Feminismos
8 de marzo: la potencia de lo colectivo

Las mujeres que colaboramos en El Rumor de las Multitudes firmamos hoy, 8 de marzo de 2018, este editorial. El movimiento feminista plural, diverso, popular y organizado nos convoca a la huelga general y de cuidados. Hoy paramos. Nosotras también.

Violencia machista 1
Concentración contra la violencia machista. David F. Sabadell

Son esas asambleas y colectivos feministas desde los barrios, los pueblos, los lugares de trabajo, las escuelas, las universidades o los servicios públicos, las que han urdido el rumor, las que han desvelado esa indisociable y fructuosa cooperación entre capitalismo y cisheteropatriarcado, las que han sido capaces de agitar el debate público.

La huelga del 8 de marzo tiene una potencia singular. Por los diferentes lugares que ocupan la mujeres en el entramado social tiene la capacidad de visibilizar y atravesar multitud de luchas diferentes: de clase, de raza, de nacionalidad... Tiene la capacidad de entretejer movimientos de resistencia que no pueden funcionar si no se piensan en colectivo.

La lucha feminista nos enseña que podemos y debemos cuestionar la normalidad aceptada cuando esta sirve para doblegar nuestros cuerpos y nuestras vidas
La igualdad de género no forma parte de nuestra realidad. La desinformación y la precariedad hacen posible que los abusos sean normalizados. De esta situación de desigualdad que se prolonga en nuestro presente nace la obligación de irrumpir bruscamente para acelerar un cambio que está siendo lento y doloroso (pregunten a las víctimas de cualquier tipo de violencia machista).

Se convoca la huelga dentro de los cuatro ámbitos que rigen la vida en nuestras sociedades neoliberales, ámbitos en los que la igualdad de género está completamente ausente: laboral, educativo, de cuidados y de consumo. El objetivo es dejar vacíos los espacios para visibilizar los huecos, las faltas, las necesidades, la ausencia.

La lucha feminista abre la posibilidad de cuestionar y subvertir las verdades que se presentaban como intocables. Nos enseña que podemos y debemos cuestionar la normalidad aceptada cuando esta sirve para doblegar nuestros cuerpos y nuestras vidas.

El movimiento por el cual una multitud decide ”no obedecer más”, no seguir respetando las normas impuestas que, implícita o explícitamente, constriñen sus vidas y sus cuerpos, es un momento de enfrentamiento con el poder establecido que nos parece irreductible.

Los derechos que hacemos valer ante cualquier situación de opresión tienen su punto de anclaje en una experiencia de subversión, más que en cualquier otro lugar
Alguien que se levanta contra una situación intolerable no necesita ningún tipo de justificación. Se trata de un desgarro que interrumpe el transcurrir tranquilo de la historia, un parón que cuestiona las largas cadenas de razones que nos da el establishment.

Precisamente, de un momento así, en el que preferimos el riesgo (de pronunciar las palabras que nos pondrán en peligro, de dejar vacíos nuestros puestos de trabajo, de denunciar públicamente los abusos que no toleramos más) a la certeza de tener que seguir en silencio, nacen todas las formas de libertad. Los derechos que hacemos valer ante cualquier situación de opresión tienen su punto de anclaje en una experiencia de subversión, más que en cualquier otro lugar.

Si los poderes no son absolutamente irreversibles es porque más allá de las aceptaciones y de los chantajes, más allá de las violencias y de las incitaciones, existe la posibilidad de llevar a cabo experiencias tales, en las que la vida no se pospone más. Cuando la multitud se subleva, los poderes no pueden ya nada.

De ahí la necesidad de destacar lo que hay de irreductible en un movimiento como el que golpea este 8 de marzo. Se trata de una acción que, desde el feminismo, amenaza la tiranía en cualquiera de sus formas. Basta que existan estas voces que nuestro presente se empeña en hacer callar para que tenga sentido escucharlas y atender a lo que nos quieren decir. Para que tenga sentido sumarnos al murmullo colectivo que dice NO.

Decimos no, en primer lugar, a la desigualdad que rige en nuestra casa, la enseñanza y la investigación filosófica. Seguimos reproduciendo sin inquietarnos la invisibilización de tantas mujeres que, a lo largo de la historia y hasta nuestros días, han sido y son imprescindibles para el devenir del pensamiento. Desde las fundacionales delimitaciones del espacio y las esferas, a nosotras se nos relegó a lo privado y a lo subalterno tanto en el orden de producción y reproducción social, como en lo antropológico o lo epistemológico. Pocos de nuestros compañeros se preguntan por quién habla, por cómo el patriarcado supone el poder de nombrar y definir los espacios. Acarreamos una lacra insoportable: ¿Cuántos de nuestros profesores o colegas asumen la perspectiva de género como imperativo metodológico? ¿Cuántas referentes femeninas hemos tenido? ¿Cuántas compañeras sufren y ven cómo se silencian las desiguales relaciones de poder en el seno de nuestras universidades?

Necesitamos potenciar figuras de mujeres que funcionen como referente para nuestras vidas y nuestro pensamiento y darles visibilidad. Hasta que llegue el día, quién sabe, en el que deshagamos el género de una vez y para siempre, y podamos reconocernos en pensamientos y vidas sin tenerlos que remitir, en última instancia, a la etiqueta hombre o mujer. Y hablando de referentes, una pensadora fundamental, que no está en las filas académicas de nuestras facultades de filosofía, Ángela Davis, nos da las herramientas para volver a pensar dos temas que nos interpelan con urgencia y que es preciso poner sobre la mesa este 8 de marzo.

La Ángela Davis cuya militancia feminista antirracista y marxista no se detuvo ni cuando ejerció la docencia en la Universidad de Los Ángeles. La que a lo largo de toda su prolífica trayectoria académica no ha dejado de recordar la función de la filosofía como herramienta de emancipación. Como herramienta que sirva a aquellas que por motivos de raza, género, clase o sexualidad fueron privadas de acceder en igualdad de condiciones a las promesas ilustradas de esa misma emancipación.

“El que no habla es vulnerable”, escribió. Es necesario abrir espacios de diálogo en los que las voces de las vulnerables sean escuchadas. Es necesario ir más allá de las reivindicaciones inclusivas de los manifiestos para pasar a fortalecer vínculos reales que permitan pensar en común un feminismo sin márgenes. El feminismo poscolonial, racializado, no hegemónico. Es necesaria la exigencia de que tantas luchas feministas como sean necesarias para entender la interseccionalidad de las resistencias al patriarcado capitalista tengan cabida en nuestras universidades y en nuestras calles.

Este 8 de marzo supone una acción que, desde el feminismo, amenaza la tiranía en cualquiera de sus formas
El segundo tema que recuperamos aquí, íntimamente relacionado con el anterior, es el de la potencia de lo colectivo. El patriarcado se reinventa constantemente. Es por eso que los movimientos de resistencia que se le oponen tienen que ser igualmente inventivos y, de manera inevitable, colectivos. Davis defiende la capacidad de lo colectivo para boicotear las tácticas neoliberales y los procesos del capitalismo global. Hay que favorecer las situaciones en las que la gente reconozca su potencial como parte de una comunidad. En este sentido Marina Garcés nos invita a pensar un mundo común, en el que la cooperación y las ayudas mutuas nos permitan librar una lucha por la existencia que se despliega en muchos frentes.

Atendiendo a estas conexiones entre las diferentes luchas, no podemos obviar ni callar ante la excepcionalidad asfixiante a la que asistimos. No podemos contribuir a la pasividad frente a la persecución ideológica que señala a activistas, políticas, raperos, maestras o tuiteras. Debemos estar al lado de las que cuestionan frontalmente el constreñimiento de nuestras vidas, de las que denuncian las miserias totalitarias de este estado del sur de Europa, de las compañeras que disputan la esfera pública y política que se nos negó, sin pedir perdón ni permiso. Codo con codo, juntas, este 8 de marzo.

Sobre o blog
La filosofía se sitúa en un contexto en el que el poder ha buscado imponerse incluso en los elementos más básicos de nuestro pensamiento, de nuestras subjetividades, expulsando así de nuestro campo de visión propuestas teóricas y prácticas diversas que no son peores ni menos interesantes sino ajenas o directamente contrarias a los intereses del sistema dominante.

En este blog trataremos de entender los acontecimientos del presente surcando –en ocasiones a contracorriente– la historia de la filosofía, con el objetivo de poner al descubierto los mecanismos que utiliza el poder para evitar cualquier tipo de cambio o de alternativa en la sociedad. Pero también de producir lo que Deleuze llamó líneas de fuga, movimientos concretos tanto del presente como del pasado que, escapando del espacio de influencia del poder, trazan caminos hacia otros mundos posibles.
Ver todas as entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.
Sobre o blog
La filosofía se sitúa en un contexto en el que el poder ha buscado imponerse incluso en los elementos más básicos de nuestro pensamiento, de nuestras subjetividades, expulsando así de nuestro campo de visión propuestas teóricas y prácticas diversas que no son peores ni menos interesantes sino ajenas o directamente contrarias a los intereses del sistema dominante.

En este blog trataremos de entender los acontecimientos del presente surcando –en ocasiones a contracorriente– la historia de la filosofía, con el objetivo de poner al descubierto los mecanismos que utiliza el poder para evitar cualquier tipo de cambio o de alternativa en la sociedad. Pero también de producir lo que Deleuze llamó líneas de fuga, movimientos concretos tanto del presente como del pasado que, escapando del espacio de influencia del poder, trazan caminos hacia otros mundos posibles.
Ver todas as entradas
Feminismos
Feminismos As mulleres galegas ocupan o segundo posto de menor retribución por hora de todo o Estado español
A súa precariedade maniféstase na contratación temporal, oportunidades limitadas de promoción e acceso limitado a postos de dirección. A desigualdade estrutural afecta especialmente ás traballadoras do sector primario, onde permanecen invisibles.
Análisis
Análisis ReArm Europe, el triunfo del capitalismo verde militar
El plan que acaba de presentar la presidenta de la Comisión Europea vuelve a utilizar la mágica cifra de los 800.000 millones, ahora con el objetivo declarado de transformar el modelo de defensa europeo.
La vida y ya
La vida y ya Reparadoras de grietas
Piensa, sobre todo, en quién se fijará en los vínculos que rompieron las bombas. Quién se dará cuenta de todo lo que se quebró.

Últimas

Feminismos
En directo Los feminismos salen a la calle por el 8M
Más de 1.200 convocatorias en todos los rincones del estado muestran la vitalidad de un movimiento que hoy tendrá el handicap de las fuertes lluvias en buena parte del territorio.
Argentina
La calle contra Milei Pensionistas argentinos salen a las calles para hacer frente al ajuste y la represión de Milei
Cada miércoles, jubilados y jubiladas se movilizan alrededor del Congreso en Buenos Aires exigiendo el aumento de sus haberes, la continuidad de la moratoria jubilatoria y el acceso a medicamentos esenciales.
Opinión
Opinión La pesadilla que no acaba
El funcionamiento de los servicios que deberían proteger a los menores de edad no alcanzan en forma y tiempo, y dejan familias rotas por el camino.
Reducción de jornada
Seguidismo de la patronal Junts traslada a Yolanda Díaz su “no” a la reducción de jornada y peligra su posible aprobación
La negativa de Junts a apoyar la reducción de jornada (al menos por el momento), junto con el no del PP, suman suficientes votos en contra como para tumbar la ley de bajada de horas una vez llegue al Congreso.
Gasto militar
Industria militar España deberá aumentar el gasto militar otros 20.000 millones de euros para cumplir con el rearme de la UE
Los 27 aprueban el plan de la Comisión Europea para aumentar el gasto en armamento en 800.000 millones de euros. Solo este año, España debería aumentar la partida de defensa en 3.500 millones de euros, según Geshta.
Sevilla
Komando G “Sin las mujeres, el barrio se pararía”
El Komando G es una red feminista ubicada en el Polígono Sur de Sevilla en la que participan vecinas y mujeres representantes de entidades sociales que busca ser un espacio de cuidados y reivindicación para todas las mujeres del barrio.
Gasto militar
Industria militar Europa y su alternativa a Trump: aumentar el gasto militar
La Comisión Europea anuncia el aumento del gasto militar en 800.000 millones de euros. "Estamos en una era de rearme”, dice la presidenta de la Comisión Europa, Ursula von der Leyen.

Recomendadas

Urbanismo
Urbanismo salvaxe Un pobo contra o asfalto: Bembrive e Mos rebélanse contra unha autovía que arrasará o seu pulmón verde
Veciñas e veciños conseguen presentar 25.000 alegacións contra unha estrutura de dez quilómetros, defendida xa só polo PSOE en Madrid e en Galiza, que partirá en dous unha poboación enteira e forzará a expropiación de decenas de vivendas.
Fronteras
Fronteras Sombras en el acuerdo de cesión de competencias pactado por el PSOE y Junts
El acuerdo sobre transferencia de las competencias en materia de migración entre PSOE y Junts encuentra el 'no' de Podemos y de organizaciones de migrantes y el 'sí' con matices de la izquierda independentista y de Sumar.
República del Sudán
Belkis Wille “En Sudán hay milicias practicando violaciones a gran escala contra mujeres y niñas”
Belkis Wille, investigadora de Human Rights Watch, denuncia los abusos de grupos armados como las Fuerzas de Apoyo Rápido en el conflicto sudanés, donde se registran crímenes tanto de esclavitud sexual como de sometimiento mediante violaciones.
Salud mental
Sesgos en medicina Mujeres y consumo de psicofármacos: la medicalización de sus vidas
Las mujeres consumen el doble de psicofármacos que los hombres. Además de una mayor prevalencia de depresión o ansiedad, las especialistas avisan de sesgos de género en los diagnósticos.