Marruecos
Represión en el Rif y nuevos "Hirak" en Marruecos por una vida digna

"Cuando hablamos de los problemas del Rif, hablamos de los problemas de todos”, dice Ahmed Zefzafi, padre del dirigente Movimiento Popular del Rif (Hirak) encarcelado en Marruecos junto a cientos de activistas, mientras las movilizaciones por una vida digna se extienden a otras regiones del país.

Manifestación Rif Madrid
Manifestación en Madrid por la liberación de los presos rifeños. Youssef Ouled
@ymouled
2 feb 2018 14:06

“Se ha convertido en el portavoz internacional del Hirak”, bromea Reda Benzaza, quien fue portavoz del Movimiento Popular del Rif (Hirak) antes de exiliarse por motivos políticos en el Estado español. Habla de Ahmed, padre de Nasser Zefzafi, líder del movimiento de protesta encerrado junto a centenares de activistas en las cárceles marroquíes acusados de diversos cargos por las protestas de índole económica y social, las mayores que ha visto Marruecos desde la Primavera de 2011.

Ahmed, de 75 años y jubilado, participó el viernes 26 de enero en el Parlamento andaluz invitado por la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) y el Comité de Apoyo al Movimiento Popular del Rif con el fin de denunciar la situación que vive esta región y la vulneración de derechos que sufren los activistas presos. "He venido a buscar un apoyo para mis hijos encerrados y maltratados en las cárceles marroquíes", expuso.

Ahmed Zefzafi Rif
Ahmed Zefzafi en Puerta del Sol frente a una pancarta que exige la libertad de su hijo. Youssef Ouled

Su intervención fue anterior a otra en la que participaron parlamentarios de diferentes grupos políticos, salvo el Partido Popular, que declinó la invitación. La propuesta de la jornada llegó de David Peñafuente Rendón (Podemos), quien anunció que desde la formación morada están estudiando una iniciativa parlamentaria para incluir en la agenda de las negociaciones en materia de cooperación para el desarrollo con el reino alauita, la cuestión del respeto y la promoción de los derechos humanos. “Piedra angular sobre la que se construye la Ley Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo”, explicaba este dirigente.

Benzaza, que también participó en la mesa junto al padre de Zefzafi, criticó las trabas burocráticas sufridas por Ahmed para poder obtener su visado y acudir a las jornadas. Al tiempo que señalaba el impedimento de la participación de Abdessadek El Bouchtaoui, abogado de los activistas rifeños y quien lleva la causa de una de las víctimas directas por la represión de las protestas, Imad Al Attabi. “El Bouchtaoui está procesado por publicaciones en redes sociales, perseguido por la justicia marroquí y citado a declarar justo el mismo día en el que se organizaba este evento”, criticaba este joven en el exilio.

La etiqueta de portavoz internacional del Hirak a Ahmed llega tras una gira por diferentes países europeos, donde se ha reunido con comités de apoyo al Rif en la diáspora europea. Después de Andalucía marchaba a Barcelona, donde era recibido por Gerardo Pisarello, primer teniente de la Alcaldía y portavoz del Gobierno. El lunes se sentaba en el Congreso de los Diputados con Pablo Bustinduy, portavoz de Exteriores y diputado de Ahora Podemos en Madrid, coordinador de la Secretaría Internacional desde la que se pidió, tras el encuentro, la liberación de los presos “de conciencia”, “personas detenidas por manifestarse pacíficamente”. Un día antes, el domingo, más de mil personas acompañaron al padre de Nasser por las calles de Madrid para exigir la liberación de los presos.

En la Puerta del Sol, parada final de la marcha, Ahmed Zefzafi explicaba que los detenidos le permitían hablar en su nombre: “Aunque no tenga autorización del resto del Rif me hago responsable de hablar de sus problemas”, decía. “Pero cuando hablamos de los problemas del Rif, hablamos de los problemas de todos”, añadía antes de comentar que los derechos y libertades que hoy piden ya las habían conseguido en los años veinte, en alusión a la República del Rif proclamada por el líder anticolonial Abdelkrim El Khattabi. “Solo pedimos vivir honradamente, no queremos que nuestros hijos mueran tratando de alcanzar Europa”.

Mohssine Fikri

La muerte Mohssine Fikri, un vendedor de pescado triturado por un camión de la basura, tras serle requisada su mercancía por la Policía, fue el desencadenante que ha llevado a Ahmed desde su hogar en Alhucemas hasta la bulliciosa Puerta del Sol. Fikri permitió poner en evidencia la explotación, desigualdades y un descontento popular que se redireccionó hacia un movimiento organizado en asambleas hasta tomar cuerpo a finales de 2016 en el Hirak. Su particularidad, primero, estar integrado por la inmensa mayoría de la población, y segundo, su no adhesión a ninguna formación política, organización institucional o sindicato. Puso así en jaque durante meses al Gobierno marroquí. Solo la represión y las detenciones en masa iniciadas a finales de mayo consiguieron silenciar las protestas. Se calcula que entre encarcelados, procesados y condenados hay entre 500 y 1.200 personas, según las fuentes que se consulte. Las cifras oficiales apenas superan las 300.

La protesta en la región norte de Marruecos ha tendido a disminuir y generar una aparente tranquilidad tras la represión policial y un verano de arrestos que a día de hoy continúan. Los juicios en Casablanca, donde se encuentra la plana mayor del movimiento, algunos de los cuales se enfrentan hasta a 30 años de prisión, comenzaron a mediados de septiembre y suman ya cerca de una quincena de audiencias preliminares sin entrar en la profundidad de la materia.

Mientras, los detenidos continúan con huelgas de hambre que ponen en grave peligro su salud. Nasser Zefzafi, el líder de las movilizaciones, sigue a día de hoy en una celda de aislamiento individual en la que lleva ocho meses. Las únicas conversaciones las mantiene con sus familiares cada miércoles, durante las dos horas que disponen tras recorrer los cerca de 1.200 kilómetros que separan Alhucemas de Casablanca. Zefzafi tiene prohibida toda actividad y solo dos horas de patio al día. “Quien decidió aislarlo se pensaba que se volvería loco y luego lo tirarían a la calle como a un perro para decir: 'Aquí está aquel al que seguíais'”, explica Ahmed, quien comenta que la fortaleza de su hijo se mantiene por el apoyo y los ánimos que le llegan desde todo el mundo.

una foto
Rif Hirak movilizaciones
Activistas del Hirak en la playa de Alhucemas. Foto: Adil El Bahri
Esta foto fue tomada el 7 de mayo en la playa de Sfiha, a ocho kilómetros de Alhucemas. En ella podemos ver a varios activistas del Hirak. Suspendido en el aire se encuentra Zafzafi, un desempleado de 38 años que sería detenido 20 días después. Con su arresto se iniciaban una serie de detenciones en masa que desmembraron el movimiento social y llenarían las cárceles marroquíes de presos rifeños. Quien la tomó es Adil El Bahri, un informático de 28 años que trabajaba en una empresa de topografía y era colaborador de Rif24, web de información que mantenía una cobertura diaria de las protestas y hoy se encuentra parada. “Ese día estábamos pensando qué acciones seguiríamos en Ramadán, que llegaría en poco tiempo”. También ese día se producían unas declaraciones del Gobierno que declaraba la legitimidad de las protestas. Sin embargo, días después se les acusaba de independentistas. “Como respuestas hicimos una manifestación enorme el 18 de mayo, la última antes de los arrestos indiscriminados”, explica este joven que pasó varias semanas escondido antes de cruzar la frontera de forma clandestina para exiliarse en España.

 

Los encausados llevan ocho meses entre rejas, denunciando a través de sus abogados y familiares torturas, tratos denigrantes y humillantes. Durante los últimos meses los letrados de los activistas han intentado invalidar la documentación aportada contra los acusados. Numerosas pruebas y confesiones han sido obtenidas bajo torturas. Los tribunales de Marruecos admiten pruebas de confesiones presuntamente obtenidas mediante abusos físicos o, que, de alguna manera, fueron falsificadas, sin investigar de manera exhaustiva y creíble si se obtuvieron de manera inadecuada, como denuncia Human Rights Watch. A pesar de las quejas, los tratos vejatorios y humillantes continúan y las huelgas de hambre se convierten en la única forma de protestas de unos activistas que buscan hacer todo el ruido posible ante el silencio político y mediático a nivel nacional e internacional.

Diecisiete activistas rifeños fueron condenados a mediados de enero a penas de entre diez meses y tres años, según fuentes jurídicas, por "desobediencia, ultraje a las fuerzas públicas y manifestación no autorizada". Apenas unas horas después, este mismo tribunal iniciaba el juicio contra diez menores acusados de “manifestarse sin autorización y humillar a agentes de seguridad”. Mientras que algunos continúan en un proceso judicial, otros cumplen penas que van desde los seis meses hasta los veinte años en diferentes prisiones del reino. “Manifestarse sin permiso” es el cargo empleado con la práctica totalidad de quienes son detenidos, a pesar de que en la Constitución de 2012, consecuencia de las primaveras que también azotaron Marruecos un año antes, garantiza la libertad de asociación. “Tenemos cárceles en las que a los menores encarcelados se les quitan las mantas que les llevan sus familias y les hacen dormir en el suelo”, señala el padre de Zefzafi antes de añadir: “Salimos a Europa porque en nuestro país no nos escuchan; al contrario, nos oprimen más”.

Protestas en diferentes regiones

A pesar de la situación específica del Rif, el abandono, la falta de oportunidades, la desigualdad y la desigual distribución de la riqueza están produciendo una serie de movilizaciones que emulan al Hirak e incluso los movimientos se autodenominan de la misma forma. La centralidad en la toma de decisiones desde Rabat y unos problemas estructurales que afectan a diferentes regiones de Marruecos son la causa de las protestas.

Marchas pacíficas, la exigencia de puesta en libertad de los presos rifeños y que se escuchen las demandas del pueblo son las reivindicaciones del municipio de Jerada, con cerca de 40.000 habitantes y próximo a la frontera con Argelia, una región que adquirió una gran relevancia minera por sus yacimientos de carbón explotados en la zona desde los años veinte durante la época colonial española. Fueron cerradas en 1998 debido a los altos costes de extracción, generando una crisis económica en la zona.

Diversas huelgas generales se han sucedido en esta localidad desde que el 21 de diciembre los hermanos Houcine y Jedouane Dioui perdieran la vida en un yacimiento de carbón donde trabajaban de forma clandestina ante la falta de alternativas económicas. En una región con cerca del 40% de paro, como ya sucedió con Fikri, sus muertes hicieron aflorar a la luz la corrupción que envuelve el municipio en torno a la extracción del carbón, así como las condiciones de explotación y carencias de una población también abandonada.

Febrero comenzaba con una nueva muerte en la localidad, tras el colapso de una mina clandestina que dejó a un joven en estado crítico y provocó la muerte de otro. Este suceso provocó un nuevo estallido de ira, en Facebook se pueden ver los vídeos del momento en el que sacan el cuerpo sin vida de “otro mártir". Para hoy, 2 de febrero, hay convocadas nuevas protestas.

Con las movilizaciones, que duran dos meses y que cuentan con la participación de habitantes de poblados cercanos, no tardaron en llegar las promesas por parte del Gobierno de abrir una investigación para esclarecer los hechos (procedimiento habitual) y sentarse a escuchar las demandas de un pueblo que exige facturas de agua y luz asequibles, alternativa económicas y justicia por unas muertes que vienen sucediéndose durante años. Como respuesta, Rabat ha propuesto enviar a un grupo de mujeres (500) a trabajar de temporeras en la recogida de fresas en los campos de Huelva, dentro del cupo que Marruecos envía cada año a los campos españoles, así como la contratación de varones en las industrias de Kenitra y Tánger, según explicó la Agencia Marroquí de Noticias (MAP). El rechazo se ha reflejado mediante más protestas durante las últimas semanas.

Tendrara, que se encuentra en la provincia de Figuig, región oriental de Marruecos, también ha sido escenario de protestas sociales tras la muerte de un niño de 11 años que fue atropellado por un camión. La ambulancia tardó más de una hora en llegar y de nuevo una muerte alimentaba las protestas que evidencian la falta de servicios sanitarios y el abandono de otro pueblo. Entre quienes se manifestaron, al menos siete personas fueron detenidas, con condenas de medio año de cárcel.

Paralelas a las manifestaciones en la región del Rif fueron las de la provincia de Zagora, región semidesértica al sur de Marruecos, a las puertas del Sáhara y próxima a la frontera de Argelia. Allí la carencia de embalses y la sobreexplotación de los recursos hidrográficos ha generado manifestaciones contra la falta agua, numerosas detenciones para sofocar las protestas y al menos ocho personas continúan entre rejas. El monarca encargó al Gobierno hace medio año solucionar los problemas de sequía. Una región en la que los dueños de los cultivos, principalmente la sandía, poseen las tierras en las que se almacena una mayor cantidad de agua potable que podría ser destinada para el consumo público. Cerca de un año llevan algunos barrios sin agua o con agua durante unas horas. Mientras que la producción de sandías abastece el país y, entre otros, a Europa. La sequía también acabó con las cosechas de la población de la ciudad de Sidi Bulaalam, en la provincia de Essauira; las condiciones de vida causaron la muerte de 15 mujeres que fallecían en una estampida el pasado mes de noviembre durante un reparto benéfico de comida.

Aparecen nuevos movimientos, nuevos Hirak, como consecuencia de la corrupción, la marginación y el olvido institucional, unido a unas políticas que generan unos problemas estructurales. Desde diferentes pueblos de Marruecos hoy se pide lo mismo que pide Ahmed Zefzafi en la puerta del Sol, que quienes gobiernan miren sus causas porque no piden imposibles, sino una vida digna, y se preguntan: "¿Para qué emigrar si podemos vivir dignamente en nuestras tierras?".

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Historia
Anticolonialismo Cuando la figura de Abd-el-Krim sobrevoló América Latina
A lo largo del siglo XX, las relaciones entre el pueblo rifeño del norte de África y América Latina fueron escasas, pero estuvieron marcadas por las luchas de liberación nacional y los intentos de derrotar al colonialismo en ambos continentes.
Marruecos
Terremoto de Marruecos Cinco meses tras el terremoto la gente del Atlas marroquí se pregunta: ¿cómo se empieza una vida de nuevo?
Mientras el turismo sigue alimentando ciudades como Marrakech, miles de personas sobreviven en tiendas de campaña enfrentándose al frío, con cicatrices ocultas y sus vidas tambaleándose entre el trauma y la resiliencia.
Marruecos
Terremoto en Marruecos La solidaridad del pueblo marroquí sustituye a un gobierno incapaz ante las consecuencias del terremoto
Decenas de caravanas con ayuda humanitaria salen de las principales ciudades marroquíes hacia las aldeas del Atlas afectadas por el terremoto.
#7869
3/2/2018 13:34

Espagna tiene k hablar de catalunya estamos todos en la misma mierda.

0
1
#7854
2/2/2018 22:10

Nuestra pregunta es: donde esta el gobierno español y (la organizaciones y partidos politicos )que dicen que defienden derechos humanos cuando se trata de del frente polisario si pero cuando se trata de Los vecinos rifeños NO ?!!! Y donde esta la union europea que habla de derechos humanos en turquia que vive terrorismo ?!!!.

3
0
Tribunal Constitucional
Lei do Litoral O Constitucional avala a lei galega coa que a Xunta fixo súas as competencias na costa
O tribunal rexeitou por unanimidade o recurso do Goberno español contra 69 preceptos do texto, pero anula o que permite que os sistemas de vertedura de augas residuais poidan ocupar o dominio público marítimo-terrestre.
Sanidad pública
Ribera Salud Hospital del Vinalopó: el último rehén de la privatización del PP valenciano
La vuelta del PP al gobierno valenciano ha supuesto un balón de oxígeno para la principal beneficiaria de la privatización sanitaria, que mantendrá la concesión de Elx-Crevillent a pesar del malestar social.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda Vivir y resistir en Andalucía, la comunidad con más desahucios del Estado español
En Andalucía, la comunidad con mayor número de desahucios, se producen 11 al día. En todo el territorio surgen experiencias que luchan por la vivienda digna en un lugar donde tener un techo “se ha vuelto una utopía”.
Cine
Estíbaliz Urresola “El cine no debe quedar impasible ante las atrocidades que suceden”
La directora de ‘20.000 especies de abejas’ sigue recibiendo reconocimientos por su película, pero pide que se transformen en aplicación de mejoras concretas para el colectivo trans.
Ley de Memoria Histórica
Niños y niñas de la polio Víctimas de la polio y postpolio, desesperadas ante la nula respuesta de las administraciones a sus demandas
Claman por un apoyo inmediato o “van a acabar extinguiéndonos después de años de sufrimiento y abandono”, afirman desde la Plataforma niños y niñas de la polio que este viernes se concentran frente a Sanidad.
Lawfare
Guerra judicial Las izquierdas brindan el apoyo unánime a Sánchez que él les negó durante la era del ‘lawfare’
Todos los partidos con representación en el Parlamento y ubicados a la izquierda del PSOE, también los soberanismos, han mostrado sus posiciones públicas en solidaridad con el acoso mediático y judicial contra el presidente del Gobierno.

Últimas

Racismo
Delitos de odio La fiscalía pide tres años de cárcel para el excomisario que vinculó migración y delincuencia
Ricardo Ferris, en un acto organizado por Vox en el Ateneo de València en 2022, incitó a los “españoles a dejar de ser pacíficos" después de haber equiparado la inmigración con la delincuencia.
Opinión
Opinión Cuando la mierda nos come
El panorama mediático se ha convertido en una amalgama de espacios a cada cual más insano. Basura fabricada por gabinetes ultras, aceptada por jueces afines y amplificada por pseudomedios de propaganda regados con dinero público. Hay que pararlo.
Migración
Migración València suprime el Consejo municipal donde se abordaban las problemáticas migrantes
La supresión de este órgano consultivo pone en riesgo las iniciativas realizadas para facilitar la relación de la administración con el 22% de la población local.
Portugal
Portugal Cuando los campesinos portugueses tomaron la tierra… y la contrarrevolución se la despojó a tiros
Tras el 25 de abril de 1974 una ola de ocupaciones agrícolas impulsó en Portugal una profunda reforma agraria que los gobiernos socialistas y conservadores tardarían más de una década en desmontar.
Medios de comunicación
Opinión ¿Y qué esperabas, Pedro?
Los gobiernos de derechas llevan años alimentando con dinero público a sus medios afines que esparcen bulos y manipulan sin que el Gobierno haya hecho nada para evitarlo.
Crisis climática
Crisis climática ¿Cómo sería una transición ecosocial en la industria española?
El sector industrial es el segundo consumidor de energía, solo por detrás del de transporte. La transición ecosocial debe pasar obligatoriamente por la transformación de este sector de la economía.
Derechos Humanos
Libertades y derechos Amnistía Internacional acusa al Estado de no investigar casos graves de violación de los derechos humanos
El informe anual de esta organización de derechos humanos denuncia “la persistente falta de rendición de cuentas por las violaciones de derechos humanos cometidas por el Estado español”.

Recomendadas

Política
Lawfare ¿Qué decisiones puede tomar Pedro Sánchez tras amagar con dimitir?
Tras el anuncio del presidente, se abren varias posibilidades que no se resolverán hasta el lunes: ¿Una moción de confianza? ¿La convocatoria de elecciones? ¿Un cambio de marco? ¿Dimitir y dar el salto a la presidencia del Consejo Europeo?
Derechos reproductivos
Luciana Peker y Cristina Fallarás “El aborto se ha apartado del relato feminista porque genera consenso”
Las periodistas Cristina Fallarás y Luciana Peker forman parte del grupo motor de una campaña europea que quiere blindar el derecho al aborto mediante una iniciativa ciudadana que necesita un millón de firmas para llegar a ser debatida.
Pensamiento
Kristen Ghodsee “Necesitamos soluciones que podamos llevar a cabo sin la ayuda del Estado”
Esta escritora y etnógrafa estadounidense explora experiencias utópicas del pasado y del presente en su último libro ‘Utopías cotidianas’ (Capitán Swing, 2024).