Opinión
La encrucijada catalana

No es desde Madrid desde donde podemos juzgar mejor las posibilidades de los movimientos sociales en Cataluña.

José Luis Carretero

Instituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión

13 sep 2017 13:16

Son días vertiginosos para los pueblos de la Península. La clase política catalana, empujada por el vendaval representado por el movimiento por la independencia que lleva ya algunos años afirmándose en la sociedad civil, ha decidido dar un salto mortal. Un salto mortal que puede conducir a un ejercicio teórico del derecho de autodeterminación, entendido como una oportunidad para una operación mediática que escenifique el conflicto político en Cataluña.

Decimos que es una operación mediática, porque, pese a lo que pueda parecer ante la histeria reactiva de los medios, nada hace pensar que la Generalitat pudiera ser capaz de enfrentar con éxito a corto plazo una oleada represiva del Estado. Posibilidad que puede materializarse –o no– en función de los apoyos externos que pueda tener el procés ya en la forma de países dispuestos a reconocer la República catalana, ya en la forma de tolerancia y equidistancia internacional que puedan impedir a Rajoy operar la dinámica de represión que, sin duda, tiene en mente.

Hemos de tener presente que el procés catalán es el acto final del ciclo de luchas populares iniciado el 15M. No en el sentido de que el procés capte o represente las reivindicaciones puestas sobre la mesa por el 15M, sino porque opera una deriva que, sin duda, sin el 15M y su presión sobre la clase política catalana no hubiera sido posible. En el 15M, y en su potencia en Cataluña, puede encontrarse la razón para que lo más granado de la burguesía se haya sentido impelida, al albur de la negativa al reconocimiento del Estatut, a jugar a la ruptura, aún sea puramente mediática y no sustancial, y no a la reforma del régimen.

La hegemonía de la burguesía en el procés no está en cuestión: se afirma en la dirección del proceso y en la dinámica parlamentaria de sus etapas

Se trata, por tanto, de un proceso ambivalente y pleno de interrogantes. La misma aprobación de la Ley de Transitoriedad, vacía de significado social, rara avis cuando se supone que se está haciendo una apelación directa al poder constituyente, representa legislativamente la apertura del proceso mediático de ruptura al tiempo que el límite al posterior proceso constituyente.

Es el punto hasta el que la burguesía catalana dice estar dispuesta a llegar, intentando ahuyentar la posibilidad de un vacío legislativo o de poder que pueda posibilitar un desborde. Un desborde que radicalice las posibilidades destituyentes, poniendo en cuestión la misma estructura partitocrática y neoliberal de la política catalana. La hegemonía de la burguesía en el procés no está en cuestión: se afirma en la dirección del proceso y en la dinámica esencialmente parlamentaria de sus etapas.

La apelación directa al “derecho a decidir”, pues, parece limitada a cuestiones que no pongan en cuestión la hegemonía burguesa en la futura República. Tampoco parece capaz de abrir el melón del régimen del 78 como tal, dada la incomunicación de décadas de la izquierda catalana con la estatal y la imposibilidad de que esta última, con Podemos a la cabeza, haga otro papel que el de tratar de ser la cara razonable del régimen.

Aun así, una parte importante del anticapitalismo catalán afirma la idoneidad del procés como dinámica destituyente, y apuesta por la situación de desestabilización que le puede acompañar, como llave para hacer emerger los contenidos sociales y de empoderamiento popular. Habrá que ver si esta estrategia se ve coronada por el éxito en los próximos meses, pero no parece previsible que la burguesía abandone las riendas del proceso ni que esté dispuesta a abrir espacios a la visibilidad de una oposición más sustancial, que será acallada con el recurrente cierre de filas interclasista, típico de los nacionalismos.

En todo caso, no es desde Madrid, desde donde podemos juzgar mejor las posibilidades de los movimientos sociales en Cataluña. Lo que nos compete aquí es desarrollar un discurso a la altura de la situación en resto del Estado, con una visión de conjunto.Este discurso debe articular de manera solvente dos afirmaciones aparentemente difíciles de compaginar: el respeto por el derecho a decidir, como expresión democrática; y el hecho de que los vínculos fuertes entre las clases trabajadoras de un área territorial lo suficientemente amplia, son imprescindibles para enfrentar el creciente poder de una economía capitalista desregulada, sin fronteras y dominada por actores globales como los fondos de inversión o las transnacionales. Es decir, que sin soberanía monetaria, económica y social no hay libre decisión que valga, y esa soberanía presupone una articulación de fuerzas lo suficientemente amplia para enfrentar a los tiburones globales, empezando por la burocracia europea.

Y la izquierda ibérica, pese a todo, tiene una alternativa histórica a dicha contradicción: la alternativa del federalismo que Pi i Margal llamaba “sinalagmático”, es decir, basado en el libre pacto y en el que la mayor parte de las competencias no deben estar ni en el Estado Federal ni en los federados, sino en el municipio, como locus político más favorable para la autoadministración de los ciudadanos y para la conformación de contrapoderes de las clases populares. Justo lo contrario de lo que nos ofrece el neoliberalismo: gestión descentralizada y políglota de decisiones que se toman en espacios supranacionales.

Un federalismo que todas las fuerzas burguesas han dejado fuera del debate. Y que podría tener vinculaciones con nuevas formas de gestión no estatal y popular como el confederalismo democrático kurdo o los municipios zapatistas. Un confederalismo ibérico, levantado por las clases populares y preñado de democracia radical y contenidos socializantes, como alternativa práctica al autoritarismo del régimen del 78 y a la deriva autista, subordinada a los poderes globales, de las burguesías locales.

Decía Paulo Freire: “descubrirse oprimido solamente no es todavía ser libre”. La conciencia presupone la praxis en común y la construcción colectiva. No hurtemos a las clases populares la posibilidad de ser fuertes en nombre de las banderas de la burguesía.

Arquivado en: Procés Opinión
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Opinión
Opinión El enemigo justo
Los jóvenes napolitanos han encontrado el camino correcto, no desde el antifascismo de pura fachada, sino desde la solidaridad con el pueblo palestino.
Opinión
Opinión ¿Por qué lo hacen?
Los estudiantes que ocupan Bolonia y otros lugares no pueden detener el Holocausto. Pero pueden señalar que estamos del lado de los colonizados de todo el mundo y que desertamos de la guerra que los nuevos Hitler nos están imponiendo.
jose maria ripalda
15/9/2017 19:49

Me gusta el subtítulo; pero ¿ha sido el 15-M tan decisivo para Cataluña?

0
0
#80
15/9/2017 11:25

El mismo bla bla de siempre. Una visión reduccionista del fenomeno. Todo se hace y se explica en virtud de los tejemanejes de la burgesia. Pero que ha hecho la izquierda hegemonica estatal para dinamitar la CT? Se silencia la pluralidad y complejidad del fenomeno se invisibiliza la CUP. La represión es una realidad, y la gente filosofando que si la burguesia tal y la burguesia cual. Un poco de perspectiva histórica y analisis, resulta que todo se reduce a dos millones y medio de burgueses pidiendo que "hay de lo mio"? De verdad?

0
0
Palestina
Acampadas universitarias Primera victoria para la acampada propalestina de Barcelona
El claustro de la Universitat de Barcelona ha aprobado una moción de apoyo a Palestina que exige a los órganos de gobierno romper relaciones con universidades, institutos de investigación o empresas israelíes.
Genocidio
Genocidio Los Gobiernos europeos reprimen las muestras de apoyo a Palestina ante la inminente masacre de Rafah
Estados Unidos suspende por el momento la entrega de bombas a Israel ante la perspectiva del arrasamiento de Rafah. La UE organiza un seminario con el ministro de Exteriores y sus gobiernos reprimen las muestras de apoyo a Palestina.

Últimas

Violencia machista
Ayuntamiento de Madrid Almeida aloja a víctimas de violencia machista en hoteles por la falta de plazas en los recursos de emergencia
La semifinal de la Champions ha dejado sin plazas de hoteles suficientes para mujeres víctimas de violencia machista, una de ellas derivada fuera de la ciudad, algo “puntual” según el Ayuntamiento.
El Salto Twitch
El Salto TV ¿Cómo se paran los bulos? ¿Qué Ley de Medios necesitamos?
En el programa de Economía Cabreada del 7 de mayo debatimos sobre cómo se podría legislar, si es que se puede, la información falsa y la financiación de los medios con Carlos H. Echevarría de Maldita.es y el profesor de Comunicación Raúl Magallón.
Exhumación de fosas comunes
Memoria histórica Víctimas de la fosa de Paterna se querellan por desaparición forzosa
CEAQUA presenta una nueva demanda judicial en la que cuatro víctimas del franquismo alegan que el asesinato de sus familiares fueron crímenes de lesa humanidad.
Más noticias
Elecciones
Elecciones Aliança Catalana: a las puertas del Parlament de Catalunya atizando la xenofobia y escondiendo la ‘estelada’
El partido liderado por Sílvia Orriols llega con una campaña mediática promovida por los principales medios españolistas del Estado, con el discurso antiinmigración como punta de lanza y con el deseo explícito de hacerse con parte del voto de Vox.
Análisis
Análisis Del Black Lives Matter a la lucha por Palestina: la internacionalización del antirracismo
No se entiende un posicionamiento tan claro desde el centro del imperialismo como es el de las acampadas, sin ponerle una genealogía de lucha, de construcción de pedagogía, de resistencia y confrontación por parte de las poblaciones racializadas.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Israel ataca Rafah y se hace con el paso fronterizo con Egipto
Tel Aviv da la espalda a las negociaciones internacionales que piden un alto el fuego e invade Rafah, el último refugio de los palestinos de la Franja expulsados por la ofensiva israelí.
Genocidio
Genocidio Boicot a Eurovisión: porque las canciones no tapan genocidios
El próximo 11 de mayo se celebra el clásico Festival de Eurovisión, esta vez en la ciudad sueca de Malmö, en el que participa un país investigado actualmente por genocidio y que desde hace décadas comete crímenes contra la humanidad.
Opinión
Opinión ¿Por qué lo hacen?
Los estudiantes que ocupan Bolonia y otros lugares no pueden detener el Holocausto. Pero pueden señalar que estamos del lado de los colonizados de todo el mundo y que desertamos de la guerra que los nuevos Hitler nos están imponiendo.

Recomendadas

Poesía
Poesía e activismo Luz Fandiño, a poeta rebelde que loitaba cantando
Patricia González e Alejandro Balbuena, músicas e amigas de Luz Fandiño, foron as últimas persoas que a poeta recoñeceu antes un do seu desnacemento. Na mesma cociña na que estiveron con ela tantas veces, lembrámola.
Argentina
Argentina Las razones de la segunda huelga general contra Javier Milei
Las centrales obreras argentinas protestan este 9 de mayo contra la media sanción del Congreso al proyecto de la llamada “Ley Bases” que impulsa el presidente. El texto busca eliminar una enorme cantidad de derechos para la clase trabajadora.
Cómic
Julie Doucet “Cada cómic es un experimento, no me gusta ceñirme a categorías asignadas por otros”
Julie Doucet, icono del cómic alternativo y feminista de los años 90, publica ‘El río’, su nueva novela gráfica que constituye un hito editorial, dado que llevaba un cuarto de siglo alejada del medio.