Sexualidad
El sexo, el deseo y el consentimiento

En un momento de hipersexualización de todo lo que nos rodea y multiplicación de las relaciones sexuales a través de aplicaciones, el sexo sigue lleno de tabús y lugares incómodos.
Incómodo_El tenderete
El tendendero, Mónica Mayer, Museo Antioquia, 2015 (CC BY-NC)

Es miembro de la Fundación de los Comunes.

30 abr 2024 11:59

Nos hemos olvidado de nuestra vida sexual. En un momento de hipersexualización de todo lo que nos rodea y de multiplicación de las relaciones sexuales a través de aplicaciones, el sexo sigue lleno de tabús y lugares incómodos. El texto que aquí presentamos y sus preguntas se hacen a partir del curso anunciado por Nociones Comunes, espacio de formación de Traficantes de Sueños, titulado El sexo incómodo. Deseo, consentimiento y fragilidad

El sexo es experimentación y algunas veces olvidamos que experimentar parte de la premisa de equivocarnos, del ensayo y el error.

El sexo es experimentación y algunas veces olvidamos que experimentar parte de la premisa de equivocarnos, del ensayo y el error. Del lugar donde nos incomodan, pero también donde incomodamos. A partir de aquí, atravesar estos malestares y sus límites forma parte de nuestros procesos de aprendizaje. La forma en que le demos respuesta, tanto individual como colectiva a estas situaciones construye en cierta medida nuestra identidad y desde ese punto se abren numerosas preguntas.

Sarah Schulman afirma que «en muchos niveles de interacción humana existe la oportunidad de confundir la incomodidad con la amenaza, la ansiedad interna con el peligro exterior y, a su vez, escalar en lugar de resolver». Sobre esta premisa, las últimas guerras culturales en torno a la sexualidad y la violencia -las conocidas como las sex wars-, están sabiendo apuntalar y aprovechar una posición reaccionaria. Mientras, desde los feminismos emancipadores no se consigue poner freno a esta pulsión y tejer una alternativa clara.

De esta forma, en muchas ocasiones nos encontramos con lecturas moralizantes de las relaciones sexuales, la pornografía o el BDSM, que se extienden a cómo entendemos las violencias sexuales. El resultado es que polarizan y despotencian las prácticas que habitamos, dando mayor valor a posiciones individualizadas, victimizadoras y, en muchas ocasiones, punitivas, que dificultan una respuesta colectiva y comprometida de las mismas.


Las sex wars no son algo nuevo

En EE UU, frente a la pulsión sesentayochista que reivindicaba el disfrute del sexo para las mujeres, surgió una corriente del feminismo cultural -o radical- conocida popularmente como antisexo, que consideró el campo sexual como la base de opresión de las mujeres.

Desde finales de los 70 hasta la mitad de los 80 se abrieron fuertes discusiones en torno a cuestiones como la pornografía, la prostitución o la transexualidad, debates que llegan hasta nuestros días. En palabras de Gayle Rubin, las feministas culturales –o radicales– de Estados Unidos atacaron determinados eventos, pero también a personas que consideraban “ostensiblemente inaceptables” porque defendían el BDSM o el porno. Se produjeron así los primeros intentos de cancelaciones para impedir hablar a aquellas que no pensaban así y para eso las antisex montaron piquetes, bloqueos, amenazas a la universidad, coléricos ataques en medios o pasquines con un evidente desprecio por la verdad e importando del campo conservador los pánicos morales o sexuales de la época. Pero ¿qué mecanismos de interpretación permitieron y permiten estas derivas?

Situar el sexo como base de la opresión, además de victimizar a las mujeres, conducía y conduce a un concepto puritano de la sexualidad

Para Paloma Uría, según recoge Nuria Alabao, situar el sexo como base de la opresión, además de victimizar a las mujeres, conducía y conduce a un concepto puritano de la sexualidad. Esto implicó concebir todas las relaciones entre hombres y mujeres como lastradas por la violencia, lo que extendió un cierto pánico y miedo a la sexualidad. La consecuencia práctica de todo ello -aunque podría no haber sido así, insiste Uría-, es que este tipo de feminismo “acaba reclamando, casi como única solución, que el Estado proteja a las mujeres de la violencia masculina. No puede haber planteamiento más contrario al espíritu revolucionario que inspiró al feminismo en sus inicios”.


Algunas preguntas

Si el feminismo reaccionario moraliza nuestras relaciones, el neoliberalismo cancela, despotencia y deserotiza nuestro deseo. Como señala Mark Fisher siguiendo a Franco Berardi Bifo, «la combinación del trabajo precario y las comunicaciones digitales conduce a un déficit de atención. Berardi sostiene que en este estado insomne y asfixiante la cultura se vuelve algo deserotizado. El arte de la seducción toma mucho tiempo, y algo como el Viagra responde no a un déficit biológico, sino a uno cultural: desesperadamente cortos de tiempo, energía y atención, demandamos soluciones rápidas. Como la pornografía, otro de los ejemplos de Berardi, lo retro ofrece la promesa rápida y fácil de una variación mínima sobre una satisfacción que es familiar».

Las preguntas a resolver e investigar, aquellas que se plantea el curso que motiva este artículo serían ¿Cómo están afectando algunas corrientes del feminismo a la forma que tenemos de entender el deseo y la práctica sexual? ¿Ayuda esta forma de entender la sexualidad al capitalismo? ¿Quién tiene derecho a incomodar y quién no? ¿Supone la incomodidad el aviso de que la norma falla y nos falla?

El objetivo debería ser pensar cómo transformar estas incomodidades en potencias, en espacios de transformación. Pero también cómo liberar más tiempo para atravesar esa incomodidad necesaria, como indicador y como riesgo de nuestra participación y solidaridad, incluida nuestra sororidad.

Sobre o blog
Palabras en movimiento es el espacio en el que, desde la Fundación de los Comunes, queremos poner en común y, sobre todo, en discusión, análisis críticos con respecto a la realidad que nos rodea.
Ver todas as entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Entrevista La Poderío
La Poderío Celia de Molina: “Todo lo que se considera universal no tiene nada que ver con nosotras”
Celia de Molina, nacida en Linares y con el corazón en Málaga, es guionista y directora con mucho poderío. Su cine busca transformar el mundo, como demuestra su corto 'Cuarentena', nominado a los Goya. En su último proyecto, 'No soy universal', desafía el concepto de “universal” desde una visión feminista y personal.
Feminismos
Feminismo “Gatazka eta abusua ez dira gauza bera”, feminismoko eztabaidei heltzeko
Laura Macayaren liburua ekarri du euskarara Katakrakek. Amaia Astobizak itzuli du, feminismoaren baitako eztabaidak ireki eta beste begirada batzuetatik ekiteko helburuarekin.
Sobre o blog
Palabras en movimiento es el espacio en el que, desde la Fundación de los Comunes, queremos poner en común y, sobre todo, en discusión, análisis críticos con respecto a la realidad que nos rodea.
Ver todas as entradas
Palestina
Genocidio Israel sigue atacando hospitales, la ONU habla del peor momento en los 18 meses de asedio
No hay tregua en Gaza, donde Israel ha recrudecido las matanzas y sigue sin permitir el acceso de alimentos y productos de primera necesidad. La ONU denuncia asimismo el asesinato de más de 70 civiles en Líbano.
Grecia
Grecia Frontex pone de nuevo la mirada en Grecia
En enero de 2025 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos acusó a las autoridades griegas de llevar a cabo devoluciones forzadas de manera sistemática.
O Teleclube
O Teleclube 'Sorda' o debut persoal de Eva Libertad chega a 'O Teleclube'
A directora murciana estrea a súa ópera prima ao carón da súa irmá e protagonista, Mariam Garlo.
Crisis climática
Balance climático El Mediterráneo se consolida como zona especialmente vulnerable al cambio climático
Las víctimas de la dana suponen dos tercios de las muertes por fenómenos extremos en Europa en 2024, según un informe conjunto de Copernicus y la Organización Meteorológica Mundial que hace un balance climático del continente el pasado año.
Opinión
Opinión La coherencia de las políticas de Trump
No se pueden entender los aranceles de Trump sin su lucha por el control de los recursos minerales, sin Groenlandia, Ucrania o la República Democrática de Congo.
Comunidad de Madrid
Memoria histórica Contra la basura y el olvido: tras la pista de los cuerpos y de la memoria de los brigadistas internacionales
El Salto acompaña a un contingente internacional de políticos, políticas y activistas en una ruta en memoria de los brigadistas internacionales que acudieron a luchar a España contra el fascismo, en un ejercicio inspirador para el presente.

Últimas

Barcelona
Barcelona Activistas de los derechos humanos piden la retención de un barco dispuesto para armar a Israel
La naviera Maersk está transportando estos días componentes para los cazas F-35. El Estatuto de Roma sobre genocidio contempla acciones legales contra las empresas que favorecen las masacres.
Partidos políticos
CIS de abril La ultraderecha recorta votos al PP arrastrada por el efecto Trump
El barómetro de abril vuelve a situar al PSOE como fuerza más votada. La izquierda española sigue su contienda por todo lo bajo.
El Salto n.78
El Salto 78 Nueva revista, viejas injusticias: hablemos de Violencia Institucional
En el último número de la revista de El Salto dedicamos la portada y nuestro “Panorama” a una de las violencias que sufren las mujeres solo por el hecho de serlo, la que aún a día de hoy emana de un sistema irracional y patriarcal.
Comunidad de Madrid
Educación El Gobierno de Ayuso deberá pagar 1.000 euros a una profesora por el exceso de horas lectivas
Según CCOO, hasta 6.500 profesoras y profesoras se podrán acoger a esta sentencia que supone una penalización a la Comunidad de Madrid por el exceso de horas extras que realiza el profesorado.
Ayuntamiento de Madrid
Huelga de basuras Huelga indefinida de basuras en Madrid desde el 21 de abril tras romperse las negociaciones
Los representantes sindicales fuerzan el paro para obligar a las empresas subcontratadas por el Ayuntamiento a escuchar sus propuestas. El Ayuntamiento fija servicios mínimos del 50 %.

Recomendadas

Poesía
Culturas Joan Brossa, el mago que jugó con la poesía para reinventar el poder de la palabra
Casi inabarcable, la producción creativa de Joan Brossa se expandió a lo largo —durante medio siglo XX— y a lo ancho —de sonetos a piezas teatrales, pasando por carteles o poemas objeto— para tender puentes entre el arte, la política y el humor.
República del Sudán
Sudán Cara a. Un Sudán en guerra
Se cumplen dos años de una guerra que ya deja más de 13 millones de personas desplazadas y más de ocho millones de sudaneses al borde de la inanición.
Galicia
Galicia La TVG se gasta 839.772 euros en un programa de Miguel Lago y deja de emitir nuevas entregas tras hundirse en audiencia
El programa ‘O novo rei da comedia’ apenas llegó a los 36.000 espectadores de media en su estreno y cayó en picado en su hasta ahora última emisión al 3,4% de cuota de pantalla en una cadena que tuvo de cuota media en marzo un 8,1%.
Globalización
Crisis del multilateralismo El terremoto Trump sacude las instituciones del orden mundial y la “globalización feliz”
Muchas de las instituciones que marcaron la vida internacional desde la caída del Muro han entrado en crisis. ¿Todas? No, especialmente aquellas que intentan regular los derechos humanos, de los pueblos y de la naturaleza.