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Multinacionales
El Gobierno peruano acusa a Repsol de no cumplir con las tareas de limpieza del derrame
El Gobierno peruano, a través de la directora de Supervisión Ambiental en Energía y Minas - Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), Miriam Alegría, ha señalado que Repsol no está cumpliendo con las medidas dictadas por la entidad tras el derrame de petróleo y que esta entidad ha iniciado un proceso de sanción para multar a la multinacional española.
En concreto, el 25 de enero había finalizado el plazo para cumplir la primera de las medidas dictadas por la OEFA diez días antes, “la identificación de las zonas afectadas”, sin que la compañía haya cumplido con su compromiso, según esta entidad peruana. “Hemos iniciado el requerimiento para la imposición de la multa coercitiva porque hemos identificado que la empresa no ha cumplido con esta primera medida”, dijo Alegría en rueda de prensa.
Análisis
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También ha finalizado el plazo dado por el Gobierno peruano a Repsol para cumplir con el segundo requerimiento, “la contención y recuperación del hidrocarburo”. En el caso de que no se haya cumplido, la OEFA advierte que iniciará un segundo proceso de multa contra la multinacional. Las “sanciones coercitivas” de este organismo pueden suponer hasta 4.6 millones de dólares si incumplen las tareas encomendadas, que incluyen también “la segregación, el transporte, y tratamiento de los residuos peligrosos”.
El derrame producido el pasado 2015 en la refinería La Pampilla, gestionada por Repsol, arrojó más de 6.000 barriles de petróleo al océano Pacífico y ha afectado a la fauna y a la flora de “un ecosistema muy frágil”, según la directora de la OEFA, y a decenas de playas. El 25 de enero, la Dirección General de Capitanías y Guardacostas informó de un segundo vertido de petróleo en las inmediaciones del lugar donde se produjo el primero, cerca de Terminal Multiboyas n.°2 de la refinería La Pampilla. Según Repsol, se trataría de residuos oleosos del mismo hidrocarburo, “el cual se habría filtrado a pesar de haberse realizado los trabajos para retirar el crudo”.
Además de los procedimientos sancionadores de la OEFA, la región de Lima anunció que denunciará a Repsol por la contaminación del litoral y por daños y perjuicios causados en todas las playas contaminadas, uno perjuicios que se extienden a los trabajadores y pescadores afectados. “Hasta el momento, no se ha hecho nada prácticamente, el mar sigue contaminado”, denunció el gobernador regional de Lima, Ricardo Chavarría Oria.
Mientras tanto, crecen las críticas a la gestión del derrame por parte de Repsol. La bióloga y conservacionista Patricia Majluf, en una entrevista en La República, sostiene que se trata de la peor catástrofe ecológica marina que ha vivido Perú, cuya recuperación podría llevar años. La falta de previsión y de “criterio”, que llevó a seguir bombeando petróleo cuando las noticias del terremoto de Tonga habían llegado horas antes, ha sido la constante en al gestión de la crisis. Para esta investigadora, el plan de contingencia de la compañía se quedó en el papel: “Cuando ves lo que han estado haciendo el lunes, martes, con la pobre gente haciendo huecos en la arena, esa no era la respuesta. El plan de contingencia está ahí, pero no se ha cumplido”.
La respuesta de Repsol, añade, fue buscar excusas: “Hubo una falta de capacidad inmediata de cerrar el caño, que es lo primero que uno hace cuando se te chorrea el agua. No entiendo cómo se pudo dejar que se escapen 6.000 galones. Ahora se están excusando en la pandemia y que no estaban las empresas, eso no es excusa válida. Una empresa de este tipo tiene que tener a esa gente puesta en su sitio todo el tiempo porque los accidentes ocurren cuando ocurren, por eso se llaman accidentes”, denuncia Majluf.