Marruecos
‘Hirak’ rifeño: una revuelta descabezada pero no derrotada

A pesar de la represión, el movimiento de protesta que sacudió al Rif en el otoño de 2016 sigue vivo y aguardando otra oportunidad.

Protestas rif
La policía marroquí carga contra los manifestantes en el Rif. Olmo Calvo
19 ene 2020 06:00

Más de dos años después del inicio de la represión contra el hirak —el movimiento de protesta de la región marroquí del Rif—, en las calles de Alhucemas, epicentro de las manifestaciones, la tensión todavía se podría cortar con un cuchillo. Las carreteras que conducen a la ciudad, situada en el nordeste del país, están jalonadas por varios controles policiales y la presencia de furgonetas y vehículos de las fuerzas de seguridad es robusta. Sin embargo, los activistas de la ciudad temen más a los invisibles policías de paisano, que se podrían contar por centenares.

“El otro día, en esta misma cafetería, un borracho empezó a criticar al rey. De repente, una decena de presuntos clientes se abalanzaron sobre él y lo arrestaron”, explica Omar Lemallem, el presidente la Asociación de la Memoria del Rif. Y es que la figura de Mohamed VI es sagrada, y en todas las ciudades marroquíes, incluida Alhucemas, se puede observar en alguna colina cercana un gran mosaico con tres palabras: “Dios, patria, rey”. “En 2017 había aquí desplegados unos 20.000 policías. Algunos han marchado, pero muchos continúan aquí. No los vemos, pero sabemos que están”, apostilla este maestro jubilado mientras sorbe un café en una terraza del centro.

Habida cuenta que la ciudad apenas supera los 100.000 habitantes, el porcentaje de miembros de las fuerzas de seguridad destacados respecto a la población autóctona se podría acercar al de regiones ocupadas militarmente. “Ahora mismo, es imposible hacer cualquier tipo de protesta aquí. Hay tantos policías que, en cuestión de segundos, todos acabaríamos arrestados”, afirma Samir, un joven de 33 años que pertenece al hirak. Aunque es muy activo en las redes sociales, ha conseguido evitar la detención gracias a extremar las medidas de precaución y al uso de nombres falsos, como el atribuido en este artículo.

El hirak surgió de forma casual a finales de 2016, después del asesinato de Mohsen Fikri, un humilde vendedor de pescado de 31 años de Alhucemas. La policía le había confiscado su mercancía y al intentar recuperarla fue triturado dentro de un camión de basura. La dramática historia galvanizó a la juventud de una región con una larga historia de conflictos con el gobierno marroquí, razón por la que fue marginada durante décadas en los planes de inversión estatal. Los días siguientes, miles de personas se manifestaron en contra de la hogra: los abusos de poder y humillaciones de las autoridades.

Con el paso de las semanas, aquellas protestas espontáneas, apoyadas por un amplio espectro de la sociedad, se transformaron en un potente movimiento social capaz de articular las demandas sociales de la región. Por ejemplo, entre sus peticiones figuraba la construcción de un hospital, el fin de la militarización de la región —vigente desde la revuelta de 1958—, o la creación de nuevos centros de formación y universidades. En mayo de 2017, tras varios meses de movilizaciones, el régimen lanzó una campaña de represión que se saldó con el arresto de cientos de personas. Los principales líderes del hirak, como Náser Zefzafi, fueron condenados por “sedición” a largas penas de hasta 20 años de cárcel.

“El hirak no ha desaparecido. No podemos hacer actos públicos, pero mantenemos una organización clandestina”, comenta Samir en un lugar alejado de oídos indiscretos. “Nos organizamos en células de unas diez o 15 personas, en las que solo se puede entrar a través de fuertes lazos de confianza. Nos reunimos regularmente y compartimos lecturas y discusiones de autores como Gene Sharp sobre la lucha no violenta”, añade este joven, con formación universitaria y que se dedica al comercio informal. El mercado negro es el único trabajo disponible para muchos jóvenes en una ciudad sin prácticamente ninguna industria y unas infraestructuras precarias.

Concentración Rif Madrid
Un participante en la concentración organizada por el Movimiento Rifeño de Madrid en la Puerta del Sol. Youssef Ouled

Su objetivo es ir extendiendo estas células en el seno de la sociedad rifeña, no solo en Alhucemas, para disponer de una “organización preparada” cuando el contexto cambie y aparezca una oportunidad, como fue la Primavera Árabe en Túnez. El plan es poder constituir un partido político sobre la base de estas células tan pronto como se produzca una liberalización política en el país magrebí. El movimiento de protesta cuenta con un importante activo para dar a conocer su causa a nivel internacional: una diáspora muy comprometida de cerca de unos dos millones de personas. A través de páginas web como Courrier du Rif o Arifnews y de ONG se exponen en las redes sociales informaciones sobre la represión de las autoridades y las acciones de apoyo al hirak en Europa.

En las otras ciudades del Rif, la presión policial es menor que en Alhucemas, pues las protestas fueron de menor intensidad. Ahora bien, tampoco se permiten manifestaciones relacionadas con el hirak. A principios de noviembre, una concentración de solidaridad con los 57 miembros del movimiento encarcelados frente a la cárcel de Selouan, en la ciudad rifeña de Nador, fue dispersada violentamente por la policía. El pulso entre los líderes del hirak y las autoridades marroquíes continúa en las cárceles. La asociación que representa a sus familiares ha denunciado que han padecido torturas. Varios de los reclusos, incluido Naser Zefzafi, han recurrido a la huelga de hambre para exigir una mejora de su régimen penitenciario. Sin embargo, el Gobierno se niega esgrimiendo que no puede dispensarles “un trato de favor”.

Para escapar a las zarpas de la represión, centenares de activistas rifeños emprendieron el camino de la migración clandestina a Europa para pedir el asilo político. Se calcula que, desde la primavera de 2017, unas 10.000 personas han partido de las playas del Rif, muchos de ellos por motivos políticos. “Curiosamente, durante los meses que duraron las protestas, no salió casi ninguna patera. Había esperanza de cambios”, comenta Samir. Al ser una región de avezados pescadores y hallarse a menos de 200 kilómetros de la península, no es un viaje arriesgado. Según las estimaciones de este activista, en estos dos años y medio han desaparecido una veintena de rifeños en el Mediterráneo. La mayoría de los huidos se halla a la espera de que se resuelva su petición de asilo ante las diversas autoridades de los países europeos.

IDENTIDAD

Aunque la mayor parte de las reivindicaciones del hirak son de tipo social, es evidente que la cuestión identitaria subyace en sus entrañas. “Han sido capaces de establecer una identidad compartida entre sus miembros a partir de sentimientos compartidos de injusticia y marginación, así como de la identidad amazig del Rif. Esta identidad se veía reforzada al ondear las banderas amazigs y de la República del Rif en lugar de la marroquí”, escribe el sociólogo Mohamed Masbah. Según los analistas, los líderes de las protestas evitaron realizar demandas de tipo político, como la creación de una región autónoma en la provincia norteña, para no otorgar una excusa al régimen para sofocar las protestas acusándolos de “independentistas”. Sin embargo, de poco sirvió.

La población del Rif es mayoritariamente amazig y al menos una parte nunca ha aceptado plenamente su integración en Marruecos tras la colonización española. En el subconsciente colectivo persiste el recuerdo de la República del Rif, liderada por Abdelkrim, que logró entre 1921 y 1926 librarse del control de España. “Su historia no se cuenta en los libros escolares, ni se habla de ella en los medios, pero su recuerdo está muy presente. Y ha cobrado fuerza sobre todo entre los jóvenes a raíz del hirak”, explica Lemallen, el veterano activista que trabaja en cuestiones de memoria histórica. Las tropas españolas y francesas ocuparon de nuevo la región tras una ofensiva brutal que utilizó por primera vez el bombardeo con armas químicas contra la población civil. De hecho, aún hoy esta región presenta un porcentaje de personas enfermas de cáncer muy superior a la media del país.

Protestas en el Rif
Protesta del hirak en Alhucemas. Olmo Calvo

“La mayoría de habitantes rifeños quiere que la cultura amazig sea tratada en pie de igualdad con la árabe, pero solo una minoría apoya la independencia. No creo que lleguen al 20%. Quienes propugnan ese objetivo están sobre todo en la diáspora”, opina Marzouk Chahmi, vicepresidente de la Asociación Mundial Amazig y residente en un pueblo colindante con Melilla. “Sabemos que con el régimen actual las peticiones de autonomía no llegarían a ninguna parte, y muchos jóvenes empiezan ya a abrazar la causa de la independencia. Seguimos con mucha atención lo que pasa en otras naciones sin Estado, como Catalunya, el País Vasco o el Kurdistán”, comenta Samir.

Entre las medidas que adoptó el rey Mohamed VI para aplacar la ola de protestas en Marruecos a raíz de la Primavera Árabe en 2011 figuraba una reforma constitucional que define la lengua amazig o berber en pie de igualdad con el árabe. No obstante, aunque se han dado algunos pasos, como la creación de medios públicos en este idioma y un potente centro de investigación y divulgación de la cultura amazig, en muchos ámbitos la igualdad entre ambas lenguas dista de ser realidad.

La mayoría de activistas consideran que las medidas han sido cosméticas, como el hecho de añadir en las fachadas de los edificios públicos el nombre de cada institución en bereber bajo la inscripción en árabe. “No hay suficientes maestros en nuestra lengua, de forma que no se estudia en todas las escuelas. Y en las que se dan clases, se percibe como una asignatura sin valor. Por no hablar de la justicia”, se queja Chahmi. “En un juicio, si no sabes árabe, olvídate de tus derechos”, tercia Mohamed, un anciano que luce una larga barba canosa. Precisamente, la posibilidad de utilizar el amazig en los juzgados era una de las pocas demandas del hirak de tipo identitario.

A causa del acoso policial, es imposible saber cuál es el grado de apoyo al hirak en Alhucemas, pero todo parece indicar que es muy elevado. “La mayoría de la gente les apoya, quizás con la excepción de la gente cooptada por los partidos políticos marroquíes. Pero fíjate que incluso la mayoría de estos políticos de la ciudad no se atreven a hablar mal del movimiento en sus discursos”, señala Lemallen. No parece que la sola represión en esta región de espíritu independiente pueda acabar con la revuelta del Rif, que se ha convertido ya en el mayor quebradero de cabeza de Mohamed VI desde su entronización en 1999. Hay hirak para rato.

Arquivado en: Marruecos
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Fronteras
Fronteras ‘Desert dumps’: cuando Europa paga el abandono de migrantes en el desierto
La UE lleva décadas financiando a estados como Senegal, Mauritania o Túnez para que contengan el tránsito migratorio a través de todo tipo de prácticas atroces e ilegales.
Fronteras
Europa Fortaleza La militarización del Mediterráneo empuja a miles de personas hacia la ruta canaria, la más letal
Un informe advierte que el “alto nivel de violencia” que padecen las personas que migran desde Argelia o el norte de Marruecos “ha obligado” a que opten por la ruta canaria a pesar de ser más peligrosa.
#46125
21/1/2020 0:42

Ayetmaa irifiyine . Nella kollotengh ryane lebled . Amazigh ola assoussiy . Fekkret chwya han hirak oriri aknesrouh bla s'l halak wa dalame.

0
0
#46124
21/1/2020 0:35

Le Rif est marocain . Les riafas ne sont pas tous des traîtres.

0
2
#55895
8/4/2020 5:07

Les traitres Sont ceux qui soutient a votre roi contre le peuple

0
0
#46095
19/1/2020 19:26

Los pueblos no sólo árabes siempre serán reprimidos, ejemplo lo tenemos en Siria, aún masacrando y destruyendo ciudades que costó construir, ejemplo Egipto, los militares controlan a 90 millones de egipcios bajo una represión feroz y lo peor, es que están apoyados por potencias y estás, se callan, y todos lo saben.

2
0
#46114
20/1/2020 14:30

Asi es compañero, el pueblo egipcio sufrio un nuevo golpe de estado comandado por un Al-Sisi, que luego lo intento camuflar con unas elecciones muy poco democraticas, donde algunos candidatos fueron incluso secuestrados por las fuerzas de seguridad. Y todo ello, desde la represion sobre las maifestaciones, las encarcelaciones ilegales o los desapararecidos, tanto de Egipto o Marruecos, son echos con la complicidad total del Occidente capitalista, que solo le interes los DDHH cuando se trata de gobiernos socialistas (para asi justificar un cambio de regimen hacia el neocolonialismo, vease Bolivia o Honduras)

1
0
#46091
19/1/2020 18:23

Brillante ejemplo de resistencia y lucha del humilde pueblo rifeño, frente a un gobierno ditatorial, capitalista y centralista que les arrebata todo cuanto poseen para dejarles mera presencia policial en cada esquina. Tal es el miedo y el control cultural, que el pueblo amazig tiene miedo a solidarizarse con el pueblo saharaui, lo que reforaria ambos movimientos populares. Al fin y al cabo, para este regimen de Mohammed VI, todo el que no comulgue con su vision autoritaria, es un enemigo del estado y la patria.
Sahara y el Rif libres! Abd-El-Krim vive

4
1
Crisis climática
Informe de la OMM El nivel del mar se disparó en un 2024 que contabilizó el mayor número de desplazados climáticos en 16 años
El balance climático de 2024 de la Organización Meteorológica Mundial resalta datos preocupantes en indicadores clave de la crisis climática y confirma que el pasado fue el año más cálido jamás registrado.
Crisis climática
Informe España experimentó 28 días de temperaturas por encima de la media en invierno por el cambio climático
València experimentó el mayor número de días por encima de la media (33) y Barcelona vivió la mayor intensidad de la anomalía: 1,4ºC sobre el promedio. Casi 394 millones de personas por todo el mundo sufrieron 30 días o más inusualmente cálidos.
A Catapulta
A Catapulta Silvia Penas, a creatividade na procura
A poeta, performer e creadora repasa na Catapulta a súa carreira e o súa visión sobre a poesía
Arte
Arte y memoria histórica Un artista renuncia a un premio de la Academia de Bellas Artes Canaria por su defensa del monumento a Franco
Acaymo S. Cuesta argumenta que la posición de la Academia con respecto al ‘Monumento al Caudillo’ de Juan de Ávalos es contraria a los principios democráticos que defiende y no recogerá el galardón.

Últimas

València
Racismo El Aita Mari se querella contra Vox Borriana y un diputado ultra por llamarles “barco negrero”
Un edil de Borriana y diputado autonómico ultra les acusó de ser “barco de negreros” y “cooperador necesario de las mafias de tráfico de personas”. El partido difundió estas declaraciones.
Más noticias
Palestina
Palestina Israel asesina a más de 400 personas y rompe alto el fuego en Gaza
Israel se ha negado a pasar a la segunda fase de la tregua y ha ordenado desalojar zonas de Gaza y Jan Yunis en espera de más ataques.
Comunidad de Madrid
Comunidad de madrid Los familiares de los fallecidos en residencias piden una rectificación a la Fiscalía
Marea de Residencias y Verdad y Justicia celebran que se pida declarar a los “autores intelectuales” del protocolo de exclusión y que sean 17, no solo nueve, las denuncias presentadas por la fiscal superior madrileña.
Inglaterra
Accidente en el mar Comienza la limpieza de pellets tras la colisión de un petrolero y un carguero en el Mar del Norte
Después del choque de un petrolero y un portacontenedores en el Mar del Norte, la preocupación se centró en los posibles vertidos. No ha habido salidas de petróleo o químicos, pero sí ha habido un derrame de pellets peligrosos para la fauna local.
Extrema derecha
Malismo Defender lo común para sobrevivir al delirio tecnomacho
Los antihéroes ultra se han convertido, a través de consignas y discursos plagados de violencia política, en los referentes ideológicos de miles de jóvenes.

Recomendadas

Medio ambiente
Medio ambiente A Xunta desoe a oposición social e dá luz verde ambiental á celulosa de Altri e Greenalia
O informe da administración galega, gobernada polo PP de Alfonso Rueda, conclúe que a proposta é “ambientalmente viable” e pasa por alto as decenas de miles de alegacións presentadas, así como a contestación social.
Costas
Costa A ría de Arousa, ao bordo do colapso ecosistémico
A principal produtora de marisco de Galiza afronta unha crise sen precedentes; o impacto da contaminación actual e a de potenciais industrias como Altri ou a reapertura da mina de Touro poñen en perigo o sector do mar.
Medio ambiente
Medio ambiente Miles de persoas enchen as prazas galegas contra o ‘si’ ambiental da Xunta a Altri
A Plataforma Ulloa Viva logrou mobilizar decenas de concentracións nos concellos da conca do río Ulla e máis alá para protestar contra a Declaración de Impacto Ambiental aprobada polo Goberno de Alfonso Rueda para a celulosa.
Cine
Vicente Monroy “El capitalismo es un ejercicio de destrucción de la curiosidad”
En su nuevo ensayo, Vicente Monroy convierte la penumbra de las salas de cine en protagonista, tejiendo un relato fascinante que une sus dos grandes pasiones: el cine y la arquitectura.