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Palestina
Shahd Abusalama: “La Shoah se ha convertido en un arma ideológica de la que se ha abusado”

La historia de los Abusalama es una historia de muertos entre los escombros, es una historia de Nakba, de traslados forzosos, de opresión y resistencia. Es la historia de una familia gazatí ahora instalada en Barcelona que vive pegada al móvil, a la incertidumbre y al miedo. Es la historia de un bombardeo, el pasado 23 de octubre, que acabó con la vida de 23 familiares directos, entre ellos varios niños y niñas, mientras dormían en sus casas, en el campo de refugiados de Jabalia, al norte de Gaza.
Es también la historia de los abuelos tanto maternos como paternos de esta familia, sobrevivientes de la Nakba y originarios de Beit Jirja y Ashdod, donde esperaban regresar pero nunca pudieron hacerlo. La rabia y la tristeza acumulada por los Abusalama es la propia y la de sus ancestros.
“No renunciaremos a volver”
La académica Shahd Abuslama, también activista y artista palestina, nacida y criada en el campo de Jabalia, lleva varios años explorando las representaciones históricas de Gaza y sus refugiados en el cine documental. Ahora instalada en Barcelona, donde ha podido traer a una parte de su familia, colabora con el observatorio de derechos humanos Suds, con sede en la capital catalana. Su madre fue de las primeras en abandonar Gaza, en diciembre de 2023; luego lo hizo su padre, en febrero de 2024 y su hermano y su familia abandonaron el enclave en marzo de 2024.
“Mi madre se mudó sola a Barcelona y al cabo de unos meses pudimos sacar a mi padre y a mi hermano, su mujer y sus hijas. Nos gastamos mucho dinero para que pudiesen salir, porque en la frontera entre Egipto e Israel se aprovechaban de la situación y de la desesperación de la gente por huir”, dice con la voz entrecortada. Tuvo la fortuna, su familia, de tener un visado de reunificación familiar que facilitó ligeramente las cosas.
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A pesar del mensaje de resistencia que transmite, a Shahd Absulama la abruma la incerteza de lo que va a ocurrir: “Israel lleva tiempo empujando sistemáticamente a la población a campos de concentración masivos al tiempo que los matan de hambre y los bombardean”. Tiene claro que el objetivo de la masacre perpetrada por Israel tiene como objetivo la ocupación de Gaza. “No es ningún secreto, porque en ningún momento han escondido sus intenciones coloniales. Gaza es oro para ellos”, recalca. En referencia a la muerte de tantísimos de sus familiares, hace poco, en un artículo, escribía: “A pesar de que Mohammed se unió a los mártires de nuestra familia el día del alto el fuego, me siento aliviada por no tener que adivinar si nuestros seres queridos vivirán o morirán”.
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Esta conversación se produce en presencia de su padre, entre momentos de tensión y sollozos, rabia y tristeza, entre la barbarie del momento, la catástrofe sin palabras y el recuerdo tanto de los que han perecido bajo las bombas como de los que las han sobrevivido; entre fotografías de familiares, nombres de amigos encarcelados en Cisjordania, en medio de una nueva rutina que no logran entender. “Israel siempre ha mantenido que Gaza supone un problema para ellos; un sitio lleno de refugiados procedentes de otras ciudades que han sido desposeídos. Ellos [los israelíes] saben que no renunciaremos al derecho a volver a nuestros hogares y que no aceptaremos una vida de dominación y de indignidad”, dice convencida Shahd.
La Shoah se ha usado para distraer sobre las terroríficas consecuencias que [la ocupación israelí] ha tenido sobre la población palestina
El académico Pankaj Mishra sostiene que la Shoah se ha convertido en una especie de identidad sobre la que se ha construido toda la narrativa del Estado de Israel y también de algunas comunidades judías en el extranjero.
La Shoah se ha convertido en una arma ideológica de la que se ha abusado con consecuencias fatales para el Pueblo palestino; y se ha usado para distraer sobre las terroríficas consecuencias que [la ocupación israelí] ha tenido sobre la población palestina. Parece que se ha olvidado, pero el antisemitismo no se originó en Palestina o en la región. En Palestina, de hecho, la población vivía en paz y armonía hasta que llegaron los sionistas y dieron privilegios a un grupo por encima de otro. Balfour era un antisemita, pero fue quien hizo que Israel pasara de ser un concepto a una realidad, a pesar de que él mismo participó de políticas para impedir la entrada de población judía en su país. Por una parte, alienaba a la población judía; al tiempo que creaba una ‘entidad europea’ en Oriente Medio con el objetivo de asegurar los intereses imperiales del momento. Israel es una mano de Estados Unidos y de Gran Bretaña en Oriente Medio; y para esto ha servido todos estos años.
No obstante, para hablar de crímenes contra los y las palestinas hay que remontarse mucho antes que a 1948; durante las décadas de ocupación británica hubo violencia contra la población palestina de manera ininterrumpida. Es entonces cuando se produce el primer apartheid. Esta situación duró hasta que Israel tuvo el poder suficiente como para llevar a cabo la limpieza étnica de 1948 que supuso la expulsión de dos tercios de la población palestina de sus tierras.
En esta casa sabemos lo arbitrario que es vivir o morir en esas condiciones. Se trata de pura suerte: o vives o mueres
Nunca pensaron sus padres en marcharse de Gaza.
Nunca. Mi familia nunca ha tenido ninguna intención de irse de Gaza. Mi padre nació en 1952; tiene 73 años, mi madre nació en 1964. Allí tenían una vida bonita, al lado del mar. Mi hermano Mohammed, como mis padres, tampoco nunca tuvo ninguna intención de abandonar Palestina. La prueba está en que tuvo allí dos hijas; la más pequeña nacida un mes antes de que empezase el genocidio. Ahora todos están aquí. A mi padre, a todos, nos resulta muy doloroso seguir las noticias. Pero ellos lo vieron con sus propios ojos antes de salir de Gaza. En esta casa sabemos lo arbitrario que es vivir o morir en esas condiciones. Se trata de pura suerte: o vives o mueres. No hay que olvidar, sin embargo, que ahora sufrimos el genocidio, pero Gaza siempre ha sido una prisión al aire libre. El sitio isarelí no se ha producido ahora, sino que viene de lejos.
Ni siquiera pedimos a los países que den apoyo a Palestina, sino que respeten sus propios tratados, la ley internacional
Imagino que no le ha sorprendido el silencio generalizado de la comunidad internacional a lo largo de estos meses.
Israel actúa con la complicidad de todos; incluso con el Estado Español, que vende tecnologías que luego se exportan a Israel y compra armamento que luego es usado aquí. También hay decenas de compañías israelíes que operan en España y violan las leyes internacionales. Eso es complicidad con el genocidio y no se puede aceptar, porque es inmoral y contribuye directamente a la deshumanización de la población palestina. No sé qué más tiene que pasar para que la comunidad internacional haga lo que tiene que hacer; nosotros ni siquiera pedimos a los países que den apoyo a Palestina, sino que respeten sus propios tratados, la ley internacional; leyes que ellos mismos han puesto en marcha y han firmado. ¿Por qué se dan estos dobles estándares? ¿Por qué cuando Rusia invade Ucrania, Europa se mueve, arma a Ucrania, los apoya? ¿Qué pasa con Palestina?
He traído a mi familia hasta aquí y veo a mi alrededor a los refugiados ucranianos, con tantísimas facilidades, tratados mil veces mejor que nosotros… Mi padre tiene 73 años; hace meses que batallo para conseguir la tarjeta rosa [una tarjeta con descuento que se da a las personas jubiladas]. ¿Qué pasaría si mis padres no me tuviesen a mí? ¿Dónde irían? Posiblemente estarían en la calle. Mi madre, a efectos legales, continúa trabajando, pero le han quitado el salario por haber huído para salvar su vida. Esta es la situación de centenares de personas en Gaza. No hay manera de que puedan sobrevivir.
El genocidio solo se castiga en función de quién lo comete. La identidad del perpetrador y de las víctimas lo es todo a la hora de que se haga justicia
¿Cree que veremos a Netanyahu siendo juzgado?
Ni yo ni mi padre lo creemos. Este es el primer genocidio televisado y él ha estado perpetrando crímenes contra la humanidad a la luz del día. Hace dos años que se habla de esto, así que nadie podrá decir que no se sabía. ¡Hungría incluso ha recibido a Netanyahu obviando la orden de arresto! Está claro que el genocidio solo se castiga en función de quién lo comete. La identidad del perpetrador y de las víctimas lo es todo a la hora de que se haga justicia.