Hemeroteca Diagonal
El castigo patriarcal no protege a las mujeres

Reflexiones al hilo de algunos discursos sobre la respuesta a las agresiones sexuales en San Fermines.

Violencia machista en Rompamos el Silencio
Acción del Eje Feminista de Rompamos el Silencio el 5 de marzo de 2011. / Imagen del Centro de Medios
4 ago 2016 11:26

Decir que el poder punitivo es un poder claramente patriarcal es casi una perogrullada. En primer lugar, porque todos los sistemas que configuran la cultura hegemónica actual son patriarcales, pues el patriarcado no sólo es un sistema total, sino además global. En segundo lugar, porque es precisamente el poder punitivo (y la cultura del castigo que le subyace) el núcleo fundamental de la cultura occidental hoy dominante en casi todo el planeta.

El patriarcado es una forma de violencia cultural y estructural, lo cual es evidente en innumerables ejemplos, uno de ellos las agresiones sexuales a mujeres. Sin embargo, es precisamente también desde esa cultura violenta desde donde se ha construido un sistema de castigo cada vez más perfeccionado por parte del Estado: el Derecho penal y sus instituciones. Es decir, es en el sistema patriarcal en el que se entiende el modelo de justicia penal que tenemos y no es casual que sea así porque es consecuencia del primero y está construido a su imagen y semejanza.

Brevemente podemos afirmar que son dos los rasgos comunes generales que unen al poder punitivo y al poder patriarcal. El primer punto de encuentro estaría en su relación con el capitalismo y el segundo en el control mediante el miedo (a la fuerza, a la pena, al infierno, etc.) Pero además hay otros rasgos más precisos entre el patriarcado y el sistema penal. Éstos son, sin detenernos en desarrollarlos: el desprecio por la vida (no sólo de personas, sino también de animales, plantas…), la generación de siervas (víctimas, incapaces, infantilizadas), la utilización amañada de las ciencias, el interés en la ruptura de los lazos de solidaridad, el fundamento en la lógica dualista (hombre-mujer/buen@s-mal@s/criminales-no criminales), la relación entre el concepto culpa de la punición y el concepto “eres mía” del patriarcado…

Quienes confían en el recurso al sistema penal, tal y como hoy está pensado y configurado, no se percatan de que esto implica un riesgo que para nosotras es claro: la perpetuación y consolidación de uno de los elementos sustentadores más importantes del patriarcado: el poder y el derecho de castigar.

En fin, éstos son sólo algunos de los muchos rasgos comunes que se pueden identificar entre el poder punitivo y el poder patriarcal porque lo que en verdad se quiere trasmitir es que este hecho no puede pasar desapercibido para los feminismos. Quienes confían en el recurso al sistema penal (o incluso piden reformas tendentes a su endurecimiento y una reducción de las garantías) tal y como hoy está pensado y configurado, no se percatan de que esto implica un riesgo que para nosotras es claro: la perpetuación y consolidación de uno de los elementos sustentadores más importantes del patriarcado: el poder y el derecho de castigar.

Tomar consciencia de esto no es una empresa sencilla porque como ya se ha escrito por relevantes feministas la dominación propia del patriarcado está hecha para parecer un rasgo de vida. En definitiva, estamos hechas de orden patriarcal. Es más, de toda la literatura feminista al respecto sólo una mujer se ha atrevido de forma clara a formular esa relación desde la necesidad de la abolición de las prisiones: Angela Davis.

Violencia contra las mujeres

Somos conscientes de que la violencia contra las mujeres es real y mucho más amplia de lo que se documenta, y de que las mujeres tenemos que buscar protegernos de ella y hacerle frente. Sin embargo, no es cierto que los sistemas penales actuales sirvan para esto, y ésta es la segunda cuestión que no se tiene en consideración. Como ampliamente se sabe, la prisión —y en general el sistema penal— se critica porque no cumple con las funciones que formalmente tiene otorgadas —entre ellas la de la intimidación y la reinserción—, y además puede ser criticada desde muchas otras perspectivas, como son: la falacia de que afecta exclusivamente a la libertad, la mitificación de las personas que están en prisión, su carácter criminógeno, los efectos psicosomáticos de la prisión, los fenómenos de la victimización secundaria y terciaria, etc., el olvido de las víctimas, los costes del control en detrimento de otras medidas contra el delito… y otras tantas cuestiones que sería imposible mencionar y trabajar en profundidad en este artículo de opinión, pero que están ahí y hacen que la protección a la que nos referíamos no sea real.

Y aunque se cree firmemente lo anterior, no implica que no pensemos que las mujeres que hoy sufren violencia patriarcal no puedan y deban usar todos los instrumentos que tengan a su alcance para defenderse, y esto muchas veces incluirá el consejo de que pongan denuncias, pidan detenciones, etc., pues desafortunadamente en algunos casos es lo único que el Estado y la sociedad ofrecen. Pero todo ello debería hacerse muy muy conscientes –no tanto por quien denuncia, como por el resto de la sociedad– de que es una medida insuficiente, muchas veces inútil en la práctica y que, sobre todo, no debe hacer perder de vista la ilegitimidad del castigo, su uso sobre todo —así ha sido históricamente— en contra de las mujeres, y la necesidad urgente de construir una sociedad no punitiva para precisamente eliminar el patriarcado.

En este sentido, el concepto de castigo nos debe interpelar a cada una de nosotras y en colectivo. Desde aquí se plantea la necesidad de sentar las bases para avanzar, desde otros lugares que no sean el de la dominación y el castigo propios del patriarcado, hacia lugares más justos. Éste debería ser el horizonte si queremos ser coherentes, al menos, quienes vemos en los feminismos una nueva revolución y aspiramos a tener en cuenta todas las opresiones.

No cuestionar el sistema punitivo, en el que se sostiene precisamente el patriarcado, sino alentarlo y encontrarnos en las calles pidiendo más castigo, es un error mayúsculo que desde los feminismos no nos podemos permitir si no queremos reforzar el patriarcado mismo.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.
#15125
28/4/2018 10:31

Dejemos de concebir la "justicia" como punición. La JUSTICIA debe ser reinsertiva, si la concebimos como un castigo a imponer estaremos dando argumentos a favor de la cadena perpetua, la pena de muerte y la represión como herramienta de control de la sociedad y las masas críticas. La sentencia es injusta, patriarcal y machista; pero por favor, no hablemos de castigo

2
0
#15137
28/4/2018 14:16

Y no lo ven, no ven que por el camino que van están abriendo la puerta a más policía, más represión y más control social por parte del estado, antiguamente las quintas columnas cobraban, hoy lo hacen gratis

1
0
Laboral
Laboral Coidar sen dereitos: a loita das traballadoras nas residencias privadas de Galiza
Sen tempo nin medios para ofrecer uns coidados axeitados, alertan dunha situación insostible nos centros e denuncian a privatización dun servizo a costa do benestar das persoas maiores e dependentes.
Galicia
Galicia Vigo, A Coruña e Ourense mercaron material policial a Israel por medio millón de euros en só catro anos
O alcalde ourensán, Gonzalo P. Jácome, adxudicou un contrato por 70.000 euros días despois do sete de outubro. Abel Caballero asinou outro de máis de 200.000 euros e a alcaldesa da Coruña seguiu a estela cun contrato de 170.000 euros.
Galicia
Galicia Cuidar sin derechos: la lucha de las trabajadoras en las residencias privadas de Galicia salta a la huelga
Sin tiempo ni medios para ofrecer unos cuidados adecuados, alertan de una situación insostenible en los centros y denuncian la privatización de un servicio a costa del bienestar de las personas mayores y dependientes.
LGTBIAQ+
Juicio el 9 de mayo Lidia Falcón pide cinco años de cárcel a una mujer trans por un tuit de 2021 que no la menciona
La activista antiderechos Lidia Falcón denunció a Diana Juan Cano en 2021 por un tuit que apenas tuvo repercusión. La acusación pide una pena de cinco años de prisión y 50.000 euros de indemnización.
Francia
Francia Militantes e intelectuales exigen la absolución de Anasse Kazib, perseguido por su apoyo a Palestina
El Estado francés utiliza el tipo penal de “apología del terrorismo” para perseguir a personalidades y colectivos que han mostrado su apoyo a Palestina y su repulsa al genocidio cometido por Israel.
Medio ambiente
Medio ambiente Máis de 200 colectivos esixen transparencia sobre a mina Doade e piden a intervención do Parlamento Europeo
Organizacións de toda Europa, lideradas por SOS Suído-Seixo, esixen a Bruxelas acceso á documentación sobre a explotación prevista, denunciando opacidade, privilexios empresariais e risco ambiental en zonas protexidas de Galiza.

Últimas

Gobierno de coalición
Gobierno de coalición Sánchez piensa en un paréntesis legislativo para evitar roces con los socios tras una semana explosiva
El choque bronco por el caso de las compras de balas israelíes a cargo de Grande Marlaska puso sobre la mesa como nunca la ruptura de la coalición, aunque nunca fue una opción.
Opinión
Opinión “Tener correa” y la ridiculización del afecto
Existe una presión muy fuerte sobre los propios hombres para que no amen demasiado, no cuiden demasiado. El ideal de “libertad masculina” tradicionalmente se entiende como independencia, desapego, y muchas veces, desinterés.
Más noticias
Gasto militar
Gasto militar ¿De dónde sacará Sánchez el dinero para financiar el incremento del gasto en defensa?
La promesa de aumentar las partidas presupuestarias militares necesita redirigir 10.471 millones de euros para alcanzar el 2% del PIB. Cumplirlo este año abre a su vez un grave problema para hacerlo en 2026.
Opinión
Opinión Las sáficas también somos trans, deseamos trans y amamos trans
Resulta irónico que a quienes tanto nos han cuestionado la identidad de “mujeres de verdad” en función de nuestra expresión de género o la vida que decidimos emprender no levantemos antorchas al ver el mismo odio operando con estrategias similares.
Opinión
Opinión IA: un proyecto tecnosupremacista
La pregunta que me hice hace algunos años fue: ¿Por qué existe un evidente interés en “crear la cuestión de la IA”, cuando las tecnologías y las lógicas que la componen están ya operativas desde hace años?
Salud
El precio justo La nueva ley del medicamento o estrategias para bajar el precio de los genéricos (que son caros)
En España pagamos de media un 10% más por los medicamentos genéricos que consumimos que en el resto de la UE. Al mismo tiempo, nuestro gasto farmacéutico ha aumentado un 33% en la última década.
Israel
España El Gobierno español vuelve a romper su compromiso de no comprar armas a Israel
El Ejecutivo de Pedro Sánchez adquiere armamento israelí por valor de 6,6 millones de euros a pesar de haberse comprometido a un “embargo total”.

Recomendadas

Guinea-Bissau
Internacional Guinea-Bissau arranca una ola de represión tras el sabotaje popular de una mina de arena en un parque natural
Una acción liderada por las mujeres del pueblo de Varela provocó un incendio en la bomba de extracción de la mina de arena pesada. El Gobierno ha llevado a cabo la detención de 16 personas, entre las que se encuentran líderes locales.
Turquía
Pinar Selek “Turquía sigue gobernada en base al miedo”
La profesora y socióloga turca, quien ha sufrido además de cárcel, un acoso judicial por 27 años, habla de la falta de independencia del poder judicial, del adoctrinamiento social y de la formación de la sociedad turca.
Medio ambiente
Medio ambiente Que papel xoga Abanca no proxecto da celulosa de Altri en Galiza?
A sociedade público-privada Impulsa Galica, que cimentou os primeiros plans da multinacional papeleira e Greenalia está participada fundamentalmente pola Xunta e polo banco que xurdiu da desastrosa fusión das caixas de aforro galegas.