón denunció a Diana Juan Cano en 2021 por un tuit que apenas tuvo repercusión. La acusación pide una pena de cinco años de prisión y 50.000 euros de indemnización.
Sobre o blog
El espacio para la libre expresión de los socios y las socias de El Salto. Si quieres participar sigue los pasos que encontrarás en Cómo publicar en el Blog de las Socias. El Salto no se responsabiliza de las opiniones que sus socios/as expongan en este blog.
Ver todas as entradas
Palestina
Genocidio La ONG anti-UNRWA lanzada por exespías y marines de EEUU siembra el caos en el reparto de alimentos en Gaza
La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) creada a comienzos de este año y vinculada a agentes del ejército y la inteligencia estadounidense ha sido acusada de desaparecer a una persona y disparar a quienes estaban esperando ayuda.
Alemania
Litigio climático Un tribunal alemán abre la puerta a que grandes emisores puedan ser responsabilizados de daños climáticos
El jurado descarta la demanda del agricultor peruano Saúl Luciano Lliuya por entender que el riesgo a su propiedad es demasiado bajo, pero esta misma argumentación podría llevar a condenas en otros casos.
Madrid
Derecho a la vivienda Victoria contra la Sareb: 16 familias consiguen firmar contratos después de años de lucha
Un bloque en lucha de Casarrubuelos (Comunidad de Madrid) consigue formalizar contratos con el banco malo, al que acusan de actuar “como un fondo buitre”. En Catalunya, diez ayuntamientos apoyan los reclamos de 62 hogares en huelga contra La Caixa.
Xunta de Galicia
Política A Xunta recibe ao embaixador de Israel en funcións mentres Gaza agoniza ao bordo da fame
O Goberno de Alfonso Rueda escenifica a súa boa sintonía coa Administración de Benjamín Netanyahu apenas unhas horas despois de que Israel bombardease unha escola que servía de refuxio e ordenase unha evacuación masiva en Gaza.

Últimas

Universidad
Genocidio Las universidades españolas han firmado 44 proyectos con Israel desde septiembre de 2024
Los acuerdos dentro del programa Horizon Europe se han sucedido a pesar de las declaraciones de decenas de universidades de suspensión de relaciones con Israel.

Recomendadas

Culturas
Erika Lust y Sara Torres “El deseo tiene una potencia inagotable para transformar la realidad si lo liberamos de las normas”
Sexo, deseo o ética del placer son algunos de los temas que hilan la escritora Sara Torres y la productora de cine porno Erika Lust en ‘La abundancia del deseo’.