Música
Ni civil ni militar: canciones por la insumisión

El 9 de marzo se cumplen 20 años del decreto que puso fin al servicio militar en el Estado español. Una victoria tras 15 años de lucha insumisa en los que la música sirvió como impulsora y como testigo.
Insumisión Alcala prisión 1998
Marcha a la prisión militar de Alcalá de Henares el 10 de mayo de 1998, en apoyo a los insumisos presos. No CC. Álvaro Minguito
9 mar 2021 06:00

La tradición antimilitarista en la música es anterior al movimiento por la insumisión, pero ambas se deben a la lucha de los primeros objetores políticos en los años 70. Artistas como Víctor Manuel, Adolfo Celdrán o Cecilia ya habían cantado a los soldados que no querían luchar. Para frenar el apoyo social que cosechaba el Movimiento de Objetores de Conciencia, el PSOE creó en 1984 una Ley de Objeción de Conciencia (LOC) parcial y estética que buscaba deslegitimar los argumentos de los activistas ofreciendo soluciones parciales.

Surge en este contexto el movimiento insumiso, cuyo objetivo es impedir la ejecución práctica de esa Ley de Objeción de Conciencia. La música volvió a prestarse como vehículo para concienciar a un público joven, que era al final quien debía tomar los mayores riesgos cuando fuese llamado a filas. Así, los zaragozanos Misión Imposible retrataban la sórdida vida del recluta en su tema “Mili no”. En 1988 muchas bandas de punk rock participan en el disco Rock Anti Mili. Cada vez más grupos se unen al movimiento.


La LOC establecía un tribunal que juzgaría a cada objetor, delimitando el derecho a objetar de forma arbitraria. En 1985, casi 3.000 objetores enviaron cartas idénticas redactadas colectivamente alegando su intención de objetar. Tres años después, la cantidad de objetores se acerca a los 10.000 casos. Enviar cartas colectivas impedía al tribunal juzgar casos individuales. En la práctica, o rechazaban a todos, evidenciando el fraude que suponía la ley del PSOE, o aceptaban a todos, demostrándose su incapacidad. Durante los primeros años, el criterio fue aceptarlas todas, librándose así cientos de jóvenes de tener que tomar las armas.

Para animar a los jóvenes a luchar colectivamente, las bandas introducen a las organizaciones en sus composiciones. Reincidentes publicaría en 1991 su tema “Mili KK”, compartiendo nombre con el colectivo antimilitar. En el 93, Kojon Prieto y los Huajalotes lanzan un himno, “Insumisión”. En ella aconsejan a los jóvenes: “Si te sales del rebaño; y no te va el uniforme; vete directo al MOC. O si no, vete a Kakitzat; que te informan y te explican; lo que es la insumisión”. Los pamplonicas también dicen “no me gusta la corneta, pa’ eso me hago de la ETA”, una estrofa por la que hoy te puede caer una pena similar a los dos años y cuatro meses de cárcel a los que se exponían los jóvenes insumisos.


A pesar de que el movimiento había comenzado a mediados de los años 80, es a comienzos de los 90 con la participación española en la Guerra del Golfo cuando crece en apoyos. El espíritu antimilitar se expresaría desde las formas sutiles del dúo Amistades Peligrosas en “El príncipe valiente” a la más explícita “Ninguna bandera”, de Barricada o las soflamas del floreciente anarcopunk estatal.

Pronto se establece una clara diferencia entre los jóvenes quintos e insumisos y los militares, un antagonismo que también reflejaban los pioneros del rap en español Codigo Mortal. Con su “Rap de la Mili” en 1989 proponían: “Solución; un ejército profesional; ¿o si no? Supresión del servicio militar”. En la misma línea, la banda A Palo Seko declaraba en su “Deserción”: “Que arriesguen ellos su vida, que vayan al frente a luchar; ellos que han elegido la carrera militar”. Ska-P se enfrentan al “Sargento Bolilla”, que les espeta en la canción que nunca serán buenos militares, en un cuadro que recuerda a las viñetas de Historias de la Puta Mili de Ivà.

El apoyo social también era clave. Militantes y artistas se presentaban en los juicios a los insumisos para autoinculparse por haber inducido a los jóvenes a rechazar la mili, forzando a los jueces a condenarlos y dar mayor repercusión a los juicios. El cantautor catalán Lluis Llach sería uno de ellos. Llach incluso grabó “Insubmís” con colaboraciones de insumisos para hacer los coros. Otros artistas de su generación también pondrían su música al servicio de la causa. Víctor Manuel incluiría su tema “Cruzar los brazos” junto con Miguel Ríos para el disco en directo El gusto es nuestro. Estos artistas a los que la obligación del servicio militar les quedaba lejos usaron su credibilidad para mostrar que los insumisos no eran los chavales nihilistas y vagos que el gobierno y los medios querían dar a entender, sino jóvenes concienciados contra el militarismo. Autores consagrados apoyaron en su disco debut a Javier Álvarez, que en “Uno, dos, tres, cuatro” también animaba a los jóvenes a rehuir la mili.


En 1993 se publica Grita Insumisión, un doble casete con 57 temas de bandas diferentes y acompañado de un libreto de letras antimilitaristas. Para entonces hay más de 9.000 insumisos en el Estado. Terminada la Guerra del Golfo, muchas canciones pasan a señalar las repercusiones del servicio militar en la vida de los jóvenes. Chicharrica lo compara con un secuestro como ya hicieran Reincidentes en “Secuestro legal”. Soziedad Alkoholika dice en “Mili mierda” “no pienso perder todo un año” y los metaleros Obús hablan de “doce largos meses” en su “Zona militar”. El cantante de Obús lanza con su otra banda, Saratoga, el tema “20 años”.

La juventud de los insumisos es otro argumento que perjudica a la imagen de jueces y políticos. Los conquenses Kuero también lo reflejan en su tema “Desde niño”. Los conciertos de temática insumisa se suceden, incluyendo la celebración en Bilbao del Intsumisio Eguna, que se realizó desde 1994 hasta 2001.

Mientras, el PSOE intenta poner en funcionamiento la Prestación Social Sustitutoria (PSS). La oposición de los insumisos a la PSS es doble. Por una parte, su duración de 18 meses frente al año de mili evidencia su carácter disuasorio. Además, se trata de tiempo de trabajo gratis, no un servicio civil. La idea del gobierno es minar el apoyo de los trabajadores desempleados a los objetores. En su “Muy mal rollo II” la banda Maniática lo explica: “La PSS quita puestos de trabajo; y ya somos tres millones de paradas, sin sindicato, sin sueldo y obligadas”. Skaparapid anima a los jóvenes a pasar tanto “de lo militar” como “de objetar” en “Insumisión”. Con el mismo título, la canción de Club Negro reza “ni civil ni militar”.


En 1997 y ya con el PP en el poder, el gobierno empieza a tener problemas para ubicar a los reclutas de la mili. Se calcula, además, que para entonces hay casi 800.000 objetores a los que no tienen dónde asignar para cumplir el servicio sustitutorio, ayudados por colectivos y ONG que ponen trabas para colaborar con el Estado. Y a eso se suman miles de insumisos.

La investidura de Aznar que se pactó con CiU tuvo la eliminación del servicio militar como condición, lo que lleva a más jóvenes que nunca a desertar u objetar, sabiendo que si prolongan la cuestión un par de años, la mili será abolida y quedarán libres de obligaciones. La situación insostenible lleva al ejecutivo a adelantar su final, terminando con ella en un Decreto Ley el 9 de marzo de 2001.

La organización de los grupos por la insumisión, más allá de las muchas militancias que la conformaban, permitió en apenas 15 años lo que a comienzos de los 80 parecía una utopía: la abolición total del servicio militar obligatorio. Fue gracias a la determinación de quienes se sacrificaron a penas más duras y prolongadas que la propia mili y al empeño de una sociedad civil que no dejó que la pusieran en contra de sus jóvenes. Su ejemplo despertó una solidaridad que mantuvo uno de los pocos frentes que derrotó, sucesivamente y hasta gran victoria, al poder y los vestigios del franquismo. Su lucha no terminó ahí, fue el mismo colectivo antimilitarista fuertemente equipado el que organizó en 2003 las multitudinarias protestas contra la guerra de Irak. 20 años después de aquel triunfo único, hay pocos rincones del poder satisfechos con el papel que decidieron jugar. Por eso es en la memoria de la lucha, inmortalizada en versos solidarios y rabiosos, donde podemos encontrar la inspiración para seguir luchando.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Música
Música Dut, una furia exquisita
El disco ‘Askatu korapiloa’ de Dut cumple 25 años. Exploramos un álbum que sigue impresionando.
Música electrónica
Música Herbert y la banda sonora sin fin de un tiempo revuelto: “Si todo funcionara bien, necesitaríamos menos arte”
El músico británico Matthew Herbert desea cambiar el mundo y una de las herramientas que usa para ello es la música. El 4 de abril presenta en Madrid su nuevo proyecto junto a la vocalista e improvisadora Momoko Gill.
Culturas
Culturas Lorca fue también un visionario que intuyó los vínculos entre la música negra y el flamenco
La 24ª edición del Festival de Flamenco de Nueva York abrió un espacio de debate para analizar el impacto que tuvo el movimiento cultural del Renacimiento de Harlem en la obra del poeta granadino.
#87450
16/4/2021 22:42

Gracias por las lecturas, un saludo desde Colombia, seguimos aprendiendo y construyendo nuestras propias reivindicaciones. Objetores hasta siempre.

0
0
#84575
9/3/2021 16:26

¡Gracias a todos los que lo hicieron posible!

5
0
#84562
9/3/2021 13:03

Por supuesto Haz turismo de Celtas cortos y Mili KK de Reincidentes

5
0
#84553
9/3/2021 9:47

❤️

5
0
Economía social y solidaria
Tecnología Inteligencia Artificial y economía solidaria: ¿posibles aliadas?
¿Cómo debe relacionarse la economía solidaria con una tecnología que vulnera derechos humanos y ambientales constantemente? Cooperativas e investigadoras tecnológicas animan al movimiento a perderle el miedo y a utilizarla de manera crítica.
Multinacionales
Multinacionales Maersk y las rutas de complicidad con el genocidio israelí en Gaza
Crece la presión internacional contra la naviera danesa que está aprovisionando a Israel de armas para cometer el genocidio de Gaza en contra de las medidas cautelares tomadas por la Corte Internacional de Justicia.
Crisis climática
Crisis climática La UE se entrega al ardor guerrero mientras descuida la crisis social y la emergencia climática
Varios países de la UE ya están recortando drásticamente en servicios públicos y estado del bienestar para poder costear el aumento del presupuesto militar.
Historia
Historia Cuando la solidaridad antifascista reunió a musulmanes, judíos y cristianos en la España republicana
Marc Almodóvar y Andre Rosés rescatan a los combatientes árabes de la Brigadas Internacionales en el libro ‘Moros contra Franco. El antifascismo y la Guerra Civil española en el mundo árabe’.
Senegal
Senegal Una ‘Escuela de rehenes’ o cómo Francia usó la educación en África para transformar las mentes
La administración colonial francesa puso en marcha en 1855 un centro educativo que tenía el objetivo de formar a los hijos de los reyes locales mediante el borrado de su cultura.
Minería
Minaría Bruxelas cava fondo: litio galego para o novo militarismo europeo
No medio do rearme ordenado pola UE, Galiza entra no ámbito xeopolítico como potencial provedor de litio para a industria de defensa. Un enclave de alto valor ecolóxico en Doade (Ourense) converterase en canteira de baterías militares.

Últimas

Ayuntamiento de Madrid
Residuos La “motosierra de Almeida” no frena la oposición social al cantón de la limpieza en Montecarmelo
Los vecinos no entienden por qué el Ayuntamiento madrileño no accede a construir el cantón en una parcela técnicamente viable y que no afectaría a miles de niños y la única zona verde del barrio.
Opinión
Space X Los viajes al espacio y el efecto Katy Perry
El 2024 fue el año más caliente desde que hay registros, mientras que Katy Perry y un puñado de millonarias nos deleitaron con su viaje espacial cortesía de Jeff Bezos.
Estados Unidos
Estados Unidos La buena sintonía entre Trump y Meloni
Como era de esperar, los mandatarios mostraron afinidades políticas e ideológicas. La italiana insistió en la idea de “fortalecer Occidente”.
Series
Series Masculinidad hegemónica o plomo: la sátira contra los hombres en ‘The White Lotus’
La serie culmina de forma trágica, llevando al extremo la lógica neoliberal, y se cuestiona si es posible una transformación que no termine cooptada por el propio patriarcado.
Grecia
Grecia Frontex pone de nuevo la mirada en Grecia
En enero de 2025 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos acusó a las autoridades griegas de llevar a cabo devoluciones forzadas de manera sistemática.
Valencià
València Duelo colectivo y brecha de género, las consecuencias de la dana en la salud mental
Más allá de lo material, el sufrimiento mental continúa golpeando las vidas de l´Horta Sud. Mujeres cuidadoras y colectivos vulnerables encabezan un luto que todavía no ha encontrado descanso.
Almería
Artes escénicas Almería reclama su (dancístico) lugar
A menudo relegada al olvido en los mapas culturales, esta provincia oriental sigue siendo una gran desconocida, a pesar de su riqueza histórica, su diversidad paisajística y su potencia creativa.

Recomendadas

Camboya
Camboya 50 años del inicio del genocidio en Camboya
El régimen de Pol Pot acabó con la vida de más de dos millones de personas. Solo tres integrantes de los Jemeres Rojos han sido condenados por crímenes contra la humanidad.
Comunidad de Madrid
Memoria histórica Contra la basura y el olvido: tras la pista de los cuerpos y de la memoria de los brigadistas internacionales
El Salto acompaña a un contingente internacional de políticos, políticas y activistas en una ruta en memoria de los brigadistas internacionales que acudieron a luchar a España contra el fascismo, en un ejercicio inspirador para el presente.
Poesía
Culturas Joan Brossa, el mago que jugó con la poesía para reinventar el poder de la palabra
Casi inabarcable, la producción creativa de Joan Brossa se expandió a lo largo —durante medio siglo XX— y a lo ancho —de sonetos a piezas teatrales, pasando por carteles o poemas objeto— para tender puentes entre el arte, la política y el humor.