Filosofía
La banalidad de las prácticas biocidas: más allá de Chernóbil

Los efectos nocivos de las prácticas humanas sobre el ecosistema no empiezan ni terminan con los desastres nucleares. No basta con establecer algunas zonas de alienación o refugios atómicos para estar a salvo.

esmog pekin
Esmog en Pekín. Imagen: 螺钉
Doctoranda en Filosofía e investigadora.
21 jun 2019 10:00

La miniserie Chernobyl ha reavivado el recuerdo de uno de los accidentes nucleares más graves de todos los tiempos, solamente comparable en su magnitud al desastre ocurrido hace ocho años en Fukushima.

La historia comienza en la madrugada del 26 de abril de 1986, con dos explosiones consecutivas en la central nuclear Vladímir Ilich Lenin ubicada al norte de la República Socialista Soviética Ucraniana. Dichas explosiones dejaron al descubierto las entrañas de un reactor nuclear —el número 4— que fue devorado por un incendio que duró diez días y que provocó una humareda cargada de partículas radiactivas que se esparcieron, siguiendo la dirección del viento, por grandes extensiones de terreno. Los elementos más pesados se depositaron en las inmediaciones del siniestro pero los más ligeros pronto traspasaron las fronteras estatales. Miles de personas fueron evacuadas de sus hogares y se estableció una zona de alienación (también denominada de exclusión) de 30 km. alrededor de la central, que todavía sigue vigente.

La serie presenta, con ciertas licencias dramáticas, aquel suceso en unos términos un tanto maniqueos, como es frecuente en la industria audiovisual. Por un lado nos muestra a los “malos”, representados por la jerarquía política de la Unión Soviética, que mediante la mentira y el secretismo distorsionan los datos y encubren la gravedad de los hechos. Por el otro lado, nos presentan a los “buenos”, la sociedad civil compuesta por científicos, bomberos, militares y ciudadanos anónimos que arriesgaron sus vidas de forma heroica con el objetivo de minimizar las consecuencias de la catástrofe.

Este acontecimiento, no obstante, nos puede llevar a una reflexión que va más allá de la pregunta acerca de la bondad o maldad en términos absolutos de los diversos participantes en esta historia.

Desastres como el ocurrido en Chernóbil nos muestran que no hay razón para dudar de nuestra capacidad para destruir toda la vida orgánica que habita la tierra. Esta intuición acompañó a las generaciones que vivieron la amenaza de la guerra nuclear durante el periodo de la Guerra Fría, pero el terror ante el posible efecto de la actividad humana sobre las condiciones terrenas parece haberse diluido progresivamente del imaginario colectivo desde la disolución de la Unión Soviética en 1991.

Mientras la comunidad científica debate acerca de si es acertado afirmar o no que estamos en la época geológica del “Antropoceno”, caracterizada por el impacto global que las actividades humanas han tenido sobre los ecosistemas terrestres, el pavor generalizado que provocaba la capacidad técnica y científica de la humanidad va disminuyendo (al ritmo que menguan las películas postapocalípticas).

Si el impacto negativo de la técnica y la ciencia humana no ha hecho más que crecer durante los años posteriores al final de la Guerra Fría, ¿por qué despierta menos pavor en la actualidad?

Quizá tenemos mayor sensibilidad hacia los efectos inmediatamente devastadores de las prácticas humanas, pero restamos importancia a aquellos efectos que se materializan paulatinamente y con consecuencias a medio o largo plazo. Volviendo a la serie, cabría señalar que resulta más impactante atestiguar la destrucción provocada por el envenenamiento por radiación en aquellos organismos que han sido expuestos a grandes dosis en un período corto de tiempo que escuchar una disertación sobre cómo la radioactividad de dosis más pequeñas afectará a los organismos (humanos y no humanos) a largo plazo.

Solamente desde esta visión cortoplacista, que atiende exclusivamente a los efectos inminentes, nos pueden sorprender los estudios realizados en la zona de alienación en estos 33 años que nos separan de la catástrofe de Chernóbil.

Sabemos que inmediatamente después del siniestro perecieron una gran cantidad de seres vivos en los alrededores de la central nuclear. El caso paradigmático es el del Bosque Rojo, aquellos árboles cercanos a la explosión que tras absorber una intensa dosis de radiación murieron y adoptaron un color rojizo o amarillento.

Lo que sorprende a muchos es que ese lugar se haya convertido hoy en un “parque involuntario”, una reserva de biodiversidad que va en aumento.

La vida silvestre abunda en nuestros días en el ecosistema radiactivo de la zona de alienación, llegando a cotas superiores a las precedentes al accidente nuclear, por motivo de la huida o expulsión de los habitantes humanos. Este hecho revela que la actividad humana no solamente desencadena aparatosos y trágicos desastres nucleares sino que también produce en la banal cotidianidad efectos menos vistosos que tienen como resultado la reducción de la variedad y cantidad de seres vivos. Un ejemplo de ello puede ser el impacto de la agricultura intensiva que depende del uso de ciertos insecticidas, fungicidas y herbicidas que producen una contaminación química que resulta potencialmente mortal para algunos seres vivos (un caso dramático es el de las abejas y otros insectos que participan en la polinización, un proceso que resulta clave en la preservación de los ecosistemas).

Resulta una obviedad que los seres vivos que habitan hoy la zona de exclusión están expuestos a los efectos de la actividad científica y técnica que se desarrolló en ese lugar. La radiación que sufren no tendría lugar sin esta actividad. Bajo esas condiciones de vida los organismos proliferan porque han desarrollado ciertas capacidades de adaptación pero es probable que esta adaptación haya tenido un gran coste, que habríamos juzgado inaceptable para la especie humana.

El problema reside en que los efectos nocivos de la técnicas humanas no empiezan ni terminan con los desastres nucleares. Y por tanto no basta con establecer algunas zonas de alienación o refugios atómicos para estar a salvo. En nuestros días desarrollamos una variedad enorme de técnicas que a medio y largo plazo pueden destruir la posibilidad de un equilibrio físico y químico óptimo para la vida en la tierra. La pregunta que debemos hacernos es si queremos o no usar nuestros conocimientos científicos y técnicos en esa dirección. Este es un asunto político de primer orden que debe ser decidido democráticamente.

El mito de la naturaleza intocada es irrealizable, sobre todo porque presupone que los humanos no forman parte del ecosistema natural. No obstante, tenemos la posibilidad de decidir qué prácticas o técnicas emplear con el objetivo de minimizar nuestro impacto nocivo sobre el ecosistema.

Para ello parece imprescindible que los riesgos de las iniciativas tecnoindustriales sean de conocimiento público y no una información exclusiva de ciertos científicos y políticos profesionales.

La tierra parece hasta el momento el único lugar del universo que nos proporciona, sin la mediación de artificios humanos, las condiciones básicas para nuestra supervivencia. Ante este estado de cosas parece un acto suicida llevar a cabo prácticas que podrían no dejarnos más remedio que declarar todo el planeta como una zona de exclusión.

Sobre o blog
La filosofía se sitúa en un contexto en el que el poder ha buscado imponerse incluso en los elementos más básicos de nuestro pensamiento, de nuestras subjetividades, expulsando así de nuestro campo de visión propuestas teóricas y prácticas diversas que no son peores ni menos interesantes sino ajenas o directamente contrarias a los intereses del sistema dominante.

En este blog trataremos de entender los acontecimientos del presente surcando –en ocasiones a contracorriente– la historia de la filosofía, con el objetivo de poner al descubierto los mecanismos que utiliza el poder para evitar cualquier tipo de cambio o de alternativa en la sociedad. Pero también de producir lo que Deleuze llamó líneas de fuga, movimientos concretos tanto del presente como del pasado que, escapando del espacio de influencia del poder, trazan caminos hacia otros mundos posibles.
Ver todas as entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Galicia
Galicia Una investigación revela alta contaminación por nitratos en aguas superficiales de la comarca del Deza
Los resultados del análisis de Ecoloxistas en Acción, con más de 80 puntos de muestreo, reflejan concentraciones generalizadas y muy altas de NO3. Sólo el 19% de las aguas superficiales muestreadas están “fuera de toda sospecha”.
Consumo
Tóxicos Una investigación europea encuentra mercurio en todas las latas de atún analizadas
El 10% de las muestras, escogidas en cinco países europeos, España incluida, contenía niveles superiores a los legales, límites que desde las ONG Bloom y Foodwatch consideran “establecidos para proteger los intereses financieros de la industria”.
Huelva
Andalucía Fosfoyesos, gas e hidrógeno verde: la contaminación se diversifica en Huelva
Colectivos ecologistas llevan décadas denunciando la contaminación y las consecuencias para la salud de la industria en el Polo Químico de Huelva, epicentro del mercado del gas fósil
#67567
16/8/2020 6:02

Es difícil apoyar estos temas cuando provienen de grupos colectivos politizados y cuando se suman personas intolerantes que dicen que hay que crear conciencia siendo éste un sinónimo de educar a la otredad sin respeto genuino por el pensamiento ajeno. Yo hago lo que me corresponde como ente social y por ética no lo pregono. Muchos ecologistas son gente hipócrita. Esta es sólo una opinión no un llamado a debate puesto que no es foro sino una caja de comentarios. Buena suerte a todos, agradezco el espacio y el anonimato.

0
0
Pedro
15/7/2019 1:59

Dice en el artículo: "En nuestros días desarrollamos una variedad enorme de técnicas que a medio y largo plazo pueden destruir la posibilidad de un equilibrio físico y químico óptimo para la vida en la tierra. La pregunta que debemos hacernos es si queremos o no usar nuestros conocimientos científicos y técnicos en esa dirección. Este es un asunto político de primer orden que debe ser decidido democráticamente."

Pues mire, NO. Y por dos razones:

1. Ese voto democrático debería abarcar entonces a todos los seres vivos de la Tierra, no solo a los humanos ya que somos tan herederos de este planeta como ellos (aunque nos los estemos cargando)

2. Como dice, no conocemos otro planeta habitable así que someter a votación algo tan trascendental para la propia supervivencia en el planeta no debería ser algo a cuestionar (habida cuenta de las apabullantes pruebas que acarrean nuestro modelo de sociedad y de crecimiento) Debería de ser objetivo impuesto tanto para quienes lo aprueban como quienes quoeren seguir esquilmando por 20 monedas mas...

Ahh, Chernovil no es el único desastre nuclear de los rusos (y otros países). Bajo el tapete del agua, donde los ojos no ven, fermenta lentamente el ocaso de la vida:

https://www.elmundo.es/internacional/2019/07/11/5d262089fc6c83896c8b45b1.html

0
0
#36184
21/6/2019 20:56

Creo que este es un mensaje muy correcto, pero debería circular por las redes sociales para que la gente tome conciencia realmente. Pero más importante sería que llegara a los mandatarios de gobiernos, que en vez de tomar conciencia, hacen la vista gorda y oídos sordos

3
1
#36340
26/6/2019 9:08

Si, los gobiernos os van a escuchar y os van a hacer caso. Por mucho que se repita el mantra no deja de ser un mito.

0
0
#36164
21/6/2019 15:11

,.

0
1
#36163
21/6/2019 14:22

Gracias. Bastante de acuerdo con el texto y muy en la línea con el enfoque de que los riesgos son universales, por lo tanto, las prácticas, técnicas y políticas, nos competen e interpelan a tod@s como humanidad.

5
1
Sobre o blog
La filosofía se sitúa en un contexto en el que el poder ha buscado imponerse incluso en los elementos más básicos de nuestro pensamiento, de nuestras subjetividades, expulsando así de nuestro campo de visión propuestas teóricas y prácticas diversas que no son peores ni menos interesantes sino ajenas o directamente contrarias a los intereses del sistema dominante.

En este blog trataremos de entender los acontecimientos del presente surcando –en ocasiones a contracorriente– la historia de la filosofía, con el objetivo de poner al descubierto los mecanismos que utiliza el poder para evitar cualquier tipo de cambio o de alternativa en la sociedad. Pero también de producir lo que Deleuze llamó líneas de fuga, movimientos concretos tanto del presente como del pasado que, escapando del espacio de influencia del poder, trazan caminos hacia otros mundos posibles.
Ver todas as entradas
Justicia
Reportaje El imperio de los jueces-soldado
La justicia española ha entrado en un callejón peligroso. Desde hace años, el Poder Judicial se ha mostrado escorado a la derecha y más como un problema para la resolución de cuestiones cruciales para el Estado.
Dana
València Mazón se atrinchera detrás de un militar y cierra su crisis de gobierno
El president valenciano ha remodelado el Consell de la Generalitat dando salida a dos conselleras y fichando un general en la reserva para la vicepresidencia.
COP29
Cumbre del Clima La COP29 cierra su acuerdo de financiación en 300.000 millones y corta la ambición de los países del sur
Tras dos semanas de negociaciones arduas, la Cumbre del Clima celebrada en Azerbayán ha aumentado sus objetivos de financiación, pero quedan muy lejos de las demandas de los países en vías de desarrollo que pedían al menos 500.000 millones para 2035.
Opinión
Revista El Salto Debajo de la palabra “lawfare” no está la playa
El sistema judicial, si se fijan, no obedece o asume propuestas o presiones del Ejecutivo o del Legislativo. Sino que más bien ocurre lo contrario.
Galicia
LGTBIfobia El jurado declara culpables de asesinato a tres de los acusados por el asesinato de Samuel Luiz
El tribunal popular aprecia homofobia en el crimen, absuelve la única mujer encausada y considera cómplice al único varón que no estaba en la cárcel.
Opinión
Opinión La distopía no es un género literario
Hay grandes carteles por todos lados donde te hacen responsable de tener el móvil bien cargado y aconsejan llevar una batería externa para evitar percances.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Opinión
Opinión Aprender de las fantasías de la conspiración
Difícilmente los desmentidos científicos convencen a quienes ya han incorporado una fantasía de la conspiración. Sin embargo, estas fantasías se corresponden con un hecho como que el desasosiego por el futuro es un sentimiento generalizado.
Euskal Herria
Cultura Los judíos en la tierra del euskera
Un repaso de la acogida que les brindó el Reino de Navarra tras su expulsión de Castilla y Aragón, a la red clandestina que los ayudó a cruzar la muga durante la ocupación nazi de Francia y las relaciones con el Estado de Israel
Que no te lo cuenten
Que no te lo cuenten De contracumbres y personas sin hogar
VV.AA.
Abrimos noticiero con el G20 de Brasil y la ausencia de soluciones de vivienda para las familias afectadas por la dana.
Más noticias
La vida y ya
La vida y ya Huipil
Han escrito un libro que se titula 'Nuestros tejidos son los libros que la colonia no pudo quemar'. No hay lugar para las dudas sobre lo que te vas a encontrar al leerlo.
València
Dana La Diputación de València adjudica a dedo otros 735.000 euros a una empresa de Gürtel para obras de la dana
El gobierno del Partido Popular contrata por el procedimiento de emergencia a CHM Obras e Infraestructuras, que tienen detrás a los hermanos Martínez Berna, condenados en el marco del 'caso Gürtel' a un año y nueve meses de prisión.
Opinión
Opinión Vacío y censura en el colonialismo del interior
VV.AA.
La historia está siendo escrita con un silencio cómplice con el genocidio y mediante la censura a su condena. El silencio implica un precio terrible, pues consolida el borrado impune de la existencia, la cultura y el futuro del pueblo palestino.
Italia
Italia Milán, cuando la ciudad de las oportunidades se hace inaccesible
Ya quedan pocos talleres, farmacias, peluquerías o papelerías de barrio en Milán, y el precio de la vivienda aniquila su población originaria.

Recomendadas

América Latina
Leandro Morgenfeld “El triunfo de Trump va a empoderar a los Milei y los Bukele”
El historiador e investigador argentino especializado en la relación entre Estados Unidos y América Latina, analiza el triunfo electoral de Donald Trump y el impacto que tendrá en una región que Washington sigue considerando su “patio trasero”.
Argentina
Argentina El Bonaparte: la historia del hospital de salud mental que le torció el brazo a Milei
Es el centro referente en Argentina para tratamientos de salud mental y adicciones. Javier Milei intentó acabar con él, pero los profesionales sanitarios y los pacientes del hospital no lo permitieron. Esta es su historia.