Instituciones culturales
Los agentes culturales comunitarios exigen al Gobierno que actúe contra el cierre de espacios como Harinera

La Red de Espacios y Agentes de Cultura Comunitaria denuncia “los atropellos de los gobiernos conservadores a la cultura”, con el ejemplo del final de Harinera anunciado por el Ayuntamiento de Zaragoza, y exige al ministro Urtasun que tome medidas.
Harinera, en Zaragoza, es un ejemplo de cogestión entre la administración pública y el tejido vecinal
Harinera, en Zaragoza, es un ejemplo de cogestión entre la administración pública y el tejido vecinal.
27 mar 2024 11:15

El Ayuntamiento de Zaragoza ha anunciado el fin de Harinera ZGZ, un espacio de creación cultural que ha aunado a ciudadanía y administración pública, “y lo disfraza como un plan de inclusión”, denuncian desde Colectivo Llámalo H, asociación de gestores culturales y vecinales de Zaragoza que han cogestionado el espacio junto al Ayuntamiento desde sus inicios. La Red de Espacios y Agentes de Cultura Comunitaria (REACC), de la que forma parte Harinera ZGZ, ha criticado “las decisiones de los conservadores que están intentando acabar con la cultura comunitaria libre”.

No es la primera vez que REACC se hace eco del acoso al que están siendo sometidos los centros culturales libres en España. En Zaragoza, el gobierno conservador ha cercenado Etopia, el Pilar Folk, el Eifolk, el CSC Luis Buñuel y el CSO Loira. Pero la red recuerda que hay casos por toda la geografía española: en Málaga, La Casa Invisible sobrevive al constante acoso municipal; en Guadalajara han ahogado el Festival de Cine Lento; en Huesca ha caído bajo la bota de Vox el Festival Periferias, y en Albacete, el Festival de Novela Negra; en la Comunitat Valenciana han descabezado prácticamente todos los centros culturales y de arte, con el caso sonado del director del Consorci de Museus, José Luis Pérez Pont.

El caso de Valencia, además, supone un ataque directo al uso de la lengua y la cultura autóctona, al igual que en Baleares donde el catalán se quiere eliminar de los centros educativos, y el gobierno ha puesto fin al Premi Guillem Agulló contra los delitos de odio.

También en Madrid, donde recientemente el concejal del distrito de Hortaleza ha mutilado el tejido asociativo cultural cancelando ferias, festivales y eventos artísticos sin justificación, entre muchos otros casos. 

“No se puede hablar de derechos culturales y luchar contra la censura si permitimos que en nuestros territorios se vulneren constantemente estos derechos”, dicen desde la Red de Espacios y Agentes de Cultura Comunitaria

Desde la REACC denuncian que esta oleada de ataques a la cultura “da alas al fascismo violento y autoritario e impide el ejercicio activo de la participación ciudadana desde el pensamiento y la cultura crítica y en libertad”. Por ello, apelan directamente al ministerio: “O el Gobierno toma cartas en el asunto y pone fin a estos desmanes anticuados o nos tendrán enfrente. No se puede hablar de derechos culturales y luchar contra la censura si permitimos que en nuestros territorios se vulneren constantemente estos derechos”. Necesitamos un sistema público de cultura fuerte que garantice los derechos de forma urgente “antes de que desmantelen todos los derechos y servicios culturales que tantos años nos ha costado levantar”.

Desde Harinera ZGZ  recuerdan en una nota de prensa que “el proceso que dio vida a Harinera ZGZ en 2014 contó con los agentes del tejido cultural y social local de la ciudad, con el tejido vecinal del barrio de San José y con el apoyo del Ayuntamiento a través de Zaragoza Cultural. Desde el Ayuntamiento se les ha transmitido que se va a prescindir del tejido vecinal y del tejido cultural y social local en un futuro muy próximo, a partir de mayo, y se pondrá la gestión en manos de “entidades sociales” sin definir.

La eliminación de las patas vecinal y colectiva de Harinera ZGZ era un temor que rondaba entre la ciudadanía vinculada al espacio, tras años de recortes en el presupuesto para la programación de actividades, la incorporación de usos ajenos al cultural en el espacio y la dejación por parte del Ayuntamiento a la hora de revisar el convenio de usos que daba vida al modelo innovador de cogestión del proyecto. Sin embargo, desde el Colectivo Llámalo H, que lleva siendo parte esencial de la cogestión del espacio durante los últimos ocho años, no preveían la absoluta falta de negociación y unilateralidad en la propuesta del cambio de gestión. Por eso, desde el colectivo entienden que “el Ayuntamiento de Zaragoza está escondiendo el desahucio de Harinera detrás de un supuesto plan de inclusión, repitiendo el modelo de desmantelamiento que ya ejecutó en Etopia”.


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