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País Vasco
Trabajadores de Tubacex: “Somos ejemplo y somos historia”
Son cuatro de los 129 trabajadores despidos de Tubacex. Junto con el resto de sus 750 compañeros, han frenado su despido colectivo con una huelga indefinida de 236 días. El 5 de octubre, la plantilla ha empezado a volver gradualmente a las plantas de Amurrio y Llodio. Ixone Retes —delegada del sindicato LAB—, Aitor Bordagaray, Julen Cicero —delegado del sindicato ELA— y Miguel Ángel Iglesias responden alternativamente a la ronda de preguntas de El Salto en la carpa del piquete de la fábrica de Amurrio.
¿Cuáles dirías que han sido las claves para ganar el pulso a la gerencia de Tubacex?
Ixone: Para mí ha sido primordial haber estado aquí 236 días de huelga. El compañerismo que hemos hecho en los piquetes, el habernos ayudado las unas a las otras y, también, la fuerza que nos ha llegado de todo el valle cuando la plantilla dijimos se acabó. Vale ya de que esta dirección agotada que nos pisotea una y otra vez. Ese hartazgo se ha canalizado en la base que hemos construido aquí en los piquetes.
Define unión.
Aitor: A veces, como en esta ocasión, creo que la unión surge del maltrato al que nos ha sometido la dirección durante un montón de años. Y unión también significa que toda la fábrica ha parado. Todas las siglas de todos los sindicatos estaban unidas. Los trabajadores teníamos una guía clara. Ellos nos han dicho adónde ir —a la huelga— y nosotros hemos ido allá donde nos han indicado.
Define confianza.
Julen: Confianza es la respuesta que nos ha dado la plantilla al comité de empresa a la hora de decidir el posicionamiento hacia la huelga indefinida. Sabíamos que sin toda la plantilla junta esta huelga no era posible. Y toda la plantilla la ha secundado. Ha habido confianza de la plantilla al comité y del comité a la plantilla. Creo que si hay algo que valorar en esta lucha, es esto.
Qué es más importante, ¿la unión o la conciencia de clase?
Miguel Ángel: Ambas, las dos van de la mano. Sin lucha obrera no hay unión, y la lucha la hace la conciencia del trabajador.
Hemos luchado contra una multinacional, contra el Gobierno vasco y contra la patronal Confebask, y les hemos mantenido en jaque durante casi ocho meses
¿Qué sientes hoy?
Ixone: Desde mi punto de vista, que soy delegada del sindicato LAB y votamos en contra del acuerdo, para mí la propuesta alcanzada es insuficiente, pero estoy muy contenta porque todos y todas volvemos a entrar dentro de la fábrica y la empresa no se ha salido con la suya. Hemos luchado contra una multinacional, contra el Gobierno vasco y contra la patronal Confebask, y les hemos mantenido en jaque durante casi ocho meses. Hoy es un día para estar contenta. Cuando he visto cómo compañeros despidos entraban por esa puerta, para mí ha sido todo un alegrón.
¿Cuál ha sido el momento más difícil de la huelga?
Aitor: Ha habido muchos momentos complicados, pero el 18 de marzo fue el más difícil para mí. Dieron la lista con los nombres de los despedidos, entre ellos, los nuestros. Compañeros tenían que llamar a los que figurábamos en esa lista para comunicarnos que estábamos despedidos. Pero al mismo tiempo recuerdo unos abrazos que no he tenido en mi vida. Y eso que era época de pandemia, cuando se echaban de menos los abrazos. La gente me decía: Aitor, tranquilo, que mañana vamos a estar aquí con vosotros y le vamos a dar la vuelta a esto. Fue muy muy duro, pero también muy muy bonito.
¿Ahora os queréis más? ¿Sois más equipo?
Julen: No sé si ahora nos queremos más o menos que antes, pero como mínimo nos hemos dado cuenta de que individualmente no somos nada y de que si somos muchos podemos darle la vuelta a la patronal y hasta a los medios de comunicación al uso. Como trabajadores, si no nos unimos no somos nadie.
No sé si ahora nos queremos más o menos que antes de la huelga, pero nos hemos dado cuenta de que individualmente no somos nada y de que juntos podemos darle la vuelta a la patronal
¿Qué opinas sobre el papel que ha tenido el Gobierno vasco en este conflicto laboral?
Miguel Ángel: No suelo opinar sobre política, pero creo que su papel ha sido nefasto, porque era parte interesada de la empresa. El Gobierno vasco es el cuarto accionista de la empresa y ha actuado como accionista, no como representante del pueblo. Ha mirado a sus propios intereses. Creo que ha discriminado completamente al obrero y creo que esta es una lección a tener en cuenta para las próximas elecciones.
¿Y sobre el papel de la Ertzaintza?
Ixone: Ya sabemos quién les mandaba venir aquí: el Gobierno vasco, que ha jugado un papel fundamental yendo de la mano de la empresa. Nosotras hemos recibido golpes, hemos recibido amenazas y hemos recibido multas. No los teníamos de amigos y no se han puesto del lado de los currelas, que estábamos defendiendo nuestros puestos de trabajo.
¿Es necesario afiliarse a un sindicato?
Aitor: No sé si es necesario o muy necesario, pero está claro que el respaldo que puede darte un sindicato fuerte con una caja de resistencia potente, como tienen los sindicatos ELA y LAB, se ha notado muchísimo. Nosotros hemos intentado montar una caja de resistencia para el resto de trabajadores, pero si todo el mundo hubiera estado afiliado a un sindicato con caja de resistencia, hubiera resultado más fácil. No es imprescindible estar afiliado, pero si quieres hacer una defensa efectiva de la clase trabajadora, conviene tener un buen respaldo detrás.
El Gobierno vasco es el cuarto accionista de la empresa y ha actuado como accionista, no como representante del pueblo
¿Cómo se sobrelleva económicamente una huelga de casi ocho meses?
Julen: Es duro. Y hay situaciones de todo tipo. Esto te viene como el volcán: de golpe. Y se sobrelleva como se puede con la familia, tirando de las cajas de resistencia y con el apoyo del valle. No es fácil. Sobre todo, por la incertidumbre de no saber cuándo vas a empezar a cobrar realmente.
¿Cómo de importante es contar también con el apoyo de vuestra comarca, Aiaraldea?
Miguel Ángel: Es muy importante. Muchas personas nos han ayudado económicamente y han participado en todas las protestas. Su apoyo ha sido otra clave.
Una pregunta para los cuatro: ¿por qué sois ejemplo?
Ixone: No sé si somos ejemplo, pero la clase trabajadora estamos venga a recibir palos y es el momento de que nos levantemos y protestemos.
Miguel Ángel: Yo creo que somos ejemplo y somos historia. Esto será para recordar. Y quizá otras empresas lo tengan en cuenta a la hora de convocar un ERE a sus trabajadores.
Los cuatro intercambian palabras, consideran que aún no son del todo conscientes de que hoy es el primer día de trabajo para algunos compañeros. Aún están digiriendo la vuelta a la normalidad y que, como las máquinas de Tubacex, aún tienen que calentarse y ponerse a punto. El lunes 4 de octubre se firmó el acuerdo que dio por suspendido el ERE de Tubacex, que implica asumir las dos sentencias del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco y retirar el recurso ante el Tribunal Supremo.
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Muy buena entrevista. Las huelgas sirven cuando son indefinidas o muy combativas. Los paritos simbólicos en cambio se quedan en fuego de artificio. Zorionak !