Antimilitarismo
Militarismo y medio ambiente

En el militarismo, concebido en toda su amplitud, se dan la mayoría de los males que puede sufrir la humanidad. Desde la violencia propiamente dicha, a la dominación, el patriarcado y cualquier tipo de injusticia. En un plano paralelo también influye de manera decisiva, entre otras muchas más cosas, en la sobreexplotación y agotamiento de los recursos naturales —el ecocidio—, siendo un gran agente defensor del modelo económico capitalista.

Explosion nuclear
Miembro del Grupo Antimilitarista Tortuga
31 mar 2020 09:00

La acción más visible y conocida de los ejércitos tiene, en la mayoría de casos, intereses económicos, geopolíticos y geoestratégicos. No son pocas las misiones en el exterior en las que participa, sin ir más lejos, el ejército español  apoyando al bloque de nuestros “aliados” de la OTAN. Bajo el eufemismo de “intervenciones humanitarias” y bajo el paraguas del “terrorismo internacional” como excusa, se han producido (y se siguen produciendo) gravísimas intervenciones contra países enteros, con la única intención de controlar sus recursos naturales; un ejemplo extraordinario lo tenemos en las guerras por el petróleo .

Pero no solo de petróleo viven los países del Primer Mundo. En general, cualquier recurso valioso puede ser rapiñado pasando por encima de gobiernos y naciones. El caso de los fosfatos en el Sahara Occidental  o el coltán en África  son buenos ejemplos. Recientemente el caso del litio en Bolivia  nos recuerda que estas prácticas lejos están de concluir. Cabe criticar este modelo desarrollista de la economía de consumo que, deliberadamente, ignora el límite de los recursos finitos de la Tierra y pretende un crecimiento sin fin, como se dijo, a costa del expolio de otros países y del reparto desigual.

Este modelo desarrollista de la economía ignora el límite de los recursos finitos de la Tierra y pretende un crecimiento sin fin

Los países ricos

Como es sabido, los países ricos adquieren, producen y consumen todo tipo de bienes que necesitan para continuar con su irrefrenable desarrollo. En ese contexto, quizá puede parecer desmesurado decir que lo militar condiciona de una manera importante buena parte del desarrollo científico-tecnológico. Sin embargo, tal afirmación es un hecho, como lo evidencia, por ejemplo, el desarrollo actual de la industria aeroespacial y del transporte.

Del lobby aeroespacial en concreto poco podemos decir que no sea sobradamente conocido. Todas las grandes compañías involucradas en el desarrollo de aviones y vuelos al espacio tienen contratos multimillonarios con los grandes ejércitos para el desarrollo de modelos militares . En íntima retroalimentación con lo anterior, los niveles de movilidad y transporte que se han alcanzado en el mundo desarrollado provocan que frecuentemente sea más rentable importar insumos de países muy lejanos  que autoabastecerse con la producción local, hecho que, en definitiva, propicia una etapa más avanzada  —y globalizada— del capitalismo. 

Todo ello, obvia decir, trae de la mano ingentes niveles de contaminación.

Ahora hablamos de la energía 

Siguiendo la cadena de acciones y consecuencias, todas entrelazadas entre sí, llegamos a la estación de término consistente en que, para mantener este nivel de desarrollo, hace falta mucha energía. 

Dejando aparte la cuestión del petróleo y sus derivados, que los ejércitos consumen con profusión y sin restricción alguna (y que, como se dijo, es causa de innumerables operaciones bélicas en la actualidad), hay un desarrollo que, inicialmente, fue intrínsecamente militar, y que posee efectos devastadores: la energía nuclear. Esta, a pesar de la oposición y controversia que despierta, continuamente se nos vende como la solución de todas nuestras necesidades energéticas. No importa lo evidente de las trágicas consecuencias de seguir utilizándola, tanto en la vertiente civil como, por supuesto, en la militar.

Ejército y economía

Además de ser valedor y sostenedor de todo el sistema económico, el militarismo también forma parte de la propia economía, especialmente en lo que tiene que ver con el denominado “complejo militar-industrial” y la voluminosa industria del comercio de armas. Esta se constituye en un sector económico de primer orden, siendo  un negocio tan lucrativo  como opaco e insuficientemente regulado, en el que concurren intereses estratégicos, políticos, industriales, bancarios y socio-laborales. Las cifras del comercio de armas son tan elevadas, como éticamente deleznables. Otra forma de interacción entre economía y ejército es el negocio de las reconstrucciones después de la guerras que ellos mismos han desencadenado.

El militarismo también forma parte de la propia economía, especialmente en lo que tiene que ver con el denominado “complejo militar-industrial” y la voluminosa industria del comercio de armas

Por otra parte, los ejércitos son grandes acaparadores de territorio. El Ejército español, por ejemplo, actualmente es el segundo terrateniente estatal, teniendo puesto en venta más de un millón de metros cuadrados de patrimonio en desuso. Posee grandes extensiones dedicadas a instalaciones y campos de maniobras, y mantiene el derecho de declarar cualquier zona como “de interés para la defensa”, y de limitar, e incluso prohibir, los usos de la misma. Todo ello sin pagar múltiples impuestos, ya que cuenta con un régimen especial de exenciones. De esta manera el Ejército controla treinta espacios naturales, con más de 150.000 hectáreas, que usa para fines nada ecológicos, y en exclusiva. Este hecho tradicionalmente ha despertado la contestación ciudadana. Por ejemplo, ya son más de treinta las marchas antimilitaristas contra el uso del Polígono de las Bardenas Reales (Navarra) como espacio donde los militares ensayan sus bombardeos. En Alacant, sin ir más lejos, vamos por la 17º edición de la marcha contra la instalación de radares militares en la Sierra de Aitana.

El Ejército español, por ejemplo, actualmente es el segundo terrateniente estatal. Este hecho tradicionalmente ha despertado la contestación ciudadana

Un gran contaminador

Los ejércitos son grandes agentes contaminantes en todos los procesos: en la producción de armas y proyectiles, en el acaparamiento de territorio y recursos, en su elevadísimo consumo de combustibles procedentes de fuentes no renovables, en la construcción y mantenimiento de sus instalaciones y necesidades logísticas, en la generación de residuos. Por descontado, a la hora de llevar a cabo acciones bélicas. Ningún ejército, incluyendo el español, escapa a esta cuestión. El ejército de EEUU, por ejemplo, es considerado responsable de la contaminación más atroz y extendida del globo. Curiosamente, este papel protagonista en uno de los principales problemas del planeta no viene acompañado de ningún tipo de medidas a escala global para reducir su impacto. En los acuerdos mundiales para abordar el calentamiento global y el cambio climático, los ejércitos no aparecen como un agente contaminador que se deba tener en cuenta, ni se exige la reducción de sus emisiones, ni se ejerce sobre los mismos ningún tipo de observación o control. Cabe destacar, como remate, los efectos directamente devastadores sobre el medio ambiente de la guerra, en la cual es frecuente que la destrucción y contaminación del territorio sean ejes del ataque al enemigo, convirtiendo así grandes extensiones en directamente inhabitables.

El ejército de EEUU, por ejemplo, es considerado responsable de la contaminación más atroz y extendida del globo

Mucho más agudas, si cabe, son las consecuencias en conflictos en los que se emplean agentes químicos o bacteriológicos, como en los casos históricos del Rif, la Primera Guerra Mundial o Vietnam, sin olvidar escenarios del presente en los que esta práctica, por desgracia, aún persiste. Son todavía peores las consecuencias de la existencia de armamento nuclear, tanto en su desarrollo ‒en el desierto de Nevada, Kazajistán  o diversos atolones del Pacífico ‒ como cuando ha sido utilizado como arma contra población civil ‒en Nagasaki e Hiroshima‒, sin olvidar el empleo todavía vigente de la munición de baja radioactividad llamada “uranio empobrecido”.

Por todo lo dicho, el militarismo, desde un punto de vista amplio, incide en la realidad y en el mantenimiento del mundo en el que vivimos, teniendo consecuencias nefastas sobre los seres humanos, pero también sobre todos los seres vivos y el medio ambiente en general. Todo forma parte de un engranaje que engrasa el modelo que nos toca vivir, pero al que estamos obligados a ofrecer alternativas.

Todo forma parte de un engranaje que engrasa el modelo que nos toca vivir, pero al que estamos obligados a ofrecer alternativas.
Sobre o blog
Antimilitarimo y Noviolencia
Ver todas as entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Medio ambiente
Medio Ambiente Colectivos ecologistas y vecinas se movilizan contra la planta de biogás en La Calahorra, Granada
Esta semana ha comenzado la construcción de la primera planta de biogás en Andalucía en Calahorra (Granada), a pesar de las movilizaciones de vecinas y colectivos ecologistas
Ecología
Ecotopía epistolar Ecotopía epistolar
Relato finalista el I Concurso de relatos de Ecologistas en Acción.
Crisis climática
Crisis climática ¿Cómo sería una transición ecosocial en la industria española?
El sector industrial es el segundo consumidor de energía, solo por detrás del de transporte. La transición ecosocial debe pasar obligatoriamente por la transformación de este sector de la economía.
#54346
31/3/2020 9:40

En tiempos de guerra el militarismo mata. De manera directa.
En tiempos de paz, como ahora, el militarismo mata. Si no, pensemos en los miles de millones empleados para la preparación de la guerra y restados de lo que verdaderamente importa: como la Sanidad.

2
0
Sobre o blog
Antimilitarimo y Noviolencia
Ver todas as entradas
Catalunya
Catalunya Pere Aragonès, de presidente a segundo plato de Illa o Puigdemont
Las encuestas y el tirón de Pedro Sánchez acompañan a Salvador Illa, quien probablemente volverá a ganar las elecciones catalanas, como ya ocurrió en 2021. Esta vez, tiene más probabilidades de gobernar.
Baleares
Plurilingüismo Mallorquines y mallorquinas salen a la calle y gritan un rotundo “Sí a la llengua”
La Plaça Major de Palma se quedó pequeña para albergar a las miles de personas que acudieron al acto organizado por la OCB en defensa del catalán.
Gasto militar
Gasto militar El Gobierno reconoce 22.000 millones de nuevos programas de armas, el doble del presupuesto de Defensa
La cifra admitida por el Gobierno se queda corta, según denuncia el Grupo Tortuga, ya que esconde sobrecostes, créditos a coste cero y otros gastos asociados a esta nueva escalada armamentística.

Últimas

Poesía
Galiza Morre aos 92 anos a poeta, activista e revolucionaria Luz Fandiño
O falecemento foi anunciado publicamente pola súa amiga e alcaldesa de Santiago de Compostela, Goretti Sanmartín.
O prelo
O prelo Collige, Kylie Jenner, rosas
A editora Catro Ventos trae á lingua galega Na sala dos espellos, de Liv Strömquist.
Green European Journal
Green European Journal ¿Qué une al activismo climático con la guerra en Gaza?
La guerra de Israel contra Gaza ha dado mucho de qué hablar entre los movimientos por el medio ambiente.
Fútbol
Fútbol Vicente del Bosque como respuesta a las presiones de FIFA y UEFA
El nombramiento del exseleccionador como presidente de la Comisión de Normalización, Representación y Supervisión busca alejar los fantasmas de una intervención política de la RFEF.
Más noticias
Genocidio
Genocidio La ONU advierte de que un ataque sobre Rafah colapsaría la distribución de ayuda en Gaza
Turquía suspende todo el comercio con Israel. El fiscal del Tribunal Penal Internacional advierte de que no admitirá “amenazas” después de que trascendiera que imputará a Netanyahu y los suyos.
Literatura
Literatura La Feria del Libro de Buenos Aires, sin plata
La 48º edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires no es una más, se volvió un síntoma de la situación del libro y su industria en la Argentina gobernada por la extrema derecha.
Educación pública
Julio Rogero “La dignidad docente está secuestrada por el poder para que el docente haga lo que el poder quiere”
Desde sus inicios como profesional de la educación Julio Rogero encontró en los Movimientos de Renovación Pedagógica su ‘leitmotiv’ en la enseñanza. Aunque jubilado, continúa su labor de innovación pedagógica.
Tauromaquia
Federico García Lorca Usar el nombre de Federico García Lorca en vano
El alcalde de Madrid genera controversia al usar una cita de Lorca para defender la tauromaquia. Una apropiación paradójica de un símbolo de izquierdas y de la memoria histórica.
Lawfare
CLOACAS DEL ESTADO Manos Limpias: génesis de la querella como arma política de la ultraderecha
Ruiz-Mateos fue pionero en presentar demandas y personarse como acusación particular en causas judiciales sobre la corrupción del PSOE. Miguel Ángel Rodríguez y Manos Limpias sofisticaron este ‘modus operandi’ con bulos desde “pseudomedios”.

Recomendadas

Política
Política Redes clientelares, falta de autogoberno e consensos neoliberais: as claves do novo Goberno galego sen Feijóo
Políticas e analistas debullan a folla de ruta da primeira lexislatura galega da era post-Feijóo: reforzamento dos fíos de poder locais, falta de vocación autonómica, complexo de inferioridade e a axenda marcada polos grandes consensos neoliberais.
República Democrática del Congo
República Democrática del Congo Chikuru quiere para la República Democrática del Congo esa paz que nunca ha conocido
La vida de Chikuru ha transcurrido en una República Democrática del Congo siempre en guerra, desde su organización FoBeWorld, aspira a ayudar a la infancia y juventud a construir un futuro mejor, frente al expolio que devora su presente.
Colombia
Colombia Sostener la vida en un ETCR
En la vereda colombiana La Plancha, la convivencia entre excombatientes y población civil es una realidad marcada por necesidades comunes.