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Movilidad
14 organizaciones alertan de que el proyecto de Ley de Movilidad Sostenible no descarboniza el transporte
Coordinador de Clima y Medio Ambiente en El Salto. @PabloRCebo pablo.rivas@elsaltodiario.com
“Esperábamos una ley ambiciosa, y nos hemos encontrado una ley muy decepcionante que ha frustrado las enormes expectativas que teníamos sobre ella”. Carlos Bravo, especialista en movilidad y transporte, comienza así a enumerar las razones que han llevado a que un variado elenco de 14 organizaciones —de grandes centrales sindicales a federaciones de consumidores, colectivos por el fomento de la bicicleta, ONG ecologistas u organizaciones juveniles— se haya unido para trabajar en pro de una Ley de Movilidad Sostenible que tenía la misión de rellenar el hueco de la descarbonización del transporte.
El sector del transporte es el responsable de la mayoría de las emisiones de gases de efecto invernadero en España. Según los datos de 2019 del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miterd), este emitió el 29,1% del total, siendo el transporte por carretera el principal emisor, con un 26,8% del total nacional.
Carmen Duce: “No podemos permitirnos tener una ley de movilidad sostenible sin objetivos concretos, si no, ¿de qué nos sirve la ley?”
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2023-30 (PNIEC) sí incluye un objetivo de descarbonización del transporte del 33%, lo que supone rebajar en 27 millones de toneladas de CO2 equivalente las emisiones del sector. “Esto no se incluyó en la Ley de Cambio Climático, se relegó a la futura Ley de Movilidad Sostenible”, denuncia Bravo. Además, el proyecto de ley que llegará ahora al Congreso para su tramitación no incluye una vinculación legislativa con el PNIEC, con lo que el objetivo del PNIEC quedaría en papel mojado.
El PSOE, principal escollo
Para intentar paliar las deficiencias que tiene el texto tal como está ahora mismo, la coalición de organizaciones ha mantenido encuentros con una decenas de formaciones políticas con representación en el Congreso, además de presentar 64 enmiendas al anteproyecto de ley. “En esas reuniones, salvo el PSOE, todas las formaciones expresaron que era una ley muy floja, poco ambiciosa, que requería una mejorar sustancia y que tenía que tener unos objetivos de descarbonización claros”.
Bravo añade que “el representante del PSOE insistió continuamente en que una ley no tiene que tener objetivos concretos”. Al respecto, Carmen Duce, de Ecologistas en Acción, señala: “No podemos permitirnos tener una ley de movilidad sostenible sin objetivos concretos, si no, ¿de qué nos sirve la ley?”. “El sector del transporte no solo es el que más contribuye al cambio climático, sino que es al que más le está costando la descarbonización. Precisamente por eso esta ley es una oportunidad que no podemos perder”, continúa la portavoz.
La ausencia de medidas para la movilidad en el medio rural o el fomento del gas natural en el transporte naval son otros dos puntos muy criticados por las 14 organizaciones
El proyecto de ley debe fijar, para las 14 organizaciones, la obligación de conseguir la neutralidad climática del sector transporte y la movilidad lo antes posible y, en cualquier caso, antes del 2050. Asimismo, exigen que el articulado fije objetivos intermedios de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para el 2030 y 2040.
Ni tren ni transporte público
Tras la falta del establecimiento de un objetivo claro de descarbonización, entre las mayores carencias que ven en el texto se encuentra la falta de compromiso y ambición con la financiación del transporte público. De hecho, las 14 organizaciones lamentan que la ley haya perdido su denominación inicial, Ley de Movilidad Sostenible y Financiación del Transporte Público. Reclaman así que la ley dé prioridad a la financiación de este tipo de movilidad y a concretar las diferentes vías para dotar de fondos suficientes al Fondo Estatal de Contribución a la Movilidad Sostenible, cuya creación ya fue anunciada.
La ausencia de medidas para la movilidad en el medio rural o el fomento del gas natural en el transporte naval son otros dos puntos muy criticados por las 14 organizaciones. “Se sigue pateando el gas fósil en el transporte marítimo a pesar de que deberíamos estar avanzando hacia su desaparición”, apunta Duce. Además, el ferrocarril, a pesar de que es una de las claves de la descarbonización del transporte a nivel global, es otro de los grandes olvidados en la ley para los colectivos denunciantes: ni esta promueve un cambio modal de la aviación al tren de los vuelos de menos de tres horas de duración, como han adoptado países como Francia, ni frena la eliminación de líneas. Al contrario, incluye un mecanismo para cerrar las consideradas “ineficientes”.
“Nos sorprende que no haya grandes medidas para el refuerzo y para fomentar el sistema ferroviario, y que se incluya un mecanismo para el cierre de líneas”, expone Laura Vergara
“Nos sorprende que no haya grandes medidas para el refuerzo y para fomentar el sistema ferroviario, y que se incluya un mecanismo para el cierre de líneas que califican de ineficientes cuando están vinculadas a una empresa pública vinculada al Ministerio”, expone Laura Vergara, de ConBici. En lugar de ello, abogan por que se propongan unas condiciones mínimas de prestación de servicio que permitieran una adecuada atención a las poblaciones afectadas, contemplando otras alternativas destinadas al mantenimiento del servicio ferroviario.
La falta de prioridad a la eficiencia energética, motivo por el cual la ley no opta por un sistema multimodal que tenga como columna vertebral el transporte público y los tres modos más sostenibles —el peatonal, el ciclista y el ferroviario— o unos insuficientes planteamiento de los planes de movilidad sostenible al trabajo son otras de las cuestiones que, según denuncian las 14 organizaciones, no contempla la ley.
A pesar del texto actual, la coalición asociativa confía en que el paso de la ley por el Congreso mejore la situación. “Estamos encontrando consenso y apoyo a nuestras propuestas, lo que les da más legitimidad aún”, finaliza Vergara.