Pueblos originarios
La vergüenza de los kukamas

La influencia extranjera modifica la vida y costumbres indígenas. Las camisetas del Real Madrid, del Barcelona y de equipos internacionales sustituyen a la ropa tradicional.

Ercilia Jaramillo
La teniente gobernadora, Ercilia Jaramillo. Rocío Madero Cadarso
3 feb 2018 04:29

Desde el boom del caucho en el XIX, los occidentales han explotado sin control durante tres siglos la riqueza de la Amazonía: población, animales y recursos naturales. Esclavizaron y exterminaron a los nativos en los bien conocidos genocidios del Putumayo. Talaron los bosques, contaminaron las aguas, traficaron con animales, introdujeron la gripe, la viruela y todo tipo de enfermedades modernas a personas sin esta inmunidad natural. Y la lista continúa.

Las vidas y costumbres indígenas se han modificado por el contacto directo con la cultura occidental. Un millón y medio de nativos, indican cifras no oficiales, habitan en todo el Amazonas y pertenecen a un número aproximado de 380 pueblos o identidades. La mayoría de esta población está en el Perú, unos 400.000 según el último Censo Nacional de 2007. Algunas de estas personas ya han perdido su lengua, música, vestimenta y quehaceres. “Somos una comunidad de kukamas y aquí nadie habla kukama”, lamenta Alfredo Dávila, a orillas del río Marañón.

Alfredo Dávila Vázquez vive en un asentamiento de kukamas de 20 familias con 120 habitantes, la comunidad amazónica de Santa Rita de Florida. Entre todos los miembros de la comunidad él es el único que habla fluido la lengua originaria. “Todos son pero ninguno quiere hablar kukama. Así desapareció”, explica. “Las autoridades y la gente de la ciudad no les entendían. ¡Los kukama dejaron de hablar kukama por vergüenza!”, exclama. “Nos llamaban indios y algunos se ofendieron”, agrega en un castellano difícil de entender. Abre las piernas y brazos, y escenifica el andar tradicional de este pueblo. Añora tiempos pasados. “¿Maniwatipin Ima?”, pregunta en lengua kukama-kukamiria. Lo que significa “¿cómo estás hermano?”, aclara. La palabra ima, “hermano”, era esencial en el saludo entre kukamas, un rasgo completamente extinguido en la conversación de hoy día.

Dávila Vázquez tiene 65 años, la tez morena y arrugas en la piel. Es delgado, de unos 1,65 metros de estatura pero fuerte de extremidades, capaz de levantar cada día los 50 kilos de peso del motor “peque-peque” que impulsa su bote de madera. Viste camisa blanca o de colores claros, pantalón negro con el talón remangado y pies descalzos (chanclas si llueve y botas de jebe si hay trabajo en las chacras, parcelas de policultivo). “Así usaban los kukama, siempre con su pucho (cigarrillo). Pero aquí nadie lleva ya estas cosas”, afirma. Tampoco fuman ni siembran tabaco. En Santa Rita de Florida, ubicada a una hora en bote de la ciudad de Nauta- capital de provincia, los hombres cambiaron la camisa blanca y el pantalón negro tradicional por los vaqueros y camisetas con o sin mangas del Real Madrid Club de Fútbol, del Barcelona y de equipos internacionales que ni ellos conocen.

Puerto principal de la ciudad de Nauta
Llegada al puerto principal de la ciudad de Nauta Rocío Madero Cadarso

El profesor Anmer Mozombite, bilingüe en kukama-kukamiria y castellano, corrobora la descripción física del kukama de Alfredo Dávila Vázquez. Sobre la que añade “las dos rayas pintadas en la frente, pómulos y barbilla”. “Las mujeres vestían una blusa blanca de manga larga con un mismo estampado en el cuello, cintura y puños, de cinco líneas con los cinco colores de la naturaleza: blanco, azul, verde, amarillo y rojo”. Según explica el profesor, esto lo combinaban con una falda larga negra. Y su rostro estaba pintado con un pequeño círculo en las cuatro facciones de la cara.

A diferencia de otras etnias, las kukamas complementaban el conjunto con collares y aretes de metal debido a su proximidad y contacto con la ciudad. Esta vestimenta también ha desaparecido por los pantalones ajustados, cortos y largos, y camisetas de tirantes. Los rostros de las mujeres están limpios y, en su caso, con maquillaje.

“Hablar nuestra lengua fue un síntoma de atraso. El kukama era un ser excluido de la sociedad. Las metrópolis les avergonzaron. Y los kukamas acabaron rechazando nuestra lengua, costumbre y raza”

“Eres la primera persona en preguntarme por la apariencia de los kukama. Por no tener no tenemos ni en la ciudad de Nauta, fundada por el kukama Manuel Pacaya, un museo kukama”, observa el profesor. Su conocimiento sobre este pueblo es amplio y, según señala, en parte se debe a su especialización en la lengua e historia kukama. “Porque yo soy nativo de Nauta y pertenezco al pueblo Kukama”, subraya con orgullo.“¿Maniawata na chira?7a chira Anmer”, demuestra su dominio en la lengua kukama-kukamiria. Lo que significa “¿cómo te llamas? Yo me llamo Anmer”.

Acorde al profesor, el contacto con las ciudades significó la pérdida de la cultura kukama. “La sociedad ha olvidado que hacer un remo o una canoa es algo que inventaron los indígenas no los astronautas”, recuerda. “Hablar nuestra lengua fue un síntoma de atraso. El kukama era un ser excluido de la sociedad. Las metrópolis les avergonzaron. Y los kukamas acabaron rechazando nuestra lengua, costumbre y raza”, señala el profesor, reafirmando así las palabras de Dávila Vázquez.

Adiós a la tradición

Antiguamente las kukamas trabajaban en la elaboración de artesanía y bisutería a base de semillas y tejidos vegetales. Realizaban esteras, paneros (tsaparu), canastas (urukuru), tipitís, bolsas (shicras), abanicos con hoja de palmeras… Algunas, como Ercilia Jaramillo, aún conservan abanicos de chambira en sus casas, pero prácticamente han abandonado esta actividad. Lo mismo ocurre con la música tradicional. El profesor Mozombite habla del bombo, las bombillas, las maracas, los tambores, la quena, el pífano. “Esta tradición la reemplazaron por la radio y los altavoces”, puntualiza.

Así quedó visible en la fiesta del 60 Aniversario de Santa Rita de Florida, el día 29 de agosto de este año, a la que asistió este medio. La celebración no contó con ningún instrumento musical. En las instalaciones del colegio de primaria, con las sillas colocadas junto a las cuatro paredes de la habitación, dio comienzo la velada. Las autoridades de la comunidad inauguraron el evento con varios discursos, entre los que se incluyó el del profesor Anmer Mozombite.

Los ‘comuneros’, miembros de la comunidad nativa, compartieron masato: una bebida alcohólica hecha a base de agua y yuca fermentada. Procedió el brindis castellano: “Arriba, abajo, al centro y pa dentro”. Y finalmente sonó la cumbia desde unos grandes altavoces. Algunos, no todos, se animaron a bailar. Punto y final. Así es una fiesta entre kukamas.

“Todavía no nos hemos casado porque no hemos ahorrado suficiente para pagar el vestido”

El matrimonio tampoco escapa de la influencia occidental. Lo que significa que si hay amor pero no dinero, no hay matrimonio. El vestido de novia, largo y blanco, es esencial para subir al altar. Alfredo Dávila y Ercilia Jaramillo son pareja desde hace 40 años y tienen siete hijos en común, cinco mujeres y dos varones. Se conocieron cuando Ercilia tenía 17 años y Alfredo 25, narra la mujer. Él trabajaba en la comunidad en la que vivía ella. Cuando Alfredo terminó su labor en la comunidad de Ercilia, volvió a por ella y juntos se instalaron río arriba, en Santa Rita de Florida, a orillas del Marañón. Desde entonces forman una pareja de enamorados. Ambos son católicos, asisten todos los domingos a la Iglesia pero no están casados.

El kukama Alfredo Dávila
El kukama Alfredo Dávila Rocío Madero Cadarso

“La novia debe llevar un vestido largo blanco”, relata Ercilia. “Todavía no nos hemos casado porque no hemos ahorrado lo suficiente como para pagar el vestido”, explica la mujer. Estas familias viven de la agricultura, la pesca, la caza y la recolecta de frutas. Cuando la producción es grande, venden parte en la ciudad o a los comuneros desde sus casas. No tienen ingresos mensuales. “Mi madre decía que el vestido no se alquila porque es algo que llevarás siempre contigo”, confiesa.

De igual manera, Alfredo hijo y Cintia, llevan 12 años juntos, son padres de tres hijos y tampoco están casados. Otra de las hijas de Alfredo y Ercilia, Gladis Dávila, es madre de dos niños, estuvo siete años con el padre de sus hijos, y nunca llegó a contraer matrimonio. El vestido de la novia es clave para el matrimonio en la selva.

Justicia indígena frente al "mal extranjero"

Ercilia Jaramillo no está casada pero a sus 57 años ocupa el cargo de teniente gobernadora en Santa Rita de Florida. Lo ejerce desde hace cinco años. Y no recibe dinero por esta posición, sino el honor que representa. En ella recae la justicia de la comunidad. Ante cualquier problema de convivencia, los comuneros acuden a ella. Puede sancionar pero no expulsar, esta acción le corresponde al presidente comunal: el apu.

Acorde a la exposición de Ercilia, “la tala de árboles y el mal extranjero” son casos que se resuelven con la expulsión y, en su extremo, con apoyo de la federación Acodecospat (Asociación Cocama de Desarrollo y Conservación San Pablo de Tipishca), que representa a 63 comunidades del pueblo Kukama Kukamiria de la cuenca del bajo Marañón.

“Si los peces saltones se alzaban con la cabeza arriba era un síntoma de que todo iba bien. Hace años que dejé de ver a los saltones. Ahora tenemos plástico”

En septiembre de 2017, dos comuneros de Santa Rita de Florida intentaron vender a un extranjero un terreno que le pertenecía a la comunidad. El procedimiento fue el siguiente: la monitora ambiental, Gladis Dávila, advirtió de su comportamiento a quienes pretendían vender, lo transmitió a la gobernadora y esta finalmente al apu. Lograron paralizar la venta. Fueron días de alta tensión. Uno de los comuneros fue exonerado, consideraron que “fue manipulado, era padre de familia y un buen hombre”, cita la gobernadora.

La presencia de extranjeros no solo está latente en la compra de terrenos de la Amazonía o en la tala de árboles. Respecto a esto último, el Banco Mundial estima que el 80% de la madera que exporta Perú proviene de la tala ilegal. Alfredo Dávila conoce bien la caoba, el cedro, la canela, el tornillo, la cumala y muchos otros tipos de árboles. “A la madera duradera la llamamos palo de tortuga”, interrumpe. Trabajó durante más de 20 años para una empresa maderera a las órdenes “del patrón Don Juan Correa”. “Siempre hay que cortar 25 pulgadas por arriba para aprovechar bien el tronco y repoblar, repoblar es esencial”, sostiene.

Bosque deforestado en la cuenca del Marañón
Bosque deforestado en la cuenca del Marañón Rocío Madero Cadarso

De camino a la ciudad de Nauta, atravesando las aguas del Marañón, el director de secundaria de la vecina comunidad 9 de Octubre, el kukama Pedro Torres, apunta con el dedo hacia unas parcelas y menciona: “Veo botes con maderas que marchan a la ciudad pero las tierras están despojadas, nadie vuelve a reforestar”. El bote encalla en Nauta, toca tierra firme y el director fija la mirada en el embarcadero repleto de plásticos.

“No siempre fue así. Antes había peces que brincaban y silbaban en el puerto. Si los peces saltones se alzaban con la cabeza arriba era un síntoma de que todo iba bien. Hace años que dejé de ver a los saltones. Ahora tenemos plástico”, aprecia el director Pedro Torres.

La llegada de los productos fabricados con plástico y metal ha modificado los hábitos de las comunidades indígenas e introducido materiales que no saben cómo destruir. La mayoría de ellas no están equipadas con tachos (papeleras) ni tienen un sistema de basuras. “Botan” los residuos sólidos al suelo, jardines, río o lo almacenan junto a los árboles. Los restos de comida producen compost, no el plástico.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Estados Unidos
Estados Unidos Cuando los indios de todas las tribus ocuparon Alcatraz y otras batallas del ‘Red Power’
Durante los años 60 y 70 un fuerte movimiento indigenista reclamó derechos y dignidad en los EEUU. Leonard Peltier, uno de aquellos jóvenes activistas, podrá morir en su casa tras medio siglo en la cárcel.
Bolivia
Adriana Guzmán “No nos organizamos para que una compañera feminista sea diputada o presidenta”
Esta referente del feminismo comunitario antipatriarcal boliviano critica al actual Gobierno de su país por sus políticas de extractivismo al tiempo que reclama un proceso de reorganización de las comunidades indígenas y feministas.
Amazonía
Pablo Fajardo “Sacrificaron la Amazonía y la vida de la gente por racismo y por la ganancia económica”
El activista y abogado Pablo Fajardo fue elegido hace casi 20 años por la Unión de Afectados por Texaco para el juicio más importante contra la petrolera Chevron. Dos décadas después sigue luchando por la justicia ambiental y social en Ecuador.
#90087
14/5/2021 23:15

Siempre deben de poner cuales son sus comifas bebidas fiestas cantidad de familia

0
0
Sacha Runa
3/2/2018 16:56

Siempre son bienvenidos los reportajes sobre los pueblos indígenas amazónicos y sus luchas. Pero el enfoque de este artículo, paternalista hasta el extremo, es lamentable. Es obvio que las empresas transnacionales con base en Europa y Norteamerica han tenido y tienen una actitud extremadamente depredadora en la Amazonía, extrayendo recursos como el petróleo, minerales, maderas preciosas y el mismo caucho. No obstante, este artículo dibuja a los kukamas como un pueblo pasivo, sin capacidad de agencia, extremadamente vulnerable ante las influencias que vienen de fuera. Si un kukama lleva una camiseta de fútbol, lo hace o bien porque no tiene otra cosa que ponerse o bien porque le gusta esa camiseta. No veo en este artículo que se haya preguntado a los kukamas que la periodista vio con esas camisetas. Habría estado bien contar con su opinión. Los procesos de aculturación existen y es lamentable la pérdida de diversidad cultural que tiene lugar en la Amazonía y en muchas otras partes del mundo, donde los indígenas se asimilan a las sociedades nacionales, perdiendo rasgos de su identidad como la lengua, la vestimenta, las técnicas de cacería, de pesca, de agricultura, etc. Pero no vale echar la culpa de todo a los de fuera. Los pueblos indígenas tienen su propia agencia y su propia agenda. En otros lugares se han organizado para defenderse del extractivismo y, aunque también lleven camisetas de fútbol, mantienen una intensa lucha para mantener rasgos culturales que son fundamentales para su identidad diferenciada. Este artículo tendría algún valor si, en vez de lamentar lo pobrecitos que son los kukamas y lo malos que son los occidentales (el resto de peruanos blanco-mestizos, en realidad), hubiera explorado las causas por las cuales los kukamas ya no quieren hablar su lengua, no quieren vestirse como sus ancestros y no quieren mantener sus tradiciones. Porque la palabra clave es QUIEREN, porque ellos, igual que los occidentales, tienen capacidad de decidir lo que hacen con sus vidas, aunque obviamente estén condicionados por un sistema político-económico explotador, como también lo estamos el resto. Basta ya de paternalismo hacia los pueblos indígenas.

1
2
Desahucios
Escudo social Sanitarios y sanitarias de atención primaria se unen contra los desahucios, “un problema de salud pública”
Depresión, ansiedad, empeoramiento de enfermedades crónicas o surgimiento de nuevas afecciones acompañan a los problemas habitacionales. Lo denuncian médicos de Vallecas (Madrid) y lo refrendan los estudios.
Argentina
Argentina “Existen solo dos géneros: fascistas y antifascistas”: las luchas LGTBIQ+ aglutinan el rechazo a Milei
Una gran movilización recorrerá centenares de localidades en Argentina y en grandes ciudades del mundo este 1 de febrero en respuesta al discurso de odio del líder ultra.
Estados Unidos
Extrema derecha Trump anuncia un campo de concentración para 30.000 migrantes en Guantánamo en el 80 aniversario de Auschwitz
La estrategia de llevar la detención de migrantes a territorios lejanos, opacos y sin garantías de derechos también ha sido la opción elegida por la Unión Europea en el último año.
Siria
Kurdistán Entre las bombas turcas y las negociaciones con el Gobierno: Rojava ante la construcción de la nueva Siria
La Administración Autónoma del Norte y Este de Siria presiona al nuevo Gobierno para crear un Estado que respete los derechos de las mujeres, descentralizado, tolerante y multiétnico.
Salario mínimo
Pacto bipartito Trabajo y sindicatos acuerdan la subida del salario mínimo en 50 euros sin el apoyo de la patronal
Díaz anuncia un acuerdo con los sindicatos que llevará al Congreso de Ministros de forma “inminente” la propuesta del Ministerio de Trabajo. Los sindicatos proponían una subida de 66 euros y la patronal, de 34 euros.

Últimas

Hidrógeno
Descarbonización Los planes de expansión del hidrógeno en Europa chocan con la falta de energía verde para producirlo
La escasez de hidrógeno producido con renovables y el exiguo desarrollo del aluvión de proyectos anunciados ponen en entredicho la estrategia de descarbonización en Europa, según un informe de Global Energy Monitor.
El Salto Radio
El Salto Radio Árboles contra el desierto
Las señales de hoy no sólo quieren hablar de árboles y bosques, de reforestación, de recuperar nuestros entornos maltratados. También pretenden sembrar un poquito de esperanza ante tanta desolación, porque hay muchas cosas que podemos hacer, que ya s
Más noticias
Crisis climática
Parlamento Ciudadano Climático Un jurado popular ciudadano para combatir la crisis climática y el retroceso democrático
En un momento crítico para la democracia y la acción climática, cinco organizaciones medioambientales reunieron en el Congreso de los Diputados a científicos, actores sociales y asambleístas para impulsar un Parlamento Ciudadano Climático Permanente.
Ayuntamiento de Madrid
Convenio colectivo Las cuidadoras ganan a Almeida: Madrid anuncia nuevos pliegos con la subida salarial pactada
Las trabajadoras de cuidados seguirán en huelga dado que “no hay nada tangible”. El anuncio afectaría a 12.000 personas empleadas por el Ayuntamiento, pero no a las 2.000 trabajadoras más convocadas a la huelga que trabajan para la Comunidad.
Madrid
Justicia El fiscal general del Estado, en el alambre, declara como investigado ante el Supremo
Álvaro García Ortiz acude al alto tribunal a explicar su versión de las filtraciones denunciadas por el entorno de la pareja de Isabel Díaz Ayuso. Es la primera vez que un fiscal de su categoría declara como investigado.
Lavapiés
Madrid Lavapiés gana un asalto a la organización fascista Hacer Nación
La empresa en la que se iban a organizar unas jornadas con figuras de la extrema derecha europea ha confirmado que comunicó a Hacer Nación que no le cedía su espacio.
Pensiones
Revalorización de las pensiones Los pensionistas no se fían y salen a la calle tras el rechazo al decreto ómnibus
La Unidad de Acción de Madrid convoca a manifestarse este viernes 31 frente a la sede del PP tras la “posición negativa de la derecha ultranacionalista, sea española o catalana”.

Recomendadas

Laboral
Laboral Investigada unha rede empresarial que explotaba a 82 migrantes nunha granxa de Lugo
Polo de agora, tres persoas responsables da granxa de Begonte centran as investigacións da Garda Civil. As 82 persoas explotadas vivían nun hotel de Ordes (A Coruña) que non tiña sequera licencia de hostalaría.
Literatura
Letras Galegas Da Sección Feminina do franquismo ao Cancioneiro Popular Galego: o pobo é quen canta e baila
As cantareiras protagonizarán o Día das Letras Galegas de 2025. Beatriz Busto e Richi Casás fálannos delas, de Dorothé Schubarth, do Cancioneiro Popular Galego e da dificultade de acceder aos arquivos sonoros que conservan as súas voces.
Medio rural
Reportaxe As mulleres rurais soñan con deixar de ser heroínas
A falta de servizos básicos no rural é a primeira pedra no camiño de quen quere vivir e desenvolver os seus proxectos fóra da cidade. Aínda así, o rural galego atópase á cabeza en canto a titularidade feminina respecto á media do Estado español.