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Hace ya dos años, el 18 de marzo de 2016, la Unión Europea firmaba con Turquía un acuerdo para “resolver” el problema de los refugiados que trataban de llegar desesperadamente, en su mayoría desde Siria, hasta las costas griegas a través de Turquía. Pero la solución ideada por Europa no contemplaba la creación de vías seguras para estas personas que garantizara el derecho de asilo contemplado por la legislación internacional y europea, sino más bien el freno del “flujo” de refugiados en un país tercero para que no llegara hasta las costas europeas. Si el problema no se ve, no hay problema, parece ser la postura europea.
Tan solo un mes después de la firma, el conocido como “acuerdo de la vergüenza”, denunciado por organizaciones de la sociedad civil y de derechos humanos a nivel internacional, bajó el número de llegadas a las costas griegas de 1.740 al día a 47. En 2015, el 84% de los refugiados que llegaron a Europa, 851.000, lo hicieron por Grecia. Un año después, el número de llegadas por esta ruta fue de 180.000 personas. Sin embargo, este mismo año el número de muertes en el Mediterráneo, contando esta y otras rutas, aumentaba un 38% con respecto a 2015.
Turquía se convertía en un nuevo guardián de las fronteras europeas a cambio de 6.000 millones de euros en “ayuda para la acogida”, de los que 3.000 fueron entregados en 2017 y otros 3.000 se entregarán este año, y a cambio también de la liberalización de los visados europeos para los ciudadanos turcos. La UE se comprometía a un trueque de refugiados con Turquía: esta readmitiría a todos los refugiados llegados irregularmente a Grecia, mientras que los Estados europeos se comprometían a reubicar a un refugiado sirio procedente de Turquía por cada sirio retornado a ese país.
Previo al acuerdo, la autoproclamada “Europa de los derechos y las libertades” creaba un estado de alarma social por el “tsunami” de refugiados que llegaban a las costas europeas -sin contar los que murieron sin alcanzarlas-, poco más de un millón de personas en 2015. Mientras en los despachos de la UE se difundía que todo un continente era incapaz de gestionar tal llegada de personas, se silenciaba que minúsculos países como Líbano acogían ya a un millón de sirios o Jordania a cerca de 700.000, mientras que Turquía ya había recibido a casi tres millones. Así, en 2015 se establecía un sistema de cuotas de reparto de 160.000 refugiados entre todos los Estados miembro que ha sido sistemáticamente incumplido por todos los países, hasta el punto de que, dos años después, un país de 48 millones de personas como España solo ha acogido a 1.900 de las 16.000 personas a las que se comprometió.
Un acuerdo “informal” con efectos reales
Poco después, el 18 de marzo de 2016, con entrada en vigor dos días después, llegó el acuerdo, que, en realidad, recuerda Blanca Garcés, investigadora de CIDOB experta en migraciones, no es un acuerdo, sino un “acuerdo informal, por lo que los tribunales europeos no se consideran competentes para evaluarlo, lo que nos deja la paradoja de que se impone de manera implacable sobre los refugiados, pero jurídicamente es inevaluable”. Y tampoco es un acuerdo entre la UE y Turquía, dice Toni Borrell, portavoz de la plataforma Stop Mare Mortum, sino que “los tribunales europeos dicen que es un pacto entre Estados, un pacto que se plasma en una nota de prensa. No se basa en textos jurídicos que se puedan llevar a tribunales, sino que es una nota de prensa sin valor jurídico que marca políticas públicas”.Un campo de detención a cielo abierto
Ya en los meses previos al acuerdo, las fronteras empezaron a cerrarse a cal y canto. Primero, Turquía blindó su frontera sur con Siria. Segundo, se cerró la ruta de los balcanes: Eslovenia, Serbia, Croacia, Macedonia cerraron y militarizaron sus fronteras. Las fuerzas de seguridad ejecutaban expulsiones masivas y violentas en distintas fronteras. El paso hacia el norte desde Grecia se bloqueó...Una vez firmado el acuerdo, también se cerraron las islas griegas, y así permanecen. Quienes han logrado llegar a las islas desde entonces “quedan atrapados en ellas, no se los lleva hacia el continente”, dice Garcés. Al principio, los campos de refugiados se convirtieron en campos de detención; luego, masificados y con unas condiciones de vida deplorables, se vieron obligados a abrirlos, pero “las propias islas se convirtieron en campos de detención a cielo abierto”.
Y es que aunque no está escrito en ningún sitio, dice Garcés, quienes llegaron después del acuerdo “no eran susceptibles de ser reubicados, es decir, no pudieron entrar dentro de las cuotas de reubicación desde Grecia hacia otros Estados miembro, por lo que se veían obligados a pedir asilo en Grecia, cuando el mismo Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha declarado Grecia como un país que no cumple con los mínimos estándares de recepción y acogida de refugiados”.
Por un lado se produce una “externalización del control migratorio hacia Turquía, a semejanza de lo que ya hace España con Marruecos, y por otro se convierte a Grecia en el patio trasero europeo y en un espacio de excepción”, continúa Garcés.
La trampa de Turquía como país seguro
Una de las claves que han permitido justificar el acuerdo es la de considerar a Turquía “tercer país seguro”, es decir, un país externo a la Unión Europea en el que se respeten la Convención de Ginebra y los derechos humanos y que, por tanto, puede ser considerado un país de acogida.La UE no dispone de un listado de “terceros países seguros”, pero considera a Turquía como tal, algo muy dudoso, por no decir falso, indican desde las organizaciones de defensa de los derechos humanos. Y ello, entre otras cosas, porque Turquía no considera refugiados a solicitantes de asilo no europeos. Y tampoco respeta el principio de no devolución. Según informes de diversas organizaciones, incluida Amnistía Internacional, Turquía deporta masivamente a refugiados, incluidos sirios, a los que envía de vuelta a su país en guerra.
El pasado 8 de febrero, en plena campaña militar turca contra el cantón kurdo de Afrín, en el norte de Siria, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaraba que “no estamos en posición de esconder a 3,5 millones [de refugiados] aquí para siempre” y dijo que quiere “asegurar que volverán a su hogar”. Poco se sabe, también, de los poco más de 2.000 refugiados, la mayoría de ellos paquistaníes, argelinos o afganos, que han sido deportados a Turquía hasta ahora en virtud del acuerdo, pero, al no ser considerados refugiados, muchos pueden haber sido deportados a sus países.
Además, también se han denunciado torturas y malos tratos a solicitantes de asilo en centros de detención y en centros de deportación, además de malas condiciones de vida en los campos.
“Se está subcontratando un Estado conocido por la violación de derechos humanos, por su restricción del derecho a la prensa, por sus ataques contra las minorías kurdas…”, dice Borrell. De hecho, “una de las razones por las que se ha deportado a pocos refugiados a Turquía es porque la mayoría de los tribunales griegos, al menos hasta hace un año, prohibían la devolución porque consideraban Turquía país no seguro, así es que la mayoría de las devoluciones se pararon”, dice Garcés. Así, entre marzo de 2016 y diciembre de 2017, 2.125 refugiados han sido enviados de vuelta a Turquía después de haber sobrevivido al periplo por mar hasta las islas griegas.
Un mal precedente
“El mercadeo de personas hay que llamarlo por su nombre. No se está comupliendo con el derecho a la protección internacional, sea con el pacto UE-Turquía o con los pactos bilaterales”, dice Borrell. De hecho, este pacto vulnera varias leyes internacionales y europeas en materia de derechos humanos, como la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Convención de Ginebra, la Convención Europea de Derechos Humanos o la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea, que contemplan el derecho de asilo y prohíben las expulsiones de refugiados.Este pacto es también “un precedente de vulneración porque habla específicamente de personas refugiadas, y puede ser un patrón para hacer otros pactos, como el que se está negociando con Libia, donde está claro que se vulneran los derechos humanos”, añade este activista, que concluye que la externalización de fronteras se aplica a varios niveles: “El primero es que no lleguen a salir de su país; el segundo, que si salen, no consigan llegar, es decir, se alienta las muertes en el Mediterráneo; y el tercero, que una vez aquí, se crean espacios de exclusión de derechos, desde las islas griegas y los centros de detención hasta los CIE en el Estado español, y también se les excluye del derecho al trabajo, se les aboca a la economía sumergida…”.
Mientras tanto, la creación de vías seguras de llegada sigue sin estar presente en las agendas europeas.
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URGE UNA SOLUCIÓN NEGOCIADA ANTE LA ALARMANTE ESCALADA DEL CONFLICTO EN SIRIA
Mujeres de Negro vemos con gran preocupación las dimensiones que está adquiriendo la guerra en Siria, el más de medio millón de muertos, la mayoría de ellos civiles y la destrucción de ciudades como Guta a manos del régimen que, a diferencia de los rebeldes, posee y usa indiscriminadamente su fuerza aérea, incluyendo los infames barriles explosivos lanzados desde helicópteros.
A la represión del dictador Al Assad contra la población civil que se levantó de manera no violenta contra la corrupción de su gobierno en la primavera del 2011, le sucedió una escalada de violencia, alentada por la intervención de factores externos que, en vez de buscar una solución pacífica, provocaron una guerra civil con muchos actores y de dimensiones internacionales.
En anteriores comunicados denunciamos que los supuestos guardianes de la democracia se erigiesen en salvadores de este país apoyando militarmente a los insurgentes, cuando en realidad solo pretendían defender sus intereses en la zona. También denunciamos el macabro negocio de venta de armas de varios países, entre ellos España, con el beneplácito de sus respectivos gobiernos, a pesar de saber que ese armamento se utiliza contra la población civil.
Con el pretexto de la lucha contra el terrorismo, la comunidad internacional sigue permitiendo la destrucción de Siria y el enquistamiento del conflicto, a la vez que muchas voces consideradas progresistas continúan justificando la carnicería, convencidos de que el régimen lucha contra Al Qaeda en Guta Oriental. No quieren ver cómo el gobierno sirio utiliza a civiles como escudos humanos en un intento de exculparlo de las innumerables muertes que asolan el país. Según Amnistía Internacional 3 de cada 4 sirios ha tenido que huir de su casa, 1.7 millones de niños no pueden ir a la escuela. En los 7 años que dura la guerra la cifra de muertos y heridos supera los 2 millones.
A pesar de la propaganda del régimen de Bashar al Asad de que no ha tenido nada que ver con las muertes en masa de civiles y que únicamente estaba siendo demonizado por el Occidente imperial, nadie puede dudar de la responsabilidad de su gobierno y del uso de armas químicas en los diversos ataques sobre civiles. Tras varios años de guerra y sufrimiento, el conflicto, en vez de aminorarse, tiende a extenderse de manera impredecible. De ahí la urgencia en buscar una solución pacífica YA.
Como europeas, denunciamos a la Unión Europea que desatiende a los que se oponen a esta guerra, sin querer acoger a los miles de refugiados, en su mayoría desertores que huyen con sus familias para salvar sus vidas y huir del conflicto armado. Sigue el suministro de armas a los distintos agentes beligerantes pero se restringe la cuota de admisión de refugiados en los distintos países. Tampoco hacen nada para proteger a la población civil atrapada entre las fuerzas militares enfrentadas.
Mujeres de Negro pedimos:
• Una solución negociada en Siria, YA, que incluya a todas las voces civiles implicadas.
• Que se denuncie a los países que permiten la venta de armamento, España entre otros.
• Que se proteja a la población civil tanto de las agresiones militares como del hambre, la miseria, la emigración forzada, etc.
• Que no haya impunidad, sino que los responsables den cuenta de sus crímenes contra la población en los tribunales.
• Que se proteja y se reconstruya el patrimonio histórico.
• Al gobierno español, que cumpla sus compromisos de acogida a refugiados sirios, incumplida sistemáticamente.
Saquemos la guerra de la historia y de nuestras vidas
Concentración, de negro y en silencio, el último domingo de mes en la Plaza Mayor de Madrid (junto al caballo), a las 12 horas
Mujeres de Negro contra la Guerra
mdnmadrid@mujerpalabra.net
http://womeninblack.org/
http://madrid.womeninblack.org/
http://www.mujerpalabra.net/activismo/mdnmadrid/index.htm
http://www.mujeresdenegromadrid.blogspot.com/
https://twitter.com/MdN_Madrid
Sobrecogen ciertos análisis sobre el caracter o la tipología de quienes manejan las armas en las localidades asediadas en Siria (https://enpiedepaz.org/2018/01/07/ghouta-el-nuevo-alepo-pacifistas-alertan-sobre-comunidades-asediadas-en-siria/) simplemente con el fin de "justificar" que el régimen o sus aliados masacren a las poblaciones civiles que se encuentran ahí retenidas. Por fortuna, para quien tiene dos dedos de frente y un mínimo de humanidad no es complicado distinguirlo: https://enpiedepaz.org/2018/03/19/comunicado-de-organizaciones-civiles-de-guta-oriental/
Los E-mail de Hillary Clinton sobre libia: "Cameron y Sarkozy quieren el petroleo Libio a cambio de ir a la guerra"
https://wikileaks.org/clinton-emails/emailid/12900#efmALTAqG
https://twitter.com/wikileaks/status/712391604477231104
Ni caso a los propagandistas del imperio el tal Chavi y la aprendiz de Clinton, Leila Nachawati Rego que esta tan desprestigiada que ya ni da la cara.
Creo que te equivocas, ella sigue informando y analizando pese a la atroz campaña en la redes que se dedica a su cacería, con ribetes xenófobos y machistas de alta intensidad: https://twitter.com/leila_na/status/922846335455383553.Y no entiendo como analizas ese desprestigio, cuando cada vez en más sitios le piden opinión pese a las toneladas de basura que cierta gente verteis en las redes: https://twitter.com/leila_na/status/973677974221451265 Y todo eso lo digo pese a que pueda discrepar en algún posicionamiento concreto con ella. Pero lo vuestro es lo que me parece un auténtico ejercicio de inconsistencia continuado y de tremenda sordera hacia la información contrastada y de rigor.
"Los «rebeldes moderados» de Ghouta"
http://www.voltairenet.org/article200160.html
Lo que los grandes medios le ocultan sobre Siria: Entrevista a Sara Rosenberg
https://www.youtube.com/watch?time_continue=273&v=oNsC5M9nmhQ
Frente a la burda propaganda imperialista de troles como Chavi, Sara Rosenberg explica la situación real en Siria.
Entre foro-coches y los trole de Soros los comentarios están de lo mas entretenidos. Testimonio que aclara de una vez por todas las mentiras del imperio sobre Siria.
https://www.youtube.com/watch?v=KG5JgNfCU-w
"Saudi Arabia, Qatar, Turquía, los Estados Unidos e Israel, todos han tomado parte en el conflicto, pero también lo han hecho Rusia e Irán. Los grupos rebeldes han matado a civiles, y también lo ha hecho el régimen – a gran escala, además. No puedes condenar los crímenes de una parte sin condenar los de la otra y seguir pensando que eres un defensor de la justicia."
Loubna Mrie
https://floresendaraya.com/2018/03/04/el-problema-de-los-mitos-de-la-izquierda-sobre-siria/
Ya vivimos tu justicia en Irak, Libia y Afganistán, entre muchos otros. Propaganda imperialista no gracias.
"... el gobierno de Asad liberó a muchos islamistas de sus prisiones en 2011 y 2012. Muchos de ellos se convirtieron en líderes importantes de los principales grupos yihadistas, entre ellos los líderes de Ahrar Ash-sham y Jaysh al-Islam y muchos de los líderes de Al Qaeda, o pasarían a formar parte finalmente del Daesh (ISIS): https://enpiedepaz.org/2017/03/28/la-historia-del-daesh-isis/
"Estados Unidos evacua jefes de Daesh desde el norte de Siria"
http://www.voltairenet.org/article200262.html
(...) "la izquierda occidental ha permanecido en gran parte en silencio frente a la masacre sin trabas en Guta oriental. La sorprendente hipocresía nos obliga a reexaminar cómo se aplica nuestro concepto de solidaridad internacional a las víctimas desarmadas de esta guerra.
(...) La contribución de la izquierda a menudo ha estado dominada por un “campismo” poco sofisticado en el que el enemigo de nuestro enemigo no debe ser criticado.
(...) dejemos de acercarnos a Siria en la forma en la que un poder colonial se acerca a la guerra civil de su sujeto, calculando qué intervención(es) forzada(s) respaldar y luego extendiendo con vehemencia la propaganda de guerra del partido elegido. Centrémonos, en cambio, en construir un socialismo que modesta pero consistentemente ponga en práctica la idea internacionalista radical de que habitamos el mismo mundo que todos aquellos que luchan por una existencia humana digna."
Donya Alinejad y Saskia Baas
https://floresendaraya.com/2018/03/07/siria-y-el-problema-de-la-solidaridad-de-izquierda/
Se comprende que los lectores del Global-imperial (entiéndase lectores de El País que aún se consideran de izquierdas, manifiesten su interés por "el sufrimiento del pueblo sirio" sin que les interese lo más mínimo preocuparse por la situación del pueblo afgano (especialmente sus mujeres), antes y después de que interviniesen las bombas del imperio y de sus sus lacayos, preocuparse también por cómo vivía el pueblo irakí antes y después de la intervención del imperio y de sus lacayos, y manifestar su preocupación por la situación del pueblo libio antes y después del la intervención del imperio y de sus lacayos, y ya que estamos, echemos un vistazo retrospectivo para ver la similitud del fenómeno con la situación de Siria. El problema aparece claro: la supuesta liberación de esos pueblos de sus dictadores ha redundado en la destrucción masiva de sus economías, sus infraestructuras, con cientos de miles de muertos y la estampida de millones de personas que huyen de una guerra que no deseaban...
Realmente resulta chocante que se dedique esta reflexión sólo al tema kurdo, aunque ciertamente sea lacerante lo que ha hecho Turquía en las últimas semanas, pero no se le haya dedicado ni una sola línea a la situación de Guta Oriental y del resto de asedios (no frentes, sino asedios sobre población civil: el 96,5% de esa población asedidada lo es por el régimen de Asad y sus aliados). En el caso de Guta lleva asediada 6 de los 7 años de guerra: https://enpiedepaz.org/2018/01/07/ghouta-el-nuevo-alepo-pacifistas-alertan-sobre-comunidades-asediadas-en-siria/
Hola Gladis y ex compañeros de El Salto, hablando de refugio y de Siria aprovecho para lamentar vuestro habitual silencio sobre los crímenes de guerra del dictador sirio y sus aliados, particularmente Rusia. Organizaciones humanitarias nada sospechosas de extremismo o de parcialidad los denuncian pero parece que en vuestro caso y cuando la ex URSS está de por medio se impone el mismo mutismo de la izquierda estalinista. Sinceramente, una decepción esta complicidad indirecta con el militarismo que parece ser ya una decisión editorial y que cada día nos preocupa más. Un abrazo insumiso.
https://www.amnesty.org/es/latest/news/2018/02/syria-relentless-bombing-of-civilians-in-eastern-ghouta-amounts-to-war-crimes/
https://www.elsaltodiario.com/siria/mustafa-khalifa-objetivo-carcel-siria-exterminar
Sin duda una entrevista que agradecimos mucho las gentes antimilitaristas, como la que también hicísteis a Robin Yassin-Kassab, y que refleja el interés de algunas redactoras de El Salto por el sufrimiento del pueblo sirio bajo su dictadura y la guerra, pero la entrevista a Mostafa Khalifa data de octubre del año pasado. Desde entonces han llovido muchas bombas en Siria, precisamente la semana pasada se cumplieron 7 años de guerra pero a no ser que se trate del Kurdistán, vuestra cobertura es mínima. Bravo por hablar de Yafrin, pero… ¿y el asedio de Guta?, por poner solo un ejemplo de máxima actualidad. Una vez más parece que el interés periodístico sobre las violaciones de derechos humanos depende de quiénes las perpetran o de qué pueblos las sufren, aunque no esperábamos que esto también pudiera suceder en El Salto. Siempre estamos a tiempo de la autocrítica y de mejorar juntas.
Estimado mentiroso, Gouta está asediada por tus hermanos fascistas de Turquia y tus primos fascistas ISIS.
Buenos días,
Soy socia de El Salto desde hace unos meses y me duele encontrar de forma reiterada errores tan gordos como el de la fotografía que acompaña este artículo.
Fui voluntaria durante un mes en el extinto campo de refugiados de Souda en la Isla de Chíos o Quíos que está en el Egeo y no en Creta. Ruego por favor que modifiquen el pie de foto en sucesivas publicaciones.
El documental publicado por CEAR "Welcome Refugees" está grabado en esta isla, pudiendo corroborarse la información que indico.
Por otra parte me gustaría felicitaros por el periódico y vuestra cobertura informativa sobre refugiados y migrantes.
Un saludo,
Myriam
La fotografía que acompaña el artículo es del campo de Souda en la Isla de Chíos. Este campo se cerró en octubre de 2017. Es un error asociarlo con la isla de Creta.