Maternidad
Justicia social para las maternidades ante el nuevo horizonte de la izquierda que suma

Maternar es una práctica social sostenida diariamente por millones de madres, y que todavía, a día de hoy, sigue siendo un problema sin resolver dentro de los propios feminismos.
17 jun 2023 09:00

Me gustaría recordar, como parte de un ejercicio de esperanza política hacia lo que viene, y como parte de la justicia social de la que habla Sumar, qué pasa con las madres en el Estado Español a día de hoy. Qué pasa con el extractivismo sobre nuestros cuerpos. Qué pasa con todo el aparataje de vigilancia y castigo, donde se cuelan lógicas de crueldad que todavía perduran del franquismo. Crueldad que continúa campando sobre la monomarentalidad. Sobre las madres sin sueldo pater-hetero-nuclear. Sobre las madres migrantes.

Qué pasa para que podamos hablar de emergencia climática, como fin del cuerpo-viviente-Tierra, como fin del cuerpo principal que sostiene nuestras vidas, y no podamos hablar de la emergencia social, como herida social urgente sin resolver, que supone el hecho de que cerca del 40% de las madres desarrollen un malestar o trastorno psíquico durante las crianzas los primeros años de vida de sus criaturas, y que la única solución que tengamos sea la medicalización, en lugar de investigar sobre cuáles son las coordenadas que generan estos malestares. ¿Será este el momento de reclamar justicia social para las madres? Justicia restaurativa para sanar la herida social que arrastramos.

¿Es importante acabar con el extractivismo neurótico sobre los recursos de la Tierra, cara a una próxima extinción como animales-humanos, y no es urgente vertebrar, apuntalar, resolver, proyectar todo un paquete de medidas, políticas públicas y estrategias para que la actividad humana de maternar no sea sinónimo de nuevas pobrezas, nuevas obligatoriedades psico-afectivas, afectivo-sexuales, económicas, socio-políticas y sinónimo de pérdida de todo tipo de capitales (desde esa “economía de pérdida” de la que habla aquí la historiadora feminista y amiga, Maite Garbayo)?

¿Podemos hablar ya, en este nuevo futuro de esperanza política que tenemos por delante, de un pacto social que incluya a las madres, y resuelva la maternidad como sinónimo de pobreza, devaluación y expulsión?

Sería un sueño poder desmontar esa universalización, impuesta por el blanco-igualitarismo-occidental, que coloca a las crianzas como actividades humanas a expulsar de la legitimidad política, negando su carácter estructural y determinante para la continuidad del asunto vital público. ¿Podemos hablar ya, en este nuevo futuro de esperanza política que tenemos por delante, de un pacto social que incluya a las madres, y resuelva la maternidad como sinónimo de pobreza, devaluación y expulsión?

Teniendo presente que somos millones de madres en el Estado Español. Maternar —los trabajos maternos— son una realidad trasversal que va más allá de la clase, del grupo social. Que atraviesa del centro a lo rural. Maternar es una práctica social sostenida diariamente por millones de madres, y que todavía, al día de hoy, sigue siendo un problema sin resolver dentro de los propios feminismos, cuando estos tendrían que resolver esta devaluación sistémica que arrastramos las mujeres una vez nos transformamos en madres.

Muy contentas de haber desmontado —académicamente— la respuesta canceladora del turbo-capitalismo-individualista ante nuestras demandas cuando nos dice “no haber traído a nadie a este planeta o no haberte responsabilizado de una criatura de forma irreversible”. Como si se tratase de una excentricidad, cosa que hace con todo lo que no le genere una inmediata acumulación de capitales. Cuando la cosa es que las crianzas están imbricadas con capas profundas de nuestro ser, que siempre necesitan y necesitarán desplegarse. Como parte de nuestros desarrollos vitales, de nuestras fuerzas vivas. Sea de manera consanguínea o desde el entrañamiento no-consanguíneo, porque las fuerzas reproductivas forman parte de cada proyecto psico-afectivo-profundo, enraizado en lo que tú consideras pertenencia, y en la manera que cada una quiere estar/dejar en este mundo. En qué queremos aprender antes de irnos. Además, están entrelazadas con las, sí, legítimas fuerzas activas que permiten la continuidad de lo vivo, que perseveran en la vida, sobre las que hablan muchas filósofas feministas actuales.

No es tan fácil reducir la actividad humana de maternar a una lista de tareas productivistas reemplazables por otros deseos. La trama que las empuja tiene implicaciones muy adentro de nuestro ser, con una traslación en lo de fuera, en lo púbico, más allá de nuestro ser.

Me gustaría llevar al centro de la urgencia política, al lado de la preocupación por el parque de Doñana o el Mar Menor, qué pasa con nuestros cuerpos como madres. Cómo a pesar de saber que durante las gestaciones y puerperios se producen procesos —absolutamente transformadores— como la transparencia psíquica o el microquimerismo descrito por compañeras ginecólogas, psicólogas y psiquiatras perinatales feministas, el hecho de asumir una crianza, sin ser rentista o sin tener una estructura de apoyo macho-pater-hetero-económica detrás, previamente, te va sumergiendo en un lugar de devaluación. Un lugar socio-históricamente muy conocido por las mujeres. Lugar de cansancio como disciplina social que nos dispara todo tipo de síndromes autoinmunes y enfermedades crónicas. Lugar de aislamiento y soledad como estrategia de control sobre las fuerzas de trabajo futuras. Impresiona que no tengamos estadísticas, análisis, cruces de datos, soluciones. Ministerios dedicados a resolver toda esta herida social sobre los cuerpos de las madres. Normalizada. Silenciada por el discurso oficialista feminista institucional actual.

Muchas de nosotras deseamos un cambio de rumbo ante la nueva esperanza política de una izquierda que suma, recordando con mucha tristeza estos pasados años, cómo cada vez que hemos abierto debates para abordar qué pasa con los procesos de reproducción social ante los alarmantes datos del INE se nos ha intentando cancelar argumentando que hablar de lo reproductivo es hablar de fuerzas fascistas, como fuerzas utilizadas para la construcción del Estado-Nación durante procesos totalitarios, y que no merecen tener tratamiento político. Muy hartas de ese discurso oficialista que responsabiliza a las madres de la construcción identitaria esclavista patriarcal que se ha ido sedimentando con el paso de los siglos sobre el constructo “madre”. “Madre” como mano de obra gratis para el paterestado.

Como si ahora no luchásemos, cada día, por desarticular cada una de las celdas que articulan la cárcel identitaria de la “madre” normativa. Desmontando la construcción única de “madre”. Conformada durante el franquismo, deliberadamente, a partir de la reproducción de lógicas de crueldad sobre todo lo que no era esa “madre” sometida. Dejando claro-clarinete que la única identidad posible de “madre” era siendo psico-esclava del paterfamilias/paterestado. Como si ahora no luchásemos por la diversidad identitaria dentro de las crianzas, por salir de los yugos de las unidades hetero-esclavistas nucleares.

Ojalá podamos ya, en este nuevo horizonte político de izquierda posibilitadora de nuevas emancipaciones para todas, salir de la lógica de tratar lo reproductivo como un problema fascista a extirpar, en lugar de una actividad humana, determinante para nuestra continuidad, a vertebrar. Ya que las feministas, las de izquierdas, las que también proyectamos en un modelo social lo más justo posible para todas las partes, también formamos familias.

Que se acabe la cultura del castigo sobre las madres que no está pertrechadas de privilegios, y que la reproducción de las lógicas de crueldad franquistas sobre las madres, desaparezca

Esperamos que sea ahora el momento de poder tratar dentro de un debate justo, sin el ninguneo que hemos sufrido en este proceso político feminista institucional (que llega a su fin), la posibilidad de una prestación universal sujeta a renta por criatura a cargo como sucede en media Europa, lo cual sacaría de condiciones miserabilistas a millones de madres en contextos que no son híper-urbanitas-neuro-dominantes; poder hablar de capitales y maternidades; poder plantear bajas más amplias, transferibles, que cubran los procesos de exterogestación —porque el cuerpo que hace el trabajo monumental de gestación, parto y lactancia necesita protección y ser cuidado, frente a un cuerpo que en esos mismos meses puede prepararse un triatlón o unas oposiciones; sacar la estructura del hetero-paterfamilias romano de nuestra vertebración jurídica fundacional y que nadie, que no ha sostenido en el tiempo a una criatura, con toda la complejidad que ello supone, tenga derechos consanguíneos sobre esa criatura; que el acceso a la vivienda de las madres sea prioritario; que se reconozca todo lo que se está acumulando sobre los cuerpos de las madres en el contexto que pisamos, hoy día; que se proyecten programas de bienestar psicológico perinatal públicos que eviten la medicalización, como simple respuesta, y que todas, en todos los rincones de este país, puedan entender los psico-bio-procesos que atraviesan a sus cuerpos como madres una vez te metes en estos complejos viajes, que no son decisiones excéntricas individualistas. Que los derechos y, la protección psico-física de los bebés, estén por encima del salario, como manera de proteger la salud futura de nuestra comunidad como parte de la responsabilidad eco-social que forma parte de todos los discursos verdes. Que no se quiten custodias por inercia, sino que se ayuden a las madres con dinero y formación púbica para que puedan llevar hacia delante sus propios proyectos de familia. Que se acabe la cultura del castigo sobre las madres que no está pertrechadas de blanco-privilegios, y que la reproducción de las lógicas de crueldad franquistas sobre las madres, desaparezca.

Ojalá este futuro próximo posibilitador de una izquierda plural, de una izquierda que suma, se pare a mirar la urgencia social que supone las condiciones en las que millones de cuerpos madres, a día de hoy, asumimos las maternidades por todo el Estado Español.

Arquivado en: Crianza Maternidad
Sobre o blog
Un espacio de encuentro y debate para personas que participan o están en los alrededores de ese difuso cuerpo conocido como Movimientos Sociales.
Ver todas as entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Feminismos
June Fernández “Estoy abierta a reconocer modelos en los que haya personas cuyo rol sea gestar”
La periodista June Fernández publica ‘Sueños y vasijas’, un volumen sobre la gestación subrogada que no quiere sacar a nadie de su posición, pero sí sumar elementos para analizarla con perspectiva feminista.
Relato
Relato Descubrirse las manos
Descubres tus manos: el palmar y el dorso, la posibilidad futura de la pinza atrapacosas, dos miembros que te vinculan al chimpancé y al lémur. Aprendes su mecanismo.
Sobre o blog
Un espacio de encuentro y debate para personas que participan o están en los alrededores de ese difuso cuerpo conocido como Movimientos Sociales.
Ver todas as entradas
Israel
Israel Netanyahu acelera los planes de ocupación total de una Gaza diezmada por el hambre
El ejército israelí quiere movilizar a 30.000 reservistas para una nueva expansión de la ofensiva sobre Gaza. Las organizaciones dependientes de la ONU alertan de la hambruna y las enfermedades en un enclave en el que escasea el agua potable.
Comunidad de Madrid
Universidad pública El alumnado de la UNED denuncia el “modelo antipedagógico” tras la supresión de tutorías presenciales
El proceso de eliminación de clases se remonta a 2008, aunque ha sido este año, con el nombramiento Claudia Sevilla como directora de centros asociados de Madrid, cuando el gobierno de Ayuso “ha pisado el acelerador”.

Últimas

O Teleclube
O Teleclube 'Os Pecadores' loitan contra montruos reais e mitolóxicos no novo episodio de 'O Teleclube'
O dúo do director Ryan Coogler e o actor Michael B. Jordan estrean unha película sobre a experiencia afroamericana cunha ameaza sobrenatural engadida.
València
València Rechazada la querella por tortura contra Ramón, policía infiltrado en València
Un juzgado de València desestima el recurso presentado por Alerta Solidària contra la inadmisión de la querella criminal por torturas contra el agente que pasó dos años infiltrado.
Gobierno de coalición
Gobierno de coalición El PSOE se mira en el espejo de Canadá
La irrupción de un enemigo exterior poderoso como Trump ha provocado un giro rotundo en las elecciones del país norteamericano, catapultando a los progresistas tras estar al borde de una dura derrota.
Más noticias
Economía social y solidaria
Cooperativismo Economías tejidas por mujeres: feminismo y cooperativismo en Madrid, una genealogía por contar
La Economía Social y Solidaria feminista no ofrece fórmulas mágicas, pero sí un horizonte: uno donde lo productivo y lo reproductivo, lo económico y lo afectivo, dejen de estar enfrentados.
Huelva
Huelva Jornaleras de Huelva en Lucha interpone la primera denuncia por el despido de una temporera marroquí
La sección sindical, recién constituida, asegura que “abren la veda” para denunciar otros atropellos laborales similares en contratos fijo-discontinuos de trabajadoras contratadas en origen.
Artes gráficas
Andalucía Poevélez: Cuando poesía e imagen mezclan, funden y subliman
La muestra colectiva de diversos artistas del panorama nacional nos presenta ejercicios de poesía visual desde diversas disciplinas como el collage y la fotografía y se puede visitar en la Fundación Eugenio
Opinión
Opinión Sobre la guerra y la paz
Parece que los alemanes y el resto de europeos no aprenden con la historia que ellos mismos han protagonizado en los últimos 400 años. Ni siquiera con la historia del siglo XX, tan inmediatamente próxima y tan inmensamente trágica.

Recomendadas

Laboral
Laboral Coidar sen dereitos: a loita das traballadoras nas residencias privadas de Galiza
Sen tempo nin medios para ofrecer uns coidados axeitados, alertan dunha situación insostible nos centros e denuncian a privatización dun servizo a costa do benestar das persoas maiores e dependentes.
Galicia
Galicia Vigo, A Coruña e Ourense mercaron material policial a Israel por medio millón de euros en só catro anos
O alcalde ourensán, Gonzalo P. Jácome, adxudicou un contrato por 70.000 euros días despois do sete de outubro. Abel Caballero asinou outro de máis de 200.000 euros e a alcaldesa da Coruña seguiu a estela cun contrato de 170.000 euros.