Derechos Humanos
Santa Marta no está sola

La involución democrática en El Salvador va ligada a la vieja agenda económica y política, ahora en nuevas manos.
Vidalina Morales en la Sala de lo Penal de San Salvador (El Salvador)
Vidalina Morales denuncia las irregularidades del proceso contra los líderes de Santa Marta (El Salvador) Miquel Carrillo

@MiquelCarr

4 may 2023 19:28

Aterrizar en El Salvador después de la pandemia es regresar a una especie de distopía tropical. Tras un año de régimen de excepción, doce veces prorrogado por el presidente Bukele, en las calles de la capital se vive un cierto aire de alegría y despreocupación. La gente camina tranquilamente, incluso cuando el sol se oculta, y disputa un espacio público que hace escasos meses era patrimonio de las maras.

La maquinaria de comunicación gubernamental ha creado una imagen que ahora se realimenta sola, en un círculo virtuoso, que nadie duda en alimentar pateando las avenidas. La sensación de seguridad llama a más gente y la gente rellena esa fotografía, ese apapacho colectivo que no hace otra cosa que infundir una tranquilidad por años desconocida en el pulgarcito del continente.

«Es cierto. Hay lugares en los que antes ni la policía se atrevía a llegar y ahora se puede entrar sin peligro», me confiesa un compañero que lleva décadas viviendo en el país. Bukele ha cambiado la realidad por un relato que todo el mundo quiere creer y que, al creerlo, crea una nueva realidad. Casi nada. ¿A quién le importan los datos y la información pública, si ocupamos las calles, si tenemos la libertad de movimiento que ya casi habíamos olvidado? Aprovechando la pandemia y la excepcionalidad, la falta de transparencia pública se ha vuelto la norma en el país. Así que tampoco sabemos hasta qué punto es cierta la disminución de la delincuencia, cosa que tampoco parece importar demasiado. Y pronto tampoco quedarán medios de comunicación para intentar contar algo parecido a la realidad.

A un año de la aplicación del régimen de excepcionalidad, 66 mil personas han sido encarceladas. Muchas de ellas de manera arbitraria, sufriendo un régimen penitenciario espantoso o directamente torturas físicas, sin que sus familias hayan recibido noticias suyas durante meses. Ni siquiera la Cruz Roja ha podido entrar en esos penales, en cuyas celdas se duerme sobre el suelo desnudo y no entra la luz del día. Las madres y esposas tienen que pagar a los funcionarios de las prisiones para hacer llegar comida o medicamentos a sus esposos e hijos, sin ninguna garantía de que los reciban o de que simplemente estén dando una mordida por nada.

¿Quién va a abrazar a esos infelices? Algo habrán hecho. Nadie va a permitir que se rompa la ilusión que recorre calles y plazas. Mejor no decir nada, aguantar hasta que salgan, no ser señalados. Sean felices, se lo merecen, aunque sea insoportable el precio pagado. O quizás no. ¿Acaso resolvió la democracia nuestros problemas? En un momento en que al 51% de la población de América Latina «no le importaría que un gobierno no democrático llegara al poder si resuelve los problemas», según el Latinobarómetro 2021, haber acabado sin remilgos con el problema número uno de la agenda política salvadoreña hace de Bukele casi un profeta de su tiempo. La paz, los ideales, las historias de la montaña, todo eso es de otro siglo, bróder.

Vuelve la minería al El Salvador

Pero quizás no sea todo tan nuevo ni tan original. En ese contexto de bula papal, se renueva el acoso a la sociedad civil y a todo aquello que supongo una mínima amenaza a las perspectivas de acumulación de poder económico y político, de una nueva elite que se abre paso tras la estela del gran hacedor y sobre las cenizas de la vieja burguesía guanaca. Los líderes de Santa Marta fueron encarcelados a principios de año gracias a un caso fabricado para la ocasión por la fiscalía, vinculado con la guerra civil que asoló el país década atrás. No hay pruebas, ni testigos directos, ni cuerpo del delito, ni falta que hace. La comunidad encabezó las protestas contra la minería metálica en el país, consiguiendo una moratoria y la paralización de grandes proyectos e inversiones que, en el contexto de crisis económica del país, van a ser necesarias para seguir alimentando la ilusión de dicha y progreso. La estrategia no por conocida deja de ser brillante: encerremos a los líderes del movimiento y tomémonos el tiempo que haga falta para encontrar las pruebas necesarias, o en su defecto fabricarlas. En el peor de los casos, el estigma de haber pasado por uno de esos cuartuchos infestos de la prisión preventiva (revisable ad eternum cada 6 meses) habrá sido suficiente para acabar con su credibilidad y capital político para oponerse a la nueva ofensiva minera que se viene. Se conocen los contactos que el gobierno de Bukele está haciendo con otros países en los últimos meses para que las empresas mineras con base en ellos consideren invertir en El Salvador.

Mientras Chico Montes y sus compañeros siguen contando sus días encerrados, la polícia se mueve en la comunidad, con matrículas falsas y oscuros propósitos. Se teme que estén urdiendo testimonios contra los activistas mediante coacciones y amenazas, entre una población atemorizada por tanta euforia programada a golpe de twitter y desprotegida por un estado de derecho en pleno retroceso.

Ese es el caso más conocido, quizás porque nadie contó con la fuerza de una comunidad acostumbrada a organizarse y pelear desde siempre. También por la comunidad internacional que ha venido acompañándola durante años: desde la Coordinadora estatal de ONGD solicitamos visitar a los líderes encerrados en Las Bartolinas, sin ningún éxito. Pero existen decenas de casos de sindicalistas y activistas criminalizados que merecen el mismo acuerpamiento por parte de todas las personas y organizaciones que trabajamos para que las libertades fundamentales no retrocedan, ni en El Salvador ni en ningún lugar del mundo. No es extraño que Bukele siga amenazando a organizaciones nacionales y extranjeras con la ilegalización o la expulsión, algo a lo que la UE, que ha programado una visita de observación en los próximos días, y los estados con influencia en El Salvador debería responder contundentemente. O sentarse a ver cómo crece la semilla de futuros conflictos en el país.

Santa Marta no está sola, Santa Marta no es un caso único, su lucha nos interpela. Abrazarla es responsabilidad de todos y todas.

Sobre o blog
Un blog desde la convicción de que la cooperación internacional es política con letras mayúsculas, lo otro se llama caridad. El internacionalismo nos hizo así, es la única manera de vincular las luchas en las que creemos, aquí y en todas partes.
Ver todas as entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

El Salvador
Ivania Cruz “El estado de excepción se está utilizando en El Salvador para gobernar en base al miedo”
A esta defensora de derechos humanos y comunitarios le allanaron su casa mientras se encontraba en un viaje internacional. Desde el exterior, denuncia la persecución del gobierno salvadoreño hacia su organización y hacia las comunidades que defiende.
Bitcoin
Bitcoin El FMI aprieta a El Salvador: el nuevo acuerdo le prohíbe acumular más Bitcoin y emitir Bonos Volcán
El gobierno de Nayim Bukele está en una situación financiera contra las cuerdas y la institución le ha enviado un nuevo acuerdo en el que le exige disminuir riesgos y exposición a la criptomoneda.
América Latina
Extrema derecha Los soldados de Donald Trump en América Latina
Mientras algunos presidentes latinoamericanos, con mayor o menor ímpetu, intentan ponerle freno, otros tantos se arrodillan y le rinden pleitesía sin recibir nada a cambio. ¿Quiénes son los súbditos latinoamericanos de Trump?
Sobre o blog
Un blog desde la convicción de que la cooperación internacional es política con letras mayúsculas, lo otro se llama caridad. El internacionalismo nos hizo así, es la única manera de vincular las luchas en las que creemos, aquí y en todas partes.
Ver todas as entradas
Asturias
Asturias Cinco muertos en la mina de Zarréu: demasiadas preguntas sin respuesta
El accidente más grave en la minería asturiana en casi tres décadas vuelve a poner en cuestión el sistema de permisos, controles y ayudas públicas para minas en proceso de reconversión.
Estados Unidos
Estados Unidos Estudiantes de Columbia luchan contra las amenazas de deportación
Los estudiantes de Columbia se unen mientras el ICE y el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) atacan el activismo palestino. “[Columbia] está dispuesta a concederle al gobierno de Trump todo lo que quiera”, declara un estudiante a Mondoweiss.
Aviación
Travel Smart Las multinacionales españolas, a la cola de la reducción de emisiones por vuelos de negocios
Un estudio publicado este martes por organizaciones ecologistas señala que las emisiones por vuelos de negocios a nivel global se han reducido un tercio, pero las empresas españolas van a la zaga y suspenden en transparencia u objetivos concretos.

Últimas

Represión
Policía infiltrado La Directa destapa un nuevo caso de policía infiltrado, esta vez, en el activismo de Lleida
Bajo la identidad falsa de Joan Llobet García, un agente de la trigesimosegunda promoción de la Academia de Ávila, pasó dos años infiltrado en espacios independentistas, estudiantiles y ecologistas.
Maltrato animal
Maltrato animal Lidl denuncia a los animalistas que detectaron afecciones en la carne de pollo de la cadena
El Observatorio de Bienestar Animal asegura que el departamento legal de la cadena les pidió que eliminaran todas las publicaciones sobre ellos y creen que es una estrategia legal para silenciarles.
Derecho a la vivienda
Manifestación estatal Mapa | Más de 40 ciudades se movilizan este 5 de abril por el derecho a la vivienda
Decenas de miles de personas en más de 40 localidades de todo el Estado español saldrán a la calle el próximo 5 de abril para reclamar medidas para hacer frente a la crisis de vivienda.
Más noticias
Israel
Guerra en Gaza Israel ordena evacuar Rafah ante la previsión de un ataque terrestre
En la mañana del 31 de marzo, las fuerzas militares de Israel han ordenado a la población evacuar gran parte de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza.
Opinión
Opinión ¿Cómo acabar con el negocio de la vivienda?
Las reivindicaciones del 5A: bajada de alquileres, paralización de desahucios, desmantelamiento de las empresas de desokupación, ayudarían a acabar con la crisis de vivienda. Pero estas medidas son impensables en este sistema económico.
Francia
Francia Marine Le Pen es condenada por malversación y no podrá concurrir a las elecciones de 2027
Un caso de corrupción con los asistentes del Parlamento europeo golpea a la ultraderecha francesa. Le Pen y su partido, Agrupación Nacional, son condenados por el Tribunal Penal de París.
Precariedad laboral
Precariedad laboral Europa presiona de nuevo a España para que modifique la indemnización por despido improcedente
El Consejo de Europa concluye que el sistema español viola la Carta Social Europea al considerar que la compensación española no repara el daño a los trabajadores ni disuade de hacerlo.
Myanmar
Terremoto Myanmar: un país bajo los escombros
Con el cronómetro en contra, los equipos de rescate de Myanmar continúan buscando bajo los escombros a los supervivientes del que ya se considera el peor terremoto sufrido en las últimas siete décadas en el país.

Recomendadas

Redes sociales
El asesino de los CEO El fenómeno fan Luigi Mangione, ¿por qué tanta gente apoya a un asesino?
El caso del chico de clase alta que disparó sobre un CEO de una aseguradora médica ha desatado una ola cultural y de apoyo como no se había visto antes.
Militarismo
Alejandro Pozo “El oportunismo de la industria militar española aprovechando lo que pasa en Gaza es grave”
Este investigador sobre paz, conflictos armados, desarme y acción humanitaria denuncia que el rearme ya está teniendo lugar y que el Ejecutivo escamotea información sobre las relaciones comerciales de la industria con Israel.
Literatura
Silvia Nanclares “Moratalaz nace como barrio franquista, solo que no contaban con la presión vecinal”
Con ‘Nunca voló tan alto tu televisor’ la escritora madrileña regresa a su barrio y examina lo que quedaba debajo de la cáscara de progreso que supuso la construcción del edificio de Torrespaña, aun hoy uno de los más reconocibles de la ciudad.
Galicia
Galicia Bimba y Lola se aleja de las fibras textiles de Altri con la salida del presidente de Greenalia de su consejo
El presidente de Greenalia y antiguo consejero delegado de Inditex, José María Castellano, abandona su puesto en la empresa cerrando una puerta más a la salida de la celulosa supuestamente creada para fibras textiles.