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Hemeroteca Diagonal
Can Piella, bajo otra amenaza de desalojo
Can Piella, una masía del siglo XVII abandonada durante diez años, y ahora recuperada como centro social hace algo más de tres, vive nuevamente bajo amenaza de desalojo. En octubre del pasado año, se paralizaba una primera orden de desalojo cautelar mediante un recurso cuya desestimación ha motivado esta nueva orden que mantiene en solfa a los habitantes de los proyectos y colectivos que confluyen en el espacio comunitario.
Propiedad de especuladores
Ubicada en Montcada, a unos 15 kilómetros de Barcelona —en terrenos que el magnate Sheldon Adelson valoró para Eurovegas—, Can Piella ha sido rehabilitada desde su okupación mediante diversos talleres de autoformación. “Todo lo que se hace aquí se plantea como aprendizaje colectivo”, explica Bárbara Moret, miembro de la Asociación por la conservación de Can Piella que, junto con una asamblea abierta, gestiona el espacio. Realizan actividades relacionadas con la agroecología, la energía y el agua, talleres de pan, actividades de reforestación, etc. Todo ello con un gran éxito de asistencia de los pueblos cercanos, lo cual les ha granjeado un fuerte apoyo vecinal que se hizo patente en las movilizaciones contra su desalojo el pasado año. En los huertos de la finca “gente de diferentes edades, que no se conocía de nada, gestiona colectivamente un trozo de campo, lo que hace que tengan que ponerse de acuerdo, y organizarse”, explica Moret.
La denuncia fue presentada el 29 de noviembre de 2010 por Enrique Nieto Carrillo, apoderado de Malco 2 SL, empresa que forma parte de un conglomerado de sociedades inmobiliarias, el Grupo Alcaraz, que obtuvo pingües beneficios en la época de la burbuja inmobiliaria. En Montcada hicieron negocios tan acertados que provocaron que los vecinos y los grupos de la oposición en el Ayuntamiento –en manos, entonces, del PSC, con César Arrizabalaga a la cabeza, que en 2010 dimitía tras conocerse que su nombre constaba en el sumario del Caso Pretoria– se preguntaran si se trataría de clarividencia o información privilegiada, pues algunos terrenos se recalificaron tan oportunamente que el grupo duplicó beneficios.
El fundador del grupo, Manuel Alcaraz Puig, fue detenido por la Guardia Civil en 1990, cuando gestionaba la empresa Polizur, dedicada a la promoción y adquisición de inmuebles, por su implicación en una red de fraude en el pago del IVA. Actualmente es su hijo, Juan Manuel Alcaraz Casas, quien está a la cabeza del grupo. Alcaraz Casas es un personaje habitual de la prensa rosa, casado con la hija del difunto presentador Joaquín Prat, Alejandra Prat, y habitual de las fiestas de la jet set.
Can Piella ha presentado un escrito al juez, apoyado por los alcaldes de la zona, y reivindica su permanencia porque, señala Moret, “todos los valores que nos mueven y proyectos sociales como éste son más necesarios hoy que nunca”.