Fútbol a este lado
Aquí nadie está solo

El estadio, como la parroquia y el pub, era una casa común. Tres lugares donde buscarle al mundo si no un sentido, sí una narrativa.
23 jun 2024 06:00

Viernes noche. Planeas una sesión doble de cine en casa. Te duermes antes de que acabe la primera película, que te estaba gustando. Eso que sientes no tiene mucha más poesía que la que posee la palabra “cansancio”. ¿Estamos cada vez más empujados por la producción a vivir el tiempo libre, justo el que más autodeterminado tendría que ser, a la defensiva? ¿El descanso, que cada vez se vende más caro, lo pagan nuestras horas de ocio? ¿El reposo forzado cura o estrecha vidas? ¿Se puede elegir no hacer nada en una existencia fulgurante?

No romantizaremos aquí el estar fundidos, la siesta de pijama y orinal, pero mucho menos validaremos —qué verbo de época— a quienes con neolengua esclavista inventaron términos como la power nap o cabezadita reconstituyente para seguir con pilas cargadas en la rueda, a quienes dicen que dormir es de cobardes, a quienes desprecian los domingos porque han tenido pocos lunes. El sábado es distinto. Te levantas y sientes que tienes todo el día por delante. Cuidado, que ese día va a velocidad x2, te adviertes. Hay que planificar todo con antelación. La ciudad ha sido hábil consiguiendo, sin trámites legislativos, prohibir la improvisación, la ocurrencia, la casualidad. Es su forma de tener miedo. A esta mierda de ciudad —la tuya, la mía, casi cualquiera— la han desesperanzado viva, te dices, y ya su única victoria es que los demás sean como ella, te agarra del tobillo como el cínico que no quiere que le ayudes a salir de las arenas movedizas, sino arrastrarte a ellas. Incluso ese ahogado prueba que hay algo que ni el capitalismo ni una pantalla ni una urbanización aislada han conseguido erradicar: la necesidad de contacto humano. Por eso te vas de cabeza a un concierto, lo saben los guardarropas de las salas llenos que hacen del invierno su agosto. Por los empujones, el pogo y el sudor, por sincronizarte con otras personas olvidando todo durante un momento, por comprobar que, a veces, un mundo incomprensible cae todavía derrotado por un estribillo.

Está por ver cuántos exaficionados ha generado el empacho de un fútbol que renunció al misterio, siempre reñido con la literalidad del dinero. Es —¿fue? ¿Vivimos ya en el posfútbol?— un deporte que en el pasado asociamos al domingo, pero que tuvo en sus orígenes un idilio con el sábado a la tarde, el momento en que los obreros británicos salían de las fábricas. El estadio, como la parroquia y el pub, era una casa común. Tres lugares donde buscarle al mundo si no un sentido, sí una narrativa. Sitios donde encontrarse a uno mismo con otros.

Lo siguiente sucedió hace unos meses en un campo de fútbol. Claro que no en uno cualquiera. En el único fondo del estadio de un equipo que no se entiende sin su entorno. Sería un sueño para los actuales gobiernos regionales y municipales madrileños desvallecanizar al Rayo. Esa relación, frente al paisaje impersonal, atomizado y dócil que fomentan las instituciones, construye arraigo, comunidad y autoestima colectiva. Decíamos que en Vallecas, durante un partido, leímos una pancarta: “La ansiedad es epidemia en nuestros barrios. Habla. Aquí nadie está solo”. La imagen no es nada habitual en la élite de un deporte que se pone incómodo cada vez que se le recuerda que es un juego atravesado por su contexto social. Pero tan bien tirado iba el mensaje que se adelantó a las cifras de un estudio que hemos conocido ya este año. En nuestro país, una de cada cuatro personas de entre 16 y 29 años siente soledad no deseada. Es un sentimiento, explica el estudio, más predominante en mujeres, agravado cuando hay dificultades para llegar a fin de mes y directamente relacionado con la ansiedad y una baja autoestima. Puede que vivamos un tiempo en el que la capacidad de acción para darle humanidad a un orden caótico parezca limitada. Que quizá nos parezca que verbalizar se haya puesto la camiseta del hacer. Pero pausemos y paseemos más que recorramos etapas, practiquemos ese decir que solo existe con la escucha. Estemos juntos a la mínima.

Arquivado en: Fútbol a este lado
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Fútbol a este lado
Fútbol a este lado Bar Nostalgia
¿Sería una desconsideración hacia su yo de infancia no cruzar la puerta? ¿Era posible capturar un tiempo más allá de imágenes, sabores y olores?
Fútbol a este lado
Fútbol a este lado Cromos del futuro
En la memoria oficial convenientemente construida a base de melancolía, los cromos juegan un papel importante. El suspiro que se nos escapa pensando en aquellos antiguos es inevitable.
Fútbol a este lado
Fútbol a este lado El búnker
El fútbol no puede autocondenarse a una esquinita de irrelevancia histórica. Debe poner remedio, con urgencia, a esa inercia moribunda que lo encastilla como el último reducto de un mundo oscuro y en fase de superación.
SimónPeña
23/6/2024 18:45

Sí, el estadio fue el hogar de mucha gente, como el bar de la esquina, como la parroquia..., sí. Pero llegó un momento en que el capital metió sus sucias manos convirtiendo el hogar en un macro hogar inhóspito, el bar de la esquina, si resistió el empuje de la especulación, se convirtió en un karaoke, o cafetería, o pub..., la parroquia dejó de ser un lugar de comunión, o sea, unión, para convertirse en un centro de aleccionamiento de intransigencia (y da igual qué Iglesia está detrás)... Y la soledad se extendió como las sombras de un eclipse infinito.
Afortunadamente las sombras no impiden que la conciencia rebrote. Así lo anunciabas en enero de 2023 en la entrevista de José Durán. Afortunadamente hay parroquias libertarias, ahí tenemos a San Carlos Borromeo. Afortunadamente hay gestos en algunos equipos en los que las gradas presionan y que por muchos Presas, por muchos Vizcaínos que lo intenten, otros ya lo consiguieron en sus catedrales aleccionadoras cuando no convertidas en partido pero no de fútbol. Afortunadamente quedan bares en las esquinas y aún quedan miembros del baretismo (expresión recogida por Jesús Díez de Palma para expresar el deseo de encontrar a dios en el fondo de la botella), quizá tan vez heréticos, tal vez demasiado parlanchines, pero muy sociables y simpáticos.
Y, sobre todo, quedan muchos, muchas, y cada año más, seguidores de un equipo de fútbol, pero también del deporte tal vez más interesante que hay, contando desde luego con el Ruby. Peñas alegres, que animan continuamente a su equipo sin ofender a nadie, gentes que desean regresar al fútbol de base, donde no existan capitales destructores del deporte y encumbrados de ídolos de paja, eso sí, con mucho dinero en sus cuentas.
Pero nadie va a poder hundir la imaginación, esa que manifestaba, como apuntas, que “La ansiedad es epidemia en nuestros barrios. Habla. Aquí nadie está solo”. Imaginación para juntarse, cosa que odian los comerciales, imaginación para compartir, y no solo la afición al equipo, al fútbol, también a otras cosas.
Enhorabuena por el artículo. El fútbol necesita periodistas como tu, medios como panenka, etc.

0
0
Opinión
Opinión Non sempre ter moitas luces é sinónimo de intelixencia
Que impacto ecolóxico e social produce a iluminación do Nadal de Vigo? A cidade sofre máis aló da masificación, o caos de tráfico, as molestias á veciñanza, o malgasto ou os recortes en orzamentos de emerxencia social.
Ocupación israelí
Ocupación israelí El Congreso de EE UU vota la “ley más peligrosa para las libertades” desde la Patriot Act
En Gaza, Cisjordania y Líbano, nuevos ataques israelíes dejan más de un centenar de muertos. En Washington, el Congreso vota una ley que permite quitar fondos a ONG, universidades y colectivos sin pruebas ni un proceso transparente.
Barcelona
Derecho a la vivienda El hartazgo por la vivienda impagable se da cita este 23 de noviembre en Barcelona
El amplio movimiento por la vivienda catalán, sindicatos y organizaciones vecinales, sociales y soberanistas demandan soluciones urgentes ante una crisis de vivienda sin solución a la vista

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Crisis climática
Informe de Unicef El cambio climático multiplicará por tres la exposición de los niños y niñas a las inundaciones para 2050
Es la proyección que hace Unicef en su informe 'El Estado Mundial de la Infancia 2024'. La exposición a olas de calor extremas será ocho veces mayor para 2050 respecto a la década del 2000. “El futuro de todos los niños y las niñas está en peligro”, advierte la agencia de la ONU.
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.
Unión Europea
Unión Europea La ultraderecha europea, ante la victoria de Trump
El triunfo de Donald Trump da alas a todas las formaciones ultraderechistas de Europa y del resto del mundo, que han visto cómo el millonario republicano ha conseguido volver a ganar las elecciones sin moderar un ápice su discurso.
Más noticias
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.
Pontevedra
Ecoloxismo Unha investigación revela alta contaminación por nitratos en augas superficiais da comarca do Deza
Os resultados da análise de Ecoloxistas en Acción, con máis de 80 puntos de mostraxe, reflicten concentracións xeneralizadas e moi altas de NO3. Só o 19% das augas superficiais analizadas están “fóra de toda sospeita”.
Racismo
Racismo institucional Diallo Sissoko, una víctima más del sistema de acogida a migrantes
La muerte de este ciudadano maliense durante su encierro en el CAED de Alcalá de Henares ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias del sistema de acogida a migrantes en el Estado español.
Comunidad de Madrid
Violencias machistas Huelga en la red de atención a la violencia de género de la Comunidad y Ayuntamiento de Madrid el próximo 25N
Las trabajadoras de ambas redes se unen para reivindicar mejoras laborales y de atención a las mujeres víctimas en un paro de 24 horas. “Te sientes impotentes porque no puedes ayudar como deberías”, explican.

Recomendadas

Galego
Dereitos lingüísticos Miles de persoas desbordan a praza da Quintana para mudar o rumbo da lingua galega
A Plataforma Queremos Galego, que convocou esta mobilización, sinala unha nova data para outro acto protesta: o vindeiro 23 de febreiro na praza do Obradoiro, en Santiago de Compostela.
València
Exclusiva El Gobierno de València contrata 12,9 millones en obras de la dana a una constructora investigada por pagos al cuñado de Barberá
La Generalitat Valenciana ha hecho el encargo a Ocide, una empresa cuya matriz está siendo investigada en el caso Azud por pagos “de naturaleza ilícita” al abogado José María Corbín a cambio de contratos adjudicados por el Ayuntamiento de València.