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Extrema derecha
El discurso del odio de la extrema derecha migra a Telegram
Desde canales abiertamente fascistas o neonazis hasta los canales de Vox o Estado de Alarma TV se puede reseguir una línea discursiva que en ocasiones es casi idéntica.
Para la extrema derecha, las redes sociales tradicionales ya no son lo que eran. Desde ciertos espacios ideológicos se considera que cada vez hay más censura en plataformas como Twitter y Facebook porque, según consideran, no pueden expandir su ideario.
Es por este motivo que redes como Telegram y Gap se están convirtiendo en el paraíso de quienes consideran que el coronavirus ha sido creado por el sionismo, quienes afirman que hay un plan secreto del islam para acabar con la cultura católica blanca, y quienes después de afirmar que la tierra es plana, señalan que el feminismo, Podemos y el PSOE son marionetas de George Soros.
Telegram, la plataforma social creada en 2013 por los hermanos Nikolái y Pável Dúrov, se ha convertido desde 2018 en un paraíso para los grupos y canales más extremos. Odas a Hitler y Mussolini, comparaciones entre el judaísmo y satanismo, misoginia, islamofobia y anticomunismo solo son algunas de las obsesiones que encontramos en canales españoles bautizados como Nacional Socialismo, Disidencia y resistencia, Hijas de Europa (desaparecido a principios de junio), Con dos cojones, Revisionismo del Holocausto, Doctrina Nacionalsocialista o ¿Quién nos controla?.
Podrían parecer grupos minoritarios anclados en tiempos aciago y remotos. Sin embargo, el problema es que algunos de los mensajes que aparecen en estos grupos no distan mucho de los que se pueden escuchar en una manifestación contra el gobierno en el barrio madrileño de Salamanca o a los que aparecen en el programa electoral de Vox.
La señora de clase alta que saca la bandera española y el nazi que se tatúa una cruz gamada en el brazo no son lo mismo pero en Telegram se parecen mucho.
En la aplicación de mensajería encontramos distintos tipos de canales adaptados a diferentes tipos de públicos, pero con el mismo sustrato ideológico: las capas más bajas —las más minoritarias— donde se encuentran los grupos neonazis; las capas menos profundas y con mayor número de seguidores donde se ataca a la izquierda, a los migrantes o al feminismo; y las capas superiores, donde partidos como Vox hacen de ese discurso del odio algo viral que puede llegar a penetrar en el debate mayoritario. Vamos a demostrarlo, pero primero hay que hacer un apunte.
¿Por qué Telegram?
Para entender cómo funciona este fenómeno, primero debemos preguntarnos qué tiene Telegram que lo convierte en un terreno abonado para la expansión de las ideologías basadas en el odio. Muy simple: resulta fácil esconderse en Telegram, ya que el buscador de la aplicación es bastante limitado y no permite encontrar canales según palabras clave. Para dar con espacios nazis abiertos a todos los públicos hay que tener cierta suerte y rastrear poco a poco la red pasando de un canal a otro.
Según el relato oficial de Silicon Valley, todo empezó después de las elecciones de Estados Unidos de 2016. Twitter, YouTube, Facebook e Instagram anunciaron que perseguirían las fake news y los discursos racistas y supremacistas. Ejemplo de ello es la reciente decisión tomada por Twitter de señalar como fake news o mensajes incitadores del odio algunos tuits de Donald Trump, o Vox instando a sus seguidores a mudarse a Telegram porque, según el partido, WhatsApp les está censurando.
A modo de apunte hay que añadir que no está claro que estas plataformas quieran de verdad evitar los discursos de odio y las fake news. Según una investigación de The Wall Street Journal, pese a que en 2018 en Facebook sabía que su algoritmo ahondaba en la polarización de opiniones, decidió no modificarlo para que así los usuarios pasaran más tiempos conectados.
Sea como fuere, lo cierto es que resulta difícil encontrar publicaciones abiertamente nazis o fascistas en las redes sociales mencionadas. Es por todo ello que, desde 2018, Telegram se ha ido llenando de canales de extrema derecha, supremacismo blanco, y odio a las minorías.
Grupos de tipo 1: Nazis y fascistas
Han transcurrido 80 años desde que se perpetrara uno de los peores crímenes de toda la historia: el holocausto. Pese a esto, parece que hay quien no está dispuesto a reconocer los 17 millones de asesinatos cometidos por la Alemania nazi, seis de los cuales eran judíos, y los otros tantos miles de muertos que dejó el fascismo en Europa.
En los canales de Telegram neonazis es frecuente ver negaciones de los crímenes cometidos por Hitler y apologías fervientes a la Alemania nazi. Ejemplo de ello son, entre otros muchos, Metapedia, una suerte de Wikipedia alternativa pero que tergiversa la historia para hacer creer que la vida bajo las leyes del III Reich era lo más parecido a la utopía o 卐Unión del Nacional Socialismo卐, un canal de Telegram que no precisa demasiadas explicaciones y en el que de forma recurrente se habla del “mito del holocausto”.
Este tipo de publicaciones, al tiempo que son pura y llanamente mentiras, constituyen un delito tipificado en el Código Penal español. Así queda establecido en el artículo 510 de la ley en el que se afirma que trivializar el genocidio, fomentar el odio hacia una persona o un grupo por motivos de raza, religión, sexo o familia entre otros, y enaltecer el nazismo, es un delito que puede suponer penas de prisión “de uno a cuatro años y multas de seis a doce meses”.
En los canales citados también encontramos otras publicaciones que podríamos definir como ilegales por sus ataques a la población judía o negra. En el primer caso es recurrente el mito del judío como agente en la oscuridad pagado por George Soros que se encarga de mover los hilos del mundo y que debe ser eliminado. En el segundo, se considera, contra toda lógica, que la población negra tiene más derechos que los blancos católicos. Este tipo de publicaciones están siendo muy frecuentes durante las protestas que está viviendo Estados Unidos en el contexto de Black Lives Matter.
En el caso español también abundan los ataques contra la población musulmana o el islam. Es frecuente ver cómo se tilda a los colectivos en cuestión de invasores que tratan de eliminar la esencia blanca y católica de Europa. Resulta interesante ver la cercanía ideológica que existe en este tema entre canales neonazis como Hijas de Europa y Vox. También se aprecia el papel que ejercen algunos grandes medios de comunicación de voceros acríticos de este tipo de ideas.
Grupos tipo 2: canales contra la izquierda, el feminismo y el independentismo
Pero no solo de estilo panfletario vive la extrema derecha. En los tiempos de la cultura del meme, el discurso del odio también hace uso del humor para expandirse. El canal El fascismo es alegría es un espacio de humor fascista y el canal El Aguijón se dedica a difundir humor de extrema derecha.
Los canales neonazis y fascistas podrían parecer marginales, y en cierto modo los son, pues su número de seguidores, alrededor del millar, no es muy elevado. Sin embargo, si escarbamos un poco hacia la superficie, encontramos grupos que sin declararse abiertamente nazis o fascistas, es decir sin hacer apología de Hitler, Franco o Mussolini, tienen una clara afinidad con estas ideologías nacidas en el siglo XX.
En canales del tipo Progrelandia, Cosas Giliprogres, No nos gustan los progres, Feminazismo destructor, AntiRadFem, Resistencia española o Azote del progre no hay revisionismo ni alabanzas al III Reich, pero coinciden con los canales abiertamente fascistas en sus ataques al feminismo, a la izquierda o al independentismo (los “progres”), y en sus ideas racistas.
Al mismo tiempo, es frecuente la islamofobia en exactamente los mismos términos en que Vox ataca la población musulmana.
Pese a todo, estos canales se centran en dar golpes a los sospechosos habituales del ámbito de la política —Irene Montero, Ada Colau, Gabriel Rufián o Pablo Iglesias— y a periodistas y activistas situados en la órbita de la izquierda, como Antonio Maestre, Cristina Fallarás e Irantzu Varela.
Sin marcharnos de este tipo de canales, debemos citar aquellos que agrupan policías de derechas y los surgidos durante la crisis del coronavirus.
El canal Militares y guardias civiles de derechas, por ejemplo, cuando no está dando su apoyo a Vox o exhortando al levantamiento militar para derrocar al gobierno socialcomunista, está difundiendo comunicados de la Fundación Francisco Franco o atacando al islam. Es decir, mensajes que poco se diferencian de los que lanzan los grupos neonazis.
En lo que se refiere a los canales nacidos durante la pandemia, se hallan canales como Mascarilla Rojigualda o Españoles de a pie, que bajo la apariencia de agrupación cívica, no hacen otra cosa que difundir la agenda mediática de la extrema derecha.
Grupos de tipo 3: canales del partido y diarios
Es cierto que nunca hemos visto a Vox aplaudiendo a Adolf Hitler o Benito Mussolini. El fascista patrio, Franco, es para el partido verde, arena de otro costal. Y aunque los de Abascal quieran mantenerse lejos del fascismo y a lo sumo aceptan el calificativo “facha”, sucede que muchos de los mensajes que aparecen en los anteriores canales son reproducidos por Vox casi inalterados. Al mismo tiempo, los canales anteriores difunden sin tregua el mensaje ideológico del partido político con 52 diputados en el Congreso.
Es fácil de entender: los grupos de tipo 1 están íntimamente relacionados con los de tipo 2 y estos a su vez con los de tipo 3. Los enemigos son los mismos, y no es extraño ver como Vox cita a Soros como el archivillano a batir o ve en la llegada de migrantes a Europa la decadencia del sustrato católico de la civilización occidental.
A canales como el de Vox lo acompañan otros como el nuevo juguete mediático de Javier Negre, Estado de Alarma TV. El programa de YouTube creado durante el confinamiento que ya lleva casi 24 millones de visualizaciones, difunde exactamente los mismos mensajes que el partido de extrema derecha de Abascal y se asemeja a algunos canales del tipo 1 y 2 en sus fobias. Un caso claro es el odio de Estado de Alarma TV a Soros y a Cristina Fallarás.
Lo preocupante de estos canales es que ya no son marginales. El canal de Telegram de Vox tiene alrededor de 55.000 suscriptores y Estado de Alarma TV supera de largo los 11.000. En otras redes sociales como YouTube los números son incluso más impactantes: Vox tiene 334.000 suscriptores y el canal de Negre 252.000. Todo eso por no hablar de la presencia que el partido de la extrema derecha tiene en medios como Antena 3, Telecinco o La Sexta.
Grupos abiertos, la punta del iceberg
Los canales de Telegram viven bajo una áurea de secretismo porque para encontrarlos hay que buscarlos en una red social que lo dificulta mucho. Eso genera en el usuario la sensación de pertenecer a un grupo exclusivo. Sin embargo, son grupos estáticos que no permiten la interacción; solo el administrador puede publicar en ellos.
Los canales públicos no dejan de ser la punta del iceberg de todo el entramado de espacios nazis y fascistas privados, no abiertos al gran público, que no podemos llegar a ver. No sabemos cuántos son ni cómo funcionan, ya que como en WhatsApp, solo se puede acceder si un miembro nos invita.
Es por todo esto que resulta interesante ver aquellos grupos de extrema derecha que sí son públicos. Esos a los que todo usuario, además de unirse, puede interactuar escribiendo y publicando sus ideas, por muy locas que sean.
Llegados a este punto, no sorprenderá que en espacios como Extrema necesidad o Resistencia Española Chat veamos mensajes antisemitas, alabanzas a Franco, demandas de golpe de estado en España, defensas moderadas o fervientes de Vox, mensajes islamófobos, ataques al feminismo y a la izquierda e incluso antiguos miembros de Ciudadanos y ahora paladines de la extrema derecha, como Alvise Pérez, publicando sus supuestas investigaciones sobre “los progres”. En estos grupos se reúnen internautas que podrían estar en los grupos de tipo 1, 2 y 3.
Entre las ideologías salidas de canales como Nacional Socialismo Auténtico o Hijas de Europa y las que encontramos en Estado de Alarma o el canal de Vox, no hay demasiada distancia. Aunque los primeros dirán que los segundos son unos moderados y los segundos que los primeros son extremistas.
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Basándose en una descripción sesgada se criminalizarlo a Telegram. Por el mismo motivo WhatsApp es de extrema izquierda y donde está lleno de grupos comunistas.
Este artículo sí que es fake.
Los que son lisa y llanamente mentirosos, son Uds, zurditos...Esto esta completamente demostrado
Otro grupo ultraderechista es Gonzalez y Cía también llamado PSOE - GAL. ¿Quien hizo la campaña electoral a Fox en Andasulía? ¡¡¡ el POSE ! porque Susanita tiene un ratón, un ratón chiquitín: Fox.
Obligarán a sus mayordomes a que escriban por ellos en telegram?