Opinión socias
Sin medias tintas: yo sí estoy contra Israel


Tengo que empezar explicándome, porque claro, cuando te metes con Israel, lo fácil es caer en ser señalado y tachado de antisemita o de que no todos los israelíes son iguales. Así que voy a tratar de contextualizar bien y ser preciso. Por eso, primero quiero decir que no hablo desde la nada. Tengo la fortuna de que un amigo me ayudó a cumplir el deseo de visitar Palestina hace una década ya. Ese viaje supuso muchas cosas pero algunas de ellas son más relevantes que otras para justificar mi posicionamiento contra Israel.
El primero lo recordé el otro día escuchando este corte de una entrevista a Fernando Romanazzo. Yo también lloré al recordar esa personalidad abrumadoramente hospitalaria y vital de la gente palestina que me acogió. Cuando volví del viaje me decía que tampoco romantizara, que venía de un viaje que todo lo agranda y de ver situaciones muy delicadas por doquier. Pero aun así, haciendo el ejercicio de sopesar las percepciones y sensaciones, el poso que me dejó la gente de Palestina fue de una humanidad y un estar en la vida envidiable. No lo son sus circunstancias, pero sí lo que han hecho con ellas: a pesar de la tragedia y violencia cotidiana, desean la paz , la convivencia y el disfrute por encima de la venganza o la ira. Y viendo este vídeo me reafirmo en que si todos fuéramos un poco más como la población de Gaza y Cisjordania, el mundo sería un poquito mejor.
La otra consecuencia de la que hablo fue el deseo de informarme mucho más. No recuerdo si fue previo al viaje o ya después, pero comencé un poco a obsesionarme con saber más, tener todos los datos para poder argumentar bien a la gente en España. El documental quizás que mejor recuerdo por lo mucho que aprendí fue uno realizado por Al Jazeera que recorría décadas de historia sobre el sionismo (cuyo hijo predilecto es el Estado de Israel) y lo que aconteció en Palestina. Quizás ahora estará publicado en otros lados con mejor calidad, pero yo lo vi subtitulado al español en YouTube (hay dos partes). Aquí cuentan en extendido lo que empieza a viralizarse por redes con explicaciones como las de aymeroman en IG u otras personas por otras redes.
Con todo ello aprendí que la creación de Israel, o lo que es lo mismo, llevar a cabo los planes del sionismo, supone la destrucción de Palestina, incluyendo lo maravilloso de la gente que contaba al inicio de este escrito. Y habiéndolo vivido de cerca es incluso más doloroso ver este genocidio en directo. Para que Israel esté en el mundo tiene que eliminar muchas otras cosas. Y no son cosas baladí las que está quitando: millones de vidas y miles de años de historia (porque no hay que olvidar que está erradicando la cultura que lleva asentada allí miles de años). Sabiendo esto, ¿cómo voy a estar a favor de Israel?
A veces la gente responde que no todos los israelíes son culpables lo cual me parece que es irse por las ramas. Estar contra Israel no es estar contra cada una de las personas de ciudadanía israelí. Estar contra Israel no es condenarlas a todas a pena de muerte o al exilio. Para mí, estar contra Israel es estar contra los conceptos de fundación que tiene y que siguen vigentes, es estar en contra de los principios elitistas, colonizadores y manipuladores del sionismo. Conceptos creados por unos cuantos poderosos para satisfacer sus necesidades de enriquecimiento y obtención de más poder que, por desgracia atraviesan a todo ese estado.
Si esas disposiciones inquebrantables que rigen el Estado de Israel desaparecieran, entonces, para mí, ya no estaríamos hablando de Israel. Quiero creer que si el sionismo cayera, hasta los propios israelíes abrirían los ojos y querrían abandonar ese proyecto. Estaríamos hablando de otra cosa, de un Estado y una ciudadanía que reconoce que antes había ya una población y que no hay que destruir para vivir. Un estado que renunciaría a sus bases fundacionales sionistas. Pero una vez más, eso no es Israel. Israel va ligado a la colonización, el apartheid y la masacre que se han incrementado en estos dos últimos años pero que llevan cocinándose lentamente desde hace ya más de un siglo (sí, cuento desde la llegada a Palestina de Gran Bretaña en 1917 tras la I Guerra Mundial).
Además, me parece grosero que tenga que haber un Estado para personas judías como si las personas judías así lo necesitaran. Lo que necesitan las personas judías, como cualquier otra, ¡es ser respetadas, aceptadas y queridas allá donde residan! Y quien piense que sí necesitan un país, os equivocáis ¿Creéis que la gente que migró a Israel hace décadas lo hizo porque allí iban a encontrar su paraíso? No, lo hizo por necesidad, porque eran perseguidas, discriminadas o asesinadas. Seguramente no todas, pero estoy convencido de que la gran mayoría hubiera elegido quedarse con una vida digna allá donde habían nacido, donde habían enraizado, donde tenían sus redes o su sustento de vida. Así que, el concepto de crear un Estado para personas de un tipo determinado también me parece rechazable. ¡Es como hacer un gueto gigante en el mundo! En cualquier caso, todo esto tiene todavía menos sentido cuando aprendes la historia en el que el sionismo usa la etnia y religión judía como excusa para otros fines.
Llevo ya meses en el que decidí ponerme en mi foto de perfil una foto de Israel asesino. Se me quedó corta la bandera de Palestina y la reivindicación de su libertad. Porque me di cuenta de que mientras exista Israel, mientras impere el sionismo, Palestina no solo no será libre sino que no será. Salvando las distancia y perdonadme el friquismo, pero esto me recuerdo a Harry Potter y Voldemort: no pueden existir los dos. Y si tengo que condenar a alguno, condeno a los ocupadores, colonizadores y responsables de un apartheid y genocidio de larga duración.
Esto de estar en contra del genocidio pero no estar en contra de Israel lo siento ya como un argumento defensivo pero vacío y a mí ya no me representa. Lo siento como si dijera que no soy homófobo porque tengo un amigo homosexual o que no soy machista porque me gustan las mujeres. Los comparo porque esas afirmaciones conllevan un no entendimiento de aquello que supuestamente no soy o no estoy. Pero ya entendí hace tiempo que Israel es una herramienta de manipulación mundial y exterminio palestino (o más si luego quieren continuar con la no desechable idea del Gran Israel). Así que sí, estoy en contra de Israel, ¿y qué?
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