Pensamiento
            
            
           
           
Abecedario de Simone Weil
           
        
        De la a de Acumulación a la w de Wotan. Una introducción al pensamiento de Simone Weil a través de sus artículos, entrevistas en prensa y textos fundamentales.
 
La llamaron La Terrible, La Virgen Roja. Khagneuse [alumna de clase preparatoria literaria para integrar una Grande École] e hija de cirujano, desfilaba en las manifestaciones con el puño en alto, un ejemplar de L’Humanité asomando por el bolsillo de la casaca. De genio ascético y fe ardiente, judía adherida al cristianismo, escribía con pausa, comía poco y en su período de profesora de filosofía, redistribuyó parte de su sueldo entre los profesores, en un gesto igualitario. Entregada a su sed de justicia social, tenía la Comuna de París como ejemplo “de la fuerza creadora de masas obreras en movimiento”, trabajó deliberadamente en una fábrica durante un año, en tres emplazamientos diferentes; entró en España con el propósito de apoyar a los anarquistas de la CNT frente al fascismo; llegó a Londres, bastión de la resistencia exterior, con la intención de incorporarse a la Francia libre, con la esperanza de integrar a largo plazo los grupos de oposición del interior: tenía 34 años cuando falleció de una crisis cardíaca, en un sanatorio, el verano de 1943. Emblema del socialismo antiautoritario e internacionalista, la rememoramos mediante 26 letras.
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  Acumulación:  “Sea  cual sea nuestra interpretación del fenómeno de la acumulación, lo  que es obvio es que el capitalismo significa ante todo expansión  económica y que no está lejos el día en el que dicha expansión  acabe por embestir los mismísimos límites de la superficie  terrestre”. 
(Perspectivas,  “¿Nos dirigimos hacia la revolución proletaria?”, 1933)
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  Alegría:  “Rimbaud se quejaba porque no  pertenecemos al mundo y  la  verdadera vida está ausente;  en instantes de alegría y plenitud incomparables vislumbramos que la  verdadera vida reside ahí, todo nuestro ser experimenta que el mundo  existe y que estamos en el mundo […]. Si puede suceder así en  nuestra época, ¿qué maravillosa plenitud de vida no cabría  esperar de una civilización en la que el trabajo se transformaría  para ejercer plenamente todas las facultades, para constituir el acto  humano por excelencia?”. 
(Reflexiones  sobre las causas de la libertad y de la opresión social,  Editorial Trotta, 2018)
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  Burguesía:  “La  sociedad burguesa sufre de monomanía: la monomanía de la  contabilidad. Lo único que le importa es aquello que pueda evaluarse  en francos y céntimos. No duda en sacrificar vidas humanas por  cifras que se ajustan en el papel, cifras del presupuesto nacional o  balances industriales. En cierta medida todos nosotros estamos  contagiados por esta idea fija, también nos dejamos hipnotizar por  los números”. 
(La  condición obrera,  Editorial Trotta, 2014)
“En cualquier circunstancia, la más vil de las traiciones consiste siempre en aceptar subordinarse a ese aparato y en pisotear todos los valores humanos”
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  Colonialismo:  “Se  debe examinar el problema colonial como un problema nuevo. Dos ideas  esenciales pueden aclararnos un poco. La primera, que el hitlerismo  consiste en la aplicación alemana de los métodos de conquista y  dominio colonial en el seno del continente europeo, en los países de  raza blanca, concretamente”. 
(“Sobre  la cuestión colonial en su relación con el destino del pueblo  francés” [1943], Escritos históricos y políticos, Editorial  Trotta, 2007)
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  Daños:  “Ahora bien, para [Georges Battaille] la revolución es el triunfo  de lo irracional, para mí, de lo racional; para él una catástrofe,  para mí una acción metódica en la que debemos esforzarnos para  limitar los daños; para él se trata de la liberación de los  instintos, sobre todo aquellos considerados habitualmente como  patológicos, para mí se trata una moralidad superior. ¿Qué hay en  común?”.
  
(Citado por Christiane Rancé en Simone  Weil — Le Courage de l’impossible,  Seuil, 2009. Inédito en castellano)
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  Dedicación:  “La dedicación de los misioneros no ha cristianizado África, ni  Asia ni Oceanía, ha conducido esos territorios a una dominación  fría, cruel y destructora de la raza blanca, que ha arrasado con  todo.  […] A los misioneros, a los mártires incluso, los acompañan  siempre los cañones y los barcos de guerra para ser verdaderos  testigos del cordero”. 
(Carta  a un religioso, Editorial  Trotta, 2011)
“No podemos ser revolucionarios si no amamos la vida. […] La revolución es una lucha contra todo aquello que obstaculiza la vida. Solo cobra sentido como medio”
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  Enemigo  principal: “Sea  cual sea el nombre tras el cual se ampare, fascismo, democracia o  dictadura del proletariado, el enemigo capital sigue siendo el  aparato administrativo, policial o militar; no el de quien está  enfrente, que no es nuestro enemigo, ni el de nuestros hermanos, sino  aquel que se dice nuestro defensor y nos convierte en sus esclavos.  En cualquier circunstancia, la más vil de las traiciones consiste  siempre en aceptar subordinarse a ese aparato y en pisotear todos los  valores humanos, los de uno mismo y los de los otros, para servirle”.  
(La  Critique sociale,  n° 10, novembre 1933, “La  guerra según Simone Weil”,  Editorial Tandem, 2002)
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  Fábrica:  “Estando  en la fábrica, mezclada a los ojos de todos y ante los míos propios  entre la masa humana, la desgracia de los otros entró en mi carne y  en mi alma. Nada me separaba de ellos, ya que había olvidado  realmente mi pasado y no esperaba ningún futuro, me resultaba  difícil de imaginar la posibilidad de sobrevivir a semejante fatiga.  Lo que experimenté allí me marcó de un modo tan perenne, que  todavía hoy, cuando un ser humano, sea quien sea, en cualquier  circunstancia, se dirige a mí sin brutalidad, no puedo evitar tener  la sensación de que se debe de tratar de un error y de que  desgraciadamente el error se va a disipar sin duda. Allí recibí  para siempre la marca de la esclavitud, como la marca al fuego vivo  que sellaban los romanos en la frente de sus esclavos más  despreciados. Desde entonces, siempre me he visto como una esclava”. 
 (“Autobiografía  espiritual”, Le  Ravissement de la raison,  Points, 2009)
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  Fin:  “No podemos ser revolucionarios si no amamos la vida. […] La  revolución es una lucha contra todo aquello que obstaculiza la vida.  Solo cobra sentido como medio; si el objetivo  que  se persigue es vano, el  medio  pierde valor. En reglas generales, si la vida humana carece de valor,  nada tiene valor”. 
(Escritos  históricos y políticos,  Editorial Trotta, 20017)
“Si deseamos convertirnos en invisibles, no hay mejor modo que convertirse en pobre, dice una canción popular española”
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  Grandes  industrias:  “El auge de las grandes industrias ha convertido las fuerzas  productivas en una especie de religión que ha influido al propio  Marx muy a su pesar a la hora de elaborar su concepto de la historia.   Puede sorprendernos el término religión tratándose de Marx; pero  creer que nuestra voluntad converge con una voluntad misteriosa que  sería imperante en el mundo y que nos ayudaría a vencer, es pensar  de modo religioso, es creer en la Providencia. De hecho, el propio  vocabulario de Marx lo atestigua, ya que contiene expresiones cuasi  místicas, tales como ‘la misión histórica del proletariado”. 
 (Reflexiones  sobre las causas de la libertad y de la opresión social,  Editorial Trotta, 2018)
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  Historia:  “La aparición del geómetra Tales fue un hito histórico, el  momento mayor de la historia, que renace en cada generación de  escolares. Hasta aquel entonces la humanidad no había hecho más que  experimentar y conjeturar. En el instante en el que, según palabras  de Hugo, Tales, tras haber permanecido inmóvil durante cuatro años,  inventó la geometría, la humanidad lo supo. Esta revolución, la  primera de las revoluciones, la única, destruyó el imperio de los  sacerdotes”. 
(Sobre  la ciencia,  El cuenco de Plata, 2006)
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  Invisibilidad:  “A los hombres les gusta la riqueza, el poder y la consideración  social solo porque refuerza en ellos la facultad de pensar en primera  persona. Aceptar la pobreza, en el sentido literal del término, tal  y como lo hiciera San Francisco, aceptando que no somos nadie con  respecto a nosotros mismos y a los demás, así como tampoco somos  nada en realidad. Si  deseamos convertirnos en invisibles, no hay mejor modo que  convertirse en pobre, dice  una canción popular española. Aceptarlo significa el grado más  elevado de amor a la verdad”. 
(Intuiciones  precristianas, Editorial  Trotta, 2004)
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  Kilómetros:  “Imaginemos ahora que se ha establecido la semana laboral de 30  horas en todas las fábricas de automóviles del mundo, con una  cadencia de ritmo más lenta. ¿Qué catástrofes provocaría?  No  habría un solo niño con menos leche, ni una familia con más frío,  ni probablemente un solo patrón de fábrica de automóviles con una  vida más corta. Las ciudades serían menos ruidosas y en ocasiones  las rutas volverían a encontrar la gracia del silencio. A decir  verdad, en semejantes condiciones, muchísima gente se vería privada  del placer de ver desfilar los paisajes a una cadencia de cien  kilómetros por hora; sin embargo, miles y  miles de obreros podrían  por fin respirar, disfrutar del sol, moverse al ritmo de la  respiración, hacer otros gestos al margen de aquellos impuestos por  el orden; todos esos hombres, que habrán de morir, conocerían de la  vida, antes de morir, algo más que la prisa vertiginosa y monótona  de las horas de trabajo, la pesadumbre del reposo demasiado breve, la  miseria insondable de los días de paro y de los años de vejez”. 
(La Condición obrera, Editorial Trotta, 2014)
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  Libertad  de expresión:  “La libertad de expresión total, sin límites, sea cual sea la  opinión, sin ninguna restricción o reserva, es una necesidad  absoluta para la inteligencia”. 
(Echar  raíces,  Editorial Trotta, 2014)
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  Mártires: “Los  mártires tan solo reemplazan pobres por sacerdotes”. 
(“Examen  crítico de las ideas de revolución y progreso”, 1937).
“Si empiezan a tratarte como a un hombre, se lo debes al sindicato […] El sindicalismo es un ideal en el que hay que pensar cada día, tenerlo en el punto de mira”
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  Nacionalismo: “En  el seno del movimiento hitleriano hay obreros que no podemos  describir como conscientes, pero que tienen, no ya concepciones, pero  sí al menos sentimientos revolucionarios, que creen sinceramente en  ese partido nacionalista, en servir a la revolución. Al exponer  claramente las contradicciones internas del partido hitleriano, y  denunciando, sobre todo, con un vigor implacable, el carácter  contrarrevolucionario de toda propaganda nacionalista, podríamos en  cierto grado, aislar a la clase obrera del partido hitleriano […]”.  
(“Alemania en suspenso” [1932], Escritos  históricos y políticos,  Editorial Trotta, 2017)   
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  Obreros  del norte de África:  “La mayoría de los franceses ignora las condiciones en las que  viven y han vivido, sobre todo antes de 1936, los obreros argelinos  que trabajan en nuestro país. Privados de casi todos los derechos de  los que gozan sus camaradas franceses, sujetos siempre a la expulsión  brutal hacia sus países de origen, que abandonaron expulsados por el  hambre, abocados a las tareas más sucias y agotadoras a cambio de un  sueldo miserable, tratados con desprecio incluso por sus propios  compañeros de trabajo cuya piel es de otro color, resulta difícil  imaginar mayor humillación”. 
(“Ces membres palpitantes de la  patrie”, Vigilancia,  n° 63, 10 de marzo de 1938)
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  Ojos:  “A la merced de jefes, patrones, ricos y poderosos que se lo pueden  permitir todo. Sin derechos, mientras que ellos ostentaban todos los  derechos. La opinión pública permanecía indiferente. Nos parecía  normal que un patrón fuese amo absoluto en su fábrica. Dueño de  unas fábricas de acero que no sufren; dueño también de las  máquinas de carne, que sufrían, pero debían acallar sus  sufrimientos bajo pena de sufrir aún más. Tu fuerza no reside en ti  mismo. Si declinase la gran organización sindical que te protege,  comenzarías a padecer las mismas humillaciones que antes, te verías  obligado a la misma sumisión, el mismo silencio, volverías a  suplicar cada día, a soportarlo todo, a no atreverte a alzar la voz,  jamás. Si empiezan a tratarte como a un hombre, se lo debes al  sindicato  […] El  sindicalismo es un ideal en el que hay que pensar cada día, tenerlo  en el punto de mira”. 
(La  Condición obrera,  Editorial Trotta, 2014)
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  Poesía:  “Controlar como un contable. Someter como un juez, un verdugo. […].  Es la enfermedad oculta en la mentira que aniquila la poesía. Es la  razón por la que los ricos necesitan el lujo como sucedáneo.  […] Una pequeña taberna, que ofrece banquetes a cambio de  cuatro perras, rebosa de poesía. Porque es realmente un refugio  contra el hambre, el frío, el agotamiento; se sitúa en el límite,  a modo de un puesto fronterizo”. 
(Escritos  de Londres y últimas cartas,  Editorial Trotta, 2000)
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  Pregunta:  “Pero cuando tras la puerta asoma el viejo Estado, la justicia  queda lejos. A la hora de expresar el patriotismo moderno, no se  trata ya de justicia, no se menciona nada que pueda permitir  reflexionar a propósito de la relación entre patria y justicia. No  nos atrevemos a afirmar que haya semejanza entre ambas nociones;  sobre todo no nos atreveríamos a afirmárselo a los obreros que, a  causa de la opresión social, sienten el frío metálico del Estado,  y perciben de manera confusa que en las relaciones internacionales  debe imperar un frío semejante. Cuando se habla mucho de patria, se  habla poco de justicia” […]. 
(Echar  raíces,  Editorial Trotta, 2014)
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  Revolución  española: “Efectivamente  nada ha cambiado salvo un pequeño detalle: el poder pertenece al  pueblo. Mandan los hombres de azul. Se trata de una de esas épocas  extraordinarias, que hasta la fecha han durado poco, en las que  asumen la responsabilidad quienes han obedecido desde siempre”. 
 (“Diario de España” [agosto de 1936], Escritos  históricos y políticos,  Editorial Trotta, 2017)   
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  Siglo  XX:  “Sin embargo no debemos pasar por alto que Alemania es para todos  nosotros, hijos del siglo XX, un espejo. Lo que percibimos ahí que  nos resulta tan espantoso, es nuestro propio rasgo, simplemente  pronunciado. Esta idea no debe mermar un ápice la energía de la  lucha, todo lo contrario”. 
(Escritos  de Londres y últimas cartas,  Editorial Trotta, 2000)
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  Sionismo:  “¿Para qué crear una nacionalidad judía en Palestina: por qué  crear una nueva nacionalidad? […]¿Se debe engendrar una nación  que dentro de cincuenta años pueda convertirse en una amenaza para  Oriente Medio y el mundo?”. 
(Nouveaux  cahiers,  n° 38, 1de febrero de1939)
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  Termidor:  “De  hecho para que les sirvió a Robespierre y a sus amigos el poder que  ejercieron antes del 9 de termidor? El objetivo de su vida no era  hacerse con el poder, si no establecer una democracia real,  democrática y social al mismo tiempo; una sangrienta ironía  de la  historia les obligó a dejar en suspenso la aplicación de la  Constitución de 1793, a forjar un aparato centralizado, a ejercer un  terror sanguinolento que ni tan siquiera pudieron orientar como  oposición a los ricos, a aniquilar toda libertad, a convertirse en  suma en heraldos del despotismo militar, burocrático y burgués de  Napoleón”. 
(“Réflexions  sur la guerre”, La  Critique sociale,  n° 10, noviembre 1933)
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  Virilidad: “Cuando  se sabe que se puede matar sin arriesgarse a un castigo o a un  sermón, matamos; o desde luego cercamos de sonrisas alentadoras a  quienes asesinan. Si por casualidad sentimos al principio cierta  repugnancia, nos la callamos y pronto la reprimimos de miedo de que  nos tilden de falta de virilidad. Se trata de un entrenamiento, una  embriaguez a la que no se puede resistir sin una fuerza del ama que  me temo es extraordinaria, ya que nunca la he encontrado en ningún  lugar”. 
(Carta a Bernanos, fecha probable otoño de 1938)
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  Wotan: “Desde  luego seríamos de una candidez extraña, más tontos aún que los  jóvenes hitlerianos, si tomásemos en serio, por poco que fuese, el  culto a Wotan, el romanticismo neo wagneriano, la religión de la  sangre y la tierra y si creyésemos que el racismo no es más que un  apelativo una pizca más romántico del nacionalismo”. 
(“Algunas  reflexiones sobre los orígenes del hitlerismo” [1939–1940],  Escritos  históricos y políticos,  Editorial Trotta, 2017)   
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