Perfiles con tiempo
Gonzalo Abril, semiólogo: “Vivimos en una de las sociedades más dóciles de la historia”

Es probable que un profesor capaz de convertir una clase de periodismo en un debate intenso sobre un texto de Walter Benjamin deje una impronta notable entre sus estudiantes. Gonzalo Abril, semiólogo y doctor en Filosofía, es ese profesor. Su trayectoria académica está marcada por la independencia intelectual y estética.
Gonzalo Abril, semiólogo
Gonzalo Abril. Daniel Sánchez
26 mar 2023 06:00

Dice Gonzalo Abril (Palencia, 1951) que le persigue el turismo. Le persigue en el barrio de Lavapiés (Madrid), donde reside desde 1985, y también en la localidad de Urueña (Valladolid), el pueblo donde nació su padre, él pasó los veranos de su infancia y en este siglo XXI descansa algunas temporadas.

Así que, para esquivar los lugares demasiado transitados, el encuentro tiene lugar en los jardines que rodean el Centro de Arte Complutense de Madrid (Avenida Juan de Herrera, 2), en la propia sala de exposiciones del Centro —donde se exhibe la muestra Los increíbles modelos del Dr. Auzoux— y en la cafetería situada frente a la sala de exposiciones. Son las cuatro y media de la tarde de un día de otoño de 2022. Caminamos sin prisa.

Gonzalo Abril es semiólogo, catedrático de Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y, sobre todo, un profesor que ha dejado una huella de sentido en muchos alumnos y alumnas de la Facultad de Ciencias de la Información de la Complutense. ¿Una huella de sentido? Seguro que él discutiría esta expresión. Probemos con otra fórmula: ha permitido a los estudiantes adentrarse en la complejidad de los procesos de comunicación y en la idea de los discursos como un mundo de acción, no solo de representaciones. En sus clases era posible terminar agotado de pensar. Un agotamiento feliz.

Abril se jubiló hace un año y medio. Echa de menos el contacto cotidiano con los estudiantes, la relación horizontal entre el profesor y el alumnado en la que siempre ha creído y que ha cultivado. No echa de menos la burocracia creciente del mundo universitario.

¿Dónde nació su interés por la filosofía? ¿Cuándo intuyó que su camino era la docencia? Su infancia transcurrió en Valladolid, donde cursó los estudios de primaria y bachillerato. “Mi familia, tanto paterna como materna, procede de la comarca de Tierra de Campos, a la que yo me siento muy vinculado”. Para intentar ubicar aquella infancia en la historia social y cultural del país, recuerda un dato: “En mi calle había una funeraria en la que aún había unos carricoches negros llevados por un hombre que iba vestido de estilo rococó dieciochesco, con caballos negros y penachos negros… Tengo la impresión de una infancia de otra época y, cuando digo de otra época, me refiero a otra época para mí mismo. Es otro lugar, es como si yo hubiese caído de otro planeta”.

“Leyendo los diarios de Chirbes, me sorprendió que él hacía un comentario similar, porque también se quedó huérfano de padre más pequeño que yo todavía. Y decía algo así como que era más complicado entrar en la madurez cuando has tenido la pérdida del padre”

Su padre falleció cuando Abril tenía 12 años: “Es algo que marca la existencia mucho más de lo que parece. El otro día, leyendo los diarios de Chirbes, me sorprendió que él hacía un comentario similar, porque también se quedó huérfano de padre más pequeño que yo todavía. Y decía algo así como que era más complicado entrar en la madurez cuando has tenido la pérdida del padre. Posiblemente es cierto”. La escritura de Chirbes, su musicalidad y su honestidad, aparecerán varias veces a lo largo de la tarde.

Abril estudió en un colegio de los Hermanos Maristas. Allí, a través de los diagramas, se despertó en él el interés por la filosofía. “El hermano Alejandro, que así se llamaba, hacía unos esquemas terriblemente pulcros con trazados a mano alzada de líneas rectas de tiza perfectas, impecables, de las cuales hacía derivaciones, esquemas… Y estos esquemas eran tan bonitos de ver, visualmente tan atractivos, que te llevaban directamente al corazón de los conceptos por una experiencia visual”. Aquel interés inicial se concretó años más tarde en sus estudios universitarios. Cursó Filosofía y Letras, los dos primeros años en Valladolid y los tres últimos en Madrid. Y, durante su etapa universitaria, comenzó su trayectoria docente; en su caso, una trayectoria vocacional que abarca más de medio siglo. “Desde los 18 años, que yo recuerde, he dado clases”, añade. Fue profesor de secundaria dos cursos y a mediados de los 70 comenzó su trayectoria como profesor universitario.

Recuerda aquella Facultad de Filosofía de la Complutense en la que estudió los tres últimos años de la carrera como un lugar muy conservador, carca. De modo que era en las reuniones con otros compañeros donde se ensanchaba el campo del aprendizaje. “Tengo esa impresión de haber hecho una iniciación bastante horizontal a los asuntos que luego me han interesado como profesor y como estudioso”. A la semiótica, pero también a la lectura del marxismo y del psicoanálisis, llegó gracias a amigos con intereses comunes e implicados en el movimiento estudiantil. “Debo decir que quien a mí más me educó en mi juventud fueron un amigo y una amiga. Mi amigo Karlotti, con el cual compartí el descubrimiento de Roland Barthes, de Umberto Eco, de los manuscritos de Marx, lecturas de Freud. Y una amiga, Iris, que fue la que me descubrió el feminismo, no solo como movimiento político, sino también como movimiento intelectual y teórico”.

Anochece al otro lado de la amplia cristalera de la cafetería. Conversamos sobre algunas de sus obras más significativas. A principios de los 80, Abril, junto a Cristina Peñamarín y Jorge Lozano, publicó Análisis del discurso. Hacia una semiótica de la interacción textual, que ha sido y es una obra de referencia en los estudios de semiótica. “Nuestro propósito tenía una cierta originalidad en el sentido de tratar de conciliar tradiciones intelectuales que estaban siempre divorciadas: por una parte, la semiótica estructuralista o europea y, por otro lado, las corrientes interaccionistas anglosajonas”. Más adelante, en 1997, publicó Teoría general de la información, cuya escritura está relacionada con estancias académicas en Colombia y Puerto Rico, que le marcaron intelectualmente y le invitaron a “romper con algún acartonamiento y alguna anaerobia que había en los estudios de Periodismo, unos estudios quizá marcados por un cierto corporativismo, por una visión muy estrecha de los procesos de comunicación”.

“Como no soy una persona muy sistemática, tengo la impresión de que las cosas que he escrito, que no son tampoco tantas, forman una especie de mosaico, de patchwork, en el que es posible que se puedan encontrar ciertos intereses o ciertos deseos”

La obra escrita de Gonzalo Abril abarca múltiples intereses, guiados por algunas preocupaciones comunes. “Como no soy una persona muy sistemática, tengo la impresión de que las cosas que he escrito, que no son tampoco tantas, forman una especie de mosaico, de patchwork, en el que es posible que se puedan encontrar ciertos intereses o ciertos deseos”. ¿Cuál es el hilo de esos deseos? “Creo que hay como una especie de ritornelos, de estribillos, quizá, que atraviesan esos trabajos y que, sin tener nada original, serían los que señalan o delatan más mis preocupaciones profundas, como puede ser quizá el interés por la reflexividad, por el hecho de cómo las representaciones, o las maneras de ver, o las maneras de articular el mundo, remiten siempre a sí mismas, como pude ser también la idea de la performatividad”.

Al final de la conversación, nos detenemos en dos tendencias emergentes: la simplificación y la docilidad. “La simplificación, por no decir directamente la simpleza, es tremenda y además muy peligrosa”, apunta. Cree que esa tendencia a la simplificación se ha adueñado de gran parte de los discursos sociales y se ve muy claramente en el terreno del periodismo. “La simpleza no tiene nada de inocencia. La simpleza es la vía recta al autoritarismo, a la negación del otro, a la imposibilidad de plantearse horizontes de cambio”. Nos adentramos por último en la docilidad. “Creo que la docilidad es una de las marcas de la época, como ha señalado, por ejemplo, Agamben, el filósofo italiano. Pienso que vivimos en una de las sociedades más dóciles de la historia”.

Es noche cerrada. Los movimientos en la cafetería —el trajín de recoger— invitan a seguir la conversación caminando. De modo que continuamos hablando en el camino hasta Moncloa, y luego en el trayecto en metro hasta Lavapiés. Y vuelven a aparecer Chirbes, la infancia y la memoria. Nos despedimos en la calle Argumosa con el buen propósito de seguir charlando.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Perfiles con tiempo
Perfiles con Tiempo María Jesús Jiménez Donaire, astrofísica: “Me apasiona aprender técnicas nuevas”
En las palabras de María Jesús Jiménez Donaire late la pasión por aprender, por encontrar nuevas formas de observar las galaxias, por descubrir en las galaxias cercanas hallazgos que nos ayuden a entender mejor la nuestra.
Perfiles con tiempo
Perfiles con tiempo Ricardo Mar, arquitecto-arqueólogo: “El patrimonio arqueológico es un problema para el modelo especulativo”
Profesor de Arqueología en la Universidad Rovira i Virgili, Ricardo Mar ha explorado en su trayectoria académica y en múltiples excavaciones las posibilidades que ofrece trabajar con un doble enfoque: el de la arquitectura y el de la arqueología.
Perfiles con tiempo
Perfiles con tiempo Sandra Alonso, ciclista: “El miedo te da mucha fuerza”
Como ciclista que disputa las principales pruebas del calendario internacional, Sandra Alonso resume con una palabra su vinculación con el ciclismo: “compromiso”.
LIBERTAD, VERDAD, DEMOCRACIA
26/3/2023 14:42

Estoy de acuerdo. Es una sociedad sumamente dócil, docilizada.

La llamada Ley Mordaza bien se podría llamar Ley de Terrorismo de Estado, porque está para eso: para aterrorizar a las personas que no son dóciles, es decir, que tenemos nuestro propio criterio (formado, por ejemplo, en base a la ciencia de la política y de lo político o en base a la ciencias humanistas), a los que tenemos ética y no nos adaptamos a la moral del Régimen Bananero-Oligárquico-Liberticida-Supremacista-Filofascista-Corrupto-Opaco-Alevoso-Aporofóbico-Partitocrático-Etc.-Etc.-Etc.

Y, obviamente, no sólo está esta Ley de Terrorismo de Estado; también hay infinidad de otras normativas de todo tipo y prácticas de todo tipo y corporativismos de todo tipo que sirven para exactamente lo mismo: aterrorizar, crear absoluta indefensión, humillación, expolio, crímenes diversos sobre personas normales y corrientes en base a cualquier burdo pretexto, etc..

España siempre se ha gobernado así, con mayor o menor intensidad en todos estos "supuestos" megacrímenes contra millones y millones de personas (los expoliados, explotados laboralmente, esquilmados, etc.).

Desde luego es de Perogrullo. Sólo está basado y se mantiene en pie a base de violencia impune, arbitrariedad impune, usurpación impune de todo lo político, etc., etc., etc.

3
0
Xunta de Galicia
Sanidade A Xunta de Feijóo, condenada por negar as visitas a unha muller falecida de cancro por ter covid-19
A xuíza di que a situación requiriu medidas de prevención “flexibilizadoras”. Faleceu a principios de 2022 no Hospital Álvaro Cunqueiro durante os últimos meses de administración do xefe do PP con Julio García Comesaña como conselleiro.
Madrid
La burbuja del alquiler Sumar, Podemos y sindicatos de inquilinos presionan para convertir en indefinidos los contratos de alquiler
Sumar lanza una propuesta legislativa para transformar en indefinidos los contratos de alquiler, una de las principales demandas de la manifestación por la vivienda del 5 de abril. Una moción de Podemos, rechazada en el Congreso, pedía lo mismo.

Últimas

Historia
Descifrando a historia Así foi a rebelión antifiscal galega de 1790 contra a burocracia española
A monarquía española quixo implantar a Contribución Única, algo que provocou fortes protestas. A máis coñecida foi o motín da Ulloa, chamado así porque se produciu nas zonas desta comarca. Foi a maior revolta antifiscal do Antigo Réxime en Galiza.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Sindicatos piden el cese de la dirección del Hospital 12 de Octubre tras las obras de remodelación
Los problemas con las nuevas instalaciones han cristalizado en una unión sindical que ha reclamado formalmente el fin de la cúpula de dirección tras ser “ignorados” de manera “sistemática”.
Madrid
Acusaciones de violencia sexual Monedero, bajo investigación de la Universidad Complutense por la denuncia de acoso sexual de una alumna
La confidencialidad del expediente no permite saber cuándo se presentó la denuncia ante la Unidad de Igualdad o cuánto se demorará la resolución. La Complutense afirma que la Inspección de Servicios está tramitando la acusación.
Más noticias
Justicia
Justicia Rubiales, condenado por agresión sexual y absuelto del delito de coacciones
18 meses de multa con cuota de 20 euros al día por un delito de agresión sexual. Es la condena al expresidente de la RFEF Luis Rubiales por los hechos ocurrido en la ceremonia de entrega e medallas del pasado mundial celebrado en agosto en Sidney.
Egipto
Egipto Ashraf Omar continúa en prisión provisional por dibujar
Ashraf Omar, caricaturista político del medio digital AlManassa, sigue en prisión preventiva indefinida tras ser arrestado violentamente en su domicilio el 22 de julio de 2024.
Fascismo
Memoria antifascista Allí donde hay humo, hay fuego
A unos días de las elecciones alemanas, donde la ultraderecha acude fortalecida, un repaso sobre el proceso de desnazificación posterior a la Segunda Guerra Mundial y sus medias verdades.
Xunta de Galicia
Vivenda O ‘teléfono antiokupas’ da Xunta recibiu só tres chamadas por ocupacións en 2024
O servizo foi renovado este ano cun orzamento de 61.000 euros, coa colaboración do Consello da Avogacía Galega e 135 avogados para atender as consultas. O pasado ano atenderon 109 consultas, a maioría sobre desafiuzamentos.

Recomendadas

Feminismos
Ana Bueriberi “El activismo tiene que ser colectivo: para contribuir al cambio es imprescindible despersonalizar la causa”
La periodista madrileña Ana Bueriberi reconoce que no sintió la discriminación hasta que llegó a la Universidad. Hoy, desde el proyecto Afrocolectiva reivindica una comunicación antirracista, afrofeminista y panafricanista.
Inteligencia artificial
Militarismo La máquina de los asesinatos en masa: Silicon Valley abraza la guerra
Las fantasías distópicas sobre los futuros usos de las máquinas en la guerra están más extendidas que el relato de lo que ya está pasando en los campos de batalla.
América Latina
Extrema derecha Los soldados de Donald Trump en América Latina
Mientras algunos presidentes latinoamericanos, con mayor o menor ímpetu, intentan ponerle freno, otros tantos se arrodillan y le rinden pleitesía sin recibir nada a cambio. ¿Quiénes son los súbditos latinoamericanos de Trump?