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Memoria histórica
Aquí nunca pasó nada... ¿o sí? 2ª parte
Saludos gente que lee. Aquí estamos de nuevo, con un tema que me hace especial ilusión. Hoy de nuevo vuelvo a las tierras que habito desde hace ya muchos años, que no son otras que las riojanas. En lo que lleva de existencia este blog, que son más de siete años, ya fuera anteriormente en Diagonal, y posteriormente en El Salto, solo he realizado dos entradas concernientes a La Rioja. Hoy me lanzo con la tercera, y de ahí las ilusiones de las que os hablaba al principio.
Deciros, que he recogido algunos retazos del artículo anterior, titulado ¿Aquí nunca pasó nada... o sí?, en homenaje al historiador riojano Jesús Vicente Aguirre, y le he metido toda la información que he sido capaz de encontrar desde entonces. Han ido apareciendo nombres relacionados con la resistencia francesa, con los grupos de Unión Nacional Española (UNE), que operaron primero en Francia y luego en España, un grupo desconocido que actuó en tierras riojanas durante la guerra civil, e incluso gente relacionada con los grupos del gran falsificador Laureano Cerrada. Así, que una vez reunida toda la mandanga, nos lanzamos de lleno al asunto.
Mi entrada en el tema riojano fue una primera ojeada en el libro de Pons Prades Guerrillas españolas 1936-1960 y allí, en un mapa general del estado español, estaba la Sierra de la Demanda como territorio guerrillero. Mi alegría se tornó decepción cuando acabé el libro y sobre la antigua provincia de Logroño no había referencias. La siguiente fue en el libro del general de la guardia civil Francisco Aguado El maquis en España, en un cuadro sobre los guerrilleros heridos, muertos o detenidos en las diversas provincias de la geografía hispana, en La Rioja solo constaban 4 detenciones a mediados de los años 40, con toda seguridad, un grupo que estaba de paso.
Voy a ordenar el artículo de forma cronológica, así que para empezar, nos dirigimos hacia la Rioja baja y nos situamos en julio del 36. El grupo más conocido es el de Cervera del Rio Alhama, debido al relato que dejó escrito Dionisio Jiménez Álvarez. Al entrar los fascistas en el pueblo cerca de 600 personas se echaron a los montes cercanos. Promesas de perdón hicieron bajar a muchos, unos dieron con sus huesos en la cárcel, otros no tuvieron tanta suerte y fueron asesinados. Dionisio era libertario, al igual que sus once compañeros de grupo, ellos por suerte rechazaron las promesas. Este fue de los pocos grupos armados que hubo en la Rioja y que cuando subían a por ellos respondían a tiros. Esta partida, que tuvo que soportar varias batidas, estaba por los montes de Valdeperillo y Carnanzún. Desconocemos los nombres de los compañeros de Dionisio a excepción del de su hermano Alejandro, quien se entregó y acabó asesinado el 2 de octubre. Para finales de septiembre el grupo se había reducido a cuatro y a principios de octubre solo quedó Dionisio. En julio de 1937 bajó a Cervera y estuvo de topo hasta el invierno que volvió a subir al monte. Con el final de la guerra, y por medio de contrabandistas navarros, cruzó la muga y acabó estableciéndose en el país vecino.
Vamos ahora con una de las novedades. La historia de Jacobo Macharowski Landau, un inmigrante judío de origen polaco que residía en Barcelona, afecto a CNT, y que antes de julio de 1936, vino a Logroño para montar una tienda. El alzamiento lo encontró en la capital riojana, y gracias al material que ha ido reuniendo Alejandro, su nieto, podemos saber lo que pasó de su puño y letra: “A la noche del 17 al 18 de Julio de 1936, a las 4 de la mañana, escuché que golpeaban en la puerta de mi apartamento. Me levante de la cama y la abrí. En las escaleras había unos soldados, miembros de la “Falange” del general Franco. Me informaron que vinieron a arrestarme.
Me sorprendió, ya que nada especial sucedió en la ciudad, la vida pasaba sin altibajos. Pero no tenía remedio. Me vestí y salí con ellos. Me ordenaron subir a un camión estacionado en la calle. Ya había otros hombres sentados adentro. De ellos me entere que los Falangistas detenían esta noche a todos los miembros de los partidos políticos en la ciudad: comunistas, anarquistas, socialistas, etc. Era este el primer día de la Guerra Civil.
Nos llevaron a un campo militar, donde estuvimos arrestados hasta el 23 de Julio. Esa noche eligieron a 11 hombres de los arrestados de todos los partidos políticos, para llevarlos en camión a Pamplona. También las noches anteriores hubo envíos así, y nosotros estábamos convencidos que no se trataba de cambio de un campo por otro, sino que los hombres eran asesinados en los terrenos vecinos. Yo creo esto hasta ahora.
Éramos 11 hombres en el camión. En camino a la muerte. Nos cuidaban soldados. Antes de salir en camino, decidimos 5 escaparnos juntos del camión, aunque nos costara la vida.
En una de las curvas, cuando el camión tuvo que reducir la velocidad, uno de nosotros dio una señal, saltamos del camión a la ruta y nos escapamos. Oímos los disparos de los soldados del camión que frenó. Corrí por el campo lo más rápido que pude y en la oscuridad de la noche no vi que les paso a los otros. Si fueron heridos por las balas o lograron escapar a la libertad como yo.
Toda la noche camine para alejarme lo máximo de la zona en manos de los Franquistas. Cuando se me acabaron las fuerzas, me caí al suelo y me dormí.
A la mañana siguiente hable con unos campesinos, gente mayor que me dijeron que en una montaña vivían combatientes republicanos. Empecé a caminar en esa dirección y de verdad cuando llegue al pico de la montaña encontré 17 combatientes. Les conté lo que me había pasado y por supuesto de inmediato me unieron a su grupo. Tenían pocas armas y municiones. Ellos soñaban con hacer atentados bélicos. Pero día a día estábamos peor, más que nada por la falta de alimentos. A pesar de todo aguantamos casi 6 meses. Todas las noches bajábamos y buscábamos como atentar a los soldados Franquistas, o arruinar puestos importantes para ellos." Jacobo Macharowski consiguió sobrevivir y pasar posteriormente al exilio francés. Allí se encontró con la invasión alemana y como no podía ser de otra manera, acabó incorporándose al maquis, en el grupo Robert Salvagnac, en el departamento del Tarn.
Ahora vamos a seguir las hazañas de los riojanos al otro lado de la frontera. Recordemos que se fueron al exilio huyendo de una guerra que habían perdido, para encontrarse al poco tiempo con otra, de mayores dimensiones, pero con el mismo enemigo, que era el fascismo. Quizás hablara otro idioma y siguiera otras banderas, pero que compartía ideología y métodos de barbarie con nuestros verdugos autóctonos.
El primero al que encontramos es al vecino de Briones Ismael Baseta Ugarte, de Izquierda Republicana, quien tras sufrir los campos de concentración franceses, acabó en la resistencia antialemana, aunque desconocemos grupo y departamento en el que actuó. Al cenetista Ruperto Rozas Torrealba, de Fuenmayor, además de sobrevivir a un intento de fusilamiento lanzándose desde un puente al principio de la guerra civil, lo encontramos después de huido junto al también libertario Mateo Oca Martínez, este último asesinado en Álava en septiembre del 36. Ruperto pasó la muga por Navarra junto a unos contrabandistas en otoño de 1939. Después sufrió los inevitables campos de concentración franceses, las Compañías de Trabajo Obligatorio para finalmente integrarse en la resistencia en la Francia central.
Como colofón a la participación riojana en la resistencia francesa, tenemos el caso de “el Riojano”, un confederal de Arnedo que primero estuvo de guerrillero en la zona del Puy de Dome, en el macizo central, cerca de Clermont Ferrand, integrado en las guerrillas de Unión Nacional y que posteriormente fue jefe de sector en el Pirineo Oriental, en las regiones del Aude y del Ariege. Jefe audaz e imaginativo al que no le temblaba la mano a la hora de sacudir a los nazis. Por ahora solo sabemos de él su apodo, espero que antes o después aparezca su nombre.
Y ahora, vamos con las novedades. Empezamos con un maquisard anarquista, natural de Anguiano, llamado Basilio Hernáez Armas “Armas”. Afiliado a CNT, se encontraba trabajando en la conocida presa del Águila, en la zona de Cantal, y allí formó con los grupos de resistentes que se echaron al monte. Terminó la contienda en el Batallón Didier,junto a otros 150 libertarios españoles.
Algunos de los riojanos, no solo combatieron en Francia, si no que posteriormente participaron en las invasiones pirenaicas que se desarrollaron desde septiembre de 1944 y el posterior paso de grupos. Julián Francia Sáez, natutral de Logroño, era uno de los guerrilleros de la UNE. En Francia había estado en la 102 División,y a la hora de entrar en España, lo hizo encuadrado en el grupo nº 5 de la Brigada 505.
De Briones era José Sánchez, nacido en 1917. En el exilio francés se integró en la 21ª Brigada del Gard, y tuvo el honor de participar en la famosa batalla de La Madeleine a finales de agosto de 1944.
José Flores Sánchez “Flores”, había nacido en Bañares un 3 de enero de 1919. Había pasado al exilio y se había unido a los grupos resistentes que había en la Dordogne. Allí congeniaban bien las distintas tendencias políticas. José Flores murió junto a otros tres de sus hombres, pues era jefe de grupo, bajo las balas de guardias móviles franceses en las cercanías de Veyrines-de-Domme un 16 de marzo de 1944.
De Enciso era Cecilio Barragán Pablo. Participó en las invasiones pirenaicas con el grado de sargento dentro de la 241 Brigada B y resultó hecho prisionero durante las hostilidades.
Y para ir acabando esta aproximación a la guerrilla con sabor riojano, nos trasladamos hasta abril de 1948. La secretaría de Coordinación de la CNT en el exilio, que era basicamente el comité conspirativo del movimiento libertario en Francia, envía un grupo, guiado por el experto pasador navarro Leonardo Glaría. Están bajando armamento hacia tierras aragonesas. Dentro de ese grupo, ¡sorpresa!, ni más ni menos que dos riojanos. Por un lado, alguien apellidado Zorzano, de Agoncillo, del que desconozco más datos. Por otro, un nombre, Marino, del que se especifica que era de un pueblo al lado de Logroño. Bajaban cinco metralletas, tres pistolas y munición variada para entregar en Zaragoza a Mariano Olaya.
Y en las mismas tierras aragonesas, y en ese mismo 1948, encontramos a Luis Fernández Robla, mano derecha de Laureano Cerrada, montando la empresa fantasma Transportes Galicia S.A., a la que ya le dediqué una entrada específica, aquí os dejo el enlace por si alguien le intreresa echar un ojo https://www.elsaltodiario.com/ni-cautivos-ni-desarmados/la-empresa-de-transportes-galicia-sa. Cuando la policía desmontó el aparato clandestino de CNT en Zaragoza en agosto de 1948, entre las que cayo la empresa de transportes, uno de los detenidos fue José Medina Royo. Natural de Logroño, nacido en 1912 y de profesión mecánico, que era lo que supuestamente hacía en dicha empresa. Lo que pasa es que este mecánico había sido teniente en la guerra civil, lo habían encarcelado por ello, y cuando salió de prisión, se metió de lleno en la lucha clandestina en Barcelona hasta que tuvo que pasar a Francia. Volvió a España, fue de nuevo encarcelado, aunque brevemente y se asentó en Zaragoza. Detenido en la razzia de agosto de 1948, fue juzgado en julio de 1949 y condenado a 12 años de cárcel.
Pues hasta aquí llega nuestra incursión entre La Rioja y la guerrilla por esta vez. Espero ir pudiendo añadir datos y nombres en siguientes entradas, pero ya veremos... algunas cosas están muy escondidas... nos leemos en la próxima. Hasta entonces, salud.
Fuentes: Aquí nunca pasó nada (Jesús Vicente Aguirre), Cervera del Rio Alhama. Sus luchas políticas y sociales (Dionisio Jiménez), Enciclopedia del anarquismo ibérico (Miguel Íñiguez), Republicanos españoles en la 2ª Guerra Mundial (Eduard Pons Prades), Españoles en los maquis (Eduard Pons Prades), Cuando los maquis (Luis Pérez Berasaluce) y anexos al libro, Y ahora, volved a vuestras casas (Evelyn Mesquida) y diversos correos electrónicos con Alejandro Macharowski.