Internet
El Metaverso como espacio privativo: necesitamos espacios comunes

Las plataformas comerciales que ofrecen redes sociales han mermado nuestra capacidad de imaginar un internet en el que las comunidades que lo habitan decidan como relacionarse.
26 nov 2022 06:00

La Calle en realidad no existe, pero en ese mismo instante la recorren millones de personas.

Neal Stephenson, “Snow Crash

En Florida existe, desde 1996, la villa de Celebration. Se trata de una ciudad privada construida por la Walt Disney Company, muy cerca de su célebre parque temático. En Celebration el ingreso está muy restringido, así como la estética de las casas. Los precios son sensiblemente más altos que en el resto del estado y los establecimientos son gourmet. Hasta las canciones que suenan, normalmente clásicos de los 50, están regulados. Celebration es el ejemplo de espacio privativo mediado por las marcas: una utopía nostálgica para que familias de élite recreen un pasado idílico.

Este concepto de espacios exclusivos, que sirven para representar lugares idílicos que prometen felicidad infinita, pero que solo están al alcance de una minoría, no dista tanto de la idea que nos están vendiendo de Metaverso. Meta habla de Metaverso en una estrategia publicitaria, pero lo único que ha creado es su propio islote desconectado de los demás. Se llama Horizon Worlds, todavía no está muy clara su disponibilidad, y para acceder a él son necesarias unas gafas de realidad virtual que cuestan unos 400 euros y que por cierto vende en exclusiva Oculus, una empresa perteneciente a Meta.

Las plataformas comerciales que ofrecen redes sociales han mermado nuestra capacidad de imaginar un internet en el que las comunidades que lo habitan decidan cómo relacionarse. Un internet que contribuya a un libre desarrollo de las personas y que no fomente, con su propia arquitectura e intención de mantenernos en la pantalla, el acoso y la difusión de los discursos de odio. Antes de que suceda un proceso similar con la imposición de un Metaverso que no hemos pedido, es necesario que nos planteemos qué sentido tiene imaginar nuevas tecnologías sin idear nuevas formas de vida. Los gurús de Syllicon Valley nos venden la eterna promesa de que pronto tendremos un mundo nuevo con un montón de oportunidades, pero hasta ahora estas promesas nos han llevado a la precariedad laboral, la pérdida de privacidad y el doomscrolling.

Aunque el Metaverso se presenta como infinito en posibilidades, lo que está asegurado es que existirán Meta Marketplace y Meta Workrooms, entornos pensados respectivamente para comprar y trabajar. También está contemplado que se pueda jugar a juegos con los que ganar dinero y, evidentemente, el desarrollo de todas las actividades que la iniciativa privada pueda proveer. No parece, pues, que vaya a haber nada fuera de las prácticas corporativas. ¿Para qué querríamos, entonces, entrar, en primer lugar? Si solo se puede producir y consumir en él, ¿no se parece este metaverso a los aspectos más tristes y banales de nuestra vida?

Es interesante destacar que en este entorno que se pretende el futuro liberador ya se han dado casos de violencia sexual. Se trata de una macabra reminiscencia de la violación en el ciberespacio sucedida en LambdaMoo, con la diferencia de que en Horizon Worlds no hay una comunidad con capacidad para cambiar las reglas y decidir como se tiene que ejercer la justicia. El nuevo mundo se decide desde arriba, no es una plaza pública, sino un centro comercial en el que los participantes son o bien consumidores o bien producto del que se extraen datos.

Por desgracia, cada nueva oportunidad que nos ha ofrecido la tecnología ha sido reabsorbida por los gigantes tecnológicos a su favor y en nuestro detrimento. En vez de automatizarse los trabajos y dejarnos espacio para el ocio, se han precarizado yexternalizado los contratos laborales. Bajo las exigencias de la competencia y la renovación, se expulsa a la gente de los beneficios de los espacios virtuales y se les relega a llevar a cabo trabajos infrapagados y sin garantías, mediatizados por unagamificación de las condiciones laborales. Y luego, siempre está la amenaza de que las máquinas tomarán nuestro lugar. Como cuando Glovo proclama que sus drones repartidores vienen “libres de conflicto laboral”. Marta Peirano iba más allá afirmando que para las corporaciones “ya no somos el cliente y tampoco somos el producto: los humanos somos un problema a resolver”.

¿Pero y qué pasa con nuestros nuestros problemas? Nuestros problemas no pueden resolverse mediante tecnología porque susraíces no son tecnológicas, son socioeconómicas. De ahí que cuando se traduce nuestra vida a la virtualidad, la mayor parte de lacras (racismo, sexismo, capacitismo, etc) vengan incorporadas en esa translación. De ahí que los algoritmos presenten sesgos raciales, que existan comportamientos misóginos o que las IA se vuelvan medio neonazis cuando las dejamos sueltas un ratito. Las desigualdades e injusticias no desaparecerán mágicamente al crear espacios digitales, porque estos espacios son construidos por quien ya convive con dichas injusticias. Por esto hace falta situar las tecnologías y los conocimientos queproducen sabiendo quien los produce y con qué fines. Situar todo el farfullo del Metaverso como una práctica corporativista que enlaza con la ética del capitalismo financiero es imprescindible para saber donde estamos.

Nos encontramos ante un mundo de espacios privativos que reducen nuestras capacidades como especie y depredan el planeta. Los apóstoles del ciberutopismo corporativo asocian el crecimiento tecnológico al progreso social. Aseguran que la velocidad de ancho de banda y la simultaneidad significan libertad. Pero, ¿libertad para quién? ¿Y sobre qué? ¿Y quién paga las consecuencias de nuestro progreso tecnológico?

Hay una gigantesca cantidad de este supuesto progreso tecnológico que está dirigido a la creación de escasez artificial y a la extracción de beneficio privado. Todo parece flotar en la virtualidad, pero tiene un impacto real. Hablamos de cables intercontinentales, de extracción de materiales escasos con mano de obra infantil esclava o del impacto ambiental de las minas de bitcoin, que han acabado por agravar crisis de recursos y energéticas, como ha pasado recientemente en Kazajstan.

Virtual, en términos tecnológicos, no significa que no sea real o tangible. Por más que los espacios y productos digitales nos vendan un supuesto crecimiento y mejora infinita, están ancladas en las capacidades finitas de nuestro planeta y nuestros cuerpos.

A la hora de acercarnos al crecimiento tecnológico hemos de preguntarnos qué queremos y para qué lo necesitamos. No necesitamos gráficos hiperrealistas que emulen un mundo idéntico al que habitamos analógicamente. No necesitamos contenido infinito, no necesitamos medir y controlar cada aspecto de nuestra vida y productividad al milímetro, no necesitamos una economía basada en la especulación que no garantice los derechos básicos. Necesitamos tecnologías al servicio de las personas, algoritmos transparentes, control popular de los servidores, infraestructuras de red comunitarias, bibliotecas en línea que permitan el acceso a la cultura a todo el mundo. Necesitamos software libre que no sea vampirizado por compañías para seguir con la férula del crecimiento especulativo. Necesitamos proyectos que desafíen las lógicas privativas del conocimiento, como Sci-Hub, la web creada por Alexandra Elbakyan, perseguida por el gobierno de Estados Unidos, en la que cuelga para su libre acceso miles y miles de investigaciones científicas que, a las que no podríamos acceder de otro modo.

Nuestro metaverso, si decidimos que exista, tiene que ser una utopía en consonancia con el medio ambiente y una gestión responsable de recursos, que no genere un consumo ilimitado de energía ni toneladas de residuos electrónicos.

Arquivado en: Facebook Internet
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Redes sociales
El asesino de los CEO El fenómeno fan Luigi Mangione, ¿por qué tanta gente apoya a un asesino?
El caso del chico de clase alta que disparó sobre un CEO de una aseguradora médica ha desatado una ola cultural y de apoyo como no se había visto antes.
Redes sociales
Redes sociales La paradoja de 'Los ingenieros del caos'
La obra propone que los “ingenieros del caos” han reinventado la propaganda para adaptarla a la era de las redes sociales, pero adolece de un análisis sistemático ni una propuesta exploratoria de conexiones y relaciones entre causas y efectos
Aviación
Travel Smart Las multinacionales españolas, a la cola de la reducción de emisiones por vuelos de negocios
Un estudio publicado este martes por organizaciones ecologistas señala que las emisiones por vuelos de negocios a nivel global se han reducido un tercio, pero las empresas españolas van a la zaga y suspenden en transparencia u objetivos concretos.
Represión
Policía infiltrado La Directa destapa un nuevo caso de policía infiltrado, esta vez, en el activismo de Lleida
Bajo la identidad falsa de Joan Llobet García, un agente de la trigesimosegunda promoción de la Academia de Ávila, pasó dos años infiltrado en espacios independentistas, estudiantiles y ecologistas.
Redes sociales
El asesino de los CEO El fenómeno fan Luigi Mangione, ¿por qué tanta gente apoya a un asesino?
El caso del chico de clase alta que disparó sobre un CEO de una aseguradora médica ha desatado una ola cultural y de apoyo como no se había visto antes.

Últimas

Maltrato animal
Maltrato animal Lidl denuncia a los animalistas que detectaron afecciones en la carne de pollo de la cadena
El Observatorio de Bienestar Animal asegura que el departamento legal de la cadena les pidió que eliminaran todas las publicaciones sobre ellos y creen que es una estrategia legal para silenciarles.
Madres protectoras
Madres protectoras Una madre, condenada a tres años y medio por secuestrar a su propia hija, solicita su indulto
La libertad de Jewel Lázaro depende de la respuesta del Ministerio de Justicia de España a su petición de indulto con el fin de no separarla de otro bebé de nueve meses.
Derecho a la vivienda
Manifestación estatal Mapa | Más de 40 ciudades se movilizan este 5 de abril por el derecho a la vivienda
Decenas de miles de personas en más de 40 localidades de todo el Estado español saldrán a la calle el próximo 5 de abril para reclamar medidas para hacer frente a la crisis de vivienda.
Israel
Guerra en Gaza Israel ordena evacuar Rafah ante la previsión de un ataque terrestre
En la mañana del 31 de marzo, las fuerzas militares de Israel han ordenado a la población evacuar gran parte de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza.
Más noticias
Opinión
Opinión ¿Cómo acabar con el negocio de la vivienda?
Las reivindicaciones del 5A: bajada de alquileres, paralización de desahucios, desmantelamiento de las empresas de desokupación, ayudarían a acabar con la crisis de vivienda. Pero estas medidas son impensables en este sistema económico.
Francia
Francia Marine Le Pen es condenada por malversación y no podrá concurrir a las elecciones de 2027
Un caso de corrupción con los asistentes del Parlamento europeo golpea a la ultraderecha francesa. Le Pen y su partido, Agrupación Nacional, son condenados por el Tribunal Penal de París.
Precariedad laboral
Precariedad laboral Europa presiona de nuevo a España para que modifique la indemnización por despido improcedente
El Consejo de Europa concluye que el sistema español viola la Carta Social Europea al considerar que la compensación española no repara el daño a los trabajadores ni disuade de hacerlo.
Myanmar
Terremoto Myanmar: un país bajo los escombros
Con el cronómetro en contra, los equipos de rescate de Myanmar continúan buscando bajo los escombros a los supervivientes del que ya se considera el peor terremoto sufrido en las últimas siete décadas en el país.

Recomendadas

Militarismo
Alejandro Pozo “El oportunismo de la industria militar española aprovechando lo que pasa en Gaza es grave”
Este investigador sobre paz, conflictos armados, desarme y acción humanitaria denuncia que el rearme ya está teniendo lugar y que el Ejecutivo escamotea información sobre las relaciones comerciales de la industria con Israel.
Literatura
Silvia Nanclares “Moratalaz nace como barrio franquista, solo que no contaban con la presión vecinal”
Con ‘Nunca voló tan alto tu televisor’ la escritora madrileña regresa a su barrio y examina lo que quedaba debajo de la cáscara de progreso que supuso la construcción del edificio de Torrespaña, aun hoy uno de los más reconocibles de la ciudad.
Galicia
Galicia Bimba y Lola se aleja de las fibras textiles de Altri con la salida del presidente de Greenalia de su consejo
El presidente de Greenalia y antiguo consejero delegado de Inditex, José María Castellano, abandona su puesto en la empresa cerrando una puerta más a la salida de la celulosa supuestamente creada para fibras textiles.
Cómic
Cómic Un gran poder conlleva una gran responsabilidad: ¿los superhéroes de cómic son de derechas o de izquierdas?
¿Encarna Superman a la socialdemocracia liberal, es Batman un militante anarcocapitalista y el Capitán América la bandera del nacionalismo? La respuesta no es tan sencilla si se repasa la historia del género.