Palestina
Una historia de ausencia

Dentro y fuera de Israel al palestino se le disciplina desde la más tierna infancia, negándole cualquier dignidad que no venga de la genialidad o del martirio. Nacer de Palestina es nacer para darse, porque desde el primer momento el mensaje es claro: nada será tuyo.
Protestas en la Franja de Gaza / Mohammed Zaanoun
Protestas en la Franja de Gaza / Mohammed Zaanoun
Paula Llaves
21 may 2021 06:00

El día de la Bandera, el Eid, la Nakba y el Poder

Aparece en los libros de historia y lleva 70 años rellenando diarios. En un país que recién se liberaba de la colonización británica crearon un estado ad hoc para limpiar las miserias de Europa y llamaron “conflicto de religión” lo que realmente era una lucha por la tierra.

En la hemeroteca reciente vemos el pánico de Netanyahu a verse juzgado por los innumerables crímenes de corrupción en los que se ha visto envuelto, si el mundo fuera justo, también le preocuparían los de Lesa Humanidad, pero eso no pasará. En su temblor, hace un año nombró a toda Jerusalem capital de Israel e impuso la Ley de Estado Nación donde consolida el racismo y el desprecio a otras creencias como eje principal de Israel, los drusos, una minoría de la que apenas se habla, encabezaron las manifestaciones, fueron seguidos por cristianos, musulmanes y árabes judíos. Pero la más burda caricatura de los EE.UU. le ayudó a correr esta cortina de humo con la que buscaba distraer a su electorado. No sirvió. El daño al pueblo palestino fue brutal, pero inútil.

El parlamento israelí se dividía, los partidos más a la izquierda iban a por él. Así que empezó a dar bandazos, por un lado alimentó el fanatismo ultranacionalista, por otro trató de arabizarse (“Abu Yair” se autodenominó, quien se pone y se quita la kipá para la foto, sin vergüenza alguna para ver si le sonreían los pactos desde Abu Dabi). No sirvió. Jordania, país refugio de millones de palestinos hijos de la diáspora, se negó a dejarle sobrevolar suelo jordano. Y en mitad del Ramadán llegó la fecha señalada, la conmemoración de la guerra de los seis días. No ocurrió nada que estuviera fuera de la brutalidad previsible.

No ha sido en nombre de la Torah el avance enfebrecido de los ultraderechistas israelíes por las calles de Sheij Jarrah, sino en nombre de una propaganda fascista que lleva décadas alimentando el rencor, el odio y el miedo para justificar el expolio usando las armas y las leyes

No ha sido en nombre de la Torah el avance enfebrecido de los ultraderechistas israelíes por las calles de Sheij Jarrah, sino en nombre de una propaganda fascista que lleva décadas alimentando el rencor, el odio y el miedo para justificar el expolio usando las armas y las leyes. Las leyes de Ausentes y de Asuntos Legales y Administrativos, que permiten a los judíos reclamar casas y territorios perdidos antes del 48 pero no permiten hacer lo mismo a los que llaman árabes, que son desposeídos, centímetro a centímetro, habitación a habitación, vida a vida, cuerpo a cuerpo.

No ha sido en defensa del Islam por lo que los palestinos salieron a defenderse, sino en nombre de su propia existencia, de su propia pervivencia. Claro que es relevante el Ramadán, la gente no come en los días de Ramadán y la gente se reúne con sus familias en las noches de Ramadán. En las casas palestinas aparecen militares y policías a vigilar la ruptura del ayuno al caer el sol, a controlar quiénes se juntan, a apuntar nombres en libretas, a sacarlos de sus casas y meterlos en celdas. Pero que no nos vendan como guerra de religión la lucha por la existencia. Y sobre todo, que no lo compre Palestina. La única razón por la que Israel bombardea mezquitas y no iglesias es porque no quiere perder el apoyo europeo y americano. Pero, ¿no es acaso un etnoestado que consolida su legislación en la religión y la raza?

A quien trata de supeditar la vida política a los mandatos religiosos del Islam se le domina Islamista radical ¿Porqué a Israel nunca se le llama sionista radical? ¿O cómo es, esta extraña guerra de religión en la que solo se acusa del fanatismo al único bando plurirreligioso? Ah, que juego sucio sería ¿verdad? Usar esos marcos… Y que falacia extenderlo a una comunidad entera, porque hay muchos judíos en contra de esta violencia incluso, incluso, dentro de Israel, incluso, incluso, dentro de las cárceles de Israel. Pero ¿No se usa esa falacia para justificar bombardeos a colegios y centros de prensa palestinos?

La educación sentimental

El terrorismo radical islamista siempre ha intentado lucrarse de la causa palestina, pero la causa palestina siempre se ha resistido. Es lógico, no es el Islam lo que vértebra su realidad. Hablamos de un pueblo que habla árabe pero se sabe semítico y lleva en su orgullo el haber sido cuna de las Tres religiones del Libro. Allí conviven musulmanes, claro, pero también cristianos, drusos y un numero alto de agnósticos y ateos. El pueblo palestino en su mayoría, se vanagloria de la convivencia interreligiosa, tal vez romantizada por la pátina del tiempo, hablan de la existencia de un pasado ideal en el que tres estados con tres legislaciones compartían el suelo y el pan. (Da igual si no fue exactamente así, cualquiera sabe que lo importante de la historia no es lo que pasó, sino lo que se recuerda). Esto, junto a las ideas socialistas que acompañaban al Panarabismo, ha sido durante décadas la muralla que impedía el avance del radicalismo islámico entre los palestinos. Pero el Panarabismo ha muerto ejecutado y es ahora la propaganda israelí la que juega con la carta de la tolerancia, poniendo en riesgo lo que hasta ahora había sido la identidad palestina.

La identidad, dicen los psicólogos, siempre se define por tus pares, por el etiquetaje y por la confrontación. La identidad palestina se construye desde la absoluta inexistencia de posibilidades para quienes nacen marcados por la UNRWA, por la contraposición a quienes la definen, por los observadores occidentales que jalean hambrientos la nueva foto digna de un Pulitzer, el nuevo joven mártir al que idolatrar y olvidar inmediatamente y, por supuesto, la diferencia con el enemigo.

Llegados a este punto lo honesto es hablar de mi propia percepción, mediada por lo que me transmiten mis afectos y por mi experiencia laboral, por mi opinión y por ese cinismo desconfiado heredado de mi abuelo que me hace preguntar cosas de mal gusto, como por ejemplo “R. ¿y tu estás seguro que a Hamás no lo financia Israel?” Y R. que no sé como no me escupe, estalla en una carcajada y me dice: “Lo parece, ¿verdad?”. Hamás es una excusa estupenda para que el ejercito de Israel asesine gazatíes. Por cada israelí asesinado por Hamás, Israel asesina 10 palestinos. Pero en una Gaza sitiada, donde los bienes de primera necesidad solo los provee el contrabando Hamás provee de alimentos y medicinas. No es el poder político o religioso lo que ostentan, no es de ahí de donde sacan sus simpatías.

No sirvió el boicot ni la flotilla. Nada ha servido. Cuando no queda nada ¿qué queda? ¿Qué le dices a un muchacho que tiene 20 años y el brazo lleno de metralla desde los 8, cuyo único delito había sido jugar al futbol demasiado cerca de un check point?

Sin embargo, la desesperación no ayuda a tomar decisiones meditadas. No funcionaron las palabras, escritas recitadas, filmadas o cantadas, ni Said, ni Knafani, ni Suleiman, ni Banna, consiguieron enternecer la crudeza del asedio. No sirvió la democracia, que Zayyād fuese alcalde de Nazaret o entrase en la Kneset. No sirvió el boicot ni la flotilla. Nada ha servido. Cuando no queda nada ¿qué queda? ¿Qué le dices a un muchacho que tiene 20 años y el brazo lleno de metralla desde los 8, cuyo único delito había sido jugar al futbol demasiado cerca de un check point?

Era un país de limoneros y naranjos, de higueras y olivares, de playa inmensa y montes verdes. La tierra de leche y miel. Hoy es un país de check points, de cortes de agua y luz, de registros aleatorios, de acechanzas y vigilancias, un país uniformado. Cada vez más hacinados, constantemente apuntados bajo el objetivo militar y el fotográfico, mientras los grandes poderes aplauden a un Israel que adorna de modernidad el asesinato de civiles.

Con los ensayos de Eurovisión no se oyen los gritos en las cárceles. Solo queda la resistencia, la persistencia, la existencia. El fotógrafo inmortaliza a un hombre que hace la señal de la victoria sobre los escombros de lo que una vez fue su casa, una muchacha sonríe , con el pelo desordenado, mientras dos soldados la detienen, sujetándole las manos a la espalda. Sabe lo que va a pasar, pero sonríe. Por vez primera desde 1936, sopla un viento de cambio. Experta en leer el vuelo de los pájaros, resistente, insistente, sonríe.¿Cuál será la nueva identidad que le ofrecerán al pueblo palestino?

La kufiyya como condena y destino

Pensar en Palestina es un ejercicio complejo, pero no por la historia, no por el nazismo, por Ben Gurión, por Yassir Araffat, no por las fechas de los bombardeos o por los tratados, por los convenios y los cercos económicos, por las flotas pesqueras, o los campos de refugiados. Ni siquiera por las cifras de muertos y desplazados. Es complejo porque en Palestina, y en los campos de refugiados que Palestina llena, además de morir, también se vive. Y se vive bajo un trauma colectivo, una condena colectiva, que se jalea en público pero se mastica a solas.

Trauma y Diáspora. Un trauma cultural, según la definición de Jeffrey C. Alexander1, se produce cuando los miembros de una colectividad sienten que han sido sometidos a un acontecimiento horrendo que deja marcas indelebles sobre su conciencia colectiva, marcando sus memorias para siempre y cambiando su identidad futura de manera fundamental e irrevocable. Pero el mismo Alexander, que expone tantos casos para sostener su tesis, apenas si pasa de puntillas usando una línea nada inocente para Palestina a quien define como “los enemigos de Israel”.

Nadie habla de ello, por eso, cuando el cineasta holandés-israelí Benny Brunner investigó la historia de los refugiados palestinos para Al Nakba: The Palestinian Catastrophe 1948 (1996) declaró con asombro: “Me conmocionó, me abrió los ojos sobre ese aspecto de la Nakba sobre el que nadie habla y que en muchos más aspectos es incluso más importante que el expolio material, por sus efectos a largo plazo y porque supuso la erradicación del núcleo cultural palestino de la época” —la persecución a la cultura sigue activa, esta semana fue arrestado en las manifestaciones de Haifa, Walaa Sbeit, cantante y percusionista de 47soul— “de la noche a la mañana los palestinos perdieron la capacidad de producir conocimiento y se vieron devueltos décadas atrás”.

“531 aldeas y ciudades fueron desplazadas, pero además se cambiaron los nombres de todas las cosas, arrancando de raíz incluso el folclore del pueblo palestino”

Desde dentro, viene la respuesta, Majed Dibsi Bulbul cuenta en una entrevista en Madrid para National Geographic que hay “la intención consciente de no dejar pruebas documentales del legado palestino con el objetivo de borrar la identidad y destruir la resistencia de todo un pueblo: 531 aldeas y ciudades fueron desplazadas, pero además se cambiaron los nombres de todas las cosas, arrancando de raíz incluso el folclore del pueblo palestino”. Por las calles de Israel, tiendas de nombre polaco afirman que el falafel era receta propia.

He conocido a muchas palestinas, pero solo he encontrado una línea que las una. Más allá del luto, el miedo y la impotencia hay una nada inmisericorde que no sale en la prensa. Las largas horas de mirar al techo, de insomnio incomprensible, de búsquedas ansiosas de una rendija por la que entre el aire, de un espacio en el que descansar, de querer entender, de una fortuita ráfaga de culpa por la supervivencia que aparece cuando menos te la esperas y de un ansia permanente de la vida que es negada.

Nacer sabiendo que no te van a dejar ser, bajo el objetivo de la ONG hambrienta de miseria, bajo la certeza de la cárcel que te espera, sistemática implacable, antes de cumplir la mayoría de edad, (es tan fácil encerrar a criaturas adolescentes, casi recién brotadas de la niñez) del desarraigo, de lo apátrida. Dentro y fuera de Israel al palestino se le disciplina desde la más tierna infancia, negándole cualquier dignidad que no venga de la genialidad o del martirio. Nacer de Palestina es nacer para darse, porque desde el primer momento el mensaje es claro: Nada será tuyo. Ni tu tierra, ni tu casa, ni tu gente, ni tu cuerpo. Tal vez ni tu muerte. Y así, solo hay dos opciones: o inmolarse a la guerra o inmolarse al arte para que al menos, tu paso por la tierra haya tenido sentido, para que al darte, aunque sea al final, tu nombre se recuerde y, al menos por un instante, existas. Porque todo ser humano tiene una vocación de trascendencia, aunque no se la permitan.

España no será vuestra jaima2

Hay dos muertes, una veloz, a estallido, a bala, a misil, a golpe. Otra lenta, a base de desesperanza, a base de desasosiego, a base de silencio administrativo y desdén caritativo.

Si piensas venir, si vienes, quiero que sepas unas cuantas cosas. No podrás entrar por el sur, está cerrado, te pedirán un visado en tránsito firmado por todos los países cuya frontera cruzaste, no lo conseguirías ni en un millón de años. Si te reasientan, te dirán que aquí te cuidaremos. No les creas, no es cierto. Te daremos un catre en una habitación compartida unos meses, clases de español por un tiempo, y luego nada, una tarjeta en la que pondrá “Nacionalidad: País desconocido” y tendrás problemas cada vez que firmes un contrato, vayas al banco, busques un piso o recojas algo por correo. Tal vez te demos una carta de viaje con la que no podrás viajar y muchas palmadas en la espalda cada vez que sepamos cuál es tu origen.

Desde este país, que se alimenta del turismo, sí, pero también de la venta de armas que destruyen tu casa, que arrasaron con tu pasado y con ello, con gran parte de tu futuro, te pediremos agradecimiento constante, y si quieres un espacio de escucha, tendrás que contar lo que nosotros queramos, y queremos verte llorar, queremos un poco de tu dolor, de tu tristeza, de tu rabia, para que la saboreemos desde la seguridad de que no estaremos en tu piel. Y tendrás que desnudarte, y exponer cada detalle, delante de abogados, de psicólogos, de traductores, tal vez periodistas. Tendrás que ser coherente y creíble, moderadamente emotivo, enseñar marcas, pruebas, certezas. Darnos detalles.

توتة توتة خلصت الحتوتة ، حلوة ول ملتوتة3-

Tu éxito dependerá de si nos satisface tu historia.


1. Cultural Trauma, Morality and Solidarity The Social Construction of the Holocaust and Other Mass Murders, Jeffrey C. Alexander
2. Referencia al Poema de Beirut de Mahmoud Darwish.
3.Frase hecha que se usa para cerrar la narración de cuentos infantiles, la traducción mas cercana sería algo así como “Colorín, colorado, esta historia se ha acabado ¿te ha gustado o no te ha gustado?”

 


Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Israel
Guerra en Gaza Israel ordena evacuar Rafah ante la previsión de un ataque terrestre
En la mañana del 31 de marzo, las fuerzas militares de Israel han ordenado a la población evacuar gran parte de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza.
Granada
Ocupación Israelí Profesores y alumnado señalan a la UGR y la UJA por la participación de una universidad israelí en un congreso
La Red Universitaria por Palestina (RUxP) de la Universidad de Granada reclama al rector cumplir los acuerdos firmados y rechaza la inclusión de una ponente procedente de un instituto de estudios perteneciente a una universidad israelí.
Opinión
Genocidio Matanzas de Gaza y bloqueo a los productos israelíes
¿Por qué la UE no se planta contundentemente contra el genocidio de Gaza? Lo que hoy es “un problema palestino” mañana será sin duda un problema europeo.
Asturias
Asturias Cinco muertos en la mina de Zarréu: demasiadas preguntas sin respuesta
El accidente más grave en la minería asturiana en casi tres décadas vuelve a poner en cuestión el sistema de permisos, controles y ayudas públicas para minas en proceso de reconversión.
Estados Unidos
Estados Unidos Estudiantes de Columbia luchan contra las amenazas de deportación
Los estudiantes de Columbia se unen mientras el ICE y el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) atacan el activismo palestino. “[Columbia] está dispuesta a concederle al gobierno de Trump todo lo que quiera”, declara un estudiante a Mondoweiss.
Aviación
Travel Smart Las multinacionales españolas, a la cola de la reducción de emisiones por vuelos de negocios
Un estudio publicado este martes por organizaciones ecologistas señala que las emisiones por vuelos de negocios a nivel global se han reducido un tercio, pero las empresas españolas van a la zaga y suspenden en transparencia u objetivos concretos.

Últimas

Represión
Policía infiltrado La Directa destapa un nuevo caso de policía infiltrado, esta vez, en el activismo de Lleida
Bajo la identidad falsa de Joan Llobet García, un agente de la trigesimosegunda promoción de la Academia de Ávila, pasó dos años infiltrado en espacios independentistas, estudiantiles y ecologistas.
Maltrato animal
Maltrato animal Lidl denuncia a los animalistas que detectaron afecciones en la carne de pollo de la cadena
El Observatorio de Bienestar Animal asegura que el departamento legal de la cadena les pidió que eliminaran todas las publicaciones sobre ellos y creen que es una estrategia legal para silenciarles.
Derecho a la vivienda
Manifestación estatal Mapa | Más de 40 ciudades se movilizan este 5 de abril por el derecho a la vivienda
Decenas de miles de personas en más de 40 localidades de todo el Estado español saldrán a la calle el próximo 5 de abril para reclamar medidas para hacer frente a la crisis de vivienda.
Más noticias
Israel
Guerra en Gaza Israel ordena evacuar Rafah ante la previsión de un ataque terrestre
En la mañana del 31 de marzo, las fuerzas militares de Israel han ordenado a la población evacuar gran parte de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza.
Opinión
Opinión ¿Cómo acabar con el negocio de la vivienda?
Las reivindicaciones del 5A: bajada de alquileres, paralización de desahucios, desmantelamiento de las empresas de desokupación, ayudarían a acabar con la crisis de vivienda. Pero estas medidas son impensables en este sistema económico.
Francia
Francia Marine Le Pen es condenada por malversación y no podrá concurrir a las elecciones de 2027
Un caso de corrupción con los asistentes del Parlamento europeo golpea a la ultraderecha francesa. Le Pen y su partido, Agrupación Nacional, son condenados por el Tribunal Penal de París.
Precariedad laboral
Precariedad laboral Europa presiona de nuevo a España para que modifique la indemnización por despido improcedente
El Consejo de Europa concluye que el sistema español viola la Carta Social Europea al considerar que la compensación española no repara el daño a los trabajadores ni disuade de hacerlo.
Myanmar
Terremoto Myanmar: un país bajo los escombros
Con el cronómetro en contra, los equipos de rescate de Myanmar continúan buscando bajo los escombros a los supervivientes del que ya se considera el peor terremoto sufrido en las últimas siete décadas en el país.

Recomendadas

Redes sociales
El asesino de los CEO El fenómeno fan Luigi Mangione, ¿por qué tanta gente apoya a un asesino?
El caso del chico de clase alta que disparó sobre un CEO de una aseguradora médica ha desatado una ola cultural y de apoyo como no se había visto antes.
Militarismo
Alejandro Pozo “El oportunismo de la industria militar española aprovechando lo que pasa en Gaza es grave”
Este investigador sobre paz, conflictos armados, desarme y acción humanitaria denuncia que el rearme ya está teniendo lugar y que el Ejecutivo escamotea información sobre las relaciones comerciales de la industria con Israel.
Literatura
Silvia Nanclares “Moratalaz nace como barrio franquista, solo que no contaban con la presión vecinal”
Con ‘Nunca voló tan alto tu televisor’ la escritora madrileña regresa a su barrio y examina lo que quedaba debajo de la cáscara de progreso que supuso la construcción del edificio de Torrespaña, aun hoy uno de los más reconocibles de la ciudad.
Galicia
Galicia Bimba y Lola se aleja de las fibras textiles de Altri con la salida del presidente de Greenalia de su consejo
El presidente de Greenalia y antiguo consejero delegado de Inditex, José María Castellano, abandona su puesto en la empresa cerrando una puerta más a la salida de la celulosa supuestamente creada para fibras textiles.