We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Galicia
Galicia elige el rumbo de la lucha contra Altri en las elecciones a la directiva de la plataforma Ulloa Viva

No es habitual que ocurra en las plataformas vecinales de personas afectadas. Sin embargo, la dimensión social que ha alcanzado la protesta contra la macrocelulosa de Altri y la Xunta de Galicia y las diferencias en las estrategias que han de tomarse a partir de ahora, han llevado a la Plataforma Ulloa Viva —punta de lanza de este movimiento social— a celebrar unas elecciones a su junta directiva sin una propuesta de consenso entre sus socias y socios.
En el proceso, que se celebrará este sábado día cinco de julio, concurren dos listas diferenciadas más en las formas que, a priori, en el objetivo, que seguirá siendo frenar este macroproyecto industrial. Así lo han explicado a esta redacción sendos representantes. Por un lado, concurre una candidatura continuista con la estrategia del primer grupo motor, con el asamblearismo y la sociocracia como base, hilvanadas con posiciones ecofeministas y horizontes alternativos enmarcados en la economía social y solidaria; y, por el otro, una alternativa que considera fundamental incorporar a la plataforma a personas de toda Galicia más allá de los territorios afectados, que es menos reticente a acercarse a las organizaciones sociales vinculadas al nacionalismo institucional y que está organizada a través de la democracia representativa.
Ninguna persona sobra y todas son necesarias. Ese podría ser el denominador común y positivo de los testimonios recogidos por El Salto de las personas que apoyan a una y otra opción. Además, obviamente, de que comparten fin. De hecho uno de los objetivos manifiestos en ambas declaraciones de intenciones es ampliar la base social movilizada —no las socias— y, para ello, ambas candidaturas recalcan que fomentarán su “carácter apartidista”.
Preservar la transversalidad que hasta ahora han mantenido no podría lograrse de otra forma. “Prueba de ello es la cantidad de donaciones anónimas que hemos recibido en la campaña de financiación para la estrategia judicial”, recordaba hace no mucho en una charla Adrián Gallero, una de las personas que estaba en aquel primer grupo de Whatsapp en el que empezó todo.
Dos enfoques diferenciados para lograr un mismo objetivo
Ambas candidaturas están accesibles, al igual que los estatutos, en la web de la plataforma. En primer lugar, la lista continuista la conforman María Soledad González Prieto, Marta Alvarez Quintero y Zoe Iriarte Costas como presidenta, secretaria y tesorera, respectivamente. Su propuesta de hoja de ruta se centra en el asamblearismo, en la organización horizontal alcanzada a través de las herramientas de la sociocracia: “Una metodología que ha demostrado ser extraordinariamente eficaz y que encaja a la perfección con nuestro espíritu”, explican. Un ejemplo paradigmático de este enfoque es que han sido la única organización que hizo público el expediente del macroproyecto que ahora es accesible para todo el mundo, algo ciertamente anómalo en este tipo de casos.
En la práctica, esta forma de trabajo se traduce en la creación de diferentes grupos de trabajo abiertos, “en los que cualquier socia interesada puede participar y aportar sus conocimientos”. “Cada uno de estos grupos está conformado por personas expertas en ese campo específico, que toman decisiones de forma independiente, basadas en su conocimiento, en la confianza mutua y en la corresponsabilidad para perseguir juntas un objetivo común”, desarrollan en sus bases.
Precisamente en este aspecto es donde, según su testimonio, reside una de las grandes diferencias con la otra candidatura. Entienden a la “directiva formal” solo como “las caras visibles de estos grupos de trabajo”. “En ningún caso pueden ser figuras de decisión verticales que impongan sus ideas sobre el trabajo colectivo”, señalan. Diferenciando el funcionamiento de nuestro sistema político, bajo este prisma, la directiva “no debe ser un órgano de poder que centralice las decisiones, sino un servicio a la plataforma, garantizando su operatividad legal y administrativa”.
Otro de las diferencias estratégicas de las candidaturas tiene que ver con cómo incorporar a la lucha a las grandes organizaciones del país y hasta dónde ampliar su base asamblearia. En este caso y teniendo claro que todas ellas son necesarias, la candidatura continuista aboga porque enormes organizaciones gallegas como la Confederación Intersindical Galega (CIG) —sindicato mayoritario en Galicia con alrededor de 90.000 afiliados— jueguen un papel de apoyo clave y casi que único por su dimensión en la facilitación de la red de apoyo, pero secundario en la elaboración de la estrategia política y discursiva en favor de la asamblea de personas afectadas.
“La historia nos ha demostrado que, cuando los intereses vecinales se confunden con los intereses partidistas, la causa común suele salir perjudicada”, explican y añaden: “Es imperativo que la directiva rechace cualquier intento de instrumentalización por parte de agendas políticas que no sean las propias de vecinos y vecinas. Nuestra misión es defender el territorio, no servir de trampolín para intereses ajenos”, recalcan. Además, su dialéctica a lo largo de esta lucha se ha ido enmarcando en el feminismo y en el ecologismo como forma de habitar este conflicto, algo que también ha generado tensiones.
En conversación con este diario, desde esta candidatura insisten en que las grandes organizaciones “solo deben acompañar respetando las decisiones de vecinos y vecinas, dándoles prioridad, nunca marcando estrategia”. Desde hace unos meses, manifiestan su “intensa preocupación porque el movimiento se instrumentalice con un objetivo electoralista”. Comentan que desde que están activas en el movimiento y muchas organizaciones gallegas y nacionales participan, ven diferentes formas de apoyo: “Unas desde un apoyo incondicional y otras desde una postura más fiscalizadora. No tiene sentido que la cantidad de afiliación a una organización haga que esta tome decisiones por encima de la propia plataforma”.
Por último, remarcan que no son una plataforma “Altri Non, sino Ulloa Viva”. Es decir, una construcción en positivo: “Una plataforma que nace con una vocación de futuro para defender el territorio que habitan frente a miles de amenazas en forma de proyectos que pretenden acabar con los recursos naturales”.
La candidatura rupturista: incorporar a las grandes organizaciones y cambiar el relato
En la otra cara de la moneda, se encuentra la candidatura encabezada por Juan Pedro Sánchez Morcillo, Ana Otero Gómez y Serxio Núñez Martínez, como presidente, secretaria y tesorero, respectivamente, la lista más rupturista con el actual modelo. En conversación con El Salto, Serxio Núñez explica el objetivo prioritario será siempre frenar este macroproyecto. “Nosotros entendemos la plataforma como un lugar común para gente de diferentes ideologías y tradiciones. Por lo tanto, cualquier persona y organización que comparta nuestro objetivo es una aliada”, argumenta y añade que en cualquier caso reforzarán “el apartidismo de la plataforma sin hacer proselitismo de ninguna organización”.
“Quizás donde más diferimos es en que esta plataforma tiene que abrirse a todo el país. Cierto, es vecinal, pero puede ser vecinal de cualquier lugar donde las personas se sientan aludidas por este proyecto”, reflexiona. El candidato a tesorero explica que una de las aspiraciones de su equipo es que todas las organizaciones se incorporen “sean de la cuerda que sean” y que “no se les corte ninguna iniciativa” y sentencia: “Entendemos que la plataforma no puede acaparar la lucha”.
Quizá este sea el punto de mayor fricción entre ambas propuestas: “Un conflicto que ocurre es que hay gente que considera que hay organizaciones que tienen demasiada prevalencia. En el caso de la CIG, que es una organización grandísima, con un nivel de movilización grande, hay gente que considera que puede ser un peligro para la plataforma. Nosotros creemos que no”. Núñez dice que “ha habido suspicacias” para vincularlos al nacionalismo y, en ese sentido, quiere ser claro: “Yo soy militante del BNG y delegado sindical de la CIG, pero eso es solo una parte de mi vida”.
El candidato a tesorero argumenta que esa militancia no lo condiciona a “seguir las directrices de la organización” a la que pertenece y añade: “El gran matiz es que no vamos a hacer proselitismo de ningún tipo de ideología particular”. Y prosigue en su elaboración: “Yo podría hacerlo del nacionalismo y no lo voy a hacer. Otra gente habla del feminismo y el ecologismo y no es la finalidad de la plataforma, que no es ni ecologista ni feminista. Es una organización transversal”. “Creo que hay que combatir la demonización de que hagamos política”, concluye a este respecto señalando que formar parte de organizaciones políticas es una forma legítima de participar de la vida pública.
Por último, para los compañeros y compañeras de Serxio Núñez, es “una anomalía democrática” que se vaya a refrendar ahora a la directiva y dicen tener el apoyo de buena parte de los Grupos Vivos, pequeñas asambleas deslocalizadas fuera de A Ulloa, que “quieren tener un papel más relevante” en la plataforma. Como conclusión, Núñez resalta: “A pesar de que este enfrentamiento en la manera de ver la estrategia se dio hace bastante tiempo, el trabajo se hizo exactamente igual. Se hizo con responsabilidad y no se socializó, algo que nos hizo mantener la transversalidad y movilizar a mucha gente”.
De hecho, esa es la declaración final de su candidatura: “Defender nuestro territorio. Por eso, gane quien gane, será fundamental seguir colaborando con el mismo espíritu colectivo, generoso y combativo que nos ha traído hasta aquí”.
Otros actores que han tomado partido
Uno de los gestos significativos que ha acontecido desde las grandes organizaciones que orbitan a este movimiento es la toma de posición de la Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galiza (Adega) en el proceso, una de las más grandes asociaciones ecologistas de Galicia. Hace apenas unos días, Adega, más cercana a las posiciones de la segunda candidatura, envió un mail a todas sus personas socias en las que invitaba a participar: “Dada la relevancia de esta asamblea en el devenir de la movilización y de la reivindicación social y jurídica contra la macrocelulosa de Altri, es de vital importancia que todas las personas socias de Adega que también son parte de la plataforma Ulloa Viva participen en la asamblea general del próximo sábado”. Insistían en la importancia de acudir y ofrecían la posibilidad de organizar la delegación de votos, tanto para llevar los de otros socios y socias como para delegar el propio. Desde buena parte del resto de organizaciones ecologistas con presencia en el territorio lo han calificado, en conversación con El Salto, como “injerencia”, aunque Adega no ha llamado al voto a ninguna de los dos listas en concreto.
El punto clave ahora es la estrategia judicial
Sea cual sea el resultado del voto de los más de 1.500 socios y socias, que se sabrá en la tarde del sábado, lo que está en juego no es menor. Fundamentalmente, la orientación de la estrategia judicial que se llevará a cabo desde la plataforma contra el proyecto amparado por el Gobierno de Alfonso Rueda, la multinacional portuguesa Altri y la gallega Greenalia. Ambas candidaturas están de acuerdo en lo esencial y aspiran a trabajar juntas.
Entre las principales acciones jurídicas previstas por la Plataforma Ulloa Viva se encuentra la impugnación de, al menos, tres actos administrativos clave: la captación de aguas, la Autorización Ambiental Integrada (AAI) y la declaración como Proyecto Industrial Estratégico (PIE).
En consecuencia, se interpondrán todos los recursos administrativos y judiciales que procedan. Esto incluye un recurso de alzada contra la AAI, así como recursos contencioso-administrativos y demandas judiciales ante los tribunales competentes: el juzgado correspondiente en el caso de la captación de aguas, y el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia respecto a la AAI y el PIE. Además, dentro de estos procesos judiciales se solicitarán medidas cautelares para paralizar las concesiones, autorizaciones y proyectos en cuestión, y se elaborarán informes periciales técnicos que respalden las impugnaciones.
Asimismo, si se llegasen a conceder subvenciones públicas, ya sea mediante fondos de descarbonización o como ayudas directas vinculadas a proyectos de interés comunitario, también se recurrirán legalmente.
Por último, en caso de que el procedimiento de la AAI no prospere y los fondos recaudados por la campaña legal no sean necesarios, la Plataforma se compromete a abrir un proceso participativo entre sus socios para decidir colectivamente a qué iniciativas del territorio se destinarán dichos recursos.
Altri
Galiza elixe o rumbo da loita contra Altri nas eleccións á directiva da plataforma Ulloa Viva

Non é habitual que ocorra nas plataformas veciñais de persoas afectadas. Non obstante, a dimensión social que acadou a protesta contra a macrocelulosa de Altri e a Xunta de Galiza e as diferenzas nas estratexias que deberán tomarse a partir de agora, levaron á Plataforma Ulloa Viva —punta de lanza deste movemento social— a celebrar unhas eleccións á súa xunta directiva sen unha proposta de consenso entre as súas socias e socios.
No proceso, que se celebrará este sábado día cinco de xullo, concorren dúas listas diferenciadas máis nas formas que, a priori, no obxectivo, que seguirá sendo frear este macroproxecto industrial. Así o explicaron a esta redacción cadanseus representantes. Por unha banda, concorre unha candidatura continuísta coa estratexia do primeiro grupo motor, co asemblearismo e a sociocracia como base, fiadas con posicións ecofeministas e horizontes alternativos enmarcados na economía social e solidaria; e, polo outro, unha alternativa que considera fundamental incorporar á plataforma a persoas de toda Galiza máis alá dos territorios afectados, que é menos reticente a achegarse ás organizacións sociais vinculadas ao nacionalismo institucional e que está organizada a través da democracia representativa.
Ningunha persoa sobra e todas son necesarias. Ese podería ser o denominador común e positivo dos testemuños recollidos por O Salto das persoas que apoian a unha e outra opción. Ademais, obviamente, de que comparten fin. De feito un dos obxectivos manifiestos en ambas declaracións de intencións é ampliar a base social mobilizada —non as socias— e, para iso, ambas candidaturas recalcan que fomentarán o seu “carácter apartidista”.
Preservar a transversalidade que ata agora mantiveron non podería lograrse doutro xeito. “Proba diso é a cantidade de doazóns anónimas que recibimos na campaña de financiamento para a estratexia xudicial”, recordaba hai non moito nunha palestra Adrián Gallero, unha das persoas que estaba naquel primeiro grupo de Whatsapp no que empezou todo.
Dous enfoques diferenciados para lograr un mesmo obxectivo
Ambas candidaturas están accesibles, ao igual que os estatutos, na web da plataforma. En primeiro lugar, a lista continuísta confórmana María Soledad González Prieto, Marta Álvarez Quintero e Zoe Iriarte Costas como presidenta, secretaria e tesoureira, respectivamente. A súa proposta de folla de ruta céntrase no asemblearismo, na organización horizontal alcanzada a través das ferramentas da sociocracia: “Unha metodoloxía que demostrou ser extraordinariamente eficaz e que encaixa á perfección co noso espírito”, explican. Un exemplo paradigmático deste enfoque é que foron a única organización que fixo público o expediente do macroproxecto que agora é accesible para todo o mundo, algo certamente anómalo neste tipo de casos.
Na práctica, esta forma de traballo tradúcese na creación de diferentes grupos de traballo abertos, “nos que calquera socia interesada pode participar e achegar os seus coñecementos”. “Cada un destes grupos está conformado por persoas expertas nese campo específico, que toman decisións de forma independente, baseadas no seu coñecemento, na confianza mutua e na corresponsabilidade para perseguir xuntas un obxectivo común”, desenvolven nas súas bases.
Precisamente neste aspecto é onde, segundo o seu testemuño, reside unha das grandes diferenzas coa outra candidatura. Entenden á “directiva formal” só como “as caras visibles destes grupos de traballo”. “En ningún caso poden ser figuras de decisión verticais que impoñan as súas ideas sobre o traballo colectivo”, sinalan. Diferenciando o funcionamento do noso sistema político, baixo este prisma, a directiva “non debe ser un órgano de poder que centralice as decisións, senón un servizo á plataforma, garantindo a súa operatividade legal e administrativa”.
Outra das diferenzas estratéxicas das candidaturas ten que ver con como incorporar á loita ás grandes organizacións do país e ata onde ampliar a súa base asemblearia. Neste caso e tendo claro que todas elas son necesarias, a candidatura continuísta aboga porque enormes organizacións galegas como a Confederación Intersindical Galega (CIG) —sindicato maioritario en Galiza con arredor de 90.000 afiliados— xoguen un papel de apoio clave e case que único pola súa dimensión na facilitación da rede de apoio, pero secundario na elaboración da estratexia política e discursiva en favor da asemblea de persoas afectadas.
“A historia demostrounos que, cando os intereses veciñais se confunden cos intereses partidistas, a causa común soe saír prexudicada”, explican e engaden: “É imperativo que a directiva rexeite calquera intento de instrumentalización por parte de axendas políticas que non sexan as propias de veciños e veciñas. A nosa misión é defender o territorio, non servir de trampolín para intereses alleos”, recalcan. Ademais, a súa dialéctica ao longo desta loita foi enmarcándose no feminismo e no ecoloxismo como forma de habitar este conflito, algo que tamén xerou tensións.
En conversa con este diario, desde esta candidatura insisten en que as grandes organizacións “só deben acompañar respectando as decisións de veciños e veciñas, dándolles prioridade, nunca marcando estratexia”. Desde hai uns meses, manifestan a súa “intensa preocupación porque o movemento se instrumentalice cun obxectivo electoralista”. Comentan que desde que están activas no movemento e moitas organizacións galegas e estatais participan, ven diferentes formas de apoio: “Unhas desde un apoio incondicional e outras desde unha postura máis fiscalizadora. Non ten sentido que a cantidade de afiliación a unha organización faga que esta tome decisións por riba da propia plataforma”.
Por último, remarcan que non son unha plataforma “Altri Non, senón Ulloa Viva”. É dicir, unha construción en positivo: “Unha plataforma que nace cunha vocación de futuro para defender o territorio que habitan fronte a miles de ameazas en forma de proxectos que pretenden acabar cos recursos naturais”.
A candidatura rupturista: incorporar ás grandes organizacións e mudar o relato
Na outra cara da moeda, atópase a candidatura encabezada por Juan Pedro Sánchez Morcillo, Ana Otero Gómez e Serxio Núñez Martínez, como presidente, secretaria e tesoureiro, respectivamente, a lista máis rupturista co actual modelo. En conversa con O Salto, Serxio Núñez explica que o obxectivo prioritario será sempre frear este macroproxecto. “Nós entendemos a plataforma como un lugar común para xente de diferentes ideoloxías e tradicións. Polo tanto, calquera persoa e organización que comparta o noso obxectivo é unha aliada”, argumenta e engade que en calquera caso reforzarán “o apartidismo da plataforma sen facer proselitismo de ningunha organización”.
“Quizais onde máis diferimos é en que esta plataforma ten que abrirse a todo o país. Certo, é veciñal, pero pode ser veciñal de calquera lugar onde as persoas se sintan aludidas por este proxecto”, reflexiona. O candidato a tesoureiro explica que unha das aspiracións do seu equipo é que todas as organizacións se incorporen “sexan da corda que sexan” e que “non se lles corte ningunha iniciativa” e sentenza: “Entendemos que a plataforma non pode acaparar a loita”.
Quizais este sexa o punto de maior fricción entre ambas propostas: “Un conflito que ocorre é que hai xente que considera que hai organizacións que teñen demasiada prevalencia. No caso da CIG, que é unha organización grandísima, cun nivel de mobilización grande, hai xente que considera que pode ser un perigo para a plataforma. Nós cremos que non”. Núñez di que “houbo suspicacias” para vincualos ao nacionalismo e, nese sentido, quere ser claro: “Eu son militante do BNG e delegado sindical da CIG, pero iso é só unha parte da miña vida”.
O candidato a tesoureiro argumenta que esa militancia non o condiciona a “seguir as directrices da organización” á que pertence e engade: “O gran matiz é que non imos facer proselitismo de ningún tipo de ideoloxía particular”. E prosegue na súa elaboración: “Eu podería facelo do nacionalismo e non o vou facer. Outra xente fala do feminismo e o ecoloxismo e non é a finalidade da plataforma, que non é nin ecoloxista nin feminista. É unha organización transversal”. “Creo que hai que combater a demonización de que fagamos política”, conclúe a este respecto sinalando que formar parte de organizacións políticas é unha forma lexítima de participar da vida pública.
Por último, para os compañeiros e compañeiras de Serxio Núñez, é “unha anomalía democrática” que se vaia a refrendar agora á directiva e din ter o apoio de boa parte dos Grupos Vivos, pequenas asembleas deslocalizadas fóra de A Ulloa, que “queren ter un papel máis relevante” na plataforma. Como conclusión, Núñez resalta: “A pesar de que este enfrontamento na maneira de ver a estratexia se deu hai bastante tempo, o traballo fíxose exactamente igual. Fíxose con responsabilidade e non se socializou, algo que nos fixo manter a transversalidade e mobilizar a moita xente”.
De feito, esa é a declaración final da súa candidatura: “Defender o noso territorio. Por iso, gañe quen gañe, será fundamental seguir colaborando co mesmo espírito colectivo, xeneroso e combativo que nos trouxo ata aquí”.
Outros actores que tomaron partido
Un dos xestos significativos que aconteceu desde as grandes organizacións que orbitan a este movemento é a toma de posición da Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galiza (Adega) no proceso, unha das máis grandes asociacións ecoloxistas de Galiza. Hai apenas uns días, Adega, historicamente máis achegada ás posicións da segunda candidatura, enviou un mail a todas as súas persoas socias no que convidaba a participar das eleccións: “Dada a relevancia desta asemblea no devir da mobilización e da reivindicación social e xurídica contra a macrocelulosa de Altri, é de vital importancia que todas as persoas socias de Adega que tamén son parte da plataforma Ulloa Viva participen na asemblea xeral do próximo sábado”.
Insistían na importancia de acudir e ofrecían a posibilidade de organizar a delegación de votos, tanto para levar os doutros socios e socias como para delegar o propio. Desde boa parte do resto de organizacións ecoloxistas con presenza no territorio cualificárono, en conversa con O Salto, como “inxerencia”, aínda que Adega non chamou ao voto a ningunha das dúas listas en concreto.
O punto clave agora é a estratexia xudicial
Sexa cal for o resultado do voto dos máis de 1.500 socios e socias, que se saberá na tarde do sábado, o que está en xogo non é menor. Fundamentalmente, a orientación da estratexia xudicial que se levará a cabo desde a plataforma contra o proxecto amparado polo Goberno de Alfonso Rueda, a multinacional portuguesa Altri e a galega Greenalia. Ambas candidaturas están de acordo no esencial e aspiran a traballar xuntas.
Entre as principais accións xurídicas previstas pola Plataforma Ulloa Viva atópase a impugnación de, ao menos, tres actos administrativos clave: a captación de augas, a Autorización Ambiental Integrada (AAI) e a declaración como Proxecto Industrial Estratéxico (PIE).
En consecuencia, interporanse todos os recursos administrativos e xudiciais que procedan. Isto inclúe un recurso de alzada contra a AAI, así como recursos contencioso-administrativos e demandas xudiciais ante os tribunais competentes: o xulgado correspondente no caso da captación de augas, e o Tribunal Superior de Xustiza de Galiza respecto á AAI e o PIE. Ademais, dentro destes procesos xudiciais solicitaranse medidas cautelares para paralizar as concesións, autorizacións e proxectos en cuestión, e elaboraranse informes periciais técnicos que respalden as impugnacións.
Así mesmo, se chegasen a concederse subvencións públicas, xa sexa mediante fondos de descarbonización ou como axudas directas vinculadas a proxectos de interese comunitario, tamén se recorrerán legalmente.
Por último, no caso de que o procedemento da AAI non prospere e os fondos recadados pola campaña legal non sexan necesarios, a Plataforma comprométese a abrir un proceso participativo entre os seus socios para decidir colectivamente a que iniciativas do territorio se destinarán ditos recursos.
Relacionadas
Altri
Altri Galiza elixe o rumbo da loita contra Altri nas eleccións á directiva da plataforma Ulloa Viva
Activismo
Activismo Activistas bloquean unha planta de Altri en Portugal e avisan de que frearán a súa expansión en Galiza
Galicia
Galicia Activistas bloquean una planta de Altri en Portugal y avisan de que frenarán su expansión en Galicia
¿Por qué terminar a hostias en lugar de consensuar estrategias cuando, está claro, el fin es el mismo?
Y luego nos cabreamos cuando oímos que en la izquierda no tenemos remedio.
Pues a mi me parece que ya están los trepas de siempre a fagocitar el trabajo de base que se han currado en la plataforma desde el principio. Que apelen al apartidismo los que militan en el es la demagogia habitual a la que nos tienen acostumbrados en la sociedad civil, es más las dobles militancias no deberían poder acceder a cargos, y menos cuando quieren estructuras verticales de representación y acabar con el asamblearismo.
Ya lo dice el mismo: “Yo soy militante del BNG y delegado sindical de la CIG, pero eso es solo una parte de mi vida”