Memoria histórica
Una cuneta democrática para las víctimas del franquismo

La discriminación que sufren las víctimas de la dictadura en nuestra democracia es una condecoración que el Estado del siglo XXI cuelga del pecho de la impunidad del franquismo.
Exhumación de Manzanares en Ciudad Real - 14
Cuerpo de un represaliado por el franquismo en una fosa común del cementerio de Manzanares, Ciudad Real, exhumada por la ARMH. David F. Sabadell

Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica


29 dic 2021 15:08

Mi padre tenía diez años cuando un grupo de pistoleros de Falange lo convirtió en huérfano. Mi abuelo fue detenido unas horas ilegalmente, como Miguel Ángel Blanco, y fue asesinado como el concejal popular con dos tiros en la cabeza. Pero el cerco y el terror a mi familia no fue considerado suficiente por sus asesinos: escondieron su cadáver y a mi abuela le quitaron todos sus bienes. Querían multiplicar su dolor añadiendo miseria e incertidumbre al inicio de una vida de viuda de rojo en la que tuvo que sacar a seis hijos adelante, gobernada localmente por sus asesinos y en el Estado por los jefes de sus asesinos. Un país gobernado por asesinos.

Pocos días después del asesinato de mi abuelo, mi padre tuvo que dejar el colegio. Se despidió un día de su clase y no volvió a sentarse en un pupitre escolar nunca más. Con su primera década de vida recién cumplida, tuvo que trabajar en lo que fuera para llevar un trozo de pan a su casa.

El pasado 21 de diciembre, el presidente del Gobierno anunció que se creará en Madrid un Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo y aseguró que se trata “del firme compromiso del Gobierno, y de todas las instituciones del Estado, para reforzar el conocimiento sobre los estragos provocados por el terrorismo”. Y añadió que el Gobierno trabaja para “saldar la deuda de memoria y reconocimiento que tenemos con las víctimas del terrorismo, de todos los terrorismos que ha sufrido nuestro país a lo largo de décadas”.

No encuentro nada en la definición de terrorismo que impida asignar a esta a los grupos de pistoleros de Falange que, con una terrible violencia, se lanzaron a asesinar y a hacer desaparecer a miles de civiles a partir del 18 de julio de 1936

Acudo al diccionario de la RAE para leer atentamente la definición de terrorismo. Y dice así: 1. m. Dominación por el terror. 2. m. Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror. 3. m. Actuación criminal de bandas organizadas, que, reiteradamente y por lo común de modo indiscriminado, pretende crear alarma social con fines políticos.

En la definición de un diccionario que construye significados como resultado de determinadas relaciones de poder no encuentro nada que impida asignar a la definición de terrorismo a los grupos de pistoleros de Falange que, con una terrible violencia, se lanzaron a asesinar y a hacer desaparecer a miles de civiles a partir del 18 de julio de 1936, o a la policía franquista, que durante décadas utilizó la violencia con fines políticos. Entonces, ¿por qué el Estado democrático, ante un fenómeno con esa definición, aparta al fascismo español de esa definición?

El Estado democrático es un ejecutor de intereses que responde con mayor facilidad a las demandas de las élites, quienes a través de los medios de comunicación, de la enseñanza y de su interacción con ciertos núcleos de poder político, cuentan con un bolígrafo capaz de escribir renglones en el Boletín Oficial del Estado.

Jamás un banquillo de los acusados ha visto sentarse a alguien a quien se le acuse de alguna de las innumerables violaciones de derechos humanos del franquismo

Analizar la naturaleza de nuestras élites, sus raíces franquistas, su ADN construido mediante la corrupción de una dictadura y sobre el ejercicio o el beneficio de la violencia, permite entender, fácilmente, qué lectura se hace desde el Estado de la definición del terrorismo. Su voluntad ha sido que haya decenas de sentencias contra miembros de algunos grupos terroristas y ninguna contra un pistolero de falange, militar o policía fascista o dirigente de la dictadura. Jamás un banquillo de los acusados ha visto sentarse a alguien a quien se le acuse de alguna de las innumerables violaciones de derechos humanos del franquismo.

El mismo tratamiento impune del que han disfrutado los franquistas sirve para las reparaciones que el Estado ha dado a unas víctimas y a otras no, ya que no las considera como tales porque no garantiza sus derechos. Las víctimas del terrorismo de ETA o del islamismo han visto actuar a la policía, a los jueces; han visto a los victimarios en la cárcel y han recibido indemnizaciones, reparaciones económicas, simbólicas y numerosas prestaciones sociales. Las víctimas del franquismo han muerto por decenas de miles, ignoradas, ocultas para los poderes del Estado durante décadas. Jamás han visto un juicio contra un victimario, ni una cárcel donde haya un solo verdugo franquista cumpliendo condena. Y en el caso de los desaparecidos civiles, asesinados por pistoleros terroristas de Falange, ni un solo céntimo de indemnización.

La negación de los derechos para cientos de miles de personas que sufrieron la violencia fascista en una política activa, un decisión consciente y precisa

El desprecio del Estado hacia las víctimas de la dictadura franquista no es un despiste, ni algo que haya pasado desapercibido. La negación de los derechos para cientos de miles de personas que sufrieron la violencia fascista en una política activa, un decisión consciente y precisa, una negación de auxilio analizada, medida y articulada a través de la impunidad, la gestión del miedo, del silencio y la producción masiva de ignorancia como modo de consolidar la impunidad y fortalecerla.

Cuando Pedro Sánchez anuncia la creación en Madrid de un Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo es fácil preguntarse, ¿para cuándo un centro memorial de las víctimas del franquismo? ¿Cómo se justifica que haya víctimas de la violencia que merezcan un centro de la memoria y otras que no? ¿Por qué al Estado le duelen unas víctimas más que otras? ¿Por qué considera que es más importante dar a conocer la violencia que sufrieron las víctimas de los grupos terroristas que la que sufrieron las víctimas de la dictadura franquista?

Cuando veo al Gobierno anunciar un nuevo centro de memoria para las víctimas del terrorismo pienso que todavía existe un apartheid en las políticas de memoria del Estado. Con el regreso de la democracia, mi abuela, Modesta Santín, pudo cobrar una pensión de viuda que el franquismo le robó durante décadas, pero murió en 1997 y jamás recibió una mínima reparación por el daño sufrido.

Esa especie de supremacismo que el Estado aplica al trato a las víctimas del terrorismo sobre las del franquismo debe terminar

La memoria de mi abuelo asesinado por pistoleros de Falange, la de mi padre marcado durante cada minuto de su existencia por el dolor, el terror y el abandono democrático, no merecen por lo visto un centro de la memoria. El Estado no tiene una deuda que saldar con ellos. ¿Era mi familia inferior a la de una persona asesinada por un grupo terrorista? ¿El dolor de mi abuela, que sufrió durante años ataques de pánico, era de una naturaleza menos humana que el de cualquier familiar de una persona que murió asesinada con la explosión de un coche bomba? ¿Somos las familias de los desaparecidos por la represión de la dictadura menos humanos, carentes de la capacidad de sufrir, de temer, de vivir con el terror en los huesos porque los asesinos de nuestros familiares fueron premiados por el Estado?

Si el poder ejecutivo, el legislativo y el judicial denuncian la agresión que supone para una víctima del terrorismo ver cómo se celebra el fin de la condena de los responsables de un atentado, ¿qué sufrimiento genera para las víctimas del franquismo haber visto a los asesinos en libertad, premiados por la dictadura franquista y respetados e impunes por los gobiernos de la democracia? Y aún hoy siguen festejando a los asesinos en algunos cuarteles con absoluta impunidad.

La declaración que supone sustentar desde el Estado el dolor de las víctimas del terrorismo por encima del dolor de las víctimas de la dictadura atenta contra la universalidad de los derechos humanos

La discriminación que sufren las víctimas de la dictadura en nuestra democracia es una condecoración que el Estado del siglo XXI cuelga del pecho de la impunidad del franquismo. La pasividad del Gobierno cuando en la ciudad de Madrid queda un arco que celebra la victoria del Franco, Hitler y Mussolini; cuando el alcalde ha ordenado destrozar a martillazos las placas con los nombres de los 4.000 asesinados por el franquismo en el cementerio de la Almudena o ante el edificio de la Puerta del Sol, donde fueron torturadas miles de personas y ni una pequeña placa recuerda lo que sufrieron, es intolerable.

La declaración que supone sustentar desde el Estado el dolor de las víctimas del terrorismo por encima del dolor de las víctimas de la dictadura atenta contra la universalidad de los derechos humanos. Son derechos y son humanos, y por eso su garantía no puede depender del discurso político de quien causa el daño. La discriminación humilla a las víctimas del franquismo y las deshumaniza. Los gobiernos españoles actúan si la existencia de quienes padecieron la violencia fascista no fuera merecedora de verdad, ni de justicia, ni de reparación, ni de espacios de memoria y justicia donde se condene a quienes causaron su sufrimiento. Naciones Unidas lo ha recriminado y las víctimas llevan años luchando contra el fin de este apartheid. Esa especie de supremacismo que el Estado aplica al trato a las víctimas del terrorismo sobre las del franquismo debe terminar.

Arquivado en: Memoria histórica
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Paterna
Paterna Vandalizan el muro de Paterna donde el franquismo fusiló a 2.238 personas
El paredón amaneció este viernes con grandes letras pintadas con spray negro donde se podía leer “Sagredo eres maricón y tarado”, en referencia al alcalde del municipio.
Memoria histórica
Memoria histórica Cultura, exilio e loita das bibliotecarias galegas na Segunda República: a vida de María de los Ángeles Tobío
Durante os primeiros anos trinta, as bibliotecas tornaron en espazos de traballo ideais para un modelo de muller que aspiraba ser independente e que manifestara un claro compromiso político. A Guerra Civil remataría con todas as súas aspiracións.
Memoria histórica
No olvidamos Armas pal pueblo
Tratando de seguir el rastro y procedencia del armamento usado por la guerrilla libertaria, tanto en el estado español como en el francés.
Memoria histórica
Memoria histórica Cultura, exilio e loita das bibliotecarias galegas na Segunda República: a vida de María de los Ángeles Tobío
Durante os primeiros anos trinta, as bibliotecas tornaron en espazos de traballo ideais para un modelo de muller que aspiraba ser independente e que manifestara un claro compromiso político. A Guerra Civil remataría con todas as súas aspiracións.
Xunta de Galicia
Sanidade A Xunta de Feijóo, condenada por negar as visitas a unha muller falecida de cancro por ter covid-19
A xuíza di que a situación requiriu medidas de prevención “flexibilizadoras”. Faleceu a principios de 2022 no Hospital Álvaro Cunqueiro durante os últimos meses de administración do xefe do PP con Julio García Comesaña como conselleiro.
Madrid
La burbuja del alquiler Sumar, Podemos y sindicatos de inquilinos presionan para convertir en indefinidos los contratos de alquiler
Sumar lanza una propuesta legislativa para transformar en indefinidos los contratos de alquiler, una de las principales demandas de la manifestación por la vivienda del 5 de abril. Una moción de Podemos, rechazada en el Congreso, pedía lo mismo.
Cine
Kamal Aljafari “Palestina está en la raíz de la situación actual del mundo”
Kamal Aljafari lleva toda su carrera trabajando con materiales de archivo, indagando en las imágenes e interviniendo en ellas para preservar memorias en desaparición y para oponerse al proyecto colonial sionista y su falseamiento del pasado.

Últimas

Historia
Descifrando a historia Así foi a rebelión antifiscal galega de 1790 contra a burocracia española
A monarquía española quixo implantar a Contribución Única, algo que provocou fortes protestas. A máis coñecida foi o motín da Ulloa, chamado así porque se produciu nas zonas desta comarca. Foi a maior revolta antifiscal do Antigo Réxime en Galiza.
Opinión
Opinión ¡Que vivan los aranceles!
Que Trump propugne aranceles no debe hacernos caer en la trampa de defender los intereses de los grandes oligopolios.
Paterna
Paterna Vandalizan el muro de Paterna donde el franquismo fusiló a 2.238 personas
El paredón amaneció este viernes con grandes letras pintadas con spray negro donde se podía leer “Sagredo eres maricón y tarado”, en referencia al alcalde del municipio.
Más noticias
Opinión
Derecho a la vivienda Flex Living: el caballo de Troya de la precarización del alquiler
No es una respuesta moderna a las nuevas formas de habitar la ciudad. El ‘flex living’ no es más que la última jugada del sector inmobiliario y los grandes fondos de inversión para maximizar beneficios a costa del derecho a la vivienda.
Opinión
Opinión La unidad del anarcosindicalismo es la acción conjunta
Al hilo de supuestos movimientos desde la CGT hacia la unificación con CNT es necesario diferenciar entre lo que es una relación en clara mejora y lo que sería un proyecto real en marcha.
Galicia
Memoria histórica Cultura, exilio y lucha de las bibliotecarias gallegas durante la Segunda República
Durante los primeros años treinta, las bibliotecas se convirtieron en espacios de trabajo ideales para un modelo de mujer que aspiraba ser independiente y que había manifestado un claro compromiso político. La Guerra acabó con todas sus aspiraciones.

Recomendadas

Líbano
Ocupación israelí Israel incumple el acuerdo de paz y mantiene tropas en el sur de Líbano para “vigilar” a Hezbollah
El Ejército sostiene la ocupación de cinco colinas a lo largo de la frontera tras evacuar sus soldados de decenas de municipios. Miles de civiles regresan a sus casas para descubrir que lo han perdido todo.
Feminismos
Ana Bueriberi “El activismo tiene que ser colectivo: para contribuir al cambio es imprescindible despersonalizar la causa”
La periodista madrileña Ana Bueriberi reconoce que no sintió la discriminación hasta que llegó a la Universidad. Hoy, desde el proyecto Afrocolectiva reivindica una comunicación antirracista, afrofeminista y panafricanista.
Inteligencia artificial
Militarismo La máquina de los asesinatos en masa: Silicon Valley abraza la guerra
Las fantasías distópicas sobre los futuros usos de las máquinas en la guerra están más extendidas que el relato de lo que ya está pasando en los campos de batalla.