15M 10 Aniversario - 13

La semana política
Lo que pasó, pasó

Hora de algunas despedidas. Ada Colau tiene difícil volver a ser alcaldesa de Barcelona y la izquierda tiene difícil volver a convocar el espíritu de una época en la que pudieron cambiar muchas cosas.

Ningún resultado electoral del pasado domingo ha dicho más de la época que el de la ciudad de Barcelona. Después de un recuento agónico, en el que el PSC mantuvo la segunda posición por poco más de 300 votos, la victoria de Junts y su candidato Xavier Trias es la noticia, y el anunciado apoyo de Esquerra Republicana de Catalunya, el broche a lo que ha pasado esta semana. Trias, representante de la burguesía catalana, regresa al lugar de los hechos nueve años después. Fue derrotado en 2015 por Colau, tercera tras las elecciones del domingo, y con ella llegaron ocho años de políticas innovadoras a Barcelona. 

Vuelve el orden –entendido como la victoria inevitable de los patricios sobre la plebe– y se agarra al último recuento el cambio, más ecléctico y difícil de definir puesto que, pese a los avances, no se trató de la victoria de la plebe sobre el patriciado, sino de una más modesta utopía de coexistencia pacífica adaptada a los nuevos tiempos. No hay, del otro lado, intención de coexistir. El objetivo de echar a Colau, como ha descrito Steven Forti, era una consigna de clase, un consenso en la zona alta de Barcelona, el “Upper Diagonal”.

No ha resuelto el problema de la vivienda y la ciudad siguió viviendo la problemática contradicción del turismo de masas, pero el equipo de Barcelona en Comú puso varias piedras en la consideración de la economía social como un elemento clave para la construcción de las ciudades post-cambio climático. Lo fundamental, no obstante, no fue solo lo que llevó a cabo la todavía alcaldesa de Barcelona sino las resistencias que ha encontrado. 

El llamado “lawfare”, cuya virulencia contra Podemos sí ha sido suficientemente documentado, se cebó con Colau y su equipo. Las querellas y denuncias de los fondos de inversión han torpedeado la actividad ordinaria, y decisiones como las del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya de anular un servicio pionero como el de salud dental para familias vulnerables, han mostrado los límites que impone la razón de Estado convertida en una razón del beneficio privado –lex mercatoria– que está por encima del bien común. Y, cuando no llegaban las brigadas de abogados corporativos, llamaron a los desokupas.

Si este es el final de una etapa no es por la posibilidad de que no haya “unidad” de cara a las elecciones de julio sino porque se ha terminado la inercia en la llegada de nuevos votantes

La “política del cambio” entendida desde su inicio como una apuesta por ensanchar los límites de lo posible y estrechar al mismo tiempo las desigualdades urbanas tuvo en Barcelona su campo de pruebas más acabado. Así lo han vivido los votantes de las zonas más ricas de la ciudad, que el domingo votaron masivamente por Trias y contra Colau. Así se lo ha tragado ERC, atorado por la dificultad para dar por cerrado el capítulo del procesismo, que ha optado, en clave nacional, por apoyar a Trias –y al “upper” Diagonal– para borrar a Colau (y a la utopía de una coexistencia en clave nacional) de los cuadros de mando de la novena ciudad europea por PIB.

El domingo venció la restauración, en el sentido clásico del término y en casi todo el territorio. Las excepciones las pusieron EH Bildu y el Bloque Nacionalista Galego y Más Madrid. Ninguno de los tres partidos son estrictamente partidos del cambio, los dos primeros –junto a Compromís o ERC, que el domingo tuvieron malos resultados– son clásicos a su manera y tienen largo recorrido en la disputa contra el orden tradicional en sus territorios. En el caso de Más Madrid, el partido es consecuencia del “cambio del cambio”, de una inteligente adaptación al medio tras constatar los límites encontrados en el primer periodo de llegada a los Ayuntamientos. Su referente ético, Manuela Carmena, tomó las decisiones oportunas en 2015 y 2019 para vencer, a su manera, la contradicción entre patricios y plebeyos en una ciudad y una comunidad dominada por los primeros. En ese trance, el proyecto perdió –o renunció– a algo que Colau sí ha sabido mantener: la cohesión del grupo inicial.

Camino a la derecha

Las filas no están prietas y las tropas están exhaustas. La resaca del domingo 28 de mayo fue bruscamente interrumpida por el anuncio de Pedro Sánchez de que se disuelven las cortes y se produce la convocatoria de elecciones el 23 de julio. El PSOE tiene una estrategia definida: se reivindica como uno de los dos partidos del orden que hay en España. Por eso ha pactado un acuerdo con el PP para dejar a EH Bildu fuera de las instituciones vascas allí donde sean necesarios sus votos.

En el periodo de dos meses, los resultados electorales en Turquía, Grecia o Finlandia –sumados a los de Suecia e Italia de finales de 2022– han señalado que el camino a la derecha es ancho en todo el continente. Después de las elecciones del 28M, el sex appeal del Gobierno de coalición y sus medidas de contención en materia de derechos sociales quedó amortizado. En la campaña, Sánchez reivindicará la gestión económica más reciente pero más aún la experiencia del PSOE en la administración de la “única política posible”, aunque esta afloje la rienda en determinados momentos y la vaya a apretar –mediante las políticas de austeridad– en el futuro inmediato. Sánchez lo debe hacer así si quiere ganar y, más aún, si quiere conseguir el objetivo que no logró en 2019: gobernar en solitario. Lo hace así porque es como está programado el partido al que pertenece.

Las filas están exhaustas y las tropas no están prietas. La derrota de Podemos el 28M puso el colofón a su etapa. Lo hizo como ha sido todo en Podemos, de manera extrema, con estrépito y romanticismo: el cielo y la hostia padre estuvieron a dos décimas de distancia. Al final, el suelo. 

Lo que viene, Sumar, está hecho de otra madera y hace una lectura diferente del mapa de esta nueva etapa. Su virtud es que esa lectura está proyectada en el tiempo. Cuando Yolanda Díaz habla de un proyecto a diez años confirma, aunque sea de manera tácita, que actualmente hay un bloqueo para todo lo que conlleva tratar de democratizar el país. Su defecto, entonces, no parte de la lectura sobre el auge de las tendencias del orden que triunfan en todo el continente –nunca puede ser un defecto aplicar el principio de realidad– sino que hay demasiadas dudas sobre la intención de cohesionar al grupo e integrar a los derrotados de la etapa anterior. Hay algo de falta de realismo en la idea –con la que coquetean abiertamente sectores de ese espacio– de que Podemos y todo lo que significa se puede volatilizar, con o sin unidad. Hay falta de realismo, y mucho de revanchismo, en la narrativa según la cual Irene Montero “resta” en un proyecto político.

Si este es el final de una etapa no es por la posibilidad de que no haya “unidad” de cara a las elecciones de julio sino porque se ha terminado la inercia en la llegada de nuevos votantes a los espacios del cambio. Ilusionados o quemados, son los mismos. No hay desborde ni brecha sino un juego, en el mejor de los casos, de suma cero, en el que los rendimientos electorales del “espacio” de izquierdas a la izquierda del PSOE –y esa nomenclatura vaga es un síntoma del problema– van decreciendo. 

La nota optimista que ejemplifica el “caso Barcelona” es que, aunque no se haya percibido completamente en este tiempo, la victoria de 2015, y el momento que se abrió en esa fase de esplendor, fue objeto de una reacción violenta por parte de los poderes salvajes y patricios, del Estado y de las ciudades, lo que da muestra de que se estuvo a punto de subvertir las normas de la “única política posible”. Y si pasó puede volver a pasar.

Despedida y cierre
Esta ha sido la última entrega de 'La Semana Política' una sección que nació en El Salto en febrero de 2020 y cuyo autor ha sido Pablo Elorduy. Dicho autor amenaza con regresar en septiembre con otro formato periódico que no será éste.
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Solo para socias
Solo para socias Nueva carta mensual: “Redactor en crisis”, por Pablo Elorduy
Después de La Semana Política, el coordinador de Política de El Salto regresa a un formato periódico.
La semana política
La Semana Política La nave del misterio electoral
La compra de votos en Melilla y otros puntos del Estado agita la última semana de campaña y muestra el auge del conspiracionismo.
La semana política
La Semana Política La Transición no ha tenido lugar
El Partido Popular regresa en la campaña electoral al escenario de confrontación que pareció quedar superado a finales del siglo XX.
Agus
4/6/2023 7:37

Sigo perplejo ante la pérdida de Carmena frente a Almeida, que junto a Ayuso son los dos títeres de la política del esperpento nacional. Y ahí siguen.

0
0
Antonino
3/6/2023 16:25

Eso sí, toda esa gente que se autodenomina antiespecista, anticapitalista, antifascista, feminista antiterf, etc, etc, que no vota porque le da calambre, henchida de sí misma en sus arcadias felices...
Cuando vaya Desokupa a sacarla de su paraíso se caerá del guindo.

0
0
Sererchio
3/6/2023 13:02

Cuanto se puede aprender de la historia de Roma, y que poco han cambiado las cosas, los patricios han derrotado una vez más a la plebe.

2
0
Residencias de mayores
Residencias Fondos de inversión y residencias: la mano invisible que retuerce los cuidados
Mientras DomusVi, en manos del fondo de inversión ICG, ya es la empresa con más residencias privadas del Estado, residentes, familiares y trabajadoras explican lo que supone que las prácticas especulativas acunen la vejez de las personas.
Palestina
Palestina Egipto abre la puerta a un nuevo alto el fuego en Gaza con el visto bueno de Hamás y EEUU
A cambio de la retirada gradual de la tropas de Israel en la Franja, serían liberados cinco rehenes cada semana. El Gobierno de Netanyahu no se ha pronunciado y siguen los ataques contra población civil.
Argentina
Estela de Carlotto “Faltan todavía muchos nietos por encontrar”
Al cumplirse 49 años del golpe cívico-militar, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo dialogó con El Salto y apuntó contra el Gobierno de Milei y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que encabeza la represión de la protesta social.
Comunidad de Madrid
Fin a la privatización Un tsunami marcha por Madrid por la gestión totalmente pública de los servicios a la ciudadanía
La plataforma Tsunami por los Servicios Públicos nace este domingo para aglutinar a decenas de organizaciones sociales que quieren hacer frente al “modelo neoliberal de destrucción masiva de los derechos humanos y sociales”.
Opinión
Opinión ‘Severance’ o la decadencia audiovisual de Estados Unidos
La segunda temporada de la serie estrella de Apple TV abandona el conflicto laboral y se centra en el amor como principal eje argumental.
México
Hallazgo en Teuchitlán Crisis de desaparecidos en México: los buscadores, entre el narco y las omisiones del Estado
El hallazgo del cementerio clandestino en Teuchitlán, Jalisco, ha conmocionado a todo México. El país que vive una crisis por la desaparición de más de 120 mil personas, que en 18 años solo han aumentado frente a una pasmosa impunidad.

Últimas

Medio ambiente
Medio ambiente Galiza volve á rúa contra Altri, Greenalia e a celulosa da Xunta: o desastre natural en cifras
Espérase que centos de embarcacións e decenas de miles de persoas participen nunha manifestación este sábado na Pobra do Caramiñal, un dos concellos da ría de Arousa, onde desemboca o río Ulla, o máis afectado pola fábrica de celulosa.
Tribuna
Tribuna Carta aberta a José Soares de Pina, CEO de Altri: “Paren este proxecto que Galicia nin quere nin necesita”
Os argumentos para apoiar o que dicimos son moitos. Situaríanse nun terreo no bordo da ZEC Serra do Careón; provocarían un novo ciclo de plantación masiva de eucalipto ou de importación de países do Sur; e o máis importante: non teñen licenza social.
Sanidad pública
Aragón La Atención Primaria de Zaragoza, en huelga
Los sindicatos convocantes denuncian el ‘decretazo’ autonómico, por ofrecer más servicios a la ciudadanía sin aumentar el personal contratado. Hay convocado un segundo día de paros el próximo 31 de marzo.
Madrid
Derecho a la vivienda Consumo reclama al Ayuntamiento de Madrid que cierre y sancione los 15.200 pisos turísticos ilegales
El Ministerio de Derechos Sociales y Consumo, que dirige Pablo Bustinduy, entrega un listado de los 15.200 pisos turísticos sin licencia que operan en Madrid y pide a Martínez-Almeida que actúe contra ellos y sus propietarios.
Más noticias
Comunidad de Madrid
Represión La Policía cita a seis activistas que participaron en el escrache a Espinosa de los Monteros en la Complutense
Acusan de delito de odio a activistas que participaron en una protesta en la Facultad de Políticas contra el exportavoz parlamentario de Vox. Fueron citados por la Policía el pasado 21 de marzo, más de un mes después del escrache.
Ni hablar
Ni hablar La clase obrera no va al paraíso
La explotación se aligera con el relato torticero de la explotación y de los héroes del capital, y con la asunción íntima de que capitalismo y democracia son conceptos sinonímicos.
Opinión
Opinión Los eufemismos y el gasto militar
Los profesionales en la confección de los mensajes políticos y manipulación de la opinión pública han debido apreciar que el termino “rearme” era demasiado explícito y contundente y que podría provocar cierto rechazo.
Opinión
Opinión El último capítulo del genocidio
Israel ha comenzado la fase final de su genocidio. Los palestinos se ven obligados a elegir entre la muerte o la deportación. Lo que estamos presenciando eclipsa todos los ataques históricos contra los palestinos.

Recomendadas

Medio ambiente
Medio ambiente Milleiros de persoas enchen A Pobra do Caramiñal para berrar contra a celulosa de Altri e a mina de Touro
Unha grande multitude por terra e centos de embarcacións por mar esíxenlle ao Goberno de Alfonso Rueda que “recúe” ante o potencial desastre ambiental que sobrevoa Galiza.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Un rayo de esperanza tras cinco años de los protocolos de la vergüenza
A punto de prescribir los posibles delitos, un avance judicial abre la puerta a conocer quién decidió no derivar a hospitales a ancianos en residencias en la Comunidad de Madrid.
Medio ambiente
Oliver Franklin-Wallis “La industria de los residuos deja una cicatriz enorme en nuestro planeta”
El periodista británico Oliver Franklin-Wallis recorre en ‘Vertedero’ (Capitán Swing, 2024) las prácticas ocultas de la industria de residuos, exponiendo el papel de las grandes corporaciones, en connivencia con autoridades e instituciones públicas.
Siria
Siria Siria, de la euforia por el fin del régimen al examen de la transición
Las matanzas en el litoral sirio y las dudas acerca de las nuevas autoridades dejan atrás la alegría por la caída de al Asad y enfrían el aniversario de la revolución, el primero tras la huida del dictador.