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LGTBIAQ+
Peor salud mental, más ideaciones suicidas, odio en la escuela: cinco informes para una panorámica LGTBIAQ+
Orgullo es protesta, y el 28 de junio de 2025, por mucho que se quieran destacar mensajes en positivos como los veinte años de matrimonio igualitario que ha servido de eje de la campaña del Ministerio de Igualdad, hay mucho por lo que protestar.
En un contexto de avance global de ideas reaccionarias, donde asistimos a la prohibición del orgullo en Budapest por parte del Gobierno húngaro o a la denegación de derechos a madres lesbianas en Italia, estos cinco informes dibujan una panorámica de las condiciones de vida de las personas LGTB en el contexto estatal.
LGTBfobia, segunda causa de los incidentes de odio
El Informe sobre la evolución de los delitos de odio en España 2023, elaborado por el Ministerio de Interior, constata el incremento de las infracciones penales e incidentes de odio en España en 2023, un total de 2.268, cifra que supone un incremento del 21,3% respecto a 2022.
Según este informe, los delitos de odio por racismo y xenofobia, con 856 hechos, son los más numerosos y representan el 41,8% de total de las denuncias. Le siguen los delitos de odio cometidos en los ámbitos de la orientación sexual e identidad de género (522 hechos), mientras que en tercer lugar se sitúan los delitos de ideología (352 hechos). La mayor concienciación y sensibilización social sobre este tipo delitos explica en parte este incremento.
Los delitos de odio por racismo y xenofobia son los más numerosos según el informe de Interior sobre infracciones penales e incidentes de odio, seguidos por los cometidos en los ámbitos de la orientación e identidad
El informe Estado del Odio: Estado LGTBI+ 2025 de la Federación Estatal LGTBI+ complementa estos datos con este trabajo basado en una encuesta que indica que el 20,3 % de las personas LGTBI+ ha sufrido acoso, ya sea mediante insultos, aislamiento social o coacciones en el entorno digital. La discriminación, en ámbitos como el empleo, el acceso a servicios o la vivienda, alcanza al 25,25 % del colectivo (unas 1.282 500 personas). Más preocupante aún es el salto en las agresiones físicas o verbales, que pasan del 6,80 % en 2024 al 16,25 % en 2025, un incremento de 9,45 puntos que se traduce en 812.000 personas agredidas en el último año.
La Federación advierte de que este repunte de la violencia no es una realidad aislada, y que es consistente con las estadísticas europeas y los datos del Ministerio de Interior, algo que relacionan con los discursos políticos que legitiman la violencia simbólica y allanan el terreno para la violencia física.
Salud mental: el doble de ideaciones suicidas
Este asunto tiene una incidencia directa en la salud mental de las personas LGTBIQ+. El estudioLa situación de la salud mental en España, da algunos datos. Especialmente preocupantes son los relacionados con el mayor riesgo de intento de suicidio. Y es que el documento advierte de que, comparado con la población general, las personas LGTB reportan más del doble de intentos o ideaciones de suicidio (32,1% vs. 14,5%), así como de autolesiones (19,5% vs. 9%).
Las personas LGTB reportan más del doble de intentos o ideaciones de suicidio (32,1% vs. 14,5%), así como de autolesiones (19,5% vs. 9%)
Además, dice este estudio, las personas LGTB tienen más probabilidad de acudir a un psicólogo o psicóloga (33,9% frente al 20,8% de la población general) y solo el 43,6% de las personas del colectivo percibe su salud mental como buena o muy buena, frente al 62,5% de la población general.
Este mayor sufrimiento psíquico se refleja en que un 64,9% de las personas LGTB participantes en el estudio afirma haber sufrido ataques de ansiedad, un 55,4%, depresión y el 48,2%, ansiedad prolongada.
Trabajo: violencia e invisibilidad
La violencia LGTBIfóbica está muy presente en los centros de trabajo, hasta el punto de que más de cuatro de cada diez (42,25) trabajadores LGTBI aseguran haber vivido alguna agresión de tipo verbal hacia sí u otros por su orientación sexual, su identidad o expresión de género. Así, el 28,41% reconoce haber sufrido chistes, el 25% comentarios de carácter despectivo, el 18,33% burlas, seguidos en menor medida por gestos (13%), rumores (15%) o insultos (7%), con una frecuencia de más de dos veces el 44,22%, y más de tres veces el 40%. El 35% de los heterosexuales responden haber sido testigos de esas agresiones. El 55,66%, es decir, en más de la mistad de las ocasiones nadie se ha posicionado a favor de la persona LGTB agredida.
Son los números que arroja la encuesta que hace UGT “para dar visibilidad a una violencia normalizada contra este colectivo en el ámbito laboral” y que explican por qué el 86% piensa que es necesario locultar la orientación sexual en una entrevista de trabajo. Tres de cada cuatro personas visibilizan su orientación sexual en el ámbito social y familiar, pero uno de cada tres siente el entorno laboral como no seguro para manifestar la orientación sexual. Un 75% han sentido miedo a revelar su orientación o identidad en el empleo, es decir, tres de cada cuatro personas LGTBI, algo que tiene consecuencias en su salud mental.
Educación: actos de odio también en la etapa escolar
La investigación Estado de la Educación LGTBI+ 2024, también de la Federación Estatal LGTBI+, muestra que un 23% de la población LGTBI+ ha sufrido actos de odio en su etapa escolar, cifra que se eleva a una de cada 4 personas (25%) en la franja de edad de entre 18 y 24 años (Generación Z). En casi 7 de cada 10 casos (64%) el centro educativo en el que estudiaban no hizo nada.
Del informe también se desprende que el acto de odio más frecuente es el acoso (14,75%) seguido de la discriminación (13,75%), la violencia física (7,4%) y el ciberbullying (7,25%). También revela que los actos de odio se concentran en la ESO. La mayor parte de los actos de odio sucedieron en 3º y 4º de la ESO (16,13%); seguido de 1º y 2º de la ESO (14,50%).
Un 23% de la población LGTBI+ ha sufrido actos de odio en su etapa escolar, cifra que se eleva a una de cada 4 personas (25%) en la franja de edad de entre 18 y 24 años
Además, este informe muestra que el aumento de los prejuicios contra el colectivo LGTBI+ es más intenso especialmente entre los hombres. Entre los chicos, aumenta el porcentaje de población con prejuicios en 28,7%, siete puntos más que entre las chicas, según los datos de COGAM.
Colectivo y discapacidad
La situación de las personas LGTBI+ con discapacidad en España es el título del informe elaborado por el Ministerio de Igualdad, a través de la Dirección General para la Igualdad real y efectiva de las personas LGTBI+. Se trata de una investigación que recoge experiencias de discriminación y victimización y de la asunción de estereotipos y prejuicios hacia el colectivo. El colectivo manifiesta sentirse discriminado en el ámbito familiar, laboral, sanitario, educativo y de la sexualidad, entre otros.
El estudio pone de manifiesto que el 78% de las personas encuestadas ha experimentado algún tipo de discriminación en el ámbito educativo, especialmente por parte de los compañeros y compañeras, pero también de parte del profesorado.
Los hombres LGTBI+ con discapacidad sufren menor discriminación en comparación con las mujeres y las personas no binarias del colectivo según un informe de Igualdad
Por otra parte, el 46% de las personas se ha sentido discriminada en algún momento en el acceso a la atención sanitaria. Además, el 39% de las personas encuestadas afirmó sentirse rechazada, discriminada o acosada durante la búsqueda de empleo y el 41% denuncia este rechazo y acoso ya en su puesto de trabajo. La mitad de las personas encuestadas ha vivido situaciones de discriminación en deporte, formación y actividades políticas, con una alta incidencia en actividades de ocio, del 68%.
El estudio también arroja que los hombres LGTBI+ con discapacidad sufren menor discriminación en comparación con las mujeres y las personas no binarias del colectivo.
Las personas LGTBI+ con discapacidad denuncian sobreprotección familiar, con la consecuente pérdida de autonomía y control sobre sus decisiones personales. Además, afirman que, con frecuencia, tienen empleos o acceden a puestos laborales que no coinciden ni con sus expectativas ni con su formación ni experiencia laboral, lo que puede influir en un proceso de empobrecimiento.