We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Memoria histórica
Seguimos con la clandestinidad en Francia. Aparato legal y de blanqueo

Saludos cuadrilla, aquí estamos de nuevo, y como ya anticipé el mes pasado, seguimos con la clandestinidad libertaria en Francia.
Una vez tratados los equipos de falsificación, y los de adquisición, almacenaje y transito de armamento, hoy nos centraremos un poco en la infraestructura legal, económica y de apoyo a la trama. ¿Que hable en cristiano? Pues eso, que hoy hablaremos un poco sobre como blanquear parte de la pasta conseguida, ya sea de falsificaciones o con atracos, donde esconder parte del armamento antes de salir de Francia, como moverlo de un lugar a otro, a nombre de quien poner las cosas, y como tratar de pasar desapercibidos delante de las autoridades galas. Eso, o por lo menos no llamar demasiado la atención ante las mismas.
Para ponernos en situación, o por si hay cualquier persona nueva que da con el blog, y de repente le interesa el tema, nos situamos en Francia tras la liberación. El periodo en el que vamos a centrarnos es sobre todo el comprendido entre 1945 y primeros años 50.
También hay que comentar, que en un país que acaba de salir de una guerra, en la cual había sido invadido, los poderes oficiales necesitan tiempo para asentarse y conseguir una posición de fuerza. Si a eso sumamos, que parte de los gendarmes, militares y personas que asumieron dicho poder, habían compartido alegrías y tristezas en las filas de la resistencia, con la gente que a partir de ahora iban a tener que perseguir, que a veces compartían experiencias que no podían contarse, pues eso hacía que en ocasiones, miraran para otro lado, o que si los pillaban con las manos en la masa, las condenas no fueran lo duras que podían haber sido. Todo esto los primeros años, claro.
Y la última pieza para encajar todo el puzzle, fue que había una persona con la imaginación y el atrevimiento suficiente, y que estuviera en el lugar y el momento adecuados.
Por supuesto, una persona sola no va a ningún lado. Pero si esa persona consigue rodearse de un equipo lo suficientemente numeroso, activo y capacitado, las cosas pueden ir cambiando. Y si además, ese equipo, forma parte de una gran organización, acostumbrada a la lucha, a la clandestinidad y a la supervivencia, pues ya tenemos el lío montado.
La gente que seguís el blog, ya sabéis de quien hablo. La persona en cuestión era Laureano Cerrada, el ferroviario de Miedes. Del equipo que fue formando durante los años de ocupación nazi, y que después siguió creciendo, hemos hablado algo en las anteriores entradas y hoy seguiremos haciéndolo. Y la organización no era otra que el Movimiento Libertario Español. El lugar adecuado era la Francia de postguerra, y más concretamente su capital, París. Y el momento en cuestión es el final de la guerra mundial. Cerrada es el secretario de la Regional Norte, que engloba París y los departamentos del norte del país. Tiene a un montón de compas que han actuado con él en la resistencia. Tiene mucha pasta, que ha conseguido sobre todo de falsificar cartillas de racionamiento y todo tipo de papeles, y además tiene muchas armas, que han ido recogiendo de la resistencia, más las que les han robado a los alemanes.
Lo que por ahora le falta, es tener más control sobre la organización, y para eso va a ser clave el congreso que va a celebrar el MLE en París en mayo de 1945. Y lo que son las cosas, oiga. A dicho congreso acude una persona que puede controlar al MLE, pero que, casualidades de la vida, lo que necesita es dinero. Así que Cerrada, por un lado pone en nómina a la sagrada familia, léase Germinal Esgleas, que es la persona en cuestión, y a su compañera, Federica Montseny. Él es el burócrata perfecto para manejar la organización, y ella, Federica, con su elocuencia y su poder en los medios escritos libertarios, es la movilizadora de masas. Cerrada tampoco olvida pagar los viajes y estancia en París a las delegaciones de las federaciones que son favorables a su postura, o incluso junto a la pareja de marras, formar unas cuantas nuevas para asegurarse la victoria.

Por si faltaba algo, la suerte se va a poner de parte de Laureano durante 20 días frenéticos. Por un lado, el 25 de abril aparecen las planchas de peseta en Milano. A Italia a toda velocidad, se hace con ellas, y sin tiempo para tomar aliento, vuelta hacia París para el 1 de mayo estar en la inauguración del congreso. Y el congreso sale a pedir de boca. Esgleas es nombrado secretario general del MLE y Paulino Malsand de Coordinación, que es la encargada de la acción clandestina. Es hora de ampliar el equipo.
Por un lado, además de la gente que ya había actuado con él en la resistencia, como Juan Sánchez, Manolo Huet, Joaquín Blesa o Liberto Ros, Cerrada empieza a poner en nómina a diversos compas provenientes del “Batallón Libertad”. Dicha unidad estaba compuesta por entre 300 y 400 libertarios que habían actuado en la Resistencia en Francia. Entre los que se unieron a la banda estaban José Bañón, Francisco Martínez, Alberto Santaolaria, o el guía y guerrillero Ramón Vila. Mención aparte merece José villanueva Lecumberri. Este va a ser el “Bárcenas” particular de Laureano. Es el tesorero de la organización, el hombre del eterno maletín.

Así que ya hemos dicho que están las armas, también está la gente, pues el siguiente paso es ir aumentando la infraestructura.
Por un lado, hay que encargarse de alojar de la mejor manera posible a la gente del equipo y a sus familias. Y ahí entran los llamados hoteles, que en realidad eran bloques de pisos. En la ciudad de París hemos encontrado algunos. El Hotel des Vosgues en el Passage Goix, allí en 1949 descubrieron una de las imprentas clandestinas y un deposito de armas bastante importante. El de la rue Rebeval, donde encontraron en 1951 dos tapices flamencos robados del siglo XVII por los grupos expropiadores, o el de la rue Bichat, en el Nº 12. Casualidad, en ese mismo número estaba la sede de la CNT parisina. Ya fuera de la capital, encontramos algún otro, como el adquirido en Mont Louis, en la Cerdaña francesa, lugar al que se llegaba en tren desde Toulouse, ruta y hotel que solían utilizar los grupos de acción que bajaban hacia el estado español y que gestionaba Constancio Durban, quien se había distinguido en las redes de evasión durante la 2ª guerra mundial. Durban, al igual que Ramón Vila, rechazó las medallas y los honores que les otorgaron los ejércitos aliados por su actuación en la resistencia, en febrero de 1946. También el Hotel/restaurant Lux Bar en la calle Mariscal Foch nº 45 de Perpignan, regentado por Alberto Ballesteros, quien a la vez era el delegado de fronteras de la zona del Pirineo Oriental. Además de todo esto cabe resaltar una importante red de pisos francos, sobre todo en la capital gala, pero también en las ciudades con fuerte presencia de libertarios españoles. Y por supuesto, se compró el mas Tartás, la gran base guerrillera junto a la frontera española. Con toda seguridad, habría alguno más de estos hoteles tanto en Toulouse, como en Lyon o Marseille, pero aún no he sido capaz de encontrarlos.

Y para mover todas esas armas, ¿cómo podríamos hacerlo? Pues la manera que encontraron no parece mala. Por un lado, compraron y gestionaron algunos garajes, en los que arreglar, comprar, vender, alquilar y preparar espacios ocultos en vehículos. Uno de estos estaba situado en la rue Douane de París. Otro de los que aparecen es el situado en el número 35 de la rue Rebeval, a nombre de la empresa Rebeval Aeromecanique. Consistían en unos garajes, con taller y pabellón. ¿Los testaferros? Felix Castro Salgado, de la CNT parisina y Sylvia Borsici. Para quien desconozca a dicha señora, decir que era la “dueña” del Hotel des Vosges, el de la imprenta clandestina.
Y por otro lado, montaron alguna empresa de transportes, por ejemplo la llamada Rapid París. ¿Cómo sabemos que es una de las empresas de Cerrada? Pues si echamos un vistazo entre los socios de la misma, descubrimos a Eduardo Rey, a Vicente Gallego o a José Calpe. Os suenan los nombres, ¿verdad? Pues sí, son parte de los detenidos en la imprenta clandestina del Passage Goix. La empresa se formó en julio de 1948, su capital ascendía a 4.500.000 francos y su sede estaba en el número 50 de la rue Vergniaud de París. Además de hangar y garaje, también contaba con cinco camiones y una camioneta, tres mecánicos y varios chóferes. Esta se montó en el año 48, seguramente para entonces ya funcionaran otras, que por ahora no he encontrado. Su versión española fue la Empresa de Transportes Galicia, aquí os dejo el enlace: https://www.elsaltodiario.com/ni-cautivos-ni-desarmados/la-empresa-de-transportes-galicia-sa
Por cierto, si hemos hablado del transporte por tierra, no hay que olvidar la compra de la lancha rápida Vedette, comprada al ejército americano en Marsella en 1947 para el transporte marítimo, e incluso la adquisición de la avioneta Norecrin, con la que se intentó bombardear a Franco en la bahía de la concha en 1948. Dicha avioneta había costado 1.600.000 francos, pagados con los fondos del atraco de París de febrero de 1946, y se había puesto a nombre de Georges Fontenis, secretario general de la Federación Anarquista Francesa. El Norecrin se utilizó para transporte de personas y material en diversas ocasiones a lo largo y ancho del país vecino.

Y seguimos con las empresas del entramado. Cuando nos metimos en el tema falsificador, fueron surgiendo diversas imprentas clandestinas, que la policía francesa fue descubriendo y desmantelando. De hecho, gracias a las propias declaraciones de Laureano durante su detención en 1951, cuando explica ante los agentes de donde se sacó el dinero para comprar el Norecrin, les cuenta que fue el resultado de falsificar cartillas de alimentación en una imprenta de su propiedad en la rue de la Dhuys, en el barrio parisino de Bagnolet. Que la avioneta se compró con esas cartillas ya sabemos que es falso, lo que dice sobre dicha imprenta, de la que no teníamos noticia, por ahora lo ignoramos. Y ya que estamos con las imprentas, aparece ahora una imprenta con pinta legal, llamada Imprimerie Nouvelle, situada en el número 21 del boulevard de Grenelle de la capital gala, creada en noviembre de 1951 por uno de los socios de Rapid París, el francés Raymond Raganaud. Recordemos que para esta fecha Cerrada ya estaba encarcelado por falsificación. Pero también es casualidad, que uno de los hombres de Laureano, se pone a crear una empresa, y va y le sale una imprenta.

Lo del la clandestinidad libertaria en Francia y el mundo del calzado es una cosa que se me escapa, pero que hay que resaltar. Para empezar, se contaba con una fábrica de zapatos y sus almacenes en la plaza Denfer-Rochereau de París, que es la que regentaba el amigo y colaborador de Cerrada, Pedro Moñino “el Zapatero Cojo”. No era esta la única inversión en el mundo del calzado; Teófilo Navarro “Negro” (otro integrante de los grupos de acción), regentaba un taller de reparación de calzado en la Avenida Paul Sejourné de Toulouse, además de ser responsable de una colectividad de zapateros montada gracias al apoyo económico de Cerrada. También nos encontramos con la empresa Etablessement Semel et Cie., especializada en la confección de sandalias con diversos materiales. Para mi sorpresa, uno de los socios, no es otro que un tal Manuel Huet. ¿Podría ser otra persona con el mismo nombre y apellido? La fecha de creación de la misma, era en octubre de 1946. Sabemos que durante ese mismo año, Manolo había estado bastante activo por la capital francesa. Las dudas desaparecieron cuando vi la dirección que daba Huet como propia, que era el número 12 de la rue Bichat. Si, la sede de la CNT parisina y el hotelillo del grupo Cerrada. La empresa estaba situada en el 58 del boulevard de Menilmontant, y la inversión era de 150.000 francos. Junto a Manolo, aparecen Pedro León y Aline Semel. A finales de enero de 1947, Huet cedería su parte a la señora Semel, al igual que Pedro León, y ambos abandonarían la empresa.

Cambiamos de ramo mercantil pues aparece ahora la referencia en el diario Le Populaire, con fecha 15-2-1951, aunque desconozco el nombre de la entidad por el momento, de una sociedad fundada por el propio Cerrada en la ciudad de Reims. En este caso, se trata de una empresa relacionada con instalaciones eléctricas en domicilios particulares, fundada en 1947, y que cuando fue detenido en 1951, aún conservaba buena parte de sus acciones.
También sabemos del apoyo económico de la organización a diversas cooperativas de compañeros relacionadas con la construcción, o a la colonia Aymare.
Respecto al blanqueo de las falsificaciones, pues se hacía de varias maneras. Por un lado, tras el final de la guerra mundial, el papel que se encontraba en Francia no era el adecuado para la falsificación de la peseta, así que Verardini dio con la tecla adecuada:“Se trataba de no utilizar el modus operandi del cambio individual de billete por billete, sino que, con los contactos pertinentes, aprovecharse de los servicios pertinentes de la Casa de la Moneda, que existen en todos los países, dedicados exclusivamente a regenerar la circulación de billetes, eliminando aquellos que se hallaran en estado defectuoso. Este modus operandi consistía en cambiar los billetes defectuosos por los billetes falsificados. Es una operación que se realizaba destinando los billetes citados a un horno crematorio. El personal que se implicaba en este sustituto exigía un precio del 20 al 40%, esto en cualquier país. En la España de la dictadura también, según los citados profesionales. Es una operación que no se realiza de golpe, sino que se negocia una cantidad determinada, que se irá cumpliendo poco a poco, día por día.”
Y cuando ya se consiguió buen papel, pues se hacía el cambio de billete por billete, se usaban en compras, o se les daba a equipos que podían ser ajenos o no a la organización para su comercialización, como hacía “el Maño” con los argentinos, este les cambiaba cada billete de 500 pesetas falso a cambio de 1000 francos reales.
Hay que recalcar que gran parte del esfuerzo realizado por Cerrada y sus equipos, iba siempre tras el objetivo de apoyar a los grupos de acción que operaban en el estado español, a financiar la prensa libertaria, a tratar de hacer un poco más fácil la vida a la numerosa militancia confederal que poblaba las cárceles franquistas, al igual que a sus familias y sobre todo, a tratar tanto de acabar con la vida del dictador Franco, como con su régimen. Ciertamente, todo este tinglado nos puede recordar bastante a las tramas de corrupción que se van destapando en este y otros países, o a ciertas organizaciones relacionadas con redes mafiosas. Pero hay un detalle, que no es para nada insignificante, que por lo menos para mí, cambia bastante las cosas. La mayor parte de este dinero robado, falsificado o defraudado, no sirvió para enriquecer a los líderes e integrantes de la trama, sino que fue usado para fortalecer la organización, equilibrar las deficitarias finanzas de la prensa y propaganda confederal, ayudar al enorme colectivo de presos y sus familias, o a las cooperativas fundadas por gentes del MLE. Por supuesto, cada persona sacará sus propias conclusiones al respecto, tan lícitas o equivocadas como las mías. Tampoco podemos negar, pues de ello se quejaba el propio Cerrada, que algunos de sus testaferros (anarquistas como él), cargados con el dinero que pudieron, tomaron rumbo a Sudamérica y se convirtieron en acaudalados hombres de negocios.
Ya os anuncio que en el siguiente episodio, empezamos con los grupos expropiadores.
Nos leemos en el próximo, compas. Salud y memoria.
Fuentes: https://gallica.bnf.fr/accueil/fr/html/accueil-fr, Enciclopedia del anarquismo ibérico (Miguel Íñiguez), https://anarcoefemerides.balearweb.net/, Historia de un atentado aéreo contra el general Franco (Antonio Téllez), La CNT en la encrucijada. Aventuras de un heterodoxo (Luis Andrés Edo), De la Unión a Banat (Juan Giménez), Federica Montseny. Una anarquista en el poder (Irene Lozano), El ángulo Muerto (Ni cautivos ni desarmadas), Archivo de la Fundación Anselmo Lorenzo y archivo propio.
Relacionadas
Feminismos
Irene García Galán “La memoria feminista hay que construirla desde abajo, desde nuestras casas”
Memoria histórica
Monumentos Franquistas A golpe de cincel. Crónica de la retirada de un vestigio fascista en Montijo
Arte
Arte y memoria histórica Un artista renuncia a un premio de la Academia de Bellas Artes Canaria por su defensa del monumento a Franco
