Hemeroteca Diagonal
Españoles, Suárez ha muerto

El autor repasa la figura del expresidente en el contexto del fin del régimen de Franco.

Hemeroteca Diagonal

@emmanuelrog, es miembro del Instituto DM.

23 mar 2019 14:24

La necrológica es un género extraño. Según las pautas de sus maestros, el ABC y los periódicos de provincias, obliga a una brevedad elogiosa que acaba con la firma de parientes, allegados y agradecidos. Tiene algo de los sacramentos eclesiásticos con los que se trata de dar cuenta de la necesidad antropológica de los ritos de paso. La necrológica política, cultivada por periodistas y políticos, no se separa mucho de su género madre. Como aquel consiste en una serie de loas y bendiciones, que en un país de herencia católica como España, elevan normalmente la vida de los grandes políticos a la condición de poco menos que beatos en espera de canonización.

Lo que estos días ocurre con Suárez es un caso paradigmático del género. En vida de Suárez, de todo los pares de su tiempo (la clase política que hizo la Transición) prácticamente ninguno consiguió hablar bien de él. Tierno Galván dijo que "era un hombre de dos dimensiones, le faltaba la tercera, profundidad". Fraga lo consideró poco menos que un enano, un incapaz, a cuya sombra no quiso estar en ninguno de sus gobiernos. Con saña de carroñero, supo esperar a que el cadáver de su engendro (UCD, aka "centro político") se pudriera lo suficiente como para quedarse con su botín, y volver a reunir a las derechas. Quizás su único valedor, fue el que en principio le era más extraño, Santiago Carrillo, un político del que todavía se espera que se escriban sus "vidas paralelas".

El principal mérito de Suárez fue ser guapo —siempre para los cánones de la época—, lo que explotó hábilmente en televisión, así como tener una brújula a prueba de bombas que nunca dejó de orientar al "centro". Suárez no fue un político brillante, pero supo compensar su falta de ideas, con una empatía y un sentido de la oportunidad desbordantes. Recuérdese que se trataba de un hombre que en privado presumía de no haber acabado nunca un libro y esto a pesar de tener un tesis doctoral en derecho, tradicional escuela de la clase política española y prueba viviente del progreso académico que puede realizar cualquier necente con ambiciones. Los rudimentos del oficio los aprendió de su maestro, Herrero Tejedor. Como él tuvo la capacidad del funambulista, en el siempre dogmático Franquismo, para mantener el equilibrio entre las dos grandes familias de la dictadura: destacado falangista, jefe del movimiento, pero también piadoso católico y cercano del Opus Dei. Su habilidad para el centro, que luego le otorgaría esa capacidad para las rápidas conversiones al credo democrático, la mostró muy pronto, cuando en 1974, ya convertido en jefe de las juventudes, no se alineó ni con el inmovilismo de Falange, ni con el reformismo azul (de Sanchez Rof o Martín Villa) que ya apuntaban a una salida "democrática" del franquismo, en competencia con el ala "izquierda" del régimen de Manuel Fraga (¡!).

Suárez no fue un político brillante, pero supo compensar su falta de ideas, con una empatía y un sentido de la oportunidad desbordantes

Quizás esta extraordinaria cualidad para lo anodino, fuera la que atrajera la atención de otro de los grandes reformistas del régimen, Torcuato Fernández Miranda, allegado de otro anodino, entonces convertido en monarca. Fue él quien lo aupó a la condición de presidente del Gobierno a comienzos del verano de 1976, cuando el fracaso del segundo gobierno Arias era ya evidente. Fue también Torcuato, en competencia con los otros equipos del reformismo franquista, quien marcó la hoja de ruta para Suárez y del monarca: la ley de reforma política, las elecciones, etc. El despiste democrático de este último pobrecito —que el tiempo convertiría en otro de los artífices de la Transición— era tan total que todavía en 1977, tras los comicios de junio, se dedicó a ejercer de rey "constitucional" nombrando alegremente a sus amigos como senadores en la cámara alta. El disgusto de los altos mandatarios del reformismo franquista rozaba la desesperación: tomaron buena nota de que la tutoría sobre el rey debía ser permanente.

Como sucede con el buen aprendizaje infantil, que se realiza a través de la responsabilidad, la mayoría de edad a Suárez le llegó cuando ya era presidente. Este se encontró estupendo ante las cámaras, piropeado por un ejército de meapilas y bienpensantes ahora dispuestos a entrar en política, respetado por esos hombres responsables del "franquismo sociológico" que deseaban el cambio político pero sin traumas, aclamado internacionalmente como el artífice del cambio político. Incluso la oposición, entre derrotada y claudicante, llamaba en privado a su puerta para ver cómo se podía organizar el chiringuito. Con semejantes poderes podía incluso prescindir de su "jefe", que cabreado por la recién adquirida autonomía de "su" criatura, dimitió de la presidencia de las Cortes antes incluso de ver realizado la primera parte de su proyecto: las elecciones del '77.

El principal mérito de Suárez no fue el de traer la democracia al país. Aquello por lo que habrá de ser recordado cuando nos quitemos de una vez por todas el mito de la Transición, fue el de hacer presentable el reformismo franquista. La versión genuina, representada de forma casi prometeica por Fraga, era demasiado áspera y sincera. Manuel Fraga, retirado en los últimos años del Franquismo como embajador en Londres y convertido en vicepresidente del Gobierno y ministro de Gobernación con el segundo Gobierno Arias Navarro —¡el primero que nombró el rey!— dedicó lo mejor de su tiempo a pensar y diseñar la Transición. Su proyecto inspirado en Cánovas, y en los primeros años de la Restauración, tras el colapso de la I República (esto es, allá por los años 1874-1876), estaba basado en un orden institucional de base oligárquica, con un "pluralismo moderado", organizado en torno al turnismo de liberales y conservadores. En sus memorias lo explicaba bien, demasiado bien, según le dictaba no tanto a su genio gallego como su alma vasca (era hijo de una vasco francesa) a la que seguramente debe tanto su energía como su perdición en política. Hablaba tan claramente, que en la primera reunión con el joven socialista González, en abril de 1977, le dijo: "Mi éxito consistiría en crear un sistema político en el cual él [González] pudiera llegar ser presidente de Gobierno, 'tal vez dentro de unos cinco años' (de hecho, tardó seis, y el cálculo no eran malo ni mal intencionado)". La Transición no se salió mucho del guión del reformismo franquista. Y lo que se salió fue por "culpa" de la autonomía de las luchas de fábrica que pujaba por abajo con la fuerza para imponer subidas salariales del 20 o el 30 % ¡cada año! Por eso era urgente que el nuevo régimen fuera ante todo creíble y amable.

Éste fue el mérito del primer presidente democrático: una cara bonita, una gran sonrisa, una enorme capacidad para mimetizarse con el ambiente y con lo que dictaba la prensa —por aquel entonces ya sinónimo de El País—. Pero cuando un actor cumple su papel hay que licenciarlo. La primera oportunidad fue en las elecciones de 1979, concluido el proceso constituyente que llevó a los Pactos de la Moncloa y al texto de 1978. Esta vez, Suárez se rebeló y dos días antes de las elecciones apareció en televisión con su rostro más lobuno. "O yo, o el caos", esto es, el socialismo marxista. Y volvió a ganar elecciones.

Un triunfo legal, democrático, pero pírrico. La persistencia de la movilización social, la escalada de ETA, el malestar de la patronal, las conspiraciones de los socialistas y los aliancistas de Fraga, acabaron por retirarle el suelo bajo los pies. Esta vez dentro de su propio partido, o mejor dentro de la plataforma de viejos políticos franquistas y oportunistas moderados que era la UCD.

En un reciente fake, Jordi Évole quiso mostrar este ambiente de conspiración que rodeó a la caída de Suárez y que tuvo su punto culminante en el 23 F. La reacción todavía histérica que forma el nucleo afectivo y patologizante de la Cultura de la Transición obligó a poner límites al falso documental. Al final de la trama, Évole se cura en salud, exagera todavía más los elementos delirantes de la broma y por si quedara alguna duda hace hablar a los personajes para que expresen sin ambages la falsedad de sus anteriores declaraciones. Es demasiada la pacatería del país. Sin embargo, algo se escapa en el montaje y alguno de los colaboradores dice, "pero no todo lo que se dice es falso". A Suárez hubo que cargárselo. Su dimisión se la anunció el rey a mediados de enero. Y el 24 de enero, un mes antes del 23F, el presidente se despidió con un discurso que se debiera recordar: «Yo no quiero que el sistema democrático sea, una vez más, un paréntesis en la historia de España». A más claro agua de manantial.

El día 21 de noviembre de 1975, Arias Navarro, el carnicerito de Málaga, así apodado por la firma de las sentencias de los dos y mil pico muertos que los nacionales se apuntaron en esa ciudad, anunció lloroso en televisión: "Españoles, Franco ha muerto". En estos días muchos Fernandos Onegas nos dirán lo mismo pero con un lenguaje y una emotividad adaptada a los tiempos. Con Suárez se va, efectivamente, uno de los artífices de la Transición. En poco tiempo "nos han dejado" Fraga y Carrillo. Quedan muchos, la gran mayoría siguen siendo —bien directamente, bien a través de sus herederos— los jefes del tinglado político. El fin del régimen de la Transición, aunque anunciado por doquier, no quedará resuelto hasta que la mediocridad y la falta de escrúpulos de esta (nuestra) clase política quede expuesta a plena luz. Seguramente esto sólo podrá coincidir con un proceso constituyente que, esta vez sí, vaya más allá en términos democráticos.

Por cierto, a quien quiera enterarse de lo que en esos años ocurrió y sobre todo del papel de Suárez, que no pierda el tiempo con las necrológicas políticas que llueven por doquier. Hay ya buenos trabajos. Por sólo citar dos recientes: Gregorio Morán, Adolfo Suárez: ambición y destino (Debate, 2009) y Ferrán Gallego, El mito de la Transición (Barcelona, 2008).

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Tribuna
Tribuna Notas de urgencia sobre el anteproyecto de reforma de las carreras judicial y fiscal
La autora del texto cree que el anuncio de reforma debe servir para conectar a futuros jueces y fiscales con la realidad social, atendiendo sobre todo a las problemáticas de la población más vulnerable.
PSOE
Actualidad política El PSOE afronta su congreso federal en el momento más delicado de la presidencia de Sánchez
Casos judicializados como el de las comisiones de las mascarillas contratados por el segundo de Fomento, la contratación del hermano de Sánchez o la actividad de Begoña Gómez enmarcan un encuentro que comienza con la dimisión de Juan Lobato.
Justicia
Reportaje El imperio de los jueces-soldado
La justicia española ha entrado en un callejón peligroso. Desde hace años, el Poder Judicial se ha mostrado escorado a la derecha y más como un problema para la resolución de cuestiones cruciales para el Estado.
Palestina
Genocidio Israel sigue atacando hospitales, la ONU habla del peor momento en los 18 meses de asedio
No hay tregua en Gaza, donde Israel ha recrudecido las matanzas y sigue sin permitir el acceso de alimentos y productos de primera necesidad. La ONU denuncia asimismo el asesinato de más de 70 civiles en Líbano.
Crisis climática
Balance climático El Mediterráneo se consolida como zona especialmente vulnerable al cambio climático
Las víctimas de la dana suponen dos tercios de las muertes por fenómenos extremos en Europa en 2024, según un informe conjunto de Copernicus y la Organización Meteorológica Mundial que hace un balance climático del continente el pasado año.
Barcelona
Barcelona Activistas de los derechos humanos piden la retención de un barco dispuesto para armar a Israel
La naviera Maersk está transportando estos días componentes para los cazas F-35. El Estatuto de Roma sobre genocidio contempla acciones legales contra las empresas que favorecen las masacres.
Partidos políticos
CIS de abril La ultraderecha recorta votos al PP arrastrada por el efecto Trump
El barómetro de abril vuelve a situar al PSOE como fuerza más votada. La izquierda española sigue su contienda por todo lo bajo.

Últimas

El Salto n.78
El Salto 78 Nueva revista, viejas injusticias: hablemos de Violencia Institucional
En el último número de la revista de El Salto dedicamos la portada y nuestro “Panorama” a una de las violencias que sufren las mujeres solo por el hecho de serlo, la que aún a día de hoy emana de un sistema irracional y patriarcal.
Ayuntamiento de Madrid
Huelga de basuras Huelga indefinida de basuras en Madrid desde el 21 de abril tras romperse las negociaciones
Los representantes sindicales fuerzan el paro para obligar a las empresas subcontratadas por el Ayuntamiento a escuchar sus propuestas. El Ayuntamiento fija servicios mínimos del 50 %.
Más noticias
València
València CGT denuncia graves incumplimientos del plan de inundaciones en la dana de València
Un informe incorporado a la causa judicial señala la falta de seguimiento de los propios protocolos autonómicos en el día de la tragedia y la víspera.
Palestina
Palestina La UE apoya a Palestina con 1.600 millones de euros más pero sin entrar en la situación de Gaza
Los ministros de Exteriores europeos, que se han reunido en la mañana del 14 de abril con la Autoridad Nacional Palestina en Luxemburgo, no aumentan las sanciones contra Israel.
Fronteras
Fronteras El Gobierno de Mauritania alerta de que ya son más de cien cadáveres hallados en sus costas en 2025
Desde 2023 Mauritania es el principal punto de salida de embarcaciones hacia las Islas Canarias. El Gobierno reconoce el hallazgo de cuerpos. Mali reclama un trato humanitario a las personas que permanecen varadas en el país vecino.
Andalucía
Memoria histórica La inanición de la memoria andaluza
Las políticas públicas de memoria en Andalucía se encuentran en un estado de paralización que pone en duda la voluntad de la Junta por la reparación efectiva.

Recomendadas

Poesía
Culturas Joan Brossa, el mago que jugó con la poesía para reinventar el poder de la palabra
Casi inabarcable, la producción creativa de Joan Brossa se expandió a lo largo —durante medio siglo XX— y a lo ancho —de sonetos a piezas teatrales, pasando por carteles o poemas objeto— para tender puentes entre el arte, la política y el humor.
República del Sudán
Sudán Cara a. Un Sudán en guerra
Se cumplen dos años de una guerra que ya deja más de 13 millones de personas desplazadas y más de ocho millones de sudaneses al borde de la inanición.
Galicia
Galicia La TVG se gasta 839.772 euros en un programa de Miguel Lago y lo saca de parrilla tras hundirse en audiencia
El programa ‘O novo rei da comedia’ apenas llegó a los 36.000 espectadores de media en su estreno y cayó en picado en su hasta ahora última emisión al 3,4% de cuota de pantalla en una cadena que tuvo de cuota media en marzo un 8,1%.
Globalización
Crisis del multilateralismo El terremoto Trump sacude las instituciones del orden mundial y la “globalización feliz”
Muchas de las instituciones que marcaron la vida internacional desde la caída del Muro han entrado en crisis. ¿Todas? No, especialmente aquellas que intentan regular los derechos humanos, de los pueblos y de la naturaleza.