Palestina
Fiesta del sionismo en una cancha de baloncesto

Un equipo gallego contra otro entrenado por soldados israelíes. La prohibición de cualquier símbolo palestino silenció a la afición lucense y dio una noche plácida a los sionistas, hasta que apareció Yasmín.
Bandeira palestina durante o Breogán - Hapoel Holon
Bandera palestina durante el Breogán - Hapoel Holon Pablo Santiago
Pablo Santiago
23 nov 2023 11:55

Las bufandas del Breogán se mezclaban con kufiyas. No era un partido de baloncesto más. Había llegado a Lugo el Hapoel Holon, un equipo orgullosamente sionista. Muchas lucenses quisieron recibirlo, con mucha más fuerza todavía, tras el anuncio de la prohibición de cualquier simbología referente al genocidio en Gaza.

Horas antes del partido, unas cien vecinas caminaron hacia el Palacio convocadas por la plataforma Lugo Por Palestina. Acompañadas de unos veinte policías, entraron en la universidad e invitaron a las estudiantes a la acción. Ninguna aceptó. Sí participó Emeterio, profesor jubilado que cree que “el Breogán tenía que haber suspendido el partido”. También Ali, palestino de Lugo, que criticó la “injusticia” de la prohibición de las banderas: “Los israelíes hacen lo que quieren, nosotros importamos poco”.

Protestas lugo palestina
Concentración de Lugo Por Palestina a la entrada del Palacio de los Deportes de Lugo. . Pablo Santiago

Yasmín, también originaria de Cisjordania, llegó más tarde, sin hacer ruido, con toda la dignidad y el dolor que tenía escondidos en uno de sus zapatos. “Tengo que protestar de alguna forma. No sé cómo hacerlo, pero quiero tener presentes a los niños y niñas asesinados en Gaza”. Pero eso no llegaría hasta el tercer cuarto.

***

En Letonia, donde se jugó el partido de ida, no hicieron falta zapatos y no se requisó bandera ninguna. Toda Europa vio, en cada jugada, una gran bandera israelí en el pabellón y docenas de fotos de los secuestrados por Hamas. No jugaron en Holon, por seguridad, ni en Grecia por la negativa de los aficionados locales. Lugo era la primera visita de los sionistas a territorio desconocido.

Pero no pasó nada. En la previa, solo unos pocos silbidos. La peña Embreogados no se presentó, en protesta al “ataque inadmisible” contra la libertad de expresión que supuso el comunicado de su club, “tanta para los hinchas como para toda la sociedad lucense”. Más allá de eso, la prohibición funcionó y el partido no era nada más que eso. Un partido.

***

Primer cuarto. Balón al aire. Una grada vacía, primeras canastas y correcciones de los técnicos. El del Hapoel, Amit Sherf, no es un entrenador más. Fue soldado en la brigada de las IDF del sur de Israel y trabajó diez años en la frontera con Gaza. El bueno de Amit, ese que sonríe desde el banquillo, participó en 2014 la operación Margen Protector en Gaza, según esta entrevista en Walla. Entonces fueron asesinadas más de 500 niños y niñas y Amnistía Internacional y Human Rights Watch denunciaron crímenes de guerra. Nada pasó. Tiempo muerto en la pista. 17-14 en el marcador.

En octubre de 2023, Amit, el bueno de Amit, fue reclutado por el ejercito. Cada día a las ocho de la tarde hasta que el equipo dejó Israel, trabajaba en la sala de vigilancia de su ciudad, como explica en la entrevista: “Mi rol es ser enlace entre el municipio y el mando militar. Puede pasar cuando hay alarmas o, dios no lo quiera, cuando caen cohetes”. El baloncesto le resulta útil “para escapar de los pensamientos durante una hora y media”. Es “terapia”, dice. Después de los partidos, recuerda a todos los soldados que participan del genocidio en Gaza, especialmente a los de su cuerpo técnico: “Echamos de menos a nuestros compañeros Osher Michaeli e Ido Levitt, que están en las reservas de las IDF”. El medio especializado Safsal explica que Michaeli y Levitt están “sirviendo como combatientes de reserva en el sector sur”, y enumeran más de veinte jugadores y técnicos israelís reclutados por las IDF, mencionando, claro, al bueno de Amit.

***

Segundo Cuarto. 22-17. El partido es bastante malo y hay poca gente en el Palacio. Sin duda, mucha menos que las niñas y niños asesinados en Gaza, como recuerdan desde Lugo Por Palestina: “Serían menos incluso con el pabellón lleno”. En aquel momento, 5.310. 5.310 niños y niñas asesinados que no fueron motivos suficiente para ser recordadas. Hasta el tercer cuarto.

***

Descanso. Los jugadores van hacia el túnel y la afición silba tímidamente. No queda claro si los silbidos son para los sionistas o para los árbitros por una falta no pitada. Música a todo volumen. Maximus, la mascota del Breogán, baila. El bueno de Amit entra en el vestuario. Cabeza alta, cuerpo erguido, odio dentro.

***

Con el marcador 47-33, restando 7 minutos y 27 segundos del tercer cuarto, acabó el partido. Yasmín —originaria de Yenin— se colocó estratégicamente y sacó la bandera de su zapato. La desdobló y la estiró con toda la tranquilidad del mundo. No contaba con que las personas a su alrededor, sus propias vecinas, fueran a reaccionar así.

— ¿Qué haces? ¡Nos van a cerrar el pabellón!
— ¡Gilipollas! ¡Inculta! ¡Que nos van a sancionar!
— Tranquilos, me sancionarán a mí. A vosotros no respondió Yasmín.

Otras directamente señalaron: “¡Policía, policía! ¡Tiene una bandera!”. Cuenta Yasmín que varias de las personas que la insultaron la conocen y saben de su origen palestino: “Podrían tener algo de humanidad, pero no. Me insultaron y el pabellón me empezó a silbar, a excepción de un pequeño grupo de personas que aplaudieron“. Yasmín, ya con más calma, reflexiona: “Nos pueden con el miedo. Nos importa más una sanción al Breogán que lo que está pasando en Gaza. Cada vez que pienso que a un niño le puedo caer su propio edificio encima, o que maten a tus padres... ¿Nos da igual? ¿Nos importa más una sanción económica al Breogán? ¿En serio?”. Otros, como el colectivo Lugo Por Palestina, señalaron directamente al club, gritando “El Breo tolera crímenes de guerra”.

Para Félix, abonado del Breo, es normal que la gente se manifieste “por la salvajada que está haciendo Israel”, pero no quiso meter ningún símbolo en el partido: “La ley hay que cumplirla, no como hacen ellos”, en referencia el Estado israelí. Begoña coincide: “Estoy a favor de Palestina, pero hay que jugar porque nosotros pagamos un abono, y no protestar, por si sancionan al Breo”. Otros dos señores creen que las protestas “están fuera de lugar” porque “los jugadores no son ni judíos ni palestinos, son americanos el 80%”. Al desmentirle este dato y mencionarle que en el cuerpo técnico del Hapoel hay soldados, responden al unísono en un tono poco convincente: “Bueno... ¿y qué?”

***

Emeterio, Ali, Yasmín y varias aficionadas creen que el partido no se debería haber jugado y que los israelíes tendrían que ser expulsados de la Basketaball Champions League, organizada por la FIBA. Ander, aficionado vasco, estaba en Bilbao en 2022 cuando más de mil aficionados del Hapoel fueron a apoyar a su equipo: “En un bar tenían una bandera palestina colgada y se pusieron violentos, atacaron a la gente que estaba allí y quemaron banderas palestinas de una manifestación que había convocada”. Ander critica la impunidad hacia el club sionista: “Merecían una sanción de la FIBA. Sin duda, es la afición que más la lió aquí”. Menciona también otros equipos con peor fama que visitaron Bilbao, como el CSKA de Moscú, que ya no es un problema porque todos los equipos rusos fueron expulsados de la Euroliga y de las competiciones de la FIBA tras la invasión rusa en Ucrania. Porque los rusos son rusos y los israelíes deben ser tan buenos como el bueno de Amit.

***

Termina la noche con sensaciones encontradas. Lo que podía haber sido una denuncia del genocidio en Gaza se convirtió en un evento de normalización del Estado de Israel, en una fiesta del sionismo en Lugo tan solo arruinada por parte de sus vecinas y, sobre todo, por la dignidad en el zapato de Yasmín: “Tenía que entrar ahí, y no me arrepiento. Por los niños y niñas de Gaza”.

Palestina
Crónica da festa do sionismo en Lugo

Xogaba o Breogán contra un equipo adestrado por soldados israelís. A prohibición de calquera símbolo palestino silenciou a afección lucense e deu unha noite plácida aos sionistas, ata que apareceu Yasmín.
Bandeira palestina durante o Breogán - Hapoel Holon
Bandeira palestina durante o Breogán - Hapoel Holon Pablo Santiago
Pablo Santiago
23 nov 2023 06:00

As bufandas do Breogán mesturábanse con kufiyas. Non era un partido de baloncesto máis. Chegara a Lugo o Hapoel Holon, un equipo orgullosamente sionista. Moitas lucenses quixeron recibilo, con moita máis forza aínda, tralo anuncio da prohibición de calquera simboloxía referente ao xenocidio en Gaza.

Horas antes do partido, un cento de veciñas camiñaron cara ao Pazo convocadas pola plataforma Lugo Por Palestina. Acompañadas duns vinte policías, entraron na universidade e convidaron ás estudantes á acción. Ningunha aceptou. Si participou Emeterio, profesor xubilado que cre que “o Breogán tiña que ter suspendido o partido”. Tamén Ali, palestino de Lugo, que criticou a “inxustiza” da prohibición das bandeiras: “Os israelís fan o que queren; nós importamos pouco.”

Protestas lugo palestina
Concentración de Lugo Por Palestina á entrada do Pazo dos Deportes de Lugo. Pablo Santiago

Yasmín, tamén orixinaria de Cisxordania, chegou máis tarde, sen facer ruído, con toda a dignidade e a dor que tiña agochada nun dos seus zapatos. “Teño que protestar dalgunha forma. Non sei como facelo, pero quero ter presentes aos nenos e nenas asasinadas en Gaza.” Pero iso non chegaría ata o terceiro cuarto.

***

En Letonia, onde se xogou o partido de ida, non fixeron falta zapatos e non se requisou bandeira ningunha. Toda Europa viu, en cada xogada, unha gran bandeira israelí no pavillón e ducias de fotos dos secuestrados por Hamas. Non xogaron en Holon, por seguridade, nin en Grecia pola negativa dos afeccionados locais. Lugo era a primeira visita dos sionistas a territorio descoñecido.

Pero non pasou nada. Na previa, só uns poucos asubíos. A peña Embreogados non se presentou, en protesta ao “ataque inadmisible” contra a liberdade de expresión que supuxo o comunicado do seu club, “tanto para os seareiros como para toda a sociedade lucense”. Máis alá diso, a prohibición funcionou e o partido non era nada máis que iso. Un partido.

***

Primeiro cuarto. Balón ao aire. Unha grada baleira, primeiras canastras e correccións dos técnicos. O do Hapoel, Amit Sherf, non é un adestrador máis. Foi soldado na brigada das IDF do sur de Israel e traballou dez anos na fronteira con Gaza. O bo de Amit, ese que sorrí desde o banco, participou en 2014 na operación Marxe Protectora en Gaza, segundo esta entrevista en Walla. Daquela foran asasinadas máis de 500 crianzas e Amnistía Internacional e Humans Rights Watch denunciaron crimes de guerra. Nada pasou. Tempo morto na pista. 17-14 no marcador.

En outubro de 2023, Amit, o bo de Amit, foi recrutado polo exército. Cada día ás oito da tarde ata que o equipo deixou Israel, traballaba na sala de vixiancia da súa vila, como explica na entrevista: “O meu rol é ser enlace entre o municipio e o mando militar. Pode pasar cando hai alarmas ou, deus non o queira, cando caen foguetes”. O baloncesto resúltalle útil “para escapar dos pensamentos durante unha hora e media.” É “terapia”, di. Despois dos partidos, lembra a todos os soldados que participan do xenocidio en Gaza, especialmente aos do seu corpo técnico: “Botamos de menos aos nosos compañeiros Osher Michaeli e Ido Levitt, que están nas reservas do IDF”. O medio especializado Safsal explica que Michaeli e Levitt están “servindo como combatentes de reserva no sector sur”, e enumeran máis de vinte xogadores e técnicos israelís recrutados polas IDF, mencionando, claro, ao bo de Amit.

***

Segundo Cuarto. 22-17. O partido é bastante malo e hai pouca xente no Pazo. Desde logo, moitas menos das crianzas asasinadas en Gaza, como lembraban desde Lugo Por Palestina: “Serían menos mesmo co pavillón cheo.” Naquel momento, 5310. 5310 nenos e nenas asasinadas que non foron motivo suficiente para ser lembradas. Ata o terceiro cuarto.

***

Descanso. Os xogadores van cara ao túnel e a afección asubía timidamente. Non queda claro se os asubíos son para os sionistas ou para os árbitros por unha falta non pitada. Música a todo volume. Maximus baila. O bo de Amit entra no vestiario. Cabeza alta, corpo erguido, odio dentro.

***

Co marcador 47-33, restando 7 minutos e 27 segundos do terceiro cuarto, rematou o partido. Yasmín —orixinaria de Yenin— colocouse estratexicamente e sacou a bandeira prohibida do seu zapato. Desdobrouna e estirouna con toda a tranquilidade do mundo. Non contaba con que as persoas ao seu redor, as súas propias veciñas, foran reaccionar así.

— Que fas? Vannos pechar o pavillón!
— ¡Gilipollas! ¡Inculta! ¡Que nos van a sancionar!
— Tranquilos, sancionaranme a min. A vós non respondeu Yasmín.

Outras directamente sinalaron: “¡Policía, policía! ¡Tiene una bandera!” Cóntanos Yasmín que varias das persoas que a insultaron coñécena e saben da súa orixe palestina: “Poderían ter algo de humanidade, pero non. Insultáronme e o pavillón comezou a asubiarme, agás un pequeno grupo de persoas que aplaudiron”. Yasmín, xa con máis calma, reflexiona: “Pódennos co medo. Impórtanos máis unha sanción ao Breogán que o que está pasando en Gaza. Cada vez que penso que a un neno lle pode caer o seu propio edificio enriba, ou que maten os teus pais... Danos igual? Impórtanos máis unha sanción económica ao Breogán? En serio?”. Outros, como o colectivo Lugo por Palestina, sinalaron directamente ao club, berrando “o Breo tolera crimes de guerra”.

Para Félix, abonado do Breo, é normal que a xente se manifeste “pola salvaxada que está facendo Israel” pero non quixo meter ningún símbolo no partido: “A lei hai que cumprila, non como fan eles”, en referencia ao estado israelí. Begoña concorda: “Estou a favor de Palestina, pero hai que xogar porque nós pagamos un abono, e non protestar, por se sancionan ao Breo”. Outros dous señores cren que as protestas “están fóra de lugar” porque “os xogadores non son nin xudeus nin palestinos, son americanos o 80%”. Ao desmentirlle o dato e mencionarlle que no corpo técnico do Hapoel hai soldados, responden ao unísono nun ton pouco convincente: “Bueno... ¿y qué?”

***

Emeterio, Ali, Yasmín e varias afeccionadas cren que o partido non se tiña que ter xogado e que os israelís terían que ser expulsados da Basketball Champions League, organizada pola FIBA. Ander, afeccionado vasco, estaba en Bilbao en 2022 cando máis de mil afeccionados do Hapoel foron apoiar ao seu equipo: “Nun bar tiñan unha bandeira palestina pendurada e puxéronse violentos, atacaron a xente que estaba alí e queimaron bandeiras palestinas dunha manifestación que había convocada.” Ander critica a impunidade cara ao club sionista: “Merecían unha sanción da FIBA. Sen dúbida é a afección que máis a liou aquí.” Menciona tamén outros equipos con peor fama que visitaron Bilbao, como o CSKA de Moscú, que xa non é un problema porque todos os equipos rusos foron expulsados da Euroliga e das competicións da FIBA trala invasión rusa en Ucraína. Porque os rusos son rusos e os israelís deben ser tan bos coma o bo de Amit.

***

Remata a noite con sensacións encontradas. O que podía ser unha denuncia do xenocidio en Gaza tornouse nun evento de normalización do estado de Israel, nunha festa do sionismo en Lugo tan só arruinada por parte da súa veciñanza e, sobre todo, pola dignidade no zapato de Yasmín: “Eu tiña que entrar aí, e non me arrepinto. Polos nenos de Gaza”.

1- protestas palestina Lugo
Ampliar
Lugo Por Palestina convocou unha manifestación nas horas previas do partido.
Lugo Por Palestina convocou unha manifestación nas horas previas do partido.
2 - protestas palestina lugo
Ampliar
A Policía entrou na universidade e identificou a varias das manifestantes.
A Policía entrou na universidade e identificou a varias das manifestantes.
3 - protestas palestina lugo
Ampliar
A mascota do Breogán baila, co adestrador israelí no banco.
A mascota do Breogán baila, co adestrador israelí no banco.
Amit Sherf nunha imaxe do medio israelí Walla.
Arquivado en: Sionismo Palestina
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Ocupación israelí
Ocupación israelí El Gobierno español permite el tránsito hacia Israel de combustible para aviones de guerra
El movimiento de solidaridad con Palestina acusa al Gobierno español permitir la escala del buque ‘Overseas Santorini’ en Algeciras, prevista para el 30 de julio, con un cargamento de combustible militar con destino a Israel.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Palestina y el derecho a la resistencia: tácticas de la resistencia armada palestina
Los ataques del 7 de octubre supusieron un punto de inflexión en el retorno del debate sobre la lucha armada en Palestina, una vía no cerrada de resistencia frente a la ocupación israelí que tiene más de medio siglo de historia.
Fernando Xabier
25/11/2023 11:56

Como galego vergonha imensa pola atitude do Clube mas mais ainda pola gentalha insolidaria e mansa que aceita ser pisada para nom incomodar os amos.
Som os mesmos que vam votar nos que mandam para ver se ganham o seu favor. Nojentos!

0
0
Acaido
23/11/2023 22:42

Y seguro que este año el festival de Eurovisión lo gana Israel, el pais con derecho a colonizar nuevos territorios ( No, aunque lo parezca no estamos en Sudáfrica, ni estamos en el siglo XIX )

0
0
Asanuma
23/11/2023 15:06

Excelente crónica de la sociedad a través del deporte. Es increíble la normalización de los genocidios y las guerras,

1
0
Hodei Alcantara
Hodei Alcantara
23/11/2023 13:07

Personas como Yasmín son el mayor símbolo de una humanidad de la que nuestros gobiernos y empresas carecen, al financiar y legitimar a Israel con sus negocios y actividades ilegales.
El hecho de vender armas al sionismo mientras criminalizados al pueblo ocupado y expulsado palestino, es una vergüenza para toda Europa!

2
0
Política
Xosé Manuel Beiras “A esquerda estatal á esquerda do PSOE leva ano e medio dando un recital de apoio ao PP”
O histórico líder nacionalista analiza devagar os erros das coalicións coa esquerda federal e acredita en que o futuro da transformación social está fóra das institucións.
Migración
Migracións Burocracia para os 'refuxiados de segunda': sete rapaces malianos ante o bloqueo do Estado ao pedir asilo
Presos da guerra, chegan a un novo territorio en procura de mellores oportunidades, pero son presos de temporalidades e trámites administrativos, minguando o seu estado anímico e deixándolles estancados nun limbo temporal que os anula como cidadáns.
Ocupación israelí
Ocupación israelí El Gobierno español permite el tránsito hacia Israel de combustible para aviones de guerra
El movimiento de solidaridad con Palestina acusa al Gobierno español permitir la escala del buque ‘Overseas Santorini’ en Algeciras, prevista para el 30 de julio, con un cargamento de combustible militar con destino a Israel.
Baleares
Baleares Formentera, el paraíso que fue
La más pequeña de las Balears se enfrenta, con una fuerte división interna, a la crisis de la vivienda generada por el turismo.
Juegos olímpicos
Juegos Olímpicos París 2024, del brillo olímpico al reverso de los focos
Comienzan unos Juegos Olímpicos marcados por el fuerte enfoque securitario y la expulsión de miles de personas sin hogar de la ciudad.
O Salto medra contigo
O Salto medra contigo Eles por diñeiro, nós por un futuro mellor: subscríbete ao Salto
Sempre que unha multinacional ou un goberno intentaron cometer un atentado medioambiental no noso territorio estivemos alí para contalo. Puidemos facelo porque a nós sostennos a nosa comunidade, pero queremos chegar máis lonxe e por iso precisámoste.
Bolivia
América Latina Bolivia: la guerra fratricida que está autodestruyendo el proceso de cambio
La transformación de Bolivia iniciada en 2006 con la llegada de Evo Morales al poder se encuentra en uno de sus peores momentos por las luchas entre este histórico líder y el actual presidente y exaliado Luis Arce.

Últimas

Caso Carioca
Caso Carioca O caso Carioca a través dunha migrante explotada sexualmente: indemnización mínima e complot policial
O garda civil Armando aliábase con proxenetas e abusaba sexualmente de mulleres prostituídas facendo uso da súa capacidade para regularizar a súa situación.
Palestina
Genocidio España tratará a 15 niños y niñas palestinas mientras quedan 10.000 pacientes que necesitan evacuación
El director general de la OMS agradece el gesto mientras pide evacuaciones médicas ampliadas, ya que solo 5.000 palestinos y palestinas han sido trasladados desde que comenzara la ofensiva israelí el pasado 7 de octubre.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Israel declara “terrorista” a la UNRWA y le prohíbe operar en el país
Días después de que Reino Unido reinicie el financiamiento de la agencia de refugiados de la ONU, el Parlamento israelí aprueba tres leyes que prohíben la actividad de esta organización y criminaliza a sus 30.000 trabajadores.
Personas sin hogar
Personas sin hogar Granada sobrepasa los 40 grados sin Centro de Día para las personas sin hogar
La plataforma ‘La calle mata’ exige al Ayuntamiento de Granada y a la Iglesia un Centro de día y comedores para atender durante el verano a las personas sin hogar
Sanidad pública
Sanidad a la madrileña Más de 1.500 kilómetros en bici para reclamar un centro de salud digno
Tras más de 140 manifestaciones, 3.000 reclamaciones entregadas y recurrentes encierros durante cuatro años de lucha, vecinos y vecinas de Abrantes (Madrid) acudirán a la ONU para reclamar su acceso a la sanidad.
Más noticias
Ocupación israelí
Ocupación israelí Palestina y el derecho a la resistencia: tácticas de la resistencia armada palestina
Los ataques del 7 de octubre supusieron un punto de inflexión en el retorno del debate sobre la lucha armada en Palestina, una vía no cerrada de resistencia frente a la ocupación israelí que tiene más de medio siglo de historia.
Violencia machista
Comunidad de Madrid Denuncian “castigos” a las trabajadoras de un centro de atención a víctimas de violencia machista de Madrid
El comité de empresa del centro Ayaan Hirsi Ali, dependiente de la Comunidad de Madrid, vincula la no renovación del contrato de una educadora social con el cambio de empresa licitadora y sus nuevas condiciones laborales.
Venezuela
Elecciones presidenciales Venezuela hacia el 28J: unas elecciones en las que por primera vez en una década cualquier cosa puede pasar
La oposición de derechas concurre sin exclusiones, vetos ni llamadas a la abstención con un candidato de consenso, Edmundo González, que podría arrebatar el poder a Nicolás Maduro.
Trabajo sexual
Ordenanza municipal La Coordinadora Feminista de Cádiz califica de punitivista la ordenanza contra la prostitución de Jerez
La Coordinadora que aglutina a colectivos feministas de toda la provincia denuncia que las medidas que anuncian la erradicación de la prostitución solo aumentan la precariedad y los riesgos.
Turismo
Turistificación La Malvarrosa: de barrio obrero a paraíso turístico
El barrio que toma su nombre de la playa urbana de València vive un proceso de turistificación acelerado mientras el tejido vecinal continúa su lucha para conseguir equipamientos básicos.

Recomendadas

Galicia
Xosé Manuel Beiras “La izquierda estatal a la izquierda del PSOE lleva año y medio dando un recital de apoyo al PP”
El histórico líder nacionalista analiza con calma los errores de las coaliciones con la izquierda federal y confía en que el futuro de la transformación social está fuera de las instituciones.
Arte político
Soledad Urzúa “Utilizar un desecho agrícola para crear obras de arte permite transmitir un mensaje de amor”
Llega a Madrid “Metáfora Vegetal”, una exposición de la artista chilena Soledad Urzúa. Sus obras, creadas armónicamente con colores de óleo y materiales desechados como hojas de maíz, despiertan los sentidos.
El Salto n.75
Revista 75 Activismo feminista contra la gordofobia y la deshumanización
El número de verano de nuestra revista trimestral llega cargado de un poder femenino que intersecciona desde muchos ángulos y que esperemos se reproduzca en vuestras manos.
Ocupación israelí
Ocupación israelí El teatro de la libertad de Yenín: resistencia a través del arte
Una iniciativa de teatro social en medio de la ocupación y las incursiones armadas israelíes en Cisjordania.