Opinión
Mafaldocracia

Blindamos el mundo adulto como el único serio, dejamos fuera los mundos niños, los mundos adolescentes, incluso los mundos viejos.

Panorama Infancia 3
15 ago 2020 06:08

Hay mañanas de invierno en las que el capitalismo se vuelve insostenible. Bajo una manta, anclada a un sueño que no quiere soltar su presa, mi hija se interroga sobre el sentido del sistema y, entre bostezos, encadena argumentos incontestables. Es algo que pasa a menudo a las mentes pequeñas, una activación inoportuna que obstaculiza automatismos y cuestiona lo evidente: Quino consiguió retratar esa subversión niña magníficamente en el personaje de Mafalda, y si tantos no niños aún sonreímos ante las viñetas de una enana preguntona es porque sabemos que tras los interrogantes niños se esconden los quids de todas las cuestiones.

Sin embargo, con el tiempo, nos vemos reducidas a adultas-autómatas, mercenarios de los madrugones y las carreras, con un cierto autoritarismo edulcorado como único recurso para facilitar el encaje de niñas y adolescentes en moldes que ellos no han diseñado. La lógica de los adultos tiene estas cosas. Estamos disconformes con nuestro mundo, vivimos entre grietas de sentido entre lo que necesitamos y lo que tenemos, lo bueno para todos y lo que se acaba priorizando. Vivimos saltando torpemente entre esas grietas y a veces cayendo en ellas , y sin embargo consideramos que nosotras sí que sabemos. Blindamos el mundo adulto como el único serio, dejamos fuera los mundos niños, los mundos adolescentes, incluso los mundos viejos.

Tanto blindamos el mundo adulto que nos convertimos en segregacionistas etarios. Los hoteles donde no pueden ir niños, la mueca molesta ante un infante que ríe demasiado en un restaurante

Tanto blindamos el mundo adulto que nos convertimos en segregacionistas etarios. Los hoteles donde no pueden ir niños, la mueca molesta ante un infante que ríe demasiado en un restaurante, el ostentoso desagrado ante un pequeño sembrando caos de más en el caótico espacio público de las ciudades. Políticas, gestos, discursos que propugnan moderados apartheids porque es que tú sabes, ya ves, estos niños no saben comportarse. Claro, la culpa es de sus padres, aclaran los segregacionistas etarios que no pueden ni concederles a los enanos la agencia sobre su propia capacidad de liarla. En todo caso, no es a los padres y madres a quien uno quiere perder la vista, sino a los niños que pasean sin cuidado por el delicado mundo adulto.

Personas que pasan las noches viendo a gente con bigote gritar en una tertulia televisiva se escandalizan cuando son niñas quienes gritan. Adultos que retan a sus tímpanos en discotecas y bares, cortocircuitan cuando una panda de mocosos reclama su parte de espacio acústico. Así, cuando afloja el automatismo adulto un poco, una se pregunta: qué será eso que moviliza la niñez que genera tanto malestar. Qué habrá detrás de ese desagrado tan profundo que parecen provocar.

La cosa sigue después, llegada la adolescencia. Cuando las mafaldas se ponen camisetas antirracistas, ecologistas o feministas y se animan a gritarle al mundo, de una forma más articulada, lo que piensan. Entonces, quienes son incapaces de discutirle al vecino las ideas políticas más descabelladas y oscuras, se sienten empujados por un extraño imperativo moral a desmontar o desoír todo discurso político joven por inmaduro. Es muy triste que gran parte de la población desconozca que hay más imaginación política en cualquier aula de 4º de la ESO que en La Sexta Noche. Que hay más sed de justicia social en muchas asambleas de imberbes y pecosas que en la Asamblea General de la ONU.

Que las niñas son así o los adolescentes son tal son frases que componen la cantinela nuestra de cada día. Generalidades que convierten a personas diversas y heterogéneas en un objeto siempre acompañado de un juicio, demasiado a menudo negativo. Sospecho una relación inversamente proporcional entre la seguridad con la que se enuncian estos discursos, y el trato real que sus enunciadores tienen con niños y adolescentes. Conocemos esas dialécticas: son las dialécticas de la deshumanización, y son tan viejas como el mundo.

Deshumanizar a nuestras propias crías, a la gente pequeña que fuimos, dice mucho de la amplitud y la profundidad de las grietas entre las que jugamos a ser adultos

Aclaro: deshumanizar no quiere decir que se desee mandar a los menores de 18 años al exterminio. Sino que no se les considera como humanos plenos, con los derechos, necesidades y capacidades de todo ser humano. Deshumanizar a nuestras propias crías, a la gente pequeña que fuimos, dice mucho de la amplitud y la profundidad de las grietas entre las que jugamos a ser adultos.

Y en fin: cómo nos va a importar el futuro, cómo vamos a pensar en las generaciones por venir cuando ni siquiera les damos espacio ahora que compartimos juntas este presente. No se trata de hacer una abstracción para empatizar con chavalines vestidos con trajes espaciales y divagando sobre a qué planeta emigrar, bastaría con escuchar a los que ya están aquí. Bajarse del burro de la adultocracia y admitir que lo que hemos montado, o lo que hemos permitido que siguiese como está, no tiene ningún sentido. Sentarse a hablar con todas las mafaldas y ver qué se nos ocurre juntas. Pues, después de todo, despreciar las voces de las personas no adultas es despreciar una parte de nosotras mismas, la parte que podría estar dispuesta a repensar las cosas, que no confunde resignación con sensatez ni conformismo con sentido común. 

Cargando valoraciones...
Ver comentarios 1
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Cargando relacionadas...

CRTVG - Corporación Radio y Televisión de Galicia
A Xunta do PP remata o seu plan de control sobre a CRTVG tras escoller á súa nova directora en solitario
A xornalista Concepción Pombo substituirá, co único aval do Partido Popular, a Alfonso Sánchez Izquierdo. O Goberno de Alfonso Rueda modificou a lei de medios para que os votos do seu partido fosen suficientes para elixila.
Altri
A Plataforma Ulloa Viva cambia a súa directiva para os vindeiros anos de loita contra Altri
A veciñanza da comarca máis afectada escolleu entre dúas listas logo de non chegar a un consenso. A gañadora tratará de ampliar a súa base de socias e socios por toda Galiza e abrirá máis as portas ás grandes organizacións do país, como a CIG.
El Salto n.79
A celulosa ou a vida: xornalismo situado e loita social para frear un ecocidio
O xoves 17 de xullo esperámosvos no CS 'A Nubeira' de Vigo para presentar o último número da revista El Salto xunto a algunhas das súas principais protagonistas: as que loitan contra o macroproxecto de celulosa liderado por Altri e avalado pola Xunta.
AGANTRO
O desprazamento forzoso en Chiapas: metáfora da vida núa
Conversamos coa investigadora América Navarro sobre o desprazamento forzoso en Chiapas.
Altri
Galiza elixe o rumbo da loita contra Altri nas eleccións á directiva da plataforma Ulloa Viva
A veciñanza da comarca máis afectada presenta dúas listas separadas logo de non chegar a unha proposta de consenso. Por unha banda, concorre unha candidatura continuísta e, pola outra, unha alternativa que se achega máis o nacionalismo institucional.

Últimas

O Salto medra contigo
O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar Altri
Queremos investigar os responsables políticos e empresarias do que podería ser o maior atentado ambiental da historia recente de Galiza.
Orgullo
O Orgullo Crítico enche de diversidade e de humanismo Galiza: “Transfeministas con Palestina”
Crónica visual de como unha enorme multitude encheu de diversidade o centro da cidade de Vigo.
O Teleclube
'O Teleclube' alucina no deserto con Óliver Laxe e 'Sirat'
Laxe leva o seu cuarto premio de Cannes, esta vez en competitición, polo seu novo filme que explosiona na gran pantalla.
A Catapulta
O tempo, o espazo e a poesía de Estíbaliz Espinosa
A poeta visita A Catapulta para conversar sobre o seu traballo e a súa traxectoria literaria
O Teleclube
'O Teleclube' pecha a temporada cos supervivintes de '28 anos despois'
Danny Boyle e Alex Garland volven ao mundo dos infectados que inspirou o renacemento dos 'zombis'.

Recomendadas

Medio rural
A esperanza da xestión colectiva fronte ao espolio: os comuneiros de Tameiga contra o Celta
Mentres varios proxectos industriais tentan privatizar e destruír os ecosistemas galegos, algúns grupos de veciños e veciñas organizadas fan oposición social construíndo alternativas comunitarias. Ás veces, tamén gañan ao xigante.
Feminismos
Dous anos sen reparación tras sufrir lesbofobia nun Rexistro Civil de Pontevedra cando ían inscribir a seu fillo
Un funcionario negouse a inscribir ao fillo de Antía e a súa parella. Un erro de redacción na lei trans está detrás dos argumentos que o funcionario esgrime para defender a súa actuación.
Migración
A veciñanza mobilízase para acoller migrantes tras o peche de centros de Rescate Internacional en Galiza
Tras o progresivo desmantelamento de varios dispositivos de acollida, moitos refuxiados foron trasladados a outros puntos do Estado sen aviso previo. Outros son simplemente desaloxados trala denegación da súa solicitude de asilo.
Ourense
Ourense organízase para loitar contra patrullas de extrema dereita nos barrios máis empobrecidos da cidade
A veciñanza e os movementos sociais responden ao discurso do medo promovido por Frente Obrero e sinalan a súa estratexia de criminalizar a pobreza e sementar odio en contextos de exclusión e abandono institucional.
Comentarios 1

Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.

Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!

Cargando comentarios...